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Crónicas de Desastres - Terremoto de México, No. 3 (Pan American Health Organization (PAHO) / Organización Panamericana de la Salud (OPS), 1985, 129 p.)

2. (...)


Figura 2. Epicentro y área de influencia de la onda sísmica

Arteaga, Uruapán, Lázaro Cárdenas Ixtapa Zihuatanejo y Gómez Furias. Sin embargo, la mayor devastación, por la magnitud y características de los daños, tuvo lugar en el Distrito Federal, especialmente en las Delegaciones de Cuauhtemoc y Venustiano Carranza, dos de las áreas más densamente pobladas de la Ciudad de México (9, 10).

En las áreas centrales de la ciudad las ondas sísmicas tuvieron una aceleración cuatro voces mayor que las registradas en áreas periféricas (8). La estructura del subsuelo en esta parte de la ciudad, ubicada en la antigua área lacustre y constituida por depósitos de arcilla blanda de alta compresibilidad, y la composición topográfica y geológica perimetral determinaron una compactación diferencial de los sedimentos y licuefacción produciendo un sinnúmero de ondas que fueron activadas por la resonancia de las ondas sísmicas atrapadas en el Valle de México. El daño mayor ocurrió en esta área, al norte del Distrito Federal, precisamente localizada sobre la antigua zona lacustre donde estaba la vieja ciudad azteca de Tenochtitlan (11, 12 y figura 3) posición..


Figura 3. Mapa del Distrito Federal que muestra la Zona I, principalmente montañosa; la Zona II que corresponde la antigua ribera del lago y la Zona III que corresponde al antiguo lago donde los efectos del sismo fueron más graves

(...)


Figura 4. Crecimiento demográfico en el Distrito Federal, 1960


Figura 5. Crecimiento demográfico en el Distrito Federal, 1980 (Fuente: Impacto No. 1857, septiembre, 1985.)

Algunas se alejaron hasta 15 grados de sus ejes verticales. Según algunos observadores, la torre de ginecobstetricia y la residencia de médicos del Hospital General giraron 20 a 25 grados en dirección suroeste. Los movimientos oscilatorios de desplazamiento y la trepidación provocaron el colapso de edificaciones, especialmente de las que tenían entre 5 a 21 pisos.

Muchas de las edificaciones habían resistido el terremoto de 1957 y otras eran estructuras nuevas, acogidas a las normas de construcción antisísmica.

En un informe provisional del 2 de octubre, es decir, dos semanas después del sismo, la Comisión Metropolitana de Emergencia del D.F. señaló que 2.831 edificaciones habían sufrido daños estructurales de algún tipo; 880 (31%) habían quedado en ruinas; 370 (13%) eran potencialmente habitables, previas reparaciones mayores; y 1.581 (56%) eran recuperables con reparaciones menores (13).


Figura 6. Distrito Federal, delegaciones políticas

(...)

Cuadro 2. Número de cadáveres rescatados por sitio y tipo de edificaciones colapsadas, México, D.F., 1985

Sitio y tipo

Defunciones


No.

%

Edificio Nuevo León

321

7,7

Hospital General

295

7,1

Hospital Juárez

561

13,5

Multifamiliar Juárez

205

4,9

Conalep en Humboldt y Juárez

119

2,9

Hotel Principado

118

2,8

Hotel Regís Centro

74

1,9

Paraguay 36

50

1,2

Av. Universidad 13

47

1,2

Ahorro Postal 14

44

1,1

Lázaro Cárdenas

44

1,1

Calle de Querétaro 179

37

0,9

Orizaba 174

35

0,8

Liverpool 24

34

0,8

Chilpancingo 116

35

0,8

Eligio Ancona No. 19 y No. 85

33

0,7

Hotel Romana

30

0, 7

Héroes 214

29

0,7

Insurgentes Sur 189

29

0,7

Milla

27

0,6

Centro Médico Nacional

10

0,2

Muertos en distintas Inst. de Salud

241

5,8

Muertos otros lugares

1.742

41,9

Total

4.160

100,0

Fuente: Adaptado de Informes de la Procuraduría General de Justicia y Dirección General de Epidemiología S.S.A. Los informes preliminares fueron actualizados con las referencias (23 y 24).

En el cuadro 4 se muestra la suerte de las personas que se encontraban en los Hospitales General de México y Benito Juárez.

En la unidad de ginecobstetricia del Hospital General se encontraban en la misma en el momento del colapso 385 personas adultas (incluyendo 10 médicos) y 157 recién nacidos. De los adultos fallecieron 155 (incluyendo los 10 médicos), se rescataron 129 y desaparecieron 47. De los recién nacidos fallecieron 94 y se rescataron 63. En el bloque de residencias médicas del mismo hospital se encontraban 86 médicos residentes, de los cuales fallecieron 46 y se rescataron vivos 40.

