LA RESPUESTA MÉDICA EN LAS EMERGENCIAS QUÍMICAS
Diego González Machín
Introducción | Elementos
a tener en cuenta en los preparativos del sector salud para la respuesta
a accidentes químicos | Acciones de respuesta médica | Conclusión | Anexo 1 | Anexo 2 | Anexo 3 | Bibliografía
1. Introducción
La respuesta a un accidente químico exige
una coordinación multiinstitucional y multidisciplinaria. La ausencia de esta
coordinación puede repercutir negativamente o empeorar los efectos producidos a causa del
accidente. Los servicios de salud desempeñan un papel importante papel en la respuesta y
en la mayoría de los países de la Región existen sistemas bien establecidos para actuar
en caso de emergencias provocadas por desastres naturales. Sin embargo, muchos de estos
sistemas no están preparados adicionalmente para enfrentar de forma adecuada los
accidentes que involucran materiales peligrosos.
2. Elementos a tener en
cuenta en los preparativos del sector salud para la respuesta a accidentes químicos
2.1 Uno de los elementos a
tener en cuenta son las características de los accidentes químicos
que los diferencia de otros tipos de desastres.
- Los accidentes con materiales peligrosos varían desde los
relativamente confinados a un lugar específico hasta los que se expanden al punto en que
es probable que pongan en peligro a la comunidad entera.
- Si tenemos en cuenta la exposición a las sustancias
químicas, todas las víctimas del accidente sufrirán el mismo tipo de efecto nocivo,
variando sólo la magnitud del daño. Sin embargo, hay elementos que no debemos dejar de
tener en cuenta como son la susceptibilidad individual, estado de salud previo, etc.
- Puede haber una zona tóxica que solamente podrá ser
penetrada usando debidamente el equipo de protección personal. Las ambulancias y otro
personal médico nunca deben entrar a tales zonas.
- Las víctimas expuestas a químicos pueden constituir un
riesgo para el personal de rescate, quienes podrán contaminarse al contacto con ellas.
Por consiguiente una descontaminación temprana debe, de preferencia, efectuarse antes de
que las víctimas sean atendidas por personal médico. Además los responsables de brindar
esta atención deben conocer cómo evaluar y manejar las afecciones médicas que presentan
las víctimas contaminadas y saber protegerse a sí mismos del riesgo potencial que se
deriva de la contaminación secundaria.
- Los hospitales (y otras instalaciones para tratamiento) y
las vías de acceso a ellas pueden encontrarse dentro de la zona tóxica, esto hace que el
acceso sea bloqueado y no puedan recibirse nuevos pacientes en un período considerable.
Los planes, por tanto, deberían diseñarse de manera que se cuente con instalaciones
médicas temporales en escuelas, centros deportivos, tiendas de campaña, etc.
- El conocimiento general de las propiedades y efectos de
muchos productos químicos puede no ser completo. Por consiguiente deben identificarse
sistemas efectivos para obtener información esencial del (o los) químico(s) involucrados
y brindar esta información a los grupos de rescate y otras personas que lo necesiten.
- Puede ser necesaria la realización de estudios
toxicológicos ambientales y/o en fluidos biológicos de pacientes contaminados, por lo
que debe identificarse los laboratorios con capacidad para realizar este tipo de
investigaciones.
2.2 Identificación de recursos
Se deben identificar los recursos
necesarios, incluidos personal, equipos, instalaciones y medicamentos, que estarán
disponibles para la respuesta a los accidentes:
2.2.1 Personal
Debe mantenerse actualizado un registro de
profesionales de la salud a los que se puede llamar para la respuesta a un accidente, los
cuales periódicamente deben recibir capacitación en las etapas preparatorias.
Dentro del sector salud hay que tener en
cuenta a:
- Autoridades de Ministerios de Salud.
- Autoridades locales y regionales.
- Primeros en la respuesta (del sector salud incluye a los
paramédicos, que forman parte - conjuntamente con policías y bomberos - de los primeros
en la escena de un accidente).
- Profesionales médicos en sus diferentes disciplinas. En las
emergencias químicas todos los médicos que han recibido previa capacitación para el
manejo de víctimas de un accidente participan en la respuesta; sin embargo, hay
disciplinas importantes, como por ejemplo: toxicólogos, epidemiólogos, intensivistas,
emergencistas, psiquiatras, cirujanos, traumatólogos, etc.).
