Rubens Cesar Introducción | La planificación para los desastres tecnológicos | La respuesta a los incidentes | Patrón de respuesta en emergencias químicas | Sistema de comando de incidentes (SCI) | Bibliografía
Durante millones de años de vida en la tierra, el ser humano ha enfrentado innumerables problemas para garantizar su sobrevivencia. Primero, buscaba lugares más tranquilos y seguros para defenderse de los animales que lo perseguían y vivir en sociedad. Durante su búsqueda en el transcurrir de su evolución, encontró adversidades como lugares sin agua (desiertos), inundaciones, terremotos, maremotos, huracanes, ciclones, plagas, epidemias, volcanes, etc. Obviamente, durante su historia, el ser humano también encontró lugares seguros y adecuados para desarrollarse de forma armoniosa y en sociedad. Actualmente varias ciudades, estados o incluso países enteros sufren las consecuencias de los accidentes naturales (huracanes, terremotos, ciclones, volcanes, etc.). El cúmulo de estadísticas sobre ocurrencias permite desarrollar análisis para determinar cuándo, dónde y con qué intensidad se va a producir un evento de origen natural. Al tener que convivir con estos "eventos" desde el inicio de su vida en la tierra, el ser humano ha adquirido un amplio conocimiento sobre ellos y ha desarrollado diversas formas de planificación para minimizar las consecuencias causadas por estos desastres. Las emergencias o accidentes tecnológicos son los que ocurren en los sectores tecnológicos, como incendios en tanques, fugas de productos químicos, explosiones de calderas, intoxicación de personas o accidentes nucleares. La frecuencia de estos accidentes ha aumentado significativamente en los últimos 20 años, como resultado de la proliferación mundial de procesos industriales, desarrollo tecnológico, nuevas fuentes de energía, productos combustibles y la alta concentración demográfica. 2. La planificación para los desastres tecnológicos Si bien la planificación es una modalidad relativamente reciente para casos de emergencia, en relación con la historia del hombre sobre la faz de la tierra, existen innumerables herramientas que se pueden usar para minimizar los efectos de los desastres tecnológicos para la humanidad, propiedades y ambiente en general. Actualmente, existen modelos matemáticos automatizados que pueden ayudar en las etapas de preparación y planificación de la respuesta a emergencias tecnológicas. Si bien resulta un tanto paradójico, las últimas guerras (por ejemplo, la del Golfo) representaron un gran desarrollo para los equipos de protección personal, principalmente en el área química y en las operaciones contra incendios; los terremotos de México y los atentados con bombas en Estados Unidos, dieron lugar al desarrollo de métodos y creación de equipos para rescates. Otro aspecto positivo es que muchos deportes de aventura actuales, como el alpinismo, espeleología, canotaje, entre otros, también han ayudado a desarrollar equipos de protección, además de proporcionar una considerable gama de equipos que se usan en las industrias. La cantidad de información disponible sobre esta modalidad de emergencia, así como la facilidad de su investigación y velocidad de su divulgación (por ejemplo, a través de Internet), facilitan el acceso y uso de estas herramientas. 3. La respuesta a los incidentes Toda empresa u organización incluida en el contexto de la respuesta a emergencias tecnológicas debe hacer un balance entre los recursos humanos y los materiales involucrados en esas operaciones, así como proveer una interacción adecuada entre esos recursos a través de la capacitación y operaciones reales. Un análisis del siguiente diagrama puede ayudar a efectuar ese balance y establecer prioridades con los recursos humanos destinados a las emergencias tecnológicas. Los tres conjuntos que interactúan en la intersección, representan las tres modalidades más comunes de emergencias tecnológicas: operaciones contra incendios, rescates y emergencias con productos químicos. Estas modalidades de emergencias se aplican en ocurrencias que pueden estar directamente relacionadas.
