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Ciudades en Peligro - Ciudades más Seguras... antes de un Desastre (IDNDR-DIRDN, 1996)

Parte I: Los desastres en las ciudades

¿Están las ciudades de hoy y del futuro pendientes de que suceda una catástrofe? Todos los días leemos noticias sobre ciudades afectadas por desastres naturales o tecnológicos. Probablemente esta tendencia continuará y empeorará, a menos que no cambiemos nuestras políticas y acciones sobre el medio ambiente y el desarrollo.

¿Por qué las ciudades están en peligro? Primero, porque cada vez más personas se asientan en zonas vulnerables a los desastres. Segundo, porque el crecimiento acelerado de la población y de la migración dificultan la labor de las autoridades para proteger a todos de las catástrofes. Por último, porque la urbanización está creando desequilibrios en los ecosistemas, desequilibrios que provocan desastres.

Kobe, Los Angeles, Medellín, Quito, Almaty... son ciudades que tienen en común el haber padecido, recientemente, los efectos de terribles desastres naturales, desastres que han pasado a formar parte de la historia y mentalidad de esas ciudades.

Pero no sólo tienen en común esa tragedia, sino que también las aúna una nueva sensibilización y compromiso político para protegerse de futuros desastres. Por desgracia esta sensibilización y compromiso aparece, como casi siempre, después de que haya sucedido una catástrofe.

Objetivos de esta publicación

· Animar a las autoridades civiles a que emprendan el camino justo para proteger a sus ciudades de la amenaza de los desastres.

· Sensibilizar a las organizaciones locales, nacionales e internacionales sobre la creciente necesidad de integrar la prevención de desastres y gestión de casos de emergencia en las políticas públicas urbanas.

· Perfilar una serie de medidas y ejemplos que se puedan adaptar a las circunstancias locales.

· Facilitar el intercambio de experiencias y la colaboración entre todas las organizaciones interesadas en hacer de las ciudades lugares más seguros contra los desastres.

Se espera que este informe sirva de instrumento; práctico para el debate y la acción.

Formato

Esta publicación está dividida en tres partes. En la primera se indica qué ciudades se encuentran en peligro, y cuáles son las personas más vulnerables. La segunda parte ofrece una nueva percepción sobre la manera en que algunas comunidades se protegen a sí mismas. La tercera proporciona directrices politices, contactos, bibliografía y una copia de un póster en donde se especifican soluciones para las ciudades en peligro.

Campaña de sensibilización pública para las ciudades en peligro

Este informe forma parte de la campaña de sensibilización pública que se está llevando a cabo en 1996 sobre las Ciudades en peligro, en el marco del Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (DIRDN, 1990-2000). Cada año, organizaciones de todo el mundo celebran, el segundo miércoles de octubre? el Día Internacional para la Reducción de los Desastres. La coordinación de esta campaña corre a cargo de la Secretaría del DIRDN, y los socios colaboradores están formados por agencias gubernamentales locales y nacionales, ONG, empresas privadas, universidades y agencias de la ONU. Otras actividades que se realizan dentro de esta campaña son: una conferencia en Internet, un concurso internacional de posters, la publicación de cinco prospectos con consejos para los organizadores locales, y de un folleto destinado a los niños y que ha sido elogiado por la comunidad internacional (una reedición del folleto del año pasado). Todas estas actividades sirven para ayudar, a las organizaciones interesadas, en la organización de campañas locales para conmemorar el Día Internacional. La Secretaría del DIRDN recoge todos los informes y los publica para favorecer una ulterior colaboración e intercanmbio.

Esta campaña sirve de complemento a la Cumbre sobre los asentamientos humanos, Habitat II, que se celebró este año, y en donde se estudió la forma en que las ciudades podían ser sostenibles desde un punto de vista ambiental, económico y social en el siglo XXI, y cuyo documento final recomienda un uso más extenso de las medidas de mitigación de los desastres en los centros urbanos. A pesar de todo, el problema problema de los desastres no figuraba entre las prioridades de la agenda de Habitat II. "La idea de destinar algunos recursos para la mitigación de desastres en ciudades del Tercer Mundo se encuentra ano en ciernes", señalaba, en 1986, Spencer Havlick, experto americano en mitigación de desastres. "Lo normal en la mayor parte de las ciudades del mundo en vías de desarrollo es afrontar el cotidiano reto de la supervivencia política y biológica"¹.


Un grupo de niños en México, la ciudad más poblada del mundo.

Diez años más tarde todavía se espera que este informe y los esfuerzos realizados por diferentes organizaciones, animen a las autoridades y órganos de decisión a garantizar que las ciudades sean más seguras, antes de que vuelva a suceder una catástrofe.

Fuentes de información

El informe está basado en fuentes primarias y secundarias, publicadas o inéditas. Entre estas fuentes hay entrevistas, libros, artículos, actas de conferencias, vídeos, estudios, estadísticas, cartas y apuntes.