Cuadro 3. Distribución de la mortalidad por edad real y aparente, México, D.F., 1985 (cadáveres rescatados en edificaciones colapsadas)ª

Grupos de edad

Defunciones

%

1

173

4,8

1 - 4

143

4,0

5 - 14

287

8,0

15 - 24

770

21,5

25 - 44

1.293

36,1

45 - 64

519

14,5

65 y más

226

6,3

IGNORADO

168

4,7

TOTAL

3.579

100,00

Fuente: Dirección General de Averiguaciones Previas/Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
aDatos preliminares (hasta el día 29 de octubre. 1985)

Cuadro 4. Personas fallecidas y rescatadas con vida después del colapso de los Hospitales General y Juárez, Ciudad de México D.F., 1985

Características

Hospitales colapsados


General

Juárez


No.

%

No.

%

Fallecidas

295

62,6

561

76,0


Pacientes

85

18,0




Recién nacidos

94

20,0

295

40,0


Médicos

56

11,9

44

6,0


Enfermeras

37

7, 9




Personal administrativo

4

0,8

222

30,0


Personal intendencia

16

3,4




Visitantes

3

0,6



Rescatadas con vida

129

27,4

179

24,0


Adultos

26

5,5

171

23,5


Recién nacidos

63

13,4

4

0,5


Médicos

40

8,5

4

0,5

Desaparecidas

47

10,0



TOTAL

471

100,0

740

100,0

Fuente: Referencias (23 y 24).

(...)

Cuadro 6. Población atendida en los servicios médicos del Departamento del Distrito Federal en los primeros 5 días posteriores al sismo de 19 de septiembre de 1985, según tipo y topografía de la lesión

Lesión/topografía

Cabeza y cuello

Columna vertibral

Miembro superior

Miembro inferior

Tronco

Otras

Suma de registrados (%)

Sin especificar

Total (%)

Contusión

21

4

24

37

20

-

106

(25)

50

156

(18)

Herida

39

2

28

16

5

-

90

(21)

5

95

(11)

Fractura

13

1

34

41

15

-

104

(24)

116

220

(25)

Quemadura

-

1

-

1

1

-

3

(1)

1

4

()

Intoxicación

-

-

-

-

-


15

(4)

-

15

(2)

Trauma psicológico

-

-

-

-

-


109

(25)

-

109

(13)

Suma de registrados (%)

73 (17)

8 (2)

86 (20)

95 (22)

41 (10)

124 (29)

427

(100)

-

-


Sin especificar


16

-

1

4

13

-


237

271

(31)

TOTAL

89 (10)

8 (1)

87 (10)

99 (12)

54 (6)

124 (14)

-


409 (47)

870

(100)

x² = 33.62 significante p .0005 (aplicable para datos de lesiones físicas)

Fuente: Dirección General de Servicios Médicos del Departamento del Distrito Federal, Informe de la población atendida en los servicios médicos del Departamento del D.F. dentro de los 5 primeros días posteriores al sismo del 19 de septiembre de 1985. Noviembre 1 985.

Cuadro 7. Trauma en relación a la morbilidad por segmento anatómico; Hospital de la Cruz Roja, México, D.F., 19 septiembre, 1985


Cabeza y cara

Cuello y tronco

Extremidades superiores

Extremidades inferiores

Otras

Total

Trauma con fractura

2

5

7

15

-

29 ( 20,1)

Herida

4

2

5

4

-

15 ( 10,4)

Contusiones

1

12

7

12

-



policontusiones

-

-

-

-

38



sencillas

-

-

-

-

4

74 ( 51,4)

Trauma intracraneal

14

-

-

-

-

14 ( 9,7)

Complicaciones







por trauma








politrauma

-

-

-

-

4



otros

-

-

-

-

1

7 (4,9)

Esguince

-

1

-

3

-

4 (2,8)

Crush síndrome

-

-

-

-

1

1 (0,7)

TOTAL

21

21

20

34

48

114 (100,0)

Afortunadamente, pocas horas después del impacto se había establecido ya una red oficial e informal de rescate y grupos de socorro en los puntos de desastre, y a nivel institucional se habían organizado equipos de triase y de atención de emergencias que hacían frente a la situación adecuadamente.

En la unidad de ginecobstetricia y las residencias médicas del Hospital General, la mayoría de los sobrevivientes se rescataron en las primeras 48 horas. Entre los adultos, se rescataron dos médicos en los días quinto y séptimo después del desastre, y entre los recién nacidos, uno se rescató al séptimo día, que murió de hemorragia pulmonar, y otro al noveno día que sobrevivió (22).


