1. Después de consultar con el personal de la UTOAF en Aiquile y Totora, se pudo comprobar que, aunque se hizo el esfuerzo de mantener un registro de las donaciones por medio de SUMA, la capacitación del personal in situ no fue suficiente y por lo tanto no fue constante el registro de datos. Son dignas de destacar las acciones de rescate, respuesta, mitigación y recuperación de las unidades del ejército, quienes organizaron las tareas de emergencia con un nivel de apoyo de la sociedad civil y de las organizaciones internacionales sin precedentes en Bolivia.
2. Después de realizar y analizar las encuestas, se puede decir que la población vive básicamente en tres situaciones: i) en carpas ii) en carpas y en sus antiguas viviendas y iii) en sus viviendas regulares. Esto demuestra la necesidad de reinsertar a la población en sus actividades normales lo más rápidamente posible. Por seguir recibiendo donaciones la gente no vuelve a sus domicilios, lo cual aumenta el riesgo de enfermedades.
3. El sistema de vigilancia activa supervisó la población de los campamentos entre el 25 de mayo y el 17 de junio de 1998 solamente.
4. Durante la celebración de los tres seminarios en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, se pudo comprobar el gran interés de los asistentes por recibir información para organizar sus propias unidades departamentales de salud. En el taller de La Paz cabe resaltar el nivel participativo de las entidades gubernamentales y no gubernamentales.
5. De la población damnificada un 57% son niños, los que necesitan mayor atención por ser el grupo más numeroso y vulnerable.
6. En el área rural hay 4 veces más familias afectadas y 3 veces más población vulnerable y en riesgo.
7. Aunque mucha gente se traslada desde las localidades afectadas a Aiquile y Totora para buscar ayuda, 23% de la población deja Aiquile por ciudades más grandes en busca de oportunidades de trabajo debido a que la proporción de desempleados en Aiquile después del terremoto es del 32%.
8. Se comprobó que 30% de las mujeres jefes de familia no son casadas, lo que implica que tienen la responsabilidad de sostener el hogar solas.
9. 40% de la población mayor de 18 años no sabe leer, aunque la escolaridad infantil es de 88%.
10. La mayoría de la población (73%) busca asistencia médica en el Hospital Bertol. Esto también ocurría antes del terremoto.
11. 75% de la población tiene casa propia; 96% de las construcciones son de adobe y 70% tiene techo de teja. Por esta razón se puede estimar que las casas destruidas totalmente (24%) y parcialmente (66%) eran de adobe. Las casas de adobe tienen el doble de posibilidades de ser destruidas total o parcialmente.
12. Sólo 38% de la población cocina con gas; 38% cuenta con electricidad; 34,5% tiene acceso a una radio; 44% tiene acceso a televisión y 63% cuenta con acceso a transporte.
13. Alrededor de 38% de la población no cuenta con letrina o servicios sanitarios, solo 32% cuenta con letrinas, lo que resulta en que 70% de la población no tiene servicios regulares de saneamiento básico. El agua se guarda en baldes en 49% de los casos y en bidones en solamente 27% de los casos.
14. Solo 38% de la población sabe qué hacer en caso de desastre y 62% sabe cómo informarse.
15. La encuesta reveló que hubo un 5% de fallecimientos entre la población, aunque sólo se extendieron 8 certificados de defunción, lo cual dificulta el análisis de la mortalidad y sus causas inmediatas y subsecuentes. Durante la investigación se pudo observar que no existe un registro adecuado de los heridos y fallecidos. En Aiquile, 42 fallecidos fueron identificados por edad y sexo.
En Totora y poblaciones aledañas se identificaron 23 muertos por edad y sexo, de un total de 32 fallecidos (2 en Totora y 30 en el área rural). La cifra de heridos en Totora fue de 47 y en Aiquile de 52, con un total de 99 heridos de gravedad.
16. Se debe hacer hincapié en el alto porcentaje de impedidos físicos que necesitan ayuda en caso de evacuación.
17. La encuesta revela que los campamentos de la OPS con saneamiento básico muestran porcentajes más altos de cobertura sanitaria. Asimismo, el comportamiento de la población respecto al riesgo de enfermedades es más adecuado debido a que disponen de letrinas y usan con frecuencia los sanitarios. Igualmente cuentan con un mejor suministro de agua gracias a las piletas públicas. El abastecimiento de agua se hace a diario y un mayor número de personas guarda el agua en ollas, bidones y tanques. En ambos campamentos hierven el agua en porcentajes similares y se considera lógico que el porcentaje de la población que pone cloro en el agua sea superior en los campamentos que no pertenecen a la OPS. Los campamentos que no pertenecen a la OPS tuvieron más casos de tos, enfermedades diarreicas, fiebre y problemas de la piel.