· Entrevistas: Se han entrevistado, desde enero hasta abril de 1996, a unos 25 expertos en gestión de los desastres.

· Cartas circulares: Se atendieron solicitudes de casos con éxito de prevención de desastres en centros urbanos y de medidas políticas empleadas. Se respondió, entre octubre y febrero, a tres grupos principales:

a) Alcaldes de una selección de ciudades propensas a desastres en todas las zonas geográficas (60)

b) Asociaciones y redes urbanas internacionales (6)

c) Comités nacionales del DIRDN, miembros del Comité Científico y Técnico, organizaciones internacionales, ONG y otras organizaciones que realizaron actividades para el Día Internacional del DIRDN, 1995 (1500)

· Materiales escritos y audiovisuales: entre diciembre y junio, se revisaron unas 100 fuentes. Las utilizadas (directa o indirectamente) aparecen citadas en este informe.

· Anuncios en conferencias: durante la II Conferencia Internacional de Autoridades Locales que hacen frente a Desastres y Emergencias (Amsterdam, abril de 1996), se realizaron solicitudes de estudios de casos al principio de cada uno de los 18 talleres (600 participantes)...

· Anuncios en periódicos/Internet: a través del Natural Hazards Observer, publicación electrónica de estudios sobre desastres (Natural Hazards Research Center), y la publicación sobre desastres de la OPS, en los primeros meses de 1996.

Hubo algunos problemas en recopilar la información. Las bases de datos internacionales y nacionales no distinguen entre zonas urbanas y zonas rurales a la hora de elaborar estadísticas sobre desastres. Las estadísticas sobre los desastres urbanos utilizadas en este informe se fueron elaborando, caso por caso, a través de entrevistas y artículos.

Además, había pocos datos documentados sobre casos urbanos con éxito en la reducción de los efectos de los desastres. Es difícil encontrar estudios sobre la mitigación de desastres urbanos, debido a que los donantes nacionales e internacionales influyen a la hora de tomar decisiones. Otra razón se debe a que la mitigación de desastres es, por definición, un problema que no atrae mucho la atención. Los esfuerzos para la mitigación previenen los desastres, y se les da menos importancia que a los mismos desastres y a las sucesivas actividades de socorro.

Un vistazo a los peligros naturales y a sus incidencias urbanas

Terremoto


Terremoto

Movimiento brusco y repentino de la corteza terrestre. Causados por un ajuste de la tectónica de placas en la superficie de la tierra, los seísmos ocurren en zonas angostas en donde se forman montañas y/o se encuentran volcanes en actividad.

Problemas urbanos: La mayor parte de los grandes desastres urbanos se deben a los terremotos, dado que muchas de las ciudades más densamente pobladas se encuentran en regiones sísmicas. La causa principal que provoca víctimas y daños materiales tras un terremoto es el derrumbamiento de edificios e infraestructuras.

Desprendimientos


Desprendimientos

Piedras y tierra deslizándose rápidamente cuesta abajo. Variaciones: flujos de lodo, deslizamientos, aludes. Provocados por: seísmos, erupciones volcánicas, tormentas, suelos anegados de agua, construcciones pesadas.

Problemas urbanos: creciente número de viviendas mal construidas en pendientes acentuadas, en precipicios, o en las desembocaduras de los ríos de los valles montañosos. Estas viviendas, construidas en tierras ocupadas ilegalmente, carecen de cualquier tipo de códigos de construcción y de una planificación adecuada.

Erupción volcánica


Erupción volcánica

Emisión violenta de cenizas, piedras, gases y lava del interior de la tierra. Efectos: la lluvia de cenizas contamina el aire (a nivel regional o incluso mundial); flujos de lodo y escombros (labores) a más de 100 km./h; emisiones de gases, cenizas, fragmentos (flujos piroclásticos).

Problemas urbanos: asentamientos en las faldas de los volcanes o en las viejas trayectorias de los flujos de lava y lodo; un adecuado sistema de alarma previa; las construcciones resistentes a la lluvia de cenizas y a los lahares atañen a las zonas urbanas y a las rurales próximas a volcanes.

Tsunami (Maremoto)


Tsunami (Maremoto)

Se trata de una serie de grandes olas marinas provocadas por terremotos, erupciones volcánicas o deslizamientos del suelo submarino que se abaten sobre las costas. La palabra es de origen japonés ("tsu" = puerto, "nami" = ola). Se observa sobre todo en el Pacífico por los numerosos terremotos que afectan a esa zona. Las consecuencias de los tsunamis se llegan a sentir incluso a 400 metros tierra adentro.

Problemas urbanos: Muchas áreas urbanas se encuentran en costas propensas a padecer tsunamis. Las prioridades para estas zonas son adoptar adecuados sistemas de construcción y de alarma previa y medidas de evacuación.