Cuando se prepara para un desastre, debe tratarse por todos los medios de entrenar equipos locales que puedan dirigir y participar en las actividades de búsqueda y rescate. La acción de la Cruz Roja mexicana fue fundamental al efectuar las primeras actividades de rescate en el lagar de los hechos.

En el Hospital Juárez, después del colapso de la torre de hospitalización, se organizaron nueve equipos de emergencia integrados cada uno por dos enfermeras, dos estudiantes de medicina y un médico especialista. Dos médicos tomaron el mando general de las operaciones. Después de las primeras 72 horas, los procedimientos más útiles y seguros fueron las grúas para remover las estructuras pesadas, y la construcción de túneles mineros, apuntalados a fin de evitar derrumbos. Durante los tres primeros días se rescataron las víctimas que se encontraban en la superficie. Los últimos sobrevivientes se rescataron ocho días después. El séptimo día se recuperaron cuatro niños recién nacidos con vida (23).

El rescate de cadáveres atrapados en los escombros de la unidad de ginecobstetricia y residencias médicas demoró hasta el vigésimo día (figura 7) debido a las dificultades encontradas para remover las ruinas. En 236 de los fallecidos se identificó a grosso modo la traumatología (cuadro 8). Aunque no se practicaron autopsias a estos cadáveres se presume que todos habían aspirado tierra y polvo (24).


Figura 7. Número de cadáveres rescatados del 19 de septiembre, en que ocurrió el sismo, hasta el 8 de octubre, Hospital General (Fuente: Referencia (24).)

La remoción de fallecidos atrapados en la torre colapsada del Hospital Juárez duro treinta y ocho días después del desastre. El mayor número de cadáveres fueron rescatados a los 24 días después del terremoto cuando la operación de remoción de escombros llegó al sitio donde se escontraban los elevadores y las escaleras (figura 8).

2.4 Daño a la infraestructura de Salud

El sector público de salud fue, quizás, el más afectado por el terremoto del 19 de septiembre. El costo de los daños materiales directos se estiman en más de 300 millones de dólares.

Principalmente las pérdidas afectaron las infraestructuras hospitalarias de los niveles II y III. Tres de las instituciones de mayor complejidad técnico-científica en el Distrito Federal sufrieron daños estructurales graves. El Hospital General perdió completamente la unidad hospitalaria de ginecobstetricia, con 244 camas y la torre para residencias de médicos en entrenamiento; el Hospital Benito Juárez, la unidad hospitalaria con 501 camas; y el Centro Médico Nacional, integrado por nueve unidades hospitalarias de las cuales sufrieron daños parciales siete de ellas, incluyendo los servicios de pediatría, ginecobstetricia, traumatología y cardiología.

Cuadro 8. Traumatología presente en 236 sujetos fallecidos en el desastre del Hospital General de México el 19 de septiembre de 1985


Trauma

Región lesionada

Fallecidos

No.

No

Si

Cabeza

Tórax

Abdomen

Miembros

Pacientes

85

5

80

51

60

40

80

Recién nacidos

94

32

62

42

40

25

53

Médicos

56

-

56

23

18

32

56

Enfermeras

37

11

26

12

15

18

24

Administrativos

4

-

4

1

1

3

4

Intendencia

16

8

8

2

4

3

7

Visitantes

3

3

-

(?)

(?)

(?)

(?)

Total

295

59

236

Aspiración de tierra y polvo: 236

Nota: (?) Los 59 casos no estudiados fueron entregados al Ministerio Público. Los 236 estudiados fueron registrados en la Unidad de Patología del Hospital General de México. De éstos había 22 fallecidos por aplastamiento y desmembramiento corporal.

Fuente: Departamento de Trabajo Social, Unidad de Anatomía Patológica, UNAM Hospital General. Secretaría de Salud, México.


Figura 8 Rescate de cadáveres, Hospital Juárez (Fuente: Referencia (23).)

En total 13 instalaciones hospitalarias quedaron destruidas total o parcialmente. Es preciso señalar que fueron las que tenían seis o más pisos de altura. La mayoría pertenecían al IMSS y al ISSSTE.

El sector público perdió en total 4.387 camas censables, es decir, una de cada cuatro disponibles en el área metropolitana (25).

Los daños a la infraestructura de menor complejidad (nivel I) inhabilitó total o parcialmente 50 unidades menores, y un total de 526 consultorios médicos (cuadro 9).


Los desastres pueden dañar seriamente la infraestructura de salud en el área afectada. Muchos trabajadores de salud perecieron junto con pacientes y visitantes cuando la torre de doce pisos del Hospital Juárez se derrumbó. De la misma manera, cientos de camas y otros equipos del hospital fueron destruidos.