18. La cooperación internacional y nacional ayudó a recolectar donaciones para Aiquile. Las entidades de servicios públicos, como hospitales, SEDES y Defensa Civil, sintieron el impacto del terremoto debido al nivel de improvisación, falta de coordinación y ausencia de planes de contingencia en SEDES, municipios y barrios.
19. La encuesta reveló nuevamente que las IRA y las ED fueron las patologías más frecuentes. La distribución epidemiológica aparece en los diferentes cuadros y figuras. Según los datos del SNIS, hubo un incremento de las IRA relacionadas con neumonías en mayo y junio de 1998 con respecto a 1997, este incremento fue de 12% en niños menores de 5 años de edad y de 63% en niños mayores de 5 años de edad.
20. El incremento de 42% en las neumonías entre abril/mayo y junio pudo deberse a una mejor detección de casos debido al aumento de la vigilancia epidemiológica, pero también puede ser debido a la estación del año, o la política de puertas abiertas existente en Aiquile después del terremoto. Estos datos no son iguales para el mismo período del año 1997. Los registros de consultas ambulatorias del Hospital Bertol indican que las IRA y las ED predominaron y que aumentaron después del terremoto por las mismas razones expuestas en los datos del sistema de vigilancia del SNIS. El grupo de edad más vulnerable es, como ya mencionamos, el de niños de 1 a 4 años, siendo los menores de 1 año los mas afectados por dermatitis. La línea de tendencias polinominales demuestra aumento en el número de radiografías y de análisis de laboratorio. Sin embargo, aunque el número de consultas aumentó de manera significativa, el tipo de consulta fue el mismo antes y después del terremoto.
21. En Totora la población tuvo un patrón similar respecto a IRA y ED. Los casos de conjuntivitis aumentaron durante la semana del terremoto, debido a la presencia de polvo provocado por las demoliciones.
22. Cuando se analiza la validez del método de muestras (cuadro 28), se puede ver que para el grupo de edad de menores de un año, el grupo de 1-4, el grupo de 5-9 y el grupo de 10-19, el porcentaje de la población de la muestra y del censo de la población de Aiquile sólo difieren en 5%, lo que significa que se pueden aplicar los resultados de la muestra a la población en general.
CUADRO 28 - Prueba de la metodología de muestreo por grupos
Personas en la muestra |
Hombres |
Mujeres |
Total muestra |
Porcentaje de muestra |
Total Aiquile |
Porcentaje censo Aiquile |
1015 |
481 |
534 |
1015 |
100% |
27209 |
100% |
< 1 año |
7 (1,4%) |
7 (1,4%) |
14 (1,4%) |
1,4% |
762 |
3% |
1-4 años |
51 (11%) |
57 (11%) |
108 (11%) |
11% |
2075 |
11% |
5-9 años |
69 (14%) |
78 (15%) |
147 (14%) |
14% |
3537 |
13% |
10-19 años |
108 (22%) |
165 (31%) |
273 (27%) |
27% |
6040 |
22% |
20-30 años |
69 (14%) |
83 (15,5%) |
152 (15%) |
15% |
.... |
.... |
30-50 años |
94 (19,5%) |
78 (15%) |
172 (17%) |
17% |
.... |
.... |
>50 años |
82 (17%) |
64 (12%) |
146 (14%) |
14% |
.... |
.... |
1. Capacitar al personal de respuesta a desastres del ejército para que se disponga de personas que conozcan el manejo del programa SUMA para responder adecuadamente a futuros desastres. Además, que se establezca una unidad capacitada en respuesta de desastres del ejército como una unidad permanente en Bolivia para eventuales desastres.
2. Es necesario continuar verificando las necesidades de saneamiento básico, comida y salud de las poblaciones sin vivienda. Los propietarios con viviendas habitables deben regresar a sus domicilios y los grupos sin vivienda que permanecen en los campamentos deben seguir recibiendo todos los servicios necesarios para evitar enfermedades y hacinamiento. Aunque los propietarios son más numerosos que los inquilinos, ambos grupos deben volver a sus domicilios lo más rápidamente posible, siendo sin duda el de los inquilinos el grupo de riesgo más vulnerable.