El análisis de las posibles combinaciones entre los elementos, permite verificar que tales modalidades de emergencias se pueden desarrollar de manera aislada o conjunta. De esta forma, puede ocurrir una emergencia, como una operación contra incendios, que requiera actividades de rescate, por ejemplo de víctimas de una edificación en llamas. Este evento está representado por la intersección entre los conjuntos de rescate y operaciones contra incendios, identificado como el área A. Otro ejemplo puede ser un accidente de tránsito que implica derrame de productos químicos que afecta a las poblaciones vecinas al accidente, además de los mismos conductores de los vehículos implicados. Ese evento está representado por la intersección de las respectivas modalidades de emergencias y definen el área C. Un análisis del diagrama permite evidenciar los eventos potenciales que pueden surgir en las empresas o que están bajo la responsabilidad de respuesta de nuestras organizaciones. Frente a esta situación, se puede dar prioridad a la capacitación de acuerdo con los posibles escenarios y a la inversión en equipos específicos para las emergencias más probables. Otro aspecto positivo al desarrollar ese análisis, es tener en cuenta que las modalidades de emergencias, de forma aislada o conjunta, afectan al medio en el que se desarrollan. 4. Patrón de respuesta en emergencias químicas Estos segmentos forman un sistema con una disposición ordenada de componentes que interactúan para cumplir una tarea. En el desarrollo de la atención del incidente, la tarea es prevenir y reducir el impacto del incidente en las personas, propiedades y ambiente para restaurar las condiciones normales de la manera más rápida posible. Para alcanzar este objetivo, el personal debe realizar una serie de actividades, por ejemplo: combatir incendios, obtener muestras, desarrollar planes de intervención, instalar sistemas de control físico, mantener comunicaciones, evaluaciones, etc. Estas actividades están interrelacionadas; lo que ocurre en una, afectará a las otras. Las actividades del sistema de atención de emergencias están clasificadas por cinco elementos. Estos elementos describen las actividades de reconocimiento, evaluación y control que orientan las acciones. Éstas permiten obtener un resultado: la identificación de la muestra, la instalación de un sistema de control, la identificación de un producto o la determinación de un riesgo. La información y seguridad son elementos de apoyo. Son complementos o resultados del reconocimiento, la evaluación y el control. La comprensión del sistema y conocimiento de la relación entre las actividades sirven de apoyo para el desarrollo y el balance de la atención de emergencias. 4.1 Reconocimiento El reconocimiento puede ser fácil, por ejemplo, se puede ver el letrero (señalización) de un carro tanque para identificar rápidamente su contenido. Por otro lado, será difícil reconocer e identificar de manera detallada un depósito de residuos químicos. El reconocimiento implica el uso de toda la información disponible, resultados de muestras, datos históricos, observación visual, análisis instrumental, rótulos, documentos de embarque y otras fuentes para identificar las sustancias implicadas. Una vez identificadas las sustancias, será posible determinar sus propiedades mediante el uso del material de referencia. 4.2 Evaluación
El reconocimiento facilita la información
básica referente a las sustancias involucradas en la emergencia. La
evaluación implica la determinación de sus efectos o potencial de
impacto en la salud pública, propiedades y ambiente. Una sustancia
peligrosa es una amenaza debido a sus características físicas y químicas.
Sin embargo, su potencial de impacto real depende de la localización
del incidente, tiempo y otras condiciones específicas del lugar.
La adquisición de información,
el análisis y la toma de decisiones, son procesos interactivos que
definen la extensión del problema y la selección de posibles acciones
de respuesta al incidente. Para que la atención del incidente sea
efectiva, es necesario establecer una base de información precisa,
válida y oportuna. Durante el desarrollo del incidente, se reúne,
procesa y aplica un flujo intenso de información. 4.6 Relación entre los
elementos El reconocimiento, evaluación,
control, información y seguridad, describen los cinco elementos del
sistema de atención de emergencias provocadas por productos peligrosos.
Cada elemento incluye una variedad de actividades y operaciones. Los
elementos no son necesariamente pasos secuenciales del proceso de
atención. En algunas situaciones, se puede comenzar por la adopción
de las medidas de control antes de identificar todas las sustancias.
En otros, se debe realizar una evaluación más completa de la dispersión
de los materiales, antes de determinar las acciones correctas de control. Todos los elementos y
actividades están relacionados. Se debe construir un dique (control)
para retener el agua residual del incendio de un depósito que posiblemente
contenga plaguicidas. Si se determina la inexistencia de productos
químicos peligrosos en el agua (reconocimiento) y que las concentraciones
en esa agua están debajo de los límites aceptables (evaluación),
se establece que el tratamiento no es necesario y se puede eliminar
el dique. Este conocimiento (información) altera los requisitos
de seguridad para todos los que atienden el incidente. El sistema de atención
de emergencias causadas por productos peligrosos es un concepto que
explica, en términos generales, los procesos implicados en la intervención
durante el incidente. Todas las intervenciones requieren los elementos
de acción: reconocimiento, evaluación y control, apoyados por la información
y seguridad.
