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Simposio Regional sobre Accidentes Químicos (Pan American Health Organization (PAHO) / Organización Panamericana de la Salud (OPS), 1994)

2. Antecedentes

Actualmente se estima que unas 100.000 sustancias químicas se emplean comercialmente en todo el mundo y que su número sigue aumentando; asimismo, hay un número desconocido de productos de la degradación, metabolitos, sustancias químicas naturales e intermediarios químicos a los que pueden quedar expuestas las personas. Muchas de estas sustancias están presentes como contaminantes en los alimentos los productos comerciales y los diversos ambientes. Aunque no todas estas sustancias se producen en cantidades que justifiquen una evaluación toxicológica detallada, la tarea de proteger al público de la exposición nociva que entrañan las sustancias químicas es muy amplia. Ya en los anos sesenta se consideró que someter a examen selectivo y a prueba un número tan grande de sustancias químicas era casi imposible de documentar. Es evidente que el método que consiste en evaluar y gestionar los riesgos para la salud de cada sustancia química, aplicado individualmente, no puede ser una estrategia eficaz de protección de la salud pública.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo, en 1972, reconoció la necesidad de un programa internacional mediante el cual los países pudieran unir sus recursos limitados y coordinar los ensayos y la evaluación de las sustancias químicas; en 1977, la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS apoyó las propuestas para formular dicho programa. La Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Mundial de la Salud firmaron en 1980 un Memorando de Entendimiento estableciendo el Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas (IPCS).

2.1 Programa internacional de seguridad de las sustancias químicas (IPCS)

El IPCS es un programa en colaboración de organismos de las Naciones Unidas, cuya finalidad es proveer la información científica evaluado a escala internacional que sirva de base a los países para que puedan formular sus propias medidas de seguridad química y, mediante la cooperación internacional, fortalecer los medios y la capacidad de los países para prevenir y corregir los efectos perjudiciales de los productos químicos y hacer frente a las emergencias que ocasionan.

El Programa opera en los países a través de una red de instituciones participantes en el IPCS designadas por ellos para realizar actividades concretas y apoyar el trabajo del IPCS. Algunas de estas instituciones han contribuido activamente al éxito del programa, mientras que otras ano no han empezado a participar. Además, el IPCS ha establecido relaciones de trabajo con algunas otras organizaciones, asociaciones y organismos profesionales intergubernamentales y no gubernamentales internacionales, que llevan a cabo actividades importantes en el campo de la seguridad de las sustancias químicas.

El contenido del programa del IPCS, que se integró a principios de los años ochenta, se compone de los elementos que se describen a continuación.

· Evaluación de riesgos de los productos químicos prioritarios. Los resultados más conocidos de este componente son los documentos de la serie Criterios de Salud Ambiental, de los que se han publicado más de 160. Son resúmenes integrales de la información científica sobre sustancias químicas individuales o en grupos específicos, incluida una evaluación de los riesgos sanitarios y ambientales, destinados a orientar a los especialistas para que tomen decisiones fundamentadas acerca de la gestión de los riesgos para la salud humana y el ambiente. Las Guías de Salud y de Seguridad (de las que se han publicado 87) son una segunda serie de documentos cortos que resumen la información sobre toxicidad en lenguaje no técnico, y proveen asesoramiento práctico sobre temas tales como almacenamiento seguro, manipulación y desecho de sustancias químicas; prevención de accidentes y medidas de protección sanitaria; primeros auxilios y tratamiento médico, incluida la atención de casos de exposición aguda, y procedimientos de limpieza. La tercera serie es la de las Fichas Internacionales de Seguridad Química (de las que se encuentran a disposición unas 700), que resumen la información sobre la salud y seguridad de las sustancias químicas. Están concebidas para su uso en talleres, fábricas, explotaciones agrícolas y otros lugares de trabajo. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS) está produciendo una serie de documentos titulada Monografías del CIIC sobre la evaluación de los riesgos carcinogénicos para los seres humanos (de las que hasta la fecha se han publicado cerca de 60 volúmenes).

Con respecto a la evaluación de riesgos de ciertas sustancias químicas relacionadas con los alimentos, el IPCS provee el componente toxicológico de las actividades conjuntas FAO/OMS: el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA) se ocupa no solo de los aditivos alimentarios, sino también de ciertos contaminantes y residuos de fármacos veterinarios en los alimentos, y la Reunión Conjunta FAO/OMS sobre Residuos de Plaguicidas (JMPR) se encarga de los residuos de los plaguicidas en los alimentos. Esta última actividad se está ampliando en la Reunión Conjunta sobre Plaguicidas (JMP) para tratar la evaluación de los riesgos toxicológicos de los plaguicidas en diversos ambientes y en los alimentos. Se han evaluado o reevaluado unos 700 aditivos alimentarios, 55 fármacos veterinarios, 220 plaguicidas y 20 contaminantes químicos relacionados con los alimentos.

Otras actividades del IPCS son:

- la preparación (conjuntamente