Además de las pérdidas directas, 1.238 camas hospitalarias quedaron temporalmente fuera de servicio por amenaza de ruinas o interrupción de los servicios públicos (agua, electricidad, etc.). Esto significa que el terremoto produjo un déficit súbito de 5.625 camas.

2.5 Organización y respuesta inmediata

Inmediatamente después del terremoto, el Presidente de la República Mexicana estableció dos comisiones de emergencia, una a nivel del país y otra a nivel del Distrito Federal. La Comisión Metropolitana de Emergencia para el D.F. convocó un comité interinstitucional con representantes de: Secretaria de Salud (SSA), Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Instituto para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS), Cruz Roja Mexicana (CR) y otras instituciones de salud.

Cuadro 9. Inventario de recursos físicos en el área metropolitana con posterioridad al terremoto del 19 de septiembre, México D.F., 1985


Instituciones del sector salud

Recursos

SSA

IMSS

ISSSTE

DIF

Otrosª

Privadasb

Totales

Hospitales N II & III









Antes

17

37

9

24

8

23

118


Después

15

28

7

24

8

23

105


Perdida

2

9

2

0

0

0

13

Camas Censables









Antes

4.975

8.197

2.427

1807

1383

760

19.549


Después

4.230

5.422

1.560

1807

1383

760

15.162


Perdida

745

2.775

867

0

0

0

4.387

Unidades Menores









Antes

220

175

112

191

-

81

779


Después

181

171

105

191

-

81

729


Perdida

39

4

7

0

0

-

50

Consultorios









Antes

1735

2.789

888

203

-

-

5.615


Después

1499

2.649

738

203

-

-

5.089


Perdida

236

140

150

-

-

-

526

ªIncluye Pemex, Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina
bIncluye Cruz Roja, Hospitales: Humana, Español, ABC y Metropolitano
Fuente: Adaptado de la referencia (27) y Secretaria de Salud/Dirección de Epidemiología, México, D.F.

Bajo la coordinación de la Secretaria de Salud, este comité asumió la responsabilidad de coordinar la prestación de servicios de atención médica, salud pública y asistencia social (27).

Las principales líneas de acción inmediata fueron las siguientes:

1. Evaluar la magnitud del daño a la infraestructura de salud.
2. Identificar las necesidades y proveer los recursos necesarios para atender la emergencia médica.
3. Asegurar la máxima utilización de la red hospitalaria, tanto pública como privada en el área metropolitana.
4. Lograr un sistema de información permanente que permitiera el seguimiento de la situación.
5. Establecer un sistema de vigilancia de calidad del agua y control de enfermedades transmisibles.
6. Coordinar e integrar esfuerzos con el Departamento del Distrito Federal y otros organismos gubernamentales para lograr una mejor atención de la emergencia.

Con objeto de poner en práctica estos lineamientos, se llevó a cabo una rápida evaluación de la situación en el Distrito Federal. Se identificaron los daños físicos a la infraestructura de salud, el número de camas perdidas, la necesidad de evacuar algunos hospitales y/o suspender temporalmente servicios de salud por daños a las instalaciones. Así ocurrió con el Hospital General, el Centro Médico Nacional, algunas instituciones menores y consultorios de la red de atención primaria, que fue necesario clausurarlos temporalmente debido a los daños estructurales que se observaron, o a la interrupción de los servicios públicos (cuadro 9).

Los recursos disponibles del sector para la atención de la emergencia se resumen en el cuadro 10.

Cuadro 10. Resumen de los recursos de salud disponibles con posterioridad al terremoto, México, D.F., 1985

Recursos

TOTAL

Hospitales II y III

105

Unidades menores

729

Camas hospitalarias

15.162

Ambulancias

600

Médicos

20.403

Enfermeras

32.805

Fuente: Informe del Comité Interinstitucional de la Secretaria de Salud, octubre, 1985.

La provisión de servicios médicos se hizo a dos niveles: prehospitalarios y hospitalarios.

En cuanto a la atención prehospitalaria el personal de salud participó en la remoción de escombros, rescate de víctimas, operaciones de salvamento y primeros auxilios. En algunos puntos de desastre se organizaron grupos no oficiales de triage y estabilización in situ en cooperación con personal de la Cruz Roja y grupos voluntarios.

Por otro lado, la respuesta hospitalaria se basó en los siguientes criterios:

1. Amplificación y extensión de los servicios hospitalarios de urgencias y hospitalización.

2. Integración y coordinación de la atención médica con las distintas instituciones que prestan servicios de salud en el área metropolitana y estados circunvecinos.