5. Sistema de comando de incidentes (SCI) El sistema de comando de incidentes (SCI) es un modelo de gestión desarrollado para comando, control y coordinación de la respuesta a una situación de emergencia y su objetivo es estabilizar el incidente y proteger la vida, las propiedades y el ambiente. La compleja gestión de un incidente y la creciente necesidad de acciones de varios grupos de actuación hace indispensable que exista un único sistema de gestión que sirva de guía para todos. Los principios del SCI permiten que diferentes grupos desarrollen actividades conjuntas con elementos comunes: comando unificado, planes de acción, terminología, administración, recursos humanos y materiales, flexibilidad organizacional, conceptos de seguridad, procedimientos estandarizados, etc. El sistema fue probado y validado en respuesta a todos los tipos de incidentes y situaciones de no emergencia, como por ejemplo: emergencias con productos peligrosos, accidentes con un gran número de víctimas, eventos planificados (celebraciones, desfiles militares, conciertos, etc.), catástrofes, incendios, misiones de búsqueda y salvamento, programas de vacunación masiva, etc. El SCI fue desarrollado en la década de los setenta en respuesta a una serie de grandes incendios forestales en el Sur de California Estados Unidos. En este periodo se reunieron las autoridades del municipio, organismos estatales y federales involucradas en la lucha contra incendios, para formar el FIRESCOPE (Firefighting Resources of California Organized for Potential Emergencies Recursos Contra Incendios de California Organizados para Emergencias Potenciales). Esta unidad identificó los problemas que suelen suscitarse cuando participan en una misma misión distintos grupos, como:
Los esfuerzos para resolver estas dificultades conllevaron al desarrollo del modelo original del SCI para la gestión de incidentes. Sin embargo, el sistema inicialmente concebido para combatir incendios forestales, evolucionó hasta llegar a ser un sistema aplicable a cualquier tipo de emergencia, sea o no incendio. El gran éxito del SCI es producto de la aplicación directa de:
5.1. La organización del SCI En todo incidente o evento, se deberán ejecutar ciertas actividades y acciones de administración. Siempre se realizarán actividades administrativas, inclusive de manera inconsciente, independientemente del alcance del accidente, aun con solo dos o tres personas involucradas en la operación. La organización del SCI está formada por cinco sectores funcionales:
El siguiente diagrama indica la relación entre estos sectores:
Estos cinco componentes principales son la base del desarrollo de la organización del SCI. Éstos se aplican durante una pequeña emergencia o un incidente de gran escala. En incidentes de pequeña escala, una sola persona, el comandante del incidente (CI), puede administrar todos los componentes. Los accidentes de gran escala, en cambio, requieren que cada componente o sector tenga un responsable administrativo que responda al CI. Por ello, cada uno de estos sectores primarios del SCI, con excepción del comando de incidentes, se puede dividir en funciones secundarias según la necesidad. La organización del SCI se puede ampliar o restringir para satisfacer las necesidades del incidente, pero todos los incidentes, independientemente de su dimensión o complejidad, deberán nombrar un comandante del incidente. En un SCI básico, cuando el CI debe alejarse del puesto de comando (PC) para realizar una operación o supervisión en el lugar del incidente, el cargo de CI deberá transferirse a otra persona. 5.2 Funciones del comando La función de comando está dirigida por el comandante del incidente (CI), que es la persona técnicamente calificada para asumir la responsabilidad y gestión global del incidente. Las principales responsabilidades del CI incluyen:
En relación con la administración del incidente:
Un CI eficaz debe ser seguro, decidido, positivo, objetivo, tranquilo y tener raciocinio rápido. Para dirigir todas las responsabilidades que demanda esta función, el CI también debe ser flexible, adaptable y realista en relación con sus propias limitaciones. Además, el CI debe saber cuándo y a quién delegar funciones, en caso necesario durante el desarrollo de las actividades en el incidente. Inicialmente, la primera persona calificada para llegar al lugar del incidente, deberá asumir el papel de comandante del incidente y establecer el control de la situación hasta la llegada del CI nombrado, quien pasará a tener el control total del incidente. A medida que los incidentes evolucionan o se hacen más complejos con la participación de autoridades de diferentes jurisdicciones o acciones conjuntas de varios grupos de respuesta, se podrá asignar un CI más calificado. En el cambio de comando, el CI que deja el cargo debe dar instrucciones detalladas al nuevo CI y notificar el cambio de cargo a todo el personal involucrado. 5.3 Asesoría del comando Para un incidente de gran escala o complejo, se establecen algunos supuestos de asesoría para auxiliar al comandante del incidente en el cumplimiento de las responsabilidades directamente asociadas con la administración del incidente. Los asesores dirigen funciones claves, lo que permite que el CI tenga más libertad para concentrarse en la administración global del incidente. El personal de asesoría no forma parte de la organización establecida, es decir, de la función de comando.