Una autopista que se derrumbó durante el terremoto que afectó a Los Angeles en 1994.

S. Starr/Saba/Contrasto


Una madre con su hijo en las inundaciones que se produjeron en Bangladesh en 1988.

A. Masud/UNICEF 3029/88

Ciclones tropicales


Ciclones tropicales

Fuertes vientos y lluvias en el mar y en las costas. Conocidos también como huracanes y tifones. Afecta a vastas zonas y provoca inundaciones, olas de marea, desprendimientos, flujos de lodo. En la región ecuatorial se producen entre 80 y 100 ciclones al año.

Problemas urbanos: Los suburbios situados en la costa suponen un gran problema urbano. La construcción y los sistemas de alerta previa atañen a las zonas urbanas y rurales.

Inundaciones


Inundaciones

Demasiada agua en el lugar equivocado. Las causas son naturales y humanas como, por ejemplo, la quiebra de presas, la obturación de los sistemas de drenaje, reventones de las tuberías del agua y lluvias torrenciales. Las inundaciones son el desastre más frecuente.

Problemas urbanos: La rápida urbanización es la principal causa del aumento de las inundaciones. Las crecidas suponen un problema cada vez mayor porque la tierra compacta absorbe poca agua, también por la reducción de los espacios abiertos, los trabajos de ingeniería que desvían el curso de los ríos y los insuficientes sistemas urbanos de alcantarillado. Otro gran problema es la construcción de viviendas en los márgenes de los ríos o cerca de deltas.

Incendios


Incendios

Afectan a vastas zonas y pueden ser incontrolables.

Problemas urbanos: Los incendios urbanos resultan de explosiones industriales o terremotos. El riesgo de incendios es cada vez mayor debido a la alta densidad de construcciones, a los nuevos materiales de construcción, a la mayor altura de los edificios, al mayor uso de energía en zonas muy concentradas.

Sequía


Sequía

Mucha menos agua de la que necesitan los cultivos y las personas. Es una desastre con efectos retardados: poca cantidad de lluvia, de aguas freáticas y aguas fluviales en un período de tiempo. Es el desastre que afecta a un mayor número de personas.

Problemas urbanos: Puede provocar una migración masiva a las ciudades, poniendo bajo presión las posibilidades de empleo, de alojamiento, así como los servicios básicos. Las ciudades pueden perder el suministro de alimentos de los campos de alrededor.

Desastres tecnológicos


Desastres tecnológicos

Averías en las instalaciones eléctricas, accidentes químicos, explosiones industriales, vertidos en la tierra, en el agua o en el aire. También puede ser un desastre secundario después de un terremoto u otro desastre natural (los llamados desastres "na-techs": naturales y tecnológicos)

Problemas urbanos: El riesgo de desastres "na-techs" aumenta con la rápida e incontrolada urbanización e industrialización.

Una rápida urbanización aumenta el riesgo de desastres

Las ciudades están creciendo rápidamente..

· Para el año 2000, la mitad de la población mundial vivirá en zonas urbanas, aglomerada en el 3% de la superficie terrestre del planeta.¹

· En 1995, 2.400 millones de personas, de los 5.700 habitantes que tiene el planeta, vivían en ciudades. En el año 2025 los habitantes urbanos alcanzaran la cifra de 5.000 millones.²

· En los años 90 al menos un 80% del crecimiento total de la población tendrá lugar en centros urbanos.³

· Este crecimiento se producirá en su mayor parte en centros urbanos de pequeña y mediana dimensión.4

... y aun mas rápidamente en los países en vías de desarrollo

· En los países en vías de desarrollo, el número de ciudades con más de un millón de habitantes pasó, entre 1950 y, 1995, de 34 a 213. En cambio, en el mundo industrializado esa cifra sólo se duplicó, pasando de 49 a 112 ciudades.5

· Para el año 2000,17 de las 20 ciudades más pobladas del inundo se hallaran situadas en países en vías de desarrollo (en 1950 eran siete de 20). La mayor parte de ellas se encuentran en zonas geográficas expuestas a sufrir terremotos, inundaciones, corrimientos de tierra y otras catástrofes.6

· Para el ano 202-5, el 80% de los residentes urbanos del mundo se hallaran concentrados en países en vías de desarrollo.7

Este crecimiento representa una amenaza para la supervivencia de las ciudades...

· Los responsables municipales de muchos países en vías de desarrollo encuentran dificultades para garantizar el funcionamiento adecuado de las infraestructuras y servicios básicos. Como consecuencia, el 30-60% de los habitantes de las mayores urbes del mundo en desarrollo viven en asentamientos ilegales densamente poblados.8

· La demanda de suelo por parte de las ciudades ha provocado el aprovechamiento de tierras inapropiadas (llanuras aluviales, desniveles inestables, tierras rehabilitadas) expuestas a peligros naturales.