Para cumplir con el primer criterio, se acordó:

a. Dar de alta a todos los pacientes hospitalarios con padecimientos subagudos y crónicos que no presentaran peligro inminente de agudización o complicaciones. De esta forma se logró una disponibilidad inmediata de 2.609 camas (28).

b. Reforzar los grupos de atención médica hospitalaria con turnos cada 8 horas, especialmente para los servicios de cirugía, traumatología y urgencias.

c. Habilitar áreas hospitalarias para servicios que carecieran de las instalaciones suficientes del tercer nivel, como por ejemplo, la atención de pacientes ginecobstétricas. Para la mayoría de ellas se determinaron estancias de 24 horas posparto.

d. Aprovechar al máximo las áreas físicas disponibles a fin de instalar nuevas camas o incluir otras en espacios simples.

e. Cancelar todas las cirugías programadas.

En cuanto al segundo criterio se decidió:

a. Racionalizar la demanda a través de operaciones de triage y reorientar los pacientes a instituciones del nivel I o domicilios y albergues.

b. Remitir pacientes a los estados circunvecinos, especialmente a Hidalgo, México, Puebla y Querequetaro, ya que se estimó que la distancia que podría recorrerse fuera de una hora o al máximo dos.

Con estas medidas el "sistema único de salud" atendió a 12.605 víctimas, 11.770 (93,4%) en instituciones pertenecientes al subsector público y 835 (6,6%) al subsector privado.

El 14,9% del total (1.879 víctimas) requirió hospitalización. La tasa de letalidad para estas víctimas fue de 12,8%, y de 1,9% para todos los que fueron atendidos institucionalmente, fueran o no hospitalizados, cuadro 11.

Cuadro 11. Número y proporción de personas atendidasa, hospitalizadasb- y fallecidas, según origen de la institución, México, D.F., 1985

Origen

Atendidos

Hospitalizados

Fallecidos


No.

%

No.

%

No.

%

Publica

11.770

93,4

1.510

12,8

212

14,0

Privada

835

6,6

369

44,2

29

7,8

Total

12.605

100,0

1.879

14,9

241

12,8

ªProporción de los atendidos
bProporción de los hospitalizados
Fuente: Adaptado del Informe de las acciones e impacto en las instituciones de salud. Dirección General de Epidemiología, S.S.A.

Obsérvese en el cuadro 12 la distribución de las víctimas hospitalizadas por edad y sexo. Nótese el alto porcentaje de personas sin datos disponibles.

Lamentablemente, las cifras altas de pacientes con información incompleta y diagnóstico impreciso, frecuentes en estos casos, impidieron un mejor análisis de la morbilidad atendida.

Por lo general, el Distrito Federal mostró la autosuficiencia del sector para manejar emergencias de este tipo. Según el informe del jefe médico del Departamento del Distrito Federal, cerca del 90% de las víctimas del sismo fue atendido el primer día de la tragedia. La demanda hospitalaria comenzó entonces a descender abruptamente. Tres días más tarde se disponía de 1.609 camas.

Cuadro 12. Distribución de las personas hospitalizadas según edad y sexo, México D.F., 1985.


MASCULINO

FEMENINO

TOTAL

Grupos

Número

%

Número

%

Número

%

> 1

13

0,7

17

0,9

30

1,6

1 - 4

24

1,3

11

0,5

35

1,8

5 - 14

77

4,1

47

2,5

124

6,6

15 - 24

154

8,2

203

10,8

357

19,0

25 - 44

210

11,2

242

12,9

452

24,1

45 - 64

.88

4,7

96

5,1

184

9,8

65 y más

35

1,9

46

2,4

81

4,3

Se ignora

293

15,6

323

17,2

616

32,8

TOTAL

894

47,6

985

52,4

1,879

100

Fuente: Informe de las acciones e impacto en las instituciones de salud. Dirección General de Epidemiología, S.S.A.

2.6 Movilización y evacuación de pacientes

Algunas instituciones de salud tuvieron que ser evacuadas, especialmente aquellas de los niveles II y III, aquellas que ofrecían peligro de derrumbarse o que estaban inutilizadas por la ausencia de servicios públicos o de apoyo, y aquellas que habían sufrido un colapso total o parcial. Los pacientes que requerían seguir hospitalizados, incluyendo muchos de los que habían sido rescatados de sus propias ruinas, fueron remitidos a otras instituciones hospitalarias y aquellos que no revestían gravedad fueron dados de alta. En total se evacuaron 4.363 pacientes, unos se enviaron a distintas instituciones y otros directamente a sus domicilios o refugios temporales (cuadro 13).

Cuadro 13. Número de personas rescatadas evacuadas y/o trasladadas, según instituciones de salud, México, D.F., 1985



RESCATADOS

EVACUADOS

INSTITUCIONES

ATRAPADOS

vivos

muertos

y/o

trasladados

Hospital General

471

129

342a


292

Hospital Juárez

740

179

561


167

Centro Médico



Ñ10


2.900

ISSSTE





640

DIF





364

TOTAL

1.211

308

913


4.363

aIncluye 47 desaparecidos
Fuente: Adaptado del Informe de las acciones e impacto en las instituciones de salud. Dirección General de Epidemiología, S.S.A.