Título: Supervisor de Seguridad Objetivo: Garantizar la seguridad general de las operaciones y monitorear las medidas de seguridad en las que participan los equipos, las víctimas y el público en general. Funciones:
Portavoz Título: Portavoz Objetivo: Gestionar la divulgación de la información sobre el desempeño de las operaciones a las autoridades y la prensa, bajo la estricta coordinación del CI. Funciones :
Contactos Título: Contactos oficiales. Objetivo: Efectuar, de ser necesario, contactos con organismos oficiales, otros equipos de atención y profesionales especializados. Funciones :
El CI tomará la decisión de ampliar o restringir la estructura de la organización del SCI con base en tres puntos principales: 1. Seguridad de la vida: La principal prioridad del CI debe ser la seguridad de la vida de todos los involucrados. 2. Estabilidad del incidente: El CI es responsable de determinar la estrategia que permitirá:
El tamaño y complejidad de la estructura del SCI que desarrolla el CI se debe basar más bien en la complejidad del incidente (nivel de dificultad en la respuesta) y no en el tamaño (área geográfica o cantidad de recursos). Los recursos humanos y materiales disponibles se deberán administrar racionalmente, es decir, usar sólo los recursos estrictamente requeridos para una determinada tarea y dejar los demás disponibles para cuando sean necesarios. 3. Preservación del ambiente: El CI se responsabiliza por minimizar el daño a la propiedad y al ambiente mientras se alcanzan los objetivos del plan de acción. 5.4. Sector de finanzas Por lo general, el sector de finanzas sólo se establece durante incidentes o eventos de gran escala. Se encarga del suministro y administración de todos los recursos financieros relacionados con el incidente, así como de proporcionar al comandante una planificación financiera y administrar toda la documentación fiscal exigida por la ley.
5.5. Sector de logística El sector de logística se responsabiliza por el suministro de los recursos materiales necesarios para las actividades durante el incidente. Incluye las responsabilidades por el transporte, alimentación, alojamiento, control, disponibilidad y mantenimiento de los equipos usados. El coordinador del sector de logística también se responsabiliza por instalar y mantener el funcionamiento de un sistema de comunicación adecuado para cada situación.
5.6. Sector de operaciones El sector de operaciones se responsabiliza por realizar las actividades descritas en el plan de acción. El coordinador del sector de operaciones administra todas las actividades del sector y tiene la responsabilidad primaria de recibir, desarrollar e implementar el plan de acción. El coordinador del sector de operaciones se reporta directamente al CI y determina la estructura organizacional y los recursos necesarios dentro del sector. Las responsabilidades principales del coordinador son:
5.7. Sector de planificación En eventos de menor escala, el comandante del incidente se responsabiliza por efectuar la planificación pero en incidentes de gran escala, el CI establece el sector de planificación. La función del sector de planificación es recopilar, evaluar y diseminar la información necesaria para la preparación del plan de acción y cualquier otro tipo de información que podrá ser útil durante el evento. El coordinador del sector de planificación colabora efectivamente con el CI en la elaboración del plan de acción del incidente. Es responsable de prever el probable curso del incidente y preparar planes alternativos para los posibles cambios del plan de acción principal. Las principales responsabilidades del coordinador son:
6. Bibliografía
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