· El desarrollo urbano aumenta el riesgo de que se produzcan inundaciones por la obturación de los canales de drenaje natural.

· El rápido crecimiento de las ciudades conlleva un número cada vez mayor de edificios mal construidos o sin una manutención apropiada, lo que provoca muertes innecesarias.

· El cada vez mayor número de complejos industriales y materiales peligrosos concentrados en las zonas urbanas ponen a las ciudades en serio peligro: los peligros naturales podrían provocar otras catástrofes secundarias como, por ejemplo, incendios, explosiones, radiaciones radioactivas, etc.

... e incrementa el número de habitantes vulnerables a las catástrofes.

· Desde 1960 el número de personas afectadas por alguna catástrofe ha ido aumentando en un 6% al año, y del total de víctimas, un 90% resultaron afectadas por naturales, muchos en zonas urbanas.´

· Las ciudades del mundo desarrollado también se hallan en peligro: el terremoto de Kobe de 1995 provocó la muerte de 6.300 personas y pérdidas financieras por valor de 100.000 millones de dólares, la catástrofe más cara de la historia. Anteriormente a 1987, sólo una catástrofe había supuesto para la compañía de seguros indemnizaciones por encima de los 1.000 millones de dólares. Desde 1987 ha habido al menos 15 - y la mayor parte de estas graves pérdidas financieras se produjeron en países industrializados.10

· Los que viven en condiciones de pobreza son los más expuestos a este tipo de peligros. Por ejemplo, al terremoto de Guatemala de 1976 se le conoce como el "seísma pobre" porque la mayor parte de las víctimas de la ciudad de Guatemala residían en suburbios próximos a barrancos.11

Sin embargo, podemos hacer algo...

· Las actuales tendencias de crecimiento urbano acelerado y consiguiente degradación ambiental aumenta la vulnerabilidad de la gente a los desastres. Si esto no se cambia, las catástrofes se cobrarán un mayor número de vidas y daños materiales.

· Ya se han realizado estudios sobre cómo reducir los efectos de los desastres. Se dispone también de medidas estructurales como la construcción de edificios resistentes a ciclones o terremotos. Existen opciones no estructurales como la limitación del aprovechamiento del suelo o la posibilidad de un plan de incentivos para promocionar el desarrollo en zonas no propensas a desastres.

· En muchos casos, todos estos conocimientos y técnicas se han aplicado con éxito. Los sistemas de alarma instalados en los países caribeños han reducido el número de víctimas mortales cada año durante la estación de huracanes. Después de la aprobación de normas sobre la utilización del suelo y laderas en Los Angeles (EE.UU.), prácticamente se eliminaron las pérdidas provocadas por desprendimientos.12 En 1990, durante un terremoto en San José (Costa Rica), una parte reestructurada de un hospital quedó intacta, mientras que en el resto se produjeron bastantes daños (techos caídos, ventanas rotas, paredes agrietadas).13

· Estas medidas no suponen necesariamente altos costos. Por ejemplo construir hospitales resistentes a terremotos supone, sólo, un 10% más (a veces tan sólo el 2%) de los costos totales de la construcción. Tampoco es necesario que esas medidas sean muy sofisticadas. Si se plantan árboles, los edificios pueden protegerse de fuertes o las laderas son menos propensas a la erosión.

· Pero la tecnología sola no es suficiente. Los habitantes tienen que concienciarse de que sus ciudades están en peligro y comprometerse para reducir esos riesgos de desastres. Una cosa está clara: los ciudadanos pueden contribuir a aumentar el número de desastres naturales o pueden tenerlos bajo control.

¿Qué es lo que hace a las ciudades vulnerables?


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Rápido crecimiento de la población y planificación inadecuada

Como las ciudades no siempre pueden hacer frente al rápido crecimiento de la población, los grupos más pobres se instalan ilegalmente en zonas peligrosas (las zonas menos peligrosas ya están ocupadas). Se carece de los servicios más esenciales, y las administraciones locales y los nuevos habitantes tienen ya demasiados problemas di arios como para preocuparse de la prevención de desastres que pueden ocurrir años mas tarde.


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Densidad de población

Un desastre natural causara un mayor impacto sobre la población si ésta se encuentra concentrada en una zona limitada, en lugar de estar dispersa. La densidad de población de las grandes ciudades de los países en vías de desarrollo es alta, y mucho más en las zonas más viejas de la ciudad o en los asentamientos ilegales.