2.6.1 Evacuación del centro médico nacional del IMSS

El Centro Médico Nacional es un complejo de edificios que comprende los Hospitales de Cardiología y Neumología, Oncología, Pediatría, Ginecobstetricia, General, Especialidades, Oftalmología, Traumatalogía y Ortopedia, y Convalecientes. Además de otros bloques donde funcionaban las oficinas administrativas y los servicios de apoyo, contaban en total con 2.400 camas de hospital.

En el momento del sismo se encontraban hospitalizados 1.830 pacientes, y se estimó que en las áreas de consulta externa, laboratorios y salas de radiodiagnóstico, se encontraban alrededor de 900 pacientes ambulatorios.

Los daños materiales más graves se produjeron en el edificio de conservación de equipos y en el área de radiodiagnóstico del Hospital de Cardiología y Neumología, donde fallecieron 10 empleados del instituto.

La organización y desarrollo de actividades de la situación se hizo en cuatro fases:

a. identificación de áreas de seguridad y traslado de pacientes;
b. revisión del servicio y análisis del estado de los pacientes;
c. redistribución de empleados a otras instituciones asistenciales del IMSS y
d. recuperación de instrumental, equipo y mobiliario.

Las dos primeras fases se hicieron por iniciativa del personal de las respectivas unidades asistenciales, después de una evaluación rápida de los daños estructurales. Primero se evacuaron a los pacientes que no necesitaban ayuda para movilizarse; segundo los que requerían ayuda parcial, y finalmente los que no podían valerse por si mismos o dependían de equipo médico de soporte.

Los hospitales de Pediatría y Ginecobstetricia concentraron sus pacientes en la Unidad de Congresos; el Hospital General y de Convalecientes enviaron a los suyos a la explanada del Hospital General; Traumatología y Oncología hacia el Jardín Central, y Cardiología a la Zona de Circulación Exterior.

Los hospitales de especialidades y oftalmología no presentaron daños; no obstante, posteriormente fue necesario evacuar a los pacientes debido a la interrupción de los servicios públicos básicos.

La segunda fase se encargó de la redistribución de los pacientes reubicados en las áreas de seguridad. Primero, se identificaron a los pacientes que, según criterio médico, podían trasladarse a sus domicilios sin riesgos para su estado de salud (varios de ellos estaban programados para cirugía electiva esa mañana); segundo, se decidió sobre los pacientes que deberían continuar hospitalizados pero que podrían trasladarse a otra institución del IMSS sin peligro, y tercero, se decidió el traslado de pacientes críticos (unidades de terapia intensiva, cuidados coronarios, transplantes, etc.) provisionalmente a espacios seguros, que fueron adaptados y equipados convenientemente por los ingenieros. Posteriormente, estos pacientes también se trasladaron a otras instituciones hospitalarias, tomando todas las precauciones necesarias a fin de evitar los riesgos inherentes al cuidado intensivo.

Así de los 1.830 pacientes hospitalizados, 766 o sea, el 42% permaneció en la misma institución, debido a que eran atendidos en las unidades de terapia intensiva, unidad coronaria de transplante renal, etc. El resto fue enviado a sus domicilios.

En un lapso de cuatro horas se había evacuado el complejo hospitalario, sin registrarse, por fortuna, ninguna desgracia.

Por otra parte, se puso especial atención al envio de cada paciente, anotando cuidadosamente la institución de referencia, fecha y hora. La relación de datos fue dada a conocer esa misma noche a los medios de comunicación, y se continuó con la publicación diaria en los periódicos durante una semana.

2.7 Manejo de cadáveres

La tarea de identificación de cadáveres se facilitó, en gran medida, debido a la presencia de instituciones del Ministerio Público en cada una de las Delegaciones del Distrito Federal. A estas instituciones están adscritos médicos legistas de la Dirección General de Servicios Médicos, cuya responsabilidad es participar en todos los procedimientos médico legales que se presenten en la jurisdición políticoadministrativa de la institución.

Después del terremoto los médicos legistas se trasladaron a los puntos de desastre e iniciaron la recolección, traslado y entrega de los cuerpos previa elaboración del acta de levantamiento o certificado de defunción según fuera el caso. En estos documentos quedaba consignada la dirección donde se recogía el cadáver, incluyendo el sitio en el interior de la edificación derrumbada, si era posible conocerlo. Todos los cuerpos fueron identificados con una tarjeta que contenía la dirección del sitio donde ocurrió el fallecimiento, fecha, hora, nombre de la víctima, edad aparente, sexo, persona que identifica o reconoce el cadáver, etc. Si era plenamente identificado por familiares se hacia de inmediato el certificado de defunción y se entregaba el cuerpo, previo conocimiento de la autoridad competente.

