TEGUCIGALPA, HONDURAS
El gobierno estableció ayer que reforzará las acciones que se vienen realizando ante los daños ocasionados por las lluvias en el territorio nacional.
En sesión de Consejo de Ministros, el presidente Porfirio Lobo Sosa giró instrucciones a todos los secretarios de Estado para que fortalezcan sus capacidades de respuesta en favor de todas aquellas personas que están sufriendo los embates de la naturaleza en todo el país. "Es una necesidad que continuemos atendiendo a nuestros compatriotas, pero se necesita crear una unidad de manejo de crisis en cada institución del gobierno para brindar socorro y auxilio en el momento a los afectados", indicó la mañana de ayer el titular del Ejecutivo.
El llamado se hizo efectivo luego de analizar la situación actual en los 18 departamentos del país, en especial en Tegucigalpa, ante los graves daños ocasionados a raíz de los fuertes aguaceros.
Tragedia
El titular de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), Lizandro Rosales, informó ante el Consejo de Ministros que hasta la fecha 21 personas han perdido la vida a consecuencia de las lluvias y otras dos están en condición de desaparecidas.
Rosales indicó ante las autoridades del Ejecutivo, que de acuerdo con los análisis del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las lluvias podrían disminuir en Honduras, pero advirtió que el fin de semana la situación variará.
El titular de Copeco informó que aún no se han realizado descargas controladas en el embalse hidroeléctrico "El Cajón", aunque ya está llegando a su nivel máximo.
Entre tanto, la ministra de la Presidencia, María Antonieta Guillén, reveló que se está dialogando con las autoridades de Finanzas a fin de brindar un mayor apoyo financiero al Cuerpo de Bomberos y también se está planeando darle un mayor respaldo a Copeco a través del ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas, a fin de mejorar la capacidad de respuesta ante la grave amenaza en que se han constituido las lluvias en el país. SAG reporta 129 millones en pérdidas en Honduras
TEGUCIGALPA, HONDURAS
Los datos preliminares estimaban -hasta ayer- la pérdida, a causa de las constantes lluvias, de unas 13,000 manzanas de granos básicos que representan unos 129 millones de lempiras, dijeron autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (Sag).
Unos 9,000 productores, en su mayoría pequeños que habían sido beneficiados con el bono de la solidaridad otorgado por el gobierno, han sido afectados y la cifra seguramente aumentará en la medida en que continúen las lluvias.
El titular de la Dirección de Ciencia y Tecnología Agropecuaria (Dicta), Geovany Pérez, informó a través de Hrn que de las trece mil manzanas de granos básicos perdidas, 10,000 eran de frijol y 3,000 de maíz.
Se estima que se dejarán de producir 220 mil quintales de granos básicos (123 mil de frijoles y 97 mil de maíz).
Pese a ello, Honduras estará en capacidad de cosechar alrededor de 900 mil quintales de frijol en esta siembra de primera, suficientes como para abastecer el mercado nacional. El funcionario de la SAG pidió a la población no alarmarse porque no hay ninguna posibilidad de desabastecimiento de granos básicos. A la vez, recordó a los "coyotes" -o comerciantes inescrupulosos- que el Instituto Hondureño de Mercado Agrícola (Ihma), tiene una reserva estratégica de 30 mil quintales de frijoles, listos para salir en venta a la calle si las circunstancias lo ameritan.
Los departamentos más afectados por las inundaciones son diez: Olancho, Choluteca, Valle, Francisco Morazán, Yoro, Cortés, Copán, Lempira, El Paraíso e Intibucá.
El responsable de Dicta puntualizó que solo en el departamento de Lempira hay 1,600 productores afectados con un área de alrededor de 1,400 manzanas de granos básicos y pérdidas estimadas en 31 mil quintales equivalentes a 12 millones de lempiras.
El Paraíso reporta 3,700 manzanas y 27 mil quintales de granos que se dejarán de cultivar.
La Campo Cielo se cae a pedazos sobre 120 casas
TEGUCIGALPA, HONDURAS
La falla activa de El Berrinche le pasó factura a 59 familias de la colonia Campo Cielo.