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Desequilibrio ecológico

Un rápido desarrollo urbano altera los ecosistemas locales, y, esto puede provocar desastres "naturales". La falta de sistemas de alcantarillado apropiados, la usurpación ilegal de las vías fluviales, y tina insuficiente planificación han provocado que algunas Ciudades sean vulnerables a crecidas repentinas Además, la deforestación ha cansado la erosión de las laderas, haciendo que los habitantes sean vulnerables a los desprendimientos provocados por las lluvias torrenciales. El abuso de la utilización de las aguas freáticas ha llevado al hundimiento del terreno, haciendo que la zona sea mas vulnerable a las inundaciones o a los terremotos. La utilización de cemento ha cambiado la capacidad del suelo de absorber agua, provocando crecidas repentinas.


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Dependencia de servicios e infraestructuras


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Los habitantes de las ciudades dependen las infraestructuras y servicios públicos. Resulta difícil para la población afrontar sus necesidades cotidianas si no hay corriente eléctrica, o si los puentes se han derrumbado, o los teléfonos no funcionan, o las tuberías del agua están reventadas. Algunos servicios básicos como las instalaciones hospitalarias o el cuerpo de bomberos son particularmente importantes después de una catástrofe. Tras el terremoto que sacudió la ciudad de México, en 1985, el derrumbamiento de hospitales causó la muerte de personal médico, dificultando ano más la atención médica requerida.

Concentración de edificios políticos, económicos e industriales


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La concentración masiva de edificas políticos, industriales y financieros en una zona limitada puede tener repercusiones regionales, nacionales o incluso internacionales. Si, por ejemplo, un terremoto destruyera Tokio, se verían afectados los mercados financieros internacionales.

Construcción inapropiada


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Muchas personas pierden la vida cuando se derrumban los edificios tras una catástrofe. El 80% de las víctimas de un terremoto se debe a este hecho. Los edificios de ladrillos sin una estructura de cemento resultan muy peligrosos durante un terremoto. Las casas de madera se tienen que sujetar a los cimientos para que no se las lleve un huracán. Mejorar los métodos de construcción resulta muy eficaz para reducir el numero de víctimas, y se puede hacer por poco dinero.

Los más pobres son los más vulnerables

Los desastres urbanos resultan muy selectivos por lo que se refiere a las personas afectadas, siendo los más pobres los más vulnerables. Quienes se lo pueden permitir evitan vivir en barrancos qué son propensos a desprendimientos tras una tormenta o un terremoto, o en zonas pantanosas o márgenes de los ríos, propensas a inundaciones estacionales. Pero como las ciudades continúan su crecimiento acelerado, a menudo, lo único que queda para instalarse son las tierras periféricas. Los más pobres viven en esas zonas para estar cerca de una fuente de ingresos (en el caso de que las tierras sean llanuras aluviales fértiles o haya fábricas industriales).

Las soluciones convencionales adoptadas para la mitigación de desastres urbanos en los países desarrollados no se pueden aplicar fácilmente a los grupos urbanos más pobres. Resulta difícil hacer respetar unos códigos de construcción, o medidas de zonación y técnicas de urbanismo, por ejemplo, si la gente ha ocupado las tierras ilegalmente. Por consiguiente, estas medidas ayudan bien poco a reducir la vulnerabilidad de los grupos más pobres.¹

Por qué insistir en el problema de los asentamientos ilegales

· Un alto porcentaje de habitantes urbanos en países del tercer mundo vive en asentamientos ilegales (véase gráfico).

· Este porcentaje sigue aumentando. El aumento de estos asentamientos es dos veces superior al crecimiento medio urbano. En efecto, los asentamientos sé duplican cada 5-7 años, mientras que la población urbana se duplica cada 12- 15 años ².

· Los grupos más pobres urbanos raramente son propietarios de sus hogares. Estos ciudadanos tienen pocos incentivos para tratar de mejorar la tierra de la cual no son propietarios.

· Las administraciones casi nunca pueden garantizar unos servicios mínimos para los habitantes de estos asentamientos. Resulta bastante complicado para estos habitantes llevar el mismo paso que el nuevo crecimiento económico. (La población de Estambul, sede de la Cumbre de la ONU "Habitat II", crece casi medio millón de personas cada año, y ya cuenta con 10 millones de habitantes). Por ello, las autoridades municipales temen tener que autorizar y promover los asentamientos en tierras no autorizadas proporcionando unos servicios indispensables.

· Muchos de los asentamientos ilegales están situados en zonas muy vulnerables desde un punto de vista geográfico: barrancos, laderas deforestadas, pantanos, orillas de los ríos y llanuras aluviales.



Porcentaje de asentamientos ilegales en algunas ciudades propensas a desastres

Fuentes: Informe undial sobre los Asentamientos Humanos, Centro de la ONU para los Asentamientos Humanos, Oxford University Press, 1987. At Risk, F Blaikie, T. Cannon, I. Davis, B Wisner, Routledge, 1994.

