En general, las autoridades sanitarias no tienen responsabilidad directa sobre el establecimiento y la administración de los campamentos y asentamientos provisionales. Sin embargo, como muchos de los aspectos de la administración del campamento repercuten en la salud de sus residentes, el coordinador del sector salud para la gestión de desastres debe intervenir en la toma de las decisiones lo más pronto posible.
Los asentamientos provisionales o los campamentos más permanentes surgen por diferentes razones. Tras las inundaciones, las personas pueden verse forzadas a mudarse a tierras secas más elevadas. Estos asentamientos suelen desaparecer espontáneamente cuando las aguas vuelven a su nivel normal, pero pueden prolongarse si la inundación daña gravemente los terrenos agrícolas o donde hay construcciones.
Tras los terremotos o vientos destructivos, algunas personas que perdieron sus hogares pueden no encontrar alojamiento junto a parientes o amigos. Si los temblores persisten o si se percibe un riesgo continuado, las personas suelen desplazarse a espacios abiertos, parques o campos.
La asistencia humanitaria debe prestarse en el hogar de los damnificados o en su proximidad. Siempre que sea posible, deberá evitarse la creación deliberada de campamentos. Estos, al igual que los campamentos y asentamientos provisionales producen más problemas de los que resuelven, ya que conllevan mayores probabilidades de que aparezcan enfermedades transmisibles una vez pasado el período inmediatamente posterior al desastre y porque a menudo se convierten en permanentes, aún cuando no fuera esa la intención al crearlos.
Podría pensarse que al proveer de servicios a los campamentos la población tendiera a permanecer en ellos y volverse dependiente de la ayuda. Aunque ello puede ser cierto tras un período prolongado, rara vez se produce a corto plazo. En general, las personas prefieren recuperar sus vidas y entornos habituales y la dependencia, cuando surge, suele deberse a que no tienen otra alternativa.
El establecimiento de campamentos y asentamientos cumple dos objetivos. El primero consiste en garantizar que sus habitantes consigan un nivel de vida lo más parecido posible al que alcanzan grupos similares en el país que no residen en campamentos. Sobre todo en los asentamientos provisionales, los trabajadores y organizaciones voluntarias a veces proporcionan servicios, alimentos y viviendas muy superiores a los que los damnificados tenían antes y que volverán a tener una vez cese la emergencia. Esto produce roces con la población vecina y hace que los refugiados adquieran expectativas que las autoridades nacionales no podrán cubrir. El segundo objetivo consiste en minimizar los costos de capital y recurrentes y el grado en que el funcionamiento del campamento requiere una administración externa continua.
La localización de campamentos y asentamientos debe establecerse en los planes para desastres. Si no se hizo así, deberá elegirse un sido adecuado lo antes posible, ya que ello afectará a todas las demás decisiones en cuanto a disposición y provisión de servicios. El lugar debe tener un buen drenaje y no debe ser propenso a las inundaciones estacionales, a los derrumbes, maremotos ni marejadas y debe encontrarse lo más cerca posible de una carretera principal para facilitar los suministros. Si se espera recibir ayuda internacional, debe optarse por un lugar que tenga acceso relativamente fácil a un aeropuerto o a un puerto. La localización del campamento fuera de las áreas urbanas ya existentes facilita el acceso y puede reducir los problemas administrativos, pero para un asentamiento a largo plazo, una localización próxima a una comunidad ya existente facilita el transporte y la búsqueda de empleo.
Alrededor de las áreas urbanas, donde la demanda de tierra es alta, los predios posibles para instalar campamentos podrían estar disponibles precisamente porque no son adecuados para uso residencial. Debe considerarse la posibilidad de comprar terrenos o de utilizar tierras del gobierno.
Las comunidades permanentes se caracterizan no solo por sus construcciones y calles, sino también por su lazos sociales. Cuando las personas comparten servicios y tienen necesidades comunes, se establece un sistema de obligaciones mutuas que regulan el comportamiento relacionado con la protección de la propiedad, los desechos y aguas residuales, el uso de letrinas y las áreas de juego de los niños. En las poblaciones marginales, estos mecanismos pueden ser inadecuados, pero en los campamentos pueden faltar por completo. Esta falta de cohesión social contribuye a la transmisión de enfermedades (p. ej., por no usar las letrinas) y dificulta la administración. Una atención adecuada y oportuna a la distribución física reducirá estos problemas.
Los campamentos deben diseñarse de tal manera que agrupen pequeños núcleos familiares alrededor de los servicios comunales. El acceso a un grupo de servicios concretos (letrinas, puntos de distribución de agua) debe limitarse a un grupo determinado de personas y las comunidades individuales dentro del campamento deben ser lo suficientemente pequeñas como para estimular el desarrollo de estructuras sociales. Muchas de las tareas administrativas, como el mantenimiento de las letrinas o la vigilancia de las enfermedades, pueden delegarse en parte en estos grupos, en lugar de asignarlas a una mano de obra asalariada. El campamento puede ampliarse sin disminuir la calidad de los servicios, añadiendo unidades en su periferia. Deben crearse áreas para la administración, recepción y distribución de los residentes del campamento, servicios de almacenamiento, lugares de distribución de suministros y áreas recreativas.
Los diseños en cuadrícula, con áreas cuadradas o rectangulares para las viviendas cruzadas por calles paralelas, ampliamente utilizados en el pasado, ofrecen la ventaja de que resulta fácil incorporar los sistemas de agua, drenaje y electricidad al plano del campo cuando el terreno disponible es limitado y permiten, además, acomodar a una alta densidad de población. Esta última ventaja también puede ser una desventaja, ya que es probable que faciliten la transmisión de enfermedades. Los campamentos en cuadrícula son relativamente inapropiados para familias y se deben evitar, especialmente, si se van a utilizar por mucho tiempo.
Suministro de agua
La cercanía a una fuente segura de agua es uno de los criterios más importantes al elegir un sitio para establecer un campamento. Si este se encuentra cerca de un abastecimiento público de agua, podrá hacerse una conexión al mismo, lo que permitirá solucionar un problema importante. También pueden usarse otros sistemas y fuentes, como las bombas y purificadores autónomos, pero estos son más costosos y requieren un mantenimiento continuo. En algunas áreas, los pozos entubados o excavados pueden proporcionar agua potable barata y de alta calidad.
Es frecuente que el agua almacenada en depósitos provisionales, como los tanques plegables o los contenedores domésticos, se contamine. Para prevenir este problema, debe mantenerse una cloración adecuada y el cloro residual y el estado bacteriológico del agua debe examinarse diariamente. El ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) recomienda suministrar un mínimo de 15 litros de agua potable por persona por día para cubrir las necesidades de los hogares.
Eliminación de excretas
El saneamiento adecuado es un elemento esencial para prevenir las enfermedades diarreicas. Debe disponerse de al menos una letrina por cada 20 personas y las letrinas deben estar situadas en lugares de fácil acceso desde cualquier punto del campamento, para estimular su uso. Lo ideal es que exista una letrina por familia.
Servicios de salud
Si el campamento está bien organizado y dispone de saneamiento, agua y alimentos suficientes, las condiciones de salud serán similares a las del resto de la población. A menos que se justifique por razones médicas, deberá evitarse que el cuidado de salud para los residentes sea superior al de la población general. Los servicios de salud pueden estar a cargo de voluntarios o del personal de salud gubernamental asignado al campamento, pero también pueden proporcionarse aumentando la capacidad del servicio de salud más cercano. Los servicios de salud deben centrarse, sobre todo, en la prevención de enfermedades transmisibles específicas y establecer un sistema de notificación de salud.
![]() |
![]() |