Los cuerpos no identificados en el sitio del desastre y aquellos identificados pero no reclamados fueron llevados al anfiteatro de la institución correspondiente. En el anfiteatro los cadáveres no identificados se reagruparon por edad aparente y sexo, y, durante las horas iniciales, se les dejó la ropa con objeto de que pudiera servir para identificarlos. En la tarjeta de estos se anotaron las señas particulares, y características de las pertenencias (relojes, anillos, pulseras, medallas, aretes, etc). Los cuerpos fueron mantenidos a temperaturas frías con hielo en grandes bloques. A los cadáveres con lenta descomposición se les aplicó formol después de cinco días En los casos de descomposición rápida se enviaban para sepultar, previo conocimiento de las autoridades judiciales. Los cadáveres que debían conservarse por más tiempo fueron introducidos en bolsas de plástico, dejándoles la cabeza y tarjeta de identificación descubiertas.


Las costumbres sociales y culturales son factores que deben considerarse después de un desastre. Las personas reunidas aquí, protestan el uso de las fosas comunes y las cremaciones. Además, están ansiosos de recuperar los cuerpos de sus seres queridos.

Se facilitó la entrada de personas a los depósitos de cadáveres para identificar a los familiares y/o conocidos. Si eran identificados se aceleraban los trámites para los certificados de defunción y se entregaban los cuerpos. Los no identificados fueron fotografiados de cara, de frente y de perfil y se ordenaba después de un tiempo su sepultura.

Del 19 de septiembre al 30 de octubre de 1985 se elaboraron 4.524 actas de cadáver y/o certificados de defunción, correspondiendo 586 a cadáveres desconocidos. En unos pocos casos se practicaron necropsias y se anexaron a los expedientes los informes sobre los hallazgos más relevantes. Finalmente se hizo un resumen de cada víctima no identificada y, junto con la fotografía, se exhibió en lugares públicos para facilitar su identificación.

La organización de la Dirección General de Servicios Médicos, que tiene mando directo sobre los médicos legistas con criterios claramente definidos, permitió el cumplimiento de sus obligaciones sin duplicidad de funciones ni divergencia sobre la información recogida. Cada seis horas se elevó un informe consolidado de las actividades de las Instituciones del Ministerio Público relacionadas con la identificación de las víctimas de la catástrofe.

2.8 Daños al sistema hidráulico

La Ciudad de México tiene ahora el sistema hidráulico más grande y complejo del mundo. Para proveer agua potable a más de 10.000.000 de habitantes, el sistema de abastecimiento dispone de las siguientes fuentes: agua en bloque en la zona occidental, aportada por las cuencas de los ríos Lerma y Cutzamala; aguas subterráneas, mediante pozos localizados principalmente al sur, norte y centro de la ciudad y algunos manantiales ubicados al suroeste. La región oriental se abastece de fuentes ubicadas fuera del Distrito Federal lo que convierte esta área en la más vulnerable.

La ciudad cuenta con una infraestructura hidráulica (cuadro 14) que le permite proporcionar un caudal promedio de 35, 4m³/s de agua potable. Con ello se satisface las necesidades del 97% de la población con conexiones intradomiciliarias. El 3% restante se abastece a través de carros cisternas (figura 9).

Cuadro 14. Infraestructura hidráulica de México, D.F., 1985

CANTIDAD

DESCRIPCION

202

Tanques de almacenamiento con capacidad para 1.5 millones de metros cúbicos.

209

km de acueductos con diámetros que varían de 1,83 a 250 mt

467

km de lineas de conducción de diferentes diámetros.

555

km de redes primarias de 0,50 a 1.20 mt

12.060

km de redes secundarias con diámetros menores de 0,5 mt

102

Plantas de bombeo, para suministro de agua a las partes altas de la ciudad

Fuente: Referencia (32).

El sistema de drenaje combinado para el desalojo de aguas residuales y pluviales dispone de 12.300 km de redes secundarias con diámetros menores de 0,60 metros; 1.200 km de colectores con diámetros de 0,60 metros a 4,0 metros; 64 plantas de bombeo con capacidad total instalada de 500 mt³ /s, así como 400 km de drenajes principales para conducir y evacuar el agua de la ciudad.

Además se dispone del drenaje profundo compuesto por varios interceptares que confluyen en un emisor que desaloja aguas negras y pluviales.


Figura 9. Red de agua tratada

Actualmente el servicio de drenaje sirve al 74% de la población. Los asentamientos irregulares, localizados en la periferia de la ciudad, carecen todavía de este servicio.