El seísmo "clasista" de Guatemala en 1976

Veinte años más tarde, lo más pobres siguen estando en peligro

La ciudad de Guatemala está situada en tina de las zonas más propensas a desastres del país, siendo altamente vulnerable a terremotos, inundaciones y movimientos del terreno. Pero no se recuerda una catástrofe tan grave como el terremoto de 1976, en el que murieron 1.200 personas y otras 90.000 se quedaron sin hogar, de tina población total de un millón trescientos mil habitantes. Veinte años más tarde, las consecuencias de esta tragedia siguen sirviendo de ejemplo sobre la desigual forma en que un desastre afecta a la población de una ciudad.

Las repercusiones de este terremoto en la estructura social del país fueron gravísimas y, aún hoy, es evidente la injusta naturaleza de los daños provocados. Muchos de los sectores más pobres de la sociedad están todavía a la espera de ser indemnizados por sus pérdidas. El seísmo demostró que la vulnerabilidad de los más pobres de la ciudad de Guatemala se debía tanto a factores políticos y económicos como al tipo de tierra y viviendas que ocupaban.

Un periódico local informó entonces que... casi todos (los que resultaron afectados) vivían en los suburbios de la ciudad. En esta conocida zona a riesgo, las casas de los ricos se han construido adoptando costosas medidas antisísmicas. En cambio, las viviendas de los más pobres se encontraban en barrancos y gargantas, zonas muy vulnerables a los desprendimientos cuando la tierra se mueve..."³

Después del terremoto, muchos supervivientes abandonaron las zonas más inclinadas y se instalaron en laderas más seguras y con menos pendiente. Desde entonces, la población ciudadana ha aumentado hasta casi dos millones de habitantes. Debido a este crecimiento acelerado de la población, se ha formado Una gran zona metropolitana que supera los antiguos límites de la ciudad. El recuerdo del terremoto de 1976 va desapareciendo poco a poco y, así, las nuevas generaciones de emigrantes y de los sectores más pobres vuelven a ocupar zonas propensas a catástrofes.

Las zonas residenciales de clase media y alta construidas en la parte este de la ciudad están preparadas para resistir y mitigar los efectos de los desastres naturales. Los más pobres, en un esfuerzo por encontrar soluciones a sus problemas de asentamiento, se organizan para ocupar tierras deshabitadas y construir casas de cualquier modo Un estudio reciente señala la existencia de 197 asentamientos precarios en los alrededores de las ciudad de Guatemala con un total de 589.900 habitantes, de los cuales 76 están considerados altamente vulnerables a terremotos inundaciones y movimientos del terreno.4 Así pues, 20 años más tarde, los más pobres siguen siendo los más vulnerables a los efectos de los desastres naturales.5


Otro ejemplo de ciudadanos pobres amenazados por los desastres: los asentamientos ilegales en Manila.

Desastres naturales/tecnológicos: algunos planes para afrontar la creciente amenaza

Chernobil y Bhopal se han convertido en dos ejemplos claros a la hora de describir tragedias (relacionadas con la creciente plaga de los últimos 50 anos: los desastres tecnológicos. Sin embargo, la relación entre desastres naturales y desastres tecnológicos es mucho menos conocida. Se puede decir que hay dos tendencias bien diferenciadas: por un lado, el aumento de desastres naturales urbanos provoca desastres tecnológicos; por otro, la tecnología también puede desencadenar desastres naturales, especialmente cuando el desarrollo trastorna el equilibrio de los ecosistemas locales.

Existen varios ejemplos de cómo los desastres naturales pueden provocar desastres tecnológicos. Los terremotos, por ejemplo, pueden ocasionar la ruptura de las tuberías del gas, provocando incendios, como sucedió durante el terremoto de Kobe, en 1995. En 1993, en la llanura central de los EE.UU., a raíz de unas inundaciones, unos tanques de gas líquido navegaron río abajo en la cuenca del Mississipi, creando una situación de máxima alerta tecnológica. La sequía y los huracanes por un período de 20 años, han favorecido la difusión de material radioactivo en una vasta zona de Rusia (véase cuadro).

Pero también hay ejemplos de cómo las prácticas para el desarrollo, basadas en innovaciones tecnológicas, pueden desencadenar desastres naturales. Por ejemplo, los madereros deforestan las montañas provocando la erosión y desprendimientos de tierras durante las lluvias torrenciales. En las ciudades, la tierra se sustituye por cemento y, así, se pierde la capacidad natural que tiene el terreno para absorber apara, favoreciendo la aparición de inundaciones repentinas.

A estos desastres compuestos los investigadores los denominan, a veces, "na-techs" (natural/technological disasters). Los "na-techs" son un claro ejemplo de que las diferencias entre desastres naturales y desastres tecnológicos son cada vez menos nítidas, y muchos se hacen eco del título de un libro bien conocido: "Natural Disasters: Acts of God or Acts of Man?"

