Más de 2000 participantes tuvieron la oportunidad sin precedentes de intercambiar experiencias y llegar a un acuerdo sobre las prioridades para la segunda mitad del Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales (DIRDN), durante la Conferencia Mundial celebrada en Yokohama, Japón del 23 al 27 de mayo.
Cooperación Regional Resalta en
Conferencia Mundial
Dos sesiones del Comité Central de la Conferencia Mundial estuvieron dedicados a la presentación de informes regionales. Se formaron los grupos de participantes de acuerdo a la experiencia coman de vulnerabilidad a 106 desastres entre naciones. Cabe notar que una vulnerabilidad análoga no se limita necesariamente a determinada ares geográfica.
Fotografía: OPS/OMS
Desde 1990, 140 naciones han mostrado su apoyo al Decenio formando los Comités Nacionales DIRDN, y dos terceras partes de éstos presentaron informes en la Conferencia Mundial sobre la situación actual de las actividades de reducción de desastres en sus países. Estos informes reflejan las preocupaciones de las autoridades responsables, los científicos y de aquellos quienes ejercen esta disciplina en lo que concierne a la disparidad cultural, social y a la realidad económica existente en el mundo entero y las características físicas y naturales de los estados participantes, factores que determinan su progreso para reducir los desastres naturales.
En la Región de las Américas, como en otras partes, la tragedia de un país ha impulsado a los países vecinos a analizar sus propios niveles de preparación para desastres, ya que las sendas de los huracanes o las fallas sísmicas no están limitadas a ciertas fronteras. Sucede en muchas ocasiones, sobre todo en el caso de países pequeños, que es un país vecino a quien primero se le solicita ayuda de emergencia. Reconociendo las características de los esfuerzos para la reducción de desastres con un enfoque regional, los informes de proyectos realizados exitosa y conjuntamente entre países en desarrollo, así como los planes de actividades para África, Ásia, Europa, la cuenca del Mediterráneo y la América Latina, fueron objeto de primordial atención en las sesiones del Comité Central que organizó la OPS/OMS durante la Conferencia Mundial.
¿Cómo pueden las proclamaciones sobre reducción de desastres, hechas a nivel global, o los esfuerzos de la comunidad internacional, o las aportaciones de la ciencia traducirse en apoyo para los primeros en responder o reducir el riesgo de las poblaciones más vulnerables' Los primeros en responder a un llamado de emergencia durante los desastres son quienes se encuentran ubicados en la comunidad afectada. La "cultura de preparativos" empieza con la familia, o una escuela, o los empleados en un centro de salud. Mientras que el Plan de Acción de Yokohama representa un consenso sobre las metas para todas las naciones, quedó claramente establecido que la responsabilidad de implementar esos planes debe originarse en un nivel local, más que global.
Los participantes de la Conferencia identificaron ciertas actividades, tales como la creación de códigos de construcción, sistemas de alerta temprana, y planteamientos sobre entrenamiento y preparativos de la comunidad que requieren del apoyo internacional, pero que se beneficien siendo ejecutadas a nivel regional y nacional. No es posible aplicar normas uniformes de estos campos en forma universal. Por ejemplo, los reglamentos para la construcción utilizados en California, no pueden aplicarse igualmente para proteger los edificios del Caribe, vulnerables a los efectos tanto de la actividad sísmica como de los vientos huracanados. Sin embargo, se puso de manifiesto durante las numerosas sesiones de trabajos científicos de la Conferencia, que los conocimientos técnicos que se aplican a una situación pueden utilizarse y adaptarse satisfactoriamente a las condiciones que prevalecen en otra localidad.
La declaración de Yokohama redactada por los participantes establece que "El mundo está ligado cada día más por factores interdependientes. Todos los países actuarán conforme a un nuevo espíritu de solidaridad para construir un mundo más seguro con base en intereses mutuos y en una responsabilidad compartida para salvar vidas, ya que los desastres naturales no respetan las fronteras". Una de las tareas más difíciles para la comunidad internacional y los donantes es poder determinar como poner en vigor normas que han sido adoptadas en el marco del DIRDN y como invertir óptimamente los recursos financieros que son cada día más escasos. Es posible lograr un mejoramiento en la mitigación de desastres fortaleciendo las redes de información ya establecidas entre los países, así como estableciendo o fortaleciendo los centros regionales para la reducción de desastres, y fomentando las leyes instituidas por grupos de países con el fin de implementar medidas encaminadas a reducir los desastres.
Para recibir copias de la documentación de la Conferencia Mundial, escriba al Centro de Documentación de Desastres Apartado Postal 3745, 1000 San José, Costa Rica Fax: (506) 231-5973 Internet: rperez@cariari.ucr.ac.cr
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