El sistema de abastecimiento de agua fue el más afectado. Se presentaron 38 fracturas en los acueductos del sur-oriente de la ciudad, en los ramales de San Luis, Tulyehualco, La Noria, Chalco y Tecomitl interrumpiendo el suministro de 7.600 litros/s que representaban el 22% del abastecimiento total. Como consecuencia de estos daños, quedaron sin agua, aproximadamente dos millones de habitantes de los Delegaciones del Centro y Oriente del D.F. (figura 10).


Figura 10. Terremoto de México, 19 de septiembre de 1985, zonas con problemas de agua en el Distrito Federal, período de 19 al 23 de septiembre de 1985

Las fallas más comunes en los acueductos ocurrieron en las juntas de las tuberías que no permitieron desplazamientos longitudinales. Se presentaron 168 fugas en tuberías de asbesto, cemento y concreto reforzado de la red primaria, especialmente en las Delegaciones Cuauhtemoc, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa y Gustavo Madero. Las fugas ocurrieron por incrustación entre dos tubos, desacoplamiento y ruptura de la campana y/o de la espiga cerca a los atraques.

En cuanto a la red secundaria, se repararon un total de 7.220 fugas ocasionadas principalmente por la ruptura de las piezas especiales de hierro fundido en las cajas de válvulas; en los cambios de dirección cerca de un atraque o por la incrustación de dos o más tubos.

El restablecimiento normal del servicio se logró después de 40 días de infatigable trabajo durante 24 horas diarias.

Sistema de drenaje. Se identificaron desperfectos en algunas estructuras importantes de los ríos La Piedad, Churubusco, el Emisor Central y el Interceptor Centro-Occidental.

El colector de los pueblos del sur, localizado en la Delegación Xochimilco, conducto de la red primaria que trabaja a presión, sufrió algunas fracturas a lo largo de su recorrido. En la misma situación se encontraron varios colectores que descargan mediante bombeo al Gran Canal de desagüe. Este se deformó en la vecindad de las plantas de bombeo, debido a los asentamientos diferenciales provocados por los sismos.

La laguna de oxidación de San Luis Tlaxialtemalco, al sur de la ciudad, quedó prácticamente inutilizada.

En algunas plantas de bombeo de aguas negras se presentaron fisuras en los cárcamos, y en otras instalaciones como tanques de tormenta, subcolectores y atarjeas ocurrieron daños menores.

En general, los daños al sistema de drenaje fueron menores que los del sistema de conducción y distribución de agua potable. Probablemente esto se debió a que los conductos se comportan menos rígidamente y sus juntas tienen mayor libertad para girar y desplazarse, además de estar alojados a mayor profundidad.

Se pudo iniciar la reparación de los acueductos inmediatamente gracias a que se disponía de un gran surtido de materiales y piezas especiales. Sin embargo, fue necesario proceder a la fabricación intensiva de repuestos adicionales para el restablecimiento de las redes primarias y acueductos.

Calidad del agua. La Dirección General de Construcción y Operación Hidráulica (DGCOH) realizó, adicionalmente durante el periodo de emergencia una vigilancia que alcanzó 59.400 muestras a fin de controlar la calidad del agua de la ciudad (vale la pena mencionar que la vigilancia normal comprende la obtención de 40.000 muestras por año).

En forma paralela, con objeto de aliviar la falta del servicio en los refugios temporales, guarderías, hospitales y centros de atención de damnificados, se realizó la distribución de agua mediante 15.000 bolsas de plástico diarias, suministradas por una planta elaborada localizada en la Delegación Benito Juárez.

Además, se coordinó la distribución de agua en 480 carros cisterna, provenientes de los estados vecinos, del ejercito, de otras instituciones y del propio D.D.F. En algunas zonas afectadas se instalaron 90 tanques portátiles de 11.000 litros cada uno, con varias llaves a manera de hidrantes públicos. Con todas estas medidas se llevé un estricto control de la calidad del agua. No obstante, se detectó contaminación bacteriana en grado variable que obligó a la hipercloración del agua de tal manera que el cloro residual llegara a 2 ppm a nivel de las redes, tanques y carros cisternas.

Ahora bien, a pesar de la aparente contaminación del agua no se detectaron brotes de enfermedad diarréica. El aumento de la frecuencia de episodios diarréicos en algunos albergues fue al parecer de origen alimenticio (33).


Los servicios de salud ambiental como los sistemas de abastecimiento de agua o de alcantarillado son vulnerables a los desastres. Las instalaciones pueden dañarse, las canalizaciones romperse o las operaciones interrumpirse por falta de corriente eléctrica. Los preparativos para desastres deben incluir provisiones para abastecer la demanda de agua de la población afectada.

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