Las investigaciones sobre la relación entre estos dos tipos de desastres se encuentran en su primera fase. E. Quarantelli, un sociólogo americano y experto en desastres, señala que a pesar del aumento de los desastres "na-techs", su prevención es bastante superficial.² Es decir, como en el caso de los desastres naturales, las medidas para reducir el riesgo se aplican, normalmente, después de que ha tenido lagar una catástrofe. Por ejemplo, durante el terremoto de Sendai, en 1978, unos tanques de petróleo, con los fondos corroídos, derramaron su contenido en una bahía cercana. A los dos años se recficaron las normas de construcción japonesas y, ahora, los depósitos de petróleo se tienen que vaciar e inspeccionar cada cinco años.³

Así, mientras que en todas las zonas urbanas hay riesgo de desastres tecnológicos (más o menos controlado), las zonas más propensas a na-techs son las ciudades en continuo progreso de los países en vías de desarrollo. Una rápida industrialización presupone una acumulación de materiales peligrosos en zonas con una alta densidad de población, sin prestar la debida atención a una correcta planificación o a la adopción de medidas de seguridad.

La cuestión es cómo se puede reducir el riesgo de desastres na-techs en ciudades de países en desarrollo con un rápido crecimiento económico, sin interrumpir este avance económico. La respuesta no sólo depende de los administradores locales y de los habitantes de esas ciudades, sino también de los socios nacionales e internacionales. "Los donantes que normalmente financien a los países del tercer mundo no consideran un requisito para esa ayuda económica la adopción de medidas para la prevención de desastres", ha señalado Christie Silva, funcionario del Ministerio de Navegación, Puertos, Rehabilitación y Reconstrucción de Sri Lanka. "No se da importancia -continúa Silva- a una adecuada formación y educación en la preparación a los desastres para el gran número de habitantes que viven en las proximidades de los grandes proyectos industriales. Esto ha provocado ya graves problemas en los países en desarrollo que consideran que un rápido desarrollo industrial es un paso fundamental para conseguir la categoría de Nuevo País Industrializado (NIC)".4

Se puede evitar esta relación entre tecnología y catástrofes, pero no se intenta lo suficiente. La evaluación de los impactos medioambientales en los nuevos proyectos de desarrollo urbano no tienen en cuenta la evaluación de los posibles riesgos de desastres naturales. Los proyectos de desarrollo en zonas periféricas no siempre evalúan los efectos potenciales ambientales que, eventualmente, pueden provocar inundaciones, desprendimientos u otras catástrofes naturales en centro urbanos próximos.

Las recomendaciones políticas y técnicas prácticas para hacer las ciudades más seguras contra los desastres naturales, se podrían extender para proteger a las ciudades también contra los na-techs. Se podrían utilizar muchas de las medidas adoptadas para la prevención de desastres naturales (creación de comités para la gestión de situaciones de emergencia, programas locales de sensibilización pública, evaluación de los peligros, normas de construcción, etc.), adaptándolas a la prevención de los desastres tecnológicos. Por ejemplo, es de sentido común que una planta nuclear, o una instalación industrial con materiales altamente combustibles, no se pueden construir en una falla sísmica.


Durante una inundación repentina en Durunka (Egipto), en 1994, se produjo un incendio en depósitos de combustible.

Cómo afectan los desastres a los centros urbanos

Los ejemplos que vienen a continuación indican las diferentes maneras en que puede afectar

Luna catástrofe a un centro urbano, pequeño o grande, en cualquier parte del mundo.¹ Estos ejemplos, juntos, representan una vasta gama de los efectos sociales, sanitarios, económicos, ambientales, culturales e históricos causados por los últimos desastres en centros urbanos. Pero no significa que sea una lista completa de los desastres más graves que se han producido en centros urbanos.

Las noticias se hacen eco de las grandes catástrofes que afectan a las metrópolis. Pero eso es solamente la punta del iceberg. Los últimos estudios demuestran que el conjunto de daños provocados por miles de desastres menos graves, son más importantes que los daños causados por esas catástrofes que aparecen en las noticias.²

Lo que pasa es que las grandes ciudades atraen más la atención por sus altas concentraciones de habitantes, de infraestructuras industriales y de edificios gubernativos. Pero todos los asentamientos de rápido crecimiento situados en zonas peligrosas son vulnerables a cualquier desastre, cualquiera que sea su magnitud.

Selección de recientes catástrofes en centros urbanos

(Siguiendo un orden geográfico de izquierda a derecha)

1 Los Angeles (12,4 millones hab.), EE.UU.

El terremoto de Northridge, en 1994, fue el más fuerte de las últimas dos décadas, provocando "sólo" 57 víctimas mortales, pero daños económicos que ascendieron a 30.000 millones de dólares.

