TEGUCIGALPA, HONDURAS. Los fenómenos climáticos que han ocurrido en el país son sinónimo de tragedia, dolor y luto.
La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), en su reporte oficial, contabilizaba hasta ayer 27 fallecidos y 3 desaparecidos, en lo que va del año. Las últimas tres víctimas mortales, dos mujeres y un hombre, se registraron en el municipio del Distrito Central. La primera fue Cándida Izaguirre Ochoa, de 64 años, residente en la colonia Santa Cecilia, quien resultó soterrada después que se produjo un derrumbe en su humilde vivienda.
La otra persona que murió es Carlos Alberto Pérez, de 25 años, quien fue arrastrado por las embravecidas corrientes del río del Hombre, en el sector de Amarateca.
Mientras que la última persona que perdió la vida fue Yosseline Dolores Valle, de 25 años de edad, quien fue sorprendida en horas de la madrugada por un alud de tierra y piedra cuando dormía junto a sus dos pequeñas hijas en la colonia Miramesí de Tegucigalpa.
Además de la pérdida de vidas humanas, los daños se han extendido hasta la parte agrícola e infraestructura del país.
Centenares de hectáreas de cultivos han sido afectadas por las inundaciones de los ríos y quebradas que se han desbordado.
Hasta el momento no se tiene un reporte oficial de la pérdida en el agro, pues serán las autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) quienes realizarán las evaluaciones correspondientes en las zonas productivas del país y que han sido afectadas por las fuertes precipitaciones que se han registrado en los últimos días en casi todo el país.
Se espera que para esta semana se tenga un reporte preliminar, pues los técnicos harán las evaluaciones ya que en algunos sectores no se puede ingresar porque las vías se acceso se encuentran en mal estado.
Jorge Solís, jefe del departamento de Operaciones de Copeco, dijo a EL HERALDO que el occidente y el centro del país han sido los lugares más afectados por las constantes lluvias que se han registrado en los últimos días, por lo que se han decretado las diferentes alertas.
Los niveles del río Ulúa han sufrido incrementos, pero las inundaciones que se han registrado en el valle de Sula han sido mínimas, pues se consideran momentáneas, ya que las crecidas se registran cuando se presentan las fuertes lluvias en el occidente del país.
Una de las mayores preocupaciones que tienen las autoridades es que la población no acate las recomendaciones que se dan a conocer a través de los medios de comunicación, pues muchas de las tragedias se presentan por imprudencia de las personas que pierden la vida.
Con el objetivo de evitar la pérdida de vidas humanas, Copeco ha emitido las alertas en tiempo y forma, lo que ha contribuido a que las víctimas mortales no se hayan elevado en relación a los años anteriores.
Infraestructura
La parte de la infraestructura también ha sido afectada por las lluvias que han azotado la mayor parte del territorio nacional.
De acuerdo a los reportes, se han presentado varios derrumbes, especialmente en la carretera de occidente, ya que es el área donde los suelos están más saturados a causa de las constantes y prolongadas lluvias y chubascos.
También se han dañado algunas estructuras como puentes que las bases han sido socavadas y algunos vados que han sido afectados por las fuertes corrientes.
Por otra parte, una represa en Ocotepeque, que abastece de agua potable a unas 25 mil personas que residen en la comunidad, fue destruida por el derrumbe que se produjo en uno de los cerros cercanos a la estructura.
La Secretaría de Obras Públicas, Transporte y Vivienda (Soptravi) ya tiene conocimiento de estos problemas, por lo que las autoridades serán responsables de ejecutar las acciones que corresponden en el área de infraestructura", manifestó Solís.
En relación a las personas evacuadas y albergadas, Copeco se encarga de darles atención inmediata. A cada una de las familias se les hace entrega de raciones alimenticias, como de algunos kit de higiene personal.
De acuerdo a los análisis del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), las lluvias van a continuar. Las mayores precipitaciones se van a registrar en la parte centro, occidente, sur y norte del país.
Extienden alertas
Debido a esos pronósticos que no son nada favorables, la Comisión Permanente de Contingencias determinó extender la alerta amarilla por 24 horas más a partir de las tres de la tarde de ayer para el Distrito Central y para la cuenca del río Ulúa.
Asimismo se extendió la alerta verde que había sido emitida para los departamentos de Choluteca, Valle, Francisco Morazán, Intibucá, Lempira, Ocotepeque y Copán, y se amplía la misma a Olancho, El Paraíso, Comayagua y La Paz.
De acuerdo a los análisis técnicos, los municipios que podrían ser afectados por la crecida del río Ulúa son: Potrerillos, Pimienta, Villanueva y San Manuel en el departamento de Cortés; Santa Rita, El Negrito y El Progreso, en Yoro, así como el Ramal del Tigre, en Atlántida.
Las alertas se mantienen vigentes por el riesgo a que se presenten inundaciones o deslizamientos a causa de la saturación de los suelos.
La declaratoria de alerta amarilla conlleva a que el Comité de Emergencia Municipal (Codem) de Tegucigalpa y de los municipios de la cuenca del Ulúa, en base a su consideración y evaluación del riesgo, procedan a la evacuación preventiva de las zonas vulnerables en el momento que lo estimen conveniente.
Ezequiel Oliva, pronosticador de turno del SMN, explicó que persistirá la inestabilidad atmosférica sobre el Golfo de Honduras, generando lluvias moderadas en horas de la madrugada en la región norte, insular y noroccidental, especialmente en Omoa, Puerto Cortés y el valle de Sula.
También las precipitaciones se deben a una vaguada que se ubica en los niveles bajos de la atmósfera ubicada sobre la zona oriental y nororiental, con probabilidad de lluvias y chubascos con actividad eléctrica por la tarde y noche, que son las que provocan mayor afectación.