A menudo se habla de las fallas de las actividades de socorro internacional con posterioridad a un desastre, el recibo de donaciones que no sirven para atender las necesidades existentes y los errores generados por la urgencia de solicitar asistencia antes de que desaparezca de los titulares de prensa la noticia de una catástrofe de gran magnitud.
En este Boletín, como en otros, se ha recalcado la importancia de cerciorarse de que los suministros de socorro necesarios lleguen al lugar de destino correspondiente, en el momento oportuno y debidamente rotulados y clasificados. Sin embargo, las medidas tomadas en ese sentido han progresado con lentitud, entre otras razones, porque no existe un método uniforme de aceptación universal para hacer llegar oportunamente la información correcta a la persona que la necesita.
A continuación se cita un ejemplo típico:
Durante un fin de semana o en fecha cercana a un día feriado (unos días antes de Navidad en Managua, Nicaragua, en 1972 o el jueves Santo en Popayán, Colombia, en 1983), ocurre un terremoto que afecta a varios centros importantes de población. El número de víctimas es elevado, hay un número indeterminado de heridos que quizá asciende a miles, las casas han quedado destruidas, se ha interrumpido la energía eléctrica, las carreteras están obstruidas, las principales tuberías de abastecimiento de agua se han roto, los caminos están impasables y los funcionarios públicos están en sus casas, encontrándose entre las personas afectadas. Es probable que por varios días no se pueda determinar con exactitud la magnitud del daño causado por el terremoto ni las necesidades de socorro, pues solo se reciben noticias esporádicas de comunidades aisladas y no se ha terminado la inspección correspondiente.
Sin embargo, el público en general y ciertos grupos comunales, a manera de reacción a las noticias recibidas, exigen medidas inmediatas y generosas. A las 24 horas llega el ofrecimiento de asistencia internacional. Las autoridades nacionales de socorro tienen muy presente que una vez que cese la cobertura de prensa, los fondos se acabarán o se asignarán a otro lugar. ¿Cómo se pueden determinar las necesidades con exactitud?
Lagunas de información
Para hacer llegar la información esencial a las autoridades se necesita, ante todo, realizar una inspección de las zonas afectadas por el desastre con el fin de determinar el daño ocurrido y las averías sufridas por los servicios. Así se podrá saber cómo ha afectado el desastre la capacidad de funcionamiento de los servicios esenciales y la salud de la población. Con esa información se procederá a indicar los recursos esenciales que se necesitan y el orden y el momento oportuno de utilización. En segundo lugar se debe realizar un análisis de los recursos existentes (personal, equipo, bodegas). Al comparar las necesidades con los recursos disponibles localmente o cerca de la zona afectada, u ofrecidos a manera de asistencia, se podrá determinar qué se debe solicitar con urgencia.
El asunto parece ser sencillo. ¿Por qué, entonces, se considera que tantos llamados de socorro internacional y ofertas afines son imprudentes o inoportunos?
Foto: H. Prado/LICROSS - Es esencial
encuestar a la población afectada por un desastre para identificar con exactitud
las necesidades de socorro internacional. Se están elaborando indicadores para
normalizar los métodos empleados.
En el período ulterior a un desastre, muchas veces las autoridades del país afectado o de los países que ofrecen asistencia no disponen a tiempo de la información técnica precisa que les permita juzgar lo que se necesita. Por ende, esas personas tienen que actuar impulsadas por nociones estereotipadas del efecto de un desastre y por la presión de la opinión pública, por más equívoca que ésta pueda ser.
Existen varios factores que hacen de la evaluación rápida y objetiva de las necesidades uno de lbs asuntos más difíciles de abordar en la gestión de una emergencia. Dichos factores son: metodología, logística, tiempo, conocimientos prácticos y experiencia.
Metodología. No existe ningún método uniforme de aceptación universal para determinar sin demora cuáles son los suministros que se deben enviar en un momento dado a cierto lugar. No se ha llegado tampoco a un consenso sobre la información que se puede acopiar en el campo de la salud para poder adoptar decisiones rápidamente. Los datos acopiados durante situaciones reales de emergencia suelen ser estimaciones aproximadas basadas en observaciones superficiales de limitada validez técnica. Las listas de indicadores de estudios preparadas por los profesionales y especialistas de salud con anterioridad al desastre suelen ser demasiado complejas constituyen más tina lista ideal para investigaciones científicas que un instrumento práctico para adoptar decisiones en casos de emergencia.
Logística. La evaluación sobre el terreno exige que los grupos multidisciplinarios dispongan de medios de transporte (helicópteros, aviones) y de sistemas de telecomunicaciones (redes VHF/UHF). Ni los epidemiólogos ni el personal de salud civil suelen tener acceso prioritario a ese medio logístico básico.
Factor tiempo. El tiempo es esencial en la administración de un desastre. Las decisiones importantes deben adoptarse inmediatamente o en un lapso de 24 horas, independientemente de la clase de información de que se disponga. El envío de recursos de búsqueda, salvamento y rescate de las víctimas o de atención médica de emergencia de los heridos no puede esperar hasta que se hayan recibido y analizado informes detallados.