- Trabajadores de hospitales y de otras instalaciones de
tratamiento.
- Profesionales de seguridad ocupacional, inspectores de salud
e inspectores de fábricas.
- Proveedores de información.
- Proveedores de productos farmacéuticos.
- Personal de laboratorios.
- Veterinarios, etc.
2.2.2 Equipos
Determinar los tipos de equipos médicos
necesarios para casos de emergencia, y mantener un inventario de los mismos es una de las
actividades del proceso de preparación del sector salud.
Incluye:
- Equipos de transporte.
- Equipos de descontaminación para uso en el lugar y en
hospitales.
- Equipos para el tratamiento de emergencias (para
mantenimiento de función respiratoria, cardiovascular; para tratamiento sintomático y
específico).
- Equipos de protección personal (ropa de protección y
equipo de protección respiratoria).
- Otros (envases para muestras, material para vendajes, etc.).
En el anexo 1 aparece un listado de equipos
básicos para el tratamiento de emergencia de pacientes víctimas de un accidente
químico.
Requisitos: Encontrarse en buen estado, ser
confiable y estar disponible con rapidez.
Se necesita efectuar inspecciones
periódicas del adecuado funcionamiento del equipo.
2.2.3 Medicamentos y antídotos
Se deben tener cantidades suficientes de
medicamentos de emergencia y antídotos para el tratamiento de las víctimas de un
accidente químico. Muchos de estos medicamentos y antídotos deben ser utilizados en los
primeros momentos de la exposición a sustancias químicas por lo que deben estar
disponibles de inmediato. Para dar respuesta a esta necesidad en muchos países se han
creado botiquines antitóxicos a nivel de instalaciones peligrosas, ambulancias,
hospitales y otras unidades de tratamiento y bancos de antídotos en los centros de
información toxicológica. En el anexo 2 aparece un listado de medicamentos y antídotos
necesarios.
Dada la fecha de caducidad de muchos de
estos productos, es necesario hacer un control estricto de los mismos a través de
revisiones periódicas.
2.2.4 Instalaciones
Incluye: áreas de almacenamiento para el
equipo de emergencia, instalaciones para descontaminación, "triage" de
pacientes, instalaciones para tratamiento (centros médicos, hospitales y otras unidades),
centros de información toxicológica y locales alternativos (puede ser necesaria la
transformación de instalaciones que se utilizan con otros fines).
2.2.5 Necesidades de información
y comunicación
Las necesidades de información deben ser
cubiertas durante la etapa preparatoria.
Incluye:
- Determinar qué tipo de información se requiere dependiendo
del usuario de la misma.
- Determinar los recursos informativos (hojas técnicas,
publicaciones, bases de datos, etc.) que van a ser utilizados y sobre todo hacer
ejercicios para el uso e interpretación de la información disponible.
- Determinar y mantener un inventario de los centros que
coleccionan, procesan y brindan la información en las emergencias, incluyendo centros de
información toxicológica y de respuesta química. Para que estos centros sean efectivos,
deben funcionar las 24 horas, los 365 días del año).
- Debe establecerse los equipos de comunicación que van a
utilizarse. De debe tener en cuenta todas las situaciones que pueden presentarse, para
asegurar la disponibilidad y difusión de la información.
- Hay que tener en cuenta que ninguna fuente prevista de
información sustituiría el lugar de los expertos, por lo que es importante mantener una
capacitación continua de los profesionales que trabajan en información toxicológica.
2.3 Adiestramiento y
capacitación
- Constituye uno de los elementos principales de la
preparación del sector para las emergencias químicas.
- Es responsabilidad de las autoridades públicas, la
industria, las universidades y de los propios profesionales de la salud que participan en
la respuesta y debe constituir un trabajo de conjunto.
- Los programas deben ser dirigidos de acuerdo con la
actividad que el profesional va a desarrollar en la respuesta (en el anexo 3 aparecen
algunos de los conocimientos que deben adquirirse, de acuerdo con el rol que juega el
profesional en la cadena de atención a la emergencia). En muchos países existen ya
programas formales de medicina de emergencias incluidos en la currícula de las
universidades.
