La clave para la administración apropiada del socorro en casos de desastre radica en la determinación rápida y segura de las necesidades de emergencia con posterioridad al impacto repentino de las catástrofes naturales y, por ende, representa un asunto de gran interés para los organismos especializados. Un grupo de 25 expertos de América Latina y de varios organismos de las Naciones Unidas como UNDRO, ECLA, FAO, OMS/OPS y PMA se reunieron para discutir el tema en la sede de ECLA en México del 14 al 17 de mayo pasado.
Los participantes se dividieron en grupos encargados de analizar los cuatro sectores principales en los que se necesitan indicadores de evaluación normalizados, a saber, agricultura y alimentación, atención de salud, saneamiento ambiental y servicios de infraestructura y apoyo.
Los grupos puntualizaron las decisiones en materia de política que es preciso adoptar durante las fases de emergencia (0-7 días), emergencia diferida (7-30 días) y rehabilitación (1-12 meses), respectivamente. Enseguida determinaron la clase de información que necesitará enviar el personal técnico a las respectivas autoridades en cada una de esas fases.
Como resultado de esta reunión intersectorial, fue posible acopiar un gran volumen de datos y criterios de administración. Se incorporará al tema de microcomputadores una lista detallada de indicadores empleables con posterioridad a un desastre, con el fin de analizarlos más ampliamente y de refinar las prioridades. El documento final se enviará a los expertos que trabajan sobre el terreno a nivel nacional, para fines de revisión. En su programa quinquenal, la OPS ha asignado prioridad al proyecto de creación de instrumentos de evaluación y a la capacitación en el uso de los mismos de un grupo de funcionarios nacionales.
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