3. Es necesaria la supervisión continua de los campamentos a medida que vayan siendo desmontados. También se deben incorporar procesos de vigilancia activa y pasiva durante los desastres que ayuden a apoyar los sistemas de vigilancia de los departamentos. La creación de subcomisiones en cada departamento es necesaria para coordinar y preparar los planes de contingencia que aseguren una respuesta inmediata en caso de emergencia.
4. Imprimir material didáctico y de divulgación para los tres niveles ecológicos y en varios idiomas, indicando los mecanismos de prevención, respuesta y recuperación en caso de desastre. Se debería aprovechar el interés demostrado para desarrollar el sistema de defensa civil, servicio de defensa civil, capacitación del personal, trabajo intersectorial y desarrollo de la ley de desastres y su perfeccionamiento.
5. Implementar medidas de prevención, educación escolar, recreación, asistencia psicológica, alimentación y atención a la salud.
6. Desarrollar acciones de recuperación, reinserción y rehabilitación, con desplazamiento hasta áreas aisladas para reunir información sobre las necesidades de la población y proporcionar ayuda necesaria en el campo de la salud, agua y saneamiento y vivienda.
7. Capacitar a la población de Aiquile para la reconstrucción de la ciudad. Esto daría oportunidades de trabajo, mejoraría su nivel económico y ayudaría a mitigar los efectos del terremoto.
8. Apoyar a los grupos vulnerables en general, mujeres 534/1051 (53%), niños 269/1015 (26%) y ancianos 146/1015 (14%), con acciones de recuperación y prevención en los campos de la salud, educación, alimentación y vivienda.
9. Se recomienda utilizar como mecanismo alternativo de difusión de información la radio y la televisión, ya que una elevada proporción de la población no sabe leer ni escribir, o no habla otro idioma fuera del quechua.
10. Fortalecer los recursos del Hospital Carmen López y del Hospital de la CNS para incrementar la cobertura. Estudiar cómo incrementar la colaboración interinstitucional de los tres sectores para proyectar esta alianza estratégica en el marco de la participación popular.
11. La reconstrucción deberá ser estudiada por ingenieros para contemplar la posibilidad de un tipo de adobe que sea más resistente a posibles sismos o cambiar el material de construcción a ladrillo o cemento.
12. Proveer cocinas de gas y mejorar el acceso a electricidad, radio, televisión y transporte para fomentar el proceso de mitigación y recuperación de la población de Aiquile.
13. Aumentar la construcción de servicios de saneamiento básico, o por lo menos letrinas temporales, con el objetivo de prevenir brotes de enfermedades. Proveer mayor cantidad de bidones seguros para almacenar agua. Es necesaria mejorar las instrucciones sobre manejo higiénico del agua (hervir y clorar). Solo 19% de la población tiene estos conocimientos.
14. Desarrollar una guía de fácil lectura y comprensión con información sobre desastres para todos los niveles de la población, funcionarios municipales, niveles prefecturales y nacionales.
15. Mejorar el sistema de referencia y contrarreferencia de heridos en caso de desastres, sistema de registro de datos y certificados de defunción durante y después del desastre. Mejorar el registro de fallecidos y simplificar el sistema de certificados de defunción.
16. Poner a disposición de los equipos de rescate equipos para impedidos para maniobras de evacuación durante desastres.
17. Seguir construyendo módulos de saneamiento básico, con sanitarios y recolección de basuras.
18. Desarrollar planes anuales de contingencia que incluyan un mapa de riesgos por localidad, diseño de requisitos, presupuesto y personal necesario para desarrollar proyectos de respuesta y preparación a desastres.
19. Incentivar al personal de salud de base para que mantenga la vigilancia de las IRA con neumonías para que sean reportadas y se puedan tomar las medidas necesarias.
Reforzar el sistema de vigilancia durante los desastres y después de ellos. Se debe capacitar al personal médico y paramédico sobre la importancia de que la información obtenida durante la vigilancia sea transmitida a todo el personal.
20. Se recomienda mantener la vigilancia pasiva y activa de ED e IRA en los campamentos que no pertenezcan a la OPS o que no disponen de ayuda exterior.
21. Durante la fase de movilización de escombros y reconstrucción, los niños no deben estar en las áreas con polvo. Toda medida a este respecto ayudará a evitar los casos de conjuntivitis e IRA.
La recomendación principal es hacer operativo el Grupo de Respuesta Rápida en Agua y Saneamiento en la fase de respuesta inmediata a desastres, con capacidad operativa a nivel regional, de manera que la OPS pueda ofrecer una nueva alternativa de respuesta a desastres naturales para todos los países de las Américas.
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