- Los aspectos de salud en el sitio, así como los planes de
emergencia fuera de él, deberían someterse a prueba en simulacros donde participen otros
sectores involucrados, seguidos de un ejercicio de evaluación de los mismos, que permita
detectar errores y corregirlos antes de que se produzca el accidente.
2.4. Planes del Sector
Salud para las emergencias químicas
Las actividades anteriormente descritas
deben quedar plasmadas en los planes que el sector salud realiza en la etapa preparatoria,
los cuales deben someterse a pruebas periódicas y ser del conocimiento de todos los
involucrados en la respuesta.
3. Acciones de respuesta
médica
El sector médico puede subdividirse en
varias áreas de responsabilidad. Éstas incluyen:
- Rescate y salvamento de pacientes.
- Clasificación ("Triage") de pacientes.
- Tratamiento y estabilización de pacientes.
- Transporte de pacientes y distribución a instituciones
médicas.
- Recursos médicos.
3.1 Rescate y salvamento
de pacientes
En las actividades de rescate y salvamento,
hay que tener en cuenta algunos aspectos relacionados con el foco de contaminación:
- Se denomina "Foco de Contaminación Química" al
territorio que se encuentra bajo la influencia, los efectos destructivos y la
contaminación que producen los factores que intervienen en los accidentes que involucran
sustancias químicas peligrosas.
- Es muy difícil delimitar el territorio que incluye un foco
de contaminación química, ya que en él intervienen las características geográficas
del terreno, condiciones meteorológicas (dirección y velocidad de los vientos
predominantes), carácter de las edificaciones, tipo de población (urbana y rural), tipo
y cantidad de sustancias químicas, propiedades tóxicas y concentraciones capaces de
provocar alteraciones de la salud.
- En el FCQ es característica la masividad y simultaneidad en
la aparición de las víctimas, así como las posibilidades de abarcar al mismo tiempo un
amplio territorio.
- Las vías de penetración de las sustancias tóxicas en el
organismo son las siguientes: inhalatoria, digestiva, piel y mucosas.
- La toxicidad de las sustancias puede variar desde
extremadamente elevada y producir intoxicaciones graves en dosis muy pequeñas y por tanto
requerir de una rápida atención médica, hasta sustancias con baja toxicidad.
- El tratamiento de pacientes no debe efectuarse en el área
de contaminación. Si es necesario el rescate de un paciente de esta área, éste debe
estar a cargo del grupo de operaciones de materiales peligrosos.
- El riesgo de contaminación secundaria, elemento a tener en
cuenta cuando asistimos a una víctima del accidente.
- Para prevenir exposiciones innecesarias, se debe considerar
contaminado a cualquier involucrado en el proceso de rescate.
- Como regla general, el personal médico no debe estar
involucrado en el control directo o manejo de liberaciones de materiales peligrosos.
3.2 Clasificación ("Triage")
de pacientes
El "triage" es un proceso que
consiste en la evaluación y clasificación de las condiciones de personas expuestas y en
la designación de prioridades para descontaminación, tratamiento y transporte a
instituciones de salud.
Es un proceso continuo y debe realizarse a
intervalos regulares, tomando en consideración que la condición de los pacientes puede
variar drásticamente en los diferentes puntos de la cadena de tratamiento, por ejemplo,
cuando recibe una terapia específica o en dependencia de la disponibilidad de recursos.
El objetivo principal del triage es proveer
la mejor asistencia posible a un número grande de pacientes, con los recursos
disponibles. Durante accidentes químicos a gran escala, el número de pacientes supera
las capacidades de atención inmediata del personal médico. Donde hay buena
disponibilidad de recursos (personal, materiales, medicamentos, transporte, etc.) todos
los afectados deben recibir cuidados óptimos. Sin embargo, en situaciones donde los
recursos no son suficientes, puede ser necesario retardar la terapia de personas
severamente dañadas y brindar solamente tratamiento de soporte (en virtud de que va a
requerir muchos recursos) y dirigir la atención principal a los más levemente dañados y
con mayor posibilidad de sobrevivir.