La noche del lunes fue la más larga que vivieron los pobladores de la zona, puestuvieron que salir despavoridos de sus viviendas cuando estas comenzaron a moverse y estuvieron a punto de ceder sobre sus cabezas."Estamos vivos gracias a la virgencita de Guadalupe, que fue lo único que pude rescatar de lo que quedó de mi cuarto", dijo con tristeza don Crescencio Menocal, un poblador que tuvo que salir de su vivienda antes de que esta lo aplastara junto a toda su familia. Según el reporte del Cuerpo de Bomberos, a eso de las 11:00 de la noche del lunes, un total de cuatro viviendas quedaron completamente destruidas, cuando la calle en su totalidad se abrió a causa de la falla geológica que cruza la colonia y que al activarse provocó movimientos y echó por tierra las casas.
De inmediato hubo que evacuar a unas 200 familias, entre ellas 140 adultos, 110 niños y 50 adultos mayores.
La mayoría pasó el resto de la noche a la intemperie en espera de que pasara lo peor para tratar de recuperar sus enseres.
"Lo perdimos casi todo, en la casa vivimos ocho personas, gracias a Dios que nos dio tiempo de salir, no hemos pegado el ojo en toda la noche con el temor de que algo nos pasara", dijo entre lágrimas doña Guillermina Mejía, una humilde ama de casa que reside en la zona.
El reporte del Cuerpo de Bomberos detalla que los daños son en 120 casas, de las cuales 10 están en riesgo de venirse abajo.
Los moradores fueron trasladados a la escuela Rafael Lizardo, que fue habilitada como albergue por las autoridades del Comité de Emergencia Municipal.
El mayor problema se presentó en el sector uno de la colonia, donde en la calle principal se abrió una enorme grieta y varias partes del cerro se vinieron abajo cayendo sobre las cuatro viviendas que quedaron completamente destruidas.
A la zona se presentó el alcalde capitalino Ricardo álvarez, quien dijo que lo primero era salvarle la vida a estos capitalinos y llevarlos a un lugar seguro.
"Luego nos ocuparemos del proyecto de construcción de las viviendas populares. Estamos esperando la respuesta del presidente Porfirio Lobo Sosa. Y tenemos el terreno en un sector seguro de la capital, pero no contamos con los fondos necesarios", dijo.
El edil anunció además que a algunos se les iba a dar dinero para el pago de dos meses de alquiler, mientras se buscan soluciones definitivas.
Los afectados dijeron que están agradecidos por tener un lugar seguro aunque sea temporal en los albergues, sin embargo criticaron a las autoridades, ya que no tienen agua ni alimentos.
"Cuando hay desastres los políticos solo saben llegar y robar cámara mientras aquí nos toca lavar los pepes de nuestros hijos con agua lluvia", dijo Rosa Miriam Fernández, una de las capitalinas afectadas en la Campo Cielo. El problema en la zona continúa, además de los derrumbes, desde ayer, los vecinos no tienen energía eléctrica ni agua potable.
Peligro anunciado
Ya se había puesto el dedo en el renglón, en relación al peligro que acechaba a los pobladores de la zona. Cuando hace unas semanas se publicó que unas 10 viviendas estaban en peligro de venirse abajo debido a la humedad y a grietas que se habían formado en la zona.
Xiomara Valladares, coordinadora del albergue de la colonia, visitó a los residentes de estas casas para hacerles ver el peligro al que estaban expuestos e intentó persuadirlos de abandonar sus hogares. Algunos accedieron.
Una de ellas fue doña Ericka Amador y su esposo Bernardo Maldonado, padres de 9 hijos, quienes la semana pasada se fueron al albergue, pero volvieron a su casa al ver que todo estaba bien.
Anoche su casa se vino abajo y lo perdieron casi todo.Las 59 familias esperan respuestas concretas de parte de las autoridades.