2 Ciudad de México (15,7 millones hab.), México

En 1985, un terremoto causó la muerte de 10.000 personas, dejando a decenas de miles sin hogar. Se derrumbaron 34.000 edificios y otros 65.000 resultaron dañados.

3 Armero (25.000 hab.), Colombia

En 1985, una erupción volcánica provocó que una corriente de lodo sepultara el pueblo, muriendo casi todos sus habitantes.

4 Río de Janeiro (9,9 millones hab.), Brasil

Las inundaciones que se produjeron en 1988 afectaron al 20% de los habitantes de Río. También resultaron afectadas las ciudades vecinas de Acre y Petropolis. Las pérdidas económicas ascendieron a los 1.000 millones de dólares. Los daños más graves se produjeron en asentamientos ilegales situados en laderas inestables.

5 Nápoles (1,2 millones hab.), Potenza (100.000 hab.), Salerno (200.000 hab.), Avellino (60.000 hab.), Italia

El terremoto que en 1980 sacudió el sur de Italia, causó la muerte de unas 3.000 personas. Decenas de cascos históricos resultaron dañados; alrededor del 75% de los edificios situados en el epicentro se derrumbó. El acueducto Pugliese (la mayor red de suministro de agua de Europa) quedó cortado.

6 Erzincan (300.000 hab.), Turquía

El terremoto de Erzincan, en 1992, afectó a 230. 000 personas, de las cuales murieron 547, y 18.000 edificios resultaron dañados 0 destruidos.

7 Spitak (50.000 hab.), Gumri (220.000 hab.) y Vanadzor (180.000 hab.), Armenia

El terremoto de Spitak, en 1988, causó 25.000 víctimas mortales. Los primeros en derrumbarse fueron los nuevos edificios, por su baja calidad y por la prisa con que fueron construidos. La falta de agua, saneamiento, electricidad y gas, provocó la evacuación de 120.000 habitantes.

8 El Cairo (9,7 millones hab.), Egipto

Un terremoto provocó el derrumbamiento de 5.000 edificios y otros 12.000 resultaran dañados,, incluyendo muchas escuelas y monumentos. El seísmo fue catalogado de "inesperado".

9 Cotonou (650.000 hab.), Benín

Las inundaciones de 1988 y 1991 paralizaron la actividad económica durante una semana. Aquí, las inundaciones son frecuentes: el 56% de las casas se inundan regularmente.

10 Nacala (1,4 millones hab.), Mozambique

El ciclón Nadia destrozó, en 1994, el 75% de las viviendas y provocó el corte del suministro eléctrico y de los servicios de transporte.

11 Manjil (25.000 hab.), Zanjan (254.000 hab.) y Rudbar (95.000 hab.), Irán

El terremoto de Manjil de 1990 destruyó tres pueblos, provocando 40.000 muertos y dejando a 500.000 personas sin hogar. (También resultaron afectados 1.600 poblados de las zonas rurales).

12 Uttarkashi (240.000 hab.), India

El terremoto de 1991 provocó graves desprendimientos que causaron la muerte a 2.000 personas. Alrededor del 90% de las viviendas se derrunbó.

13 Chittagong (2,4 millones hab) y Cox's Bazaar (40.000), Bangladesh

El ciclón de 1991 causó la muerte a 140.000 personas en esas y otras ciudades cercanas.

14 Tangshan (1,8 millones hab), China

El terremoto de 1976 produjo 148.000 víctimas mortales e hirió a otras 81.000. El 95% de las casas y el 80% de las instalaciones industriales se derrumbaron 0 sufrieron graves danos.

15 Kobe (1,5 millones hab.), Japón

El terremoto Hanshin-Awaji de 1995 provocó la muerte de 6.300 ciudadanos (el 75% murieron asfixiados o aplastados, el 10% quemados) y los daños materiales alcanzaron los 100.000 millones de dólares.

16 Ormoc (45.000 hab.), Filipinas

El ciclón tropical Thelma provocó, en 1991, una corriente de lado que mató a 5.000 personas y dejó sin hogar a casi 46.000 habitamtes. Los dañas alcanzaran las 28 millones de dólares.

17 Rabaul (30.000 hab.), Papúa Nueva Guinea

En 1994 se produjo la erupción del volcán Rabaul. Las habitantes evacuaron rápidamente la zona, pero el 40% de los edificios y servicios de transporte y comunicaciones resultó dañado por las cenizas y la lava.


Mapa n° 3933 NACIONES UNIDAS

Las líneas punteadas representen aproximadamente la Línea de Control del acuerdo de Jammu y Kashmir alcanzado por India y Pakistán. El resultado final todavía no ha sido acordado por las partes.

Las designaciones empleadas y los mapas representados están al margen de cualquier opinión de la Secretaria de las Naciones Unidas relacionada con la posición legitima de cualquier país, territorio, ciudad o zona o con sus fronteras o limites.

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