Un segundo factor relacionado con el tiempo es la vida útil de los recursos que faltan. En lugar de concentrarse en necesidades transitorias que son urgentes en los primeros días posteriores al impacto pero que no se pueden atender a tiempo con asistencia internacional (por ejemplo, equipo de primeros auxilios, personal médico y hospitales de campaña), el grupo de evaluación debe tratar de prever las necesidades de importancia crítica de la fase siguiente, en la que la ayuda externa puede. representar una gran diferencia.
Cuando no se consideran esas demoras inherentes en el momento de evaluar las necesidades, se observa, por lo común, que la mayoría de los suministros médicos y quirúrgicos, el personal o los hospitales de campaña llegan mucho después de haber prestado atención primaria a gran parte de las víctimas y cuando la prioridad nacional se concentra en alimentos, abastecimiento de agua y refugio.
Conocimientos prácticos y experiencia. La evaluación de las necesidades exige conocimientos prácticos de varias disciplinas como atención médica, planificación, epidemiología, ingeniería, arquitectura, etc. El requisito de que el personal escogido debe tener experiencia previa dificulta mucho la formación del grupo de evaluación que se necesita. Puesto que en la mayoría de los países ocurren con poca frecuencia desastres de grandes proporciones, una catástrofe de esas representa una "primera experiencia" para la mayoría de las autoridades sanitarias.
REGISTRO ACUMULATIVO DE DEFUNCIONES
Terremoto en Guatemala -Febrero 1976
Pasaron 17 días antes de que se supiera el número
de muertos. Las medidas de socorro no pueden esperar hasta que se reciban todos
los datos.
En busca de una solución
Obviamente no debería ser necesario esperar varias semanas para acopiar información detallada sobre cada aspecto de los cambios sociales y ambientales a fin de determinar lo que se debe hacer.
Aunque cada desastre es diferente del resto, todas las catástrofes tienen características comunes que se han examinado en la literatura y son del conocimiento de las personas que trabajan en los programas de preparación y socorro. Los resultados característicos, a su vez, implican la adopción de un conjunto de decisiones también características por parte de las autoridades nacionales encargadas de las actividades de socorro y rehabilitación.
Se necesita tina lista de indicadores clave, sin elaborar, que permitan deteiminar rápidamente dónde están los principales problemas de un desastre específico y cómo es probable que evolucionen.
Cada organismo internacional que trabaja en preparativos para desastres y actividades de socorro tiene sus propias reglas empíricas para decidir lo que constituye asistencia apropiada de socorro. Lo mismo puede afirmarse de las autoridades nacionales, las entidades voluntarias y el número cada vez mayor de expertos que trabajan sobre el terreno. Como primer paso para aunar la experiencia de los diferentes sectores, se celebró tina reunión en México en la que varios representantes de instituciones nacionales y organismos internacionales (CEPAL, FAO, OPS,/OMS, UNDRO, PMA) que trabajan en operaciones de socorro en casos de desastre discutieron la información de importancia crítica que se necesita en las tres fases principales de las actividades de socorro en casos de desastre, a saber, emergencia (1-7 días), emergencia demorada (7-30 días) y rehabilitación (1 - 12 meses).
El sistema que se proponen crear está activado por decisiones, es decir que la lista de decisiones de mayor importancia que se deben adoptar en cada fase sirve de punto de partida para determinar la información que se necesita en esa etapa y, por ende, los indicadores apropiados para el proceso de evaluación.
Por ejemplo, después de un terremoto hay que decidir si se debe o no enviar personal y equipo para suministrar raciones de agua de emergencia a la población afectada. Con el fin de adoptar una decisión apropiada, el personal técnico debe suministrar a las autoridades información sobre el número de personas que necesitan agua como resultado de la emergencia, los daños que haya podido sufrir el sistema de abastecimiento, la calidad del agua y el tiempo que tomaría restituir el servicio normal de abastecimiento. Con el fin de suministrar esa información, el personal técnico o los grupos de evaluación deben disponer de un conjunto de indicadores tales como el número de reclamos recibidos de los usuarios, el volumen de producción (le agua, el estado de los depósitos de la misma, la distribución, los resultados de los análisis bacteriológicos, etc.
Los organismos interesados están preparando la misma clase de diagrama de decisiones en función de varios indicadores en los principales campos del sector de salud pública así corno de los de alimentación y nutrición, comunicaciones, infraestructura y transporte.
Este método activado por decisiones reduce el volumen de información que se puede recopilar a un conjunto manejable de datos acopiados con un fin preciso y sirva para proyectar las necesidades y, por ende, la asistencia internacional con mayor objetividad.
Ensayos prácticos
El sistema se basa en la hipótesis de que las personas que lo formulan tienen plena conciencia de todas las decisiones importantes que es preciso adoptar cuando ocurre un desastre. Un posible inconveniente del modelo radica en la omisión que posiblemente se haga de algunas decisiones importantes como punto de partida. Se determinará si ello constituye tina limitación grave cuando se someta a prueba el modelo.
Se espera que el uso de esos instrumentos llevará a la formulación de un criterio más metódico para solicitar y enviar asistencia internacional. Por último, esos instrumentos permitirán que los países afectados se recuperen más rápidamente al enfocar la asistencia con exactitud y reducir el desperdicio.
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