La clasificación de los dañados después
de una exposición a químicos sigue los mismos principios que cualquier otro tipo de
accidente. Las bases para la clasificación por sintomatología son las mismas que se
utilizan usualmente. Sin embargo, un grupo especial que puede ser identificado como
"grupo químico" es el expuesto a algunos tipos de sustancias cuya
sintomatología no es inmediata. Ésta puede tardar horas en aparecer, como por ejemplo,
la exposición a gases irritantes como óxidos de nitrógeno o la exposición a productos
químicos que se absorben a través de la piel.
Numerosos sistemas están disponibles para
priorizar pacientes para tratamiento y transporte a un hospital. Los más usados son
códigos de color y/o numéricos que categorizan el estado del paciente y la prioridad de
tratamiento. Estos sistemas están basados en cinco niveles de prioridad:
Prioridad I: Paciente en estado crítico. Se requiere
tratamiento y transporte inmediato.
Prioridad II: Paciente con daños moderados y severos. Es
necesario transporte de emergencia, pero puede dilatarse hasta que se hayan trasladado los
pacientes de prioridad I.
Prioridad III: Pacientes con daños ligeros o sin daños.
No es necesario transporte de emergencia. Es suficiente la evaluación y el tratamiento en
consultoría con el hospital.
Prioridad IV: Pacientes no viables. No requieren transporte
sino sólo tratamiento de soporte.
Prioridad V: Pacientes asintomáticos, pero se espera el
desarrollo de un cuadro clínico. Necesitan observación, probablemente tratamiento
inmediato y transporte a facilidades médicas.
Una buena clasificación de los pacientes
por prioridades es necesaria en una emergencia, ya que una operación de transporte masivo
sólo dificultaría las actividades básicas del hospital e interferiría con su objetivo
primario que es la atención de pacientes severamente dañados.
3.3 Tratamiento y estabilización
de pacientes
La zona de tratamiento debe estar
localizada donde pacientes y personal médico estarán a salvo de exposiciones tóxicas.
El área debe también proveer buen acceso para los vehículos de transporte. En
accidentes con gran número de pacientes, el área de tratamiento debe subdividirse en
zonas, correspondientes con los niveles de prioridad establecidos en el
"triage".
El examen inicial de un paciente
contaminado químicamente debe determinar:
- Cuáles daños están relacionados con sustancias tóxicas
- Qué partes del cuerpo han sido las más severamente
expuestas
- Vía de entrada de la sustancia química.
El tratamiento de un paciente intoxicado en
un accidente sigue los mismos principios básicos del tratamiento de cualquier intoxicado
aislado y va a depender del estado del paciente, del tipo de sustancia química, de la
vía de entrada y de los recursos disponibles. Los principios básicos del tratamiento de
un intoxicado son:
Tratamiento no específico
Puede definirse como el conjunto de
medidas:
- Para el mantenimiento de las funciones vitales: Incluye
reanimación cardiorrespiratoria, tratamiento de las convulsiones, corrección de
desbalances hidroelectrolíticos, etc.
- Para eliminar la sustancia tóxica en la vía de entrada y
disminuir la absorción, son los llamados procedimientos de descontaminación.
- Para eliminar la sustancia tóxica absorbida, es la llamada
terapia de eliminación activa.
Tratamiento específico
Se debe retirar toda la ropa al paciente
contaminado, antes de entrar a la sección de tratamiento para evitar la contaminación
innecesaria del personal médico. La simple remoción de la ropa del paciente reduce el
potencial de contaminación del personal de rescate y personal hospitalario en 85%. Toda
la ropa debe ser adecuadamente empaquetada en bolsas de seguridad.
Si la condición de los pacientes indica
peligro para la vida, las medidas de soporte cardíaco y de traumas debe priorizarse a los
procedimientos de reducción de la contaminación. Si la descontaminación no ha sido
completada, deben realizarse estos procedimientos con adecuado equipamiento de protección
personal.
3.4 Transporte de pacientes
y distribución a instituciones médicas
El transporte de personal en un accidente
químico constituye un verdadero riesgo, tanto para el personal que transporta como para
el equipo que se utiliza. Por ello, deben tomar medidas para disminuir al máximo las
consecuencias que esta acción puede traer, por ejemplo, el uso de ropa de protección
personal.
Durante el transporte, se debe brindar
asistencia a las funciones vitales de los pacientes transportados y utilizar medidas
apropiadas para este fin (oxígeno, fluidos parenterales, reanimación cardiovascular,
etc.). En algunos casos, se pueden utilizar antídotos durante el transporte, como
atropina en caso de intoxicación por sustancias organofosforadas.
Los hospitales que recibirán a los
intoxicados deben ser avisados para que estén preparados y contacten a Centros de
Información Toxicológica, en caso existan, para recibir información sobre asistencia
médica especializada de acuerdo con el tipo de tóxico.
El oficial de transporte es responsable por
el volumen de pacientes, y por su distribución y transporte a las áreas hospitalarias.
Para esto, se requiere coordinación con el comando médico, el oficial de tratamiento y
las facilidades médicas receptoras. Los incidentes con materiales peligrosos pueden
saturar rápidamente las capacidades de los locales de tratamiento médico. Por
consiguiente, el oficial de transporte debe monitorear cuidadosamente el estado de
facilidades médicas y sus capacidades para aceptar pacientes.
Dada la posibilidad de contaminación del
transporte y el personal que realiza el traslado de los pacientes, es necesario mantener
una adecuada protección en esta actividad.
3.5 Recursos médicos
Una de las actividades de mayor importancia
en la planeación de la respuesta a un accidente químico es prever los recursos médicos
necesarios para la atención a las víctimas, los cuales ya fueron abordados en los
preparativos para las emergencias.
4. Conclusión
El trabajo que se realice en la etapa
preparatoria y en la respuesta a un accidente, así como la manera en que estas
actividades se organicen, puede garantizar el éxito y el logro de la meta principal:
proteger la salud y el ambiente, y minimizar las consecuencias.
Anexo 1
Listado de equipos básicos para el
tratamiento de emergencia de pacientes víctimas de un accidente químico
Para mantenimiento
de la función respiratoria:
- Suministro de oxígeno
- Laringoscopios
- Sondas endotraqueales
- Mascarillas (oxígeno)
- Sistema de succión (mecánico)
- Bolsa autoinflable
- Equipo para traqueotomía
(incluyendo sondas)
- Ventilador mecánico portátil
|
Para mantenimiento
de las funciones cardiovasculares:
- Monitor cardíaco
- Desfibrilador
- Marcapasos externo
|
Para tratamiento
sintomático y específico:
- Líquidos (coloides y cristaloides)
- Fármacos (incluyendo antídotos
y electrolitos)
|
Para descontaminación:
- Regaderas portátiles
- Suministro de agua, jabón
y soluciones para enjuagues específicos
- Equipo para lavado de ojos
(incluyendo anestésicos locales)
|
Otros artículos
necesarios:
- Catéteres para vesícula
- Envases para muestras (químicas
y biomédicas)
- Desinfectantes líquidos
- Material para vendajes
- Cobertores, sábanas, batas
(para los pacientes después de la descontaminación)
- Bolsas de plástico (para
las prendas y otros materiales contaminados)
- Equipo de protección para
el personal de emergencia
|
Fuente: IPCS/PNUMA
OIT OMS, OCDE. Accidentes químicos: aspectos relativos a la salud. Guía
para la preparación y respuesta. 1998.
Anexo 2
Listado de medicamentos y antídotos necesarios
Antídoto
/ Fármaco
|
Indicación
|
Nitrito de
amilo (inhalable)
|
Cianuros
|
Atropina (inyectable)1
|
Organofosforados,
carbamatos
|
Budesonida
(inhalable)* 1, 2
|
Gases irritantes
|
Betametasona
(inyectable)1, 2
|
Gases irritantes
|
Gluconato de
calcio (tópico)1
|
Ácido fluorhídrico
|
Sales de calcio
(inyectables)**
|
Ácido fluorhídrico
|
Edetato de
cobalto
|
Cianuros
|
Solución de
cobre* 1
|
Fósforo blanco
(amarillo)
|
Dimercaprol*
|
Arsénico, mercurio
|
Sulfonato de
dimercaptopropano (DMPS)*
(inyectable)
(tabletas)
|
Arsénico, mercurio
|
Ácido dimercaptosuccínico
(DMSA)*
(inyectable)
(tabletas)
|
Arsénico, mercurio
|
Hidroxocobalamina
(inyectable)1
|
Cianuros
|
4-Dimetilaminofenol
(4-DMAP)
|
Cianuros
|
Metiltionina
(azul de metileno) (inyectable)*
|
Nitritos, dinitrobenceno (y
otros agentes formadores de metahemoglobina)
|
Obidoxima (inyectable)*
1
|
Órganofosforados
|
Oxígeno1
|
Monóxido de carbono, cianuros,
ácido sulfúrico, gases irritantes, nitrilos
|
Polietilenglicol
400 (tópico)1
|
Fenol
|
Permanganato
de potasio
+ Bicarbonato
de sodio (tópico)* 1
|
Fósforo blanco (amarillo)
|
Pralidoxima
(inyectable)* 1
|
Órganofosforados
|
Salbutamol
(inhalable)* 1
|
Gases irritantes
|
Nitrito de
sodio1
|
Cianuros
|
Tiosulfato
de sodio (inyectable)1
|
Cianuros
|
Sulfato de
terbutalina (inhalable)* 1
|
Gases irritantes
|
Tetracaína
hidrocloruro (solución ocular)* 1
|
Para irrigación ocular
|
Azul de toluidina
(inyectable)
|
Nitritos, nitrobenceno (y otros
agentes formadores de metahemoglobina)
|
Xantina, derivados
|
Gases irritantes
|
* Puede reemplazarse por una
sustancia o preparación equivalente.
** Excluido el cloruro de
calcio.
1 Podría ser necesario usarlo
en el sitio del accidente.
2 Estas indicaciones en el uso
de corticoesteroides continúan provocando controversia.
Fuente: IPCS/PNUMA OIT
OMS, OCDE. Accidentes químicos: aspectos relativos a la salud. Guía para la preparación
y respuesta. 1998.
Anexo 3
Conocimientos que deben adquirirse, de
acuerdo con el rol que juega el profesional de salud en la cadena de atención a la
emergencia (algunos ejemplos)
Primeros en
la respuesta
- Características de los diferentes
tipos de accidentes químicos
- Medidas de protección, incluyendo
el uso de la ropa y equipo de protección
- Riesgos de contaminación
- Indicaciones y procedimientos
de descontaminación
- Medidas especificas de primeros
auxilios
- Efectos potenciales de las
sustancias químicas
- Efectos psicológicos de
los accidentes químicos
- Cadena de mando en el sitio
del accidente
- Identificación, selección
y tratamiento inicial de las víctimas
- Uso e interpretación de
la información de algunas fuentes de información (hojas
técnicas y guías de emergencias)
|
Profesionales
médicos y otros profesionales de salud
Principios de toxicología
médica y de medicina de emergencia
- Manejo de accidentes masivos:
metodología para diagnosticar y tratar a un gran número
de pacientes
- Identificación de los pacientes
descontaminados y no descontaminados
- El uso del "triage"
- La reacción psicológica
de las víctimas, de quiénes responden y del público
- Procedimientos de descontaminación
y equipos de protección personal
- Uso de antídotos
- Uso e interpretación de
información toxicológica
- Cadena de mando en y durante
una emergencia
- Mando y control en el hospital
|
5.
Bibliografía
- OPS/OMS. Memorias del Seminario sobre Desastres
Tecnológicos Asociados con Agentes Químicos, 1987.
- OPS/OMS. Organización de los servicios de salud para
situaciones de desastres, 1983.
- WHO/IPCS. Health aspects of chemical safety Emergency
response to chemical accidents, 1981.
- Young, L. Hospital preparedness for chemical accidents.
Plant Technology and Safety Management Series No. 3, 1990.
- OECD. Guiding principles for chemical accident. Prevention,
preparedness and response. Paris 1992.
- IPCS/PNUMA OIT OMS, OCDE. Accidentes
químicos: aspectos relativos a la salud. Guía para la preparación y respuesta. 1998.
- U.S. Department of Health & Human Services. Medical
management guidelines for acute chemical exposures, Volume III. San Rafael, ATSDR, 1992.
|