No hay recursos para atender falla
TEGUCIGALPA, HONDURAS
A los vecinos de la colonia Francisco Morazán, ubicada a un costado del cerro El Berrinche, no les queda más que esperar que la naturaleza sea benévola con ellos.
El cerro donde se levantan sus hogares ha cedido medio metro más y la respuesta de las autoridades es que no hay recursos para iniciar las obras de mitigación para evitar que continúe cediendo.
El alcalde Ricardo álvarez, dijo que está esperando los resultados de los análisis que los técnicos de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), pero que mientras no cuente con el presupuesto que se necesita no podrá iniciar obras en la zona."Debemos establecer acciones rápidas, estoy a la espera de un informe de la situación actual de El Berrinche, con estos nuevos movimientos de tierra debemos tener cuidado, sabemos de la gran inversión que se necesita, pero en este momento lo más importante es salvar la vida de los capitalinos que ahí residen", dijo.
Los pobladores de unas 10 viviendas que fueron evacuados el lunes, se niegan a abandonar el patrimonio que les ha costado sudor y esfuerzo.
"Llevamos más de 20 años viviendo en esta zona, ayer algunos vecinos de la parte baja fueron desalojados por que sus casas se están cayendo, pero como humanos necesitamos un lugar donde vivir. Con la ayuda económica de la Alcaldía no podemos hacer mucho", dijo Juana Ramírez, una de las capitalinas afectadas.
En la parte alta del cerro donde se ubica la colonia Francisco Morazán hay identificadas unas 35 viviendas que están siendo afectadas por la saturación de agua en el subsuelo.
La falla está provocando daños en las colonias Campo Cielo, Miramesí, Sagastume, La Concordia y El Chile, entre otras.
Pobladores huyen de sus hogares
TEGUCIGALPA, HONDURAS
Los vecinos de la colonia El Reparto por Arriba tuvieron que salir huyendo de sus hogares la noche del lunes.Un deslave de tierra y piedras echó por tierra como piezas de dominó a tres viviendas y causó daños en otras dos.
El desastre fue provocado por la falla geológica que cruza la colonia, que fue activada por las lluvias.
"Por gracia de Dios pudimos salir a tiempo", manifestó don Elio Lagos, quien perdió por completo su casa.
El humilde capitalino aseguró que junto a su esposa, Dilia Rodas, tuvo que salir huyendo cuando escucharon que del cerro que se encuentra detrás de su casa provenían fuertes estruendos.
"Al oír el ruido salimos corriendo y pudimos ver cómo el cerro aplastó nuestra casita", dijo entre sollozos doña Dilia.
Aseguran que en los dos años que tienen de vivir en la zona nunca se había presentado un evento tan devastador como el ocurrido la noche del lunes.
Esta familia no es la única.
Don José Adalid Ordóñez está desconsolado, su casa quedó hecha pedazos bajo el alud de tierra y piedras.
"Apenas alcancé a salir con mis dos hijas y mi esposa, ahora estamos en la calle y no sabemos qué hacer", aseguró. Como opción temporal sus hijas Yoselin y Angie, de tres y un año de edad, y su esposa Melisa Jiménez se encuentran alojadas en la casa de un familiar.
Evacuación
Mientras el peligro pasa, unas diez familias decidieron desalojar sus viviendas.
Ayer los vecinos de la comunidad dedicaron la mañana a sacar sus enseres personales y retirarse a casas de familiares.
Los hombres cargaron en hombros los materiales de construcción rescatables de sus hogares. Don José Bustillo cargaba en una carreta las láminas y madera que quedaron de su casa con la esperanza de poder venderlas y así sacarles un poco de provecho.
Clara Ordóñez, otra residente de la zona, aseguró que desde anoche no duerme porque dedicaron toda la noche a retirar sus pertenencias de su vivienda. Otros en cambio optaron por albergarse en el improvisado alojamiento que habilitaron los miembros del patronato de la colonia en el centro comunal, donde permanecen unas seis familias.
Los vecinos se encuentran a la espera de una respuesta por parte de las autoridades municipales, pues aseguran que hasta ayer al mediodía no habían llegado a la zona a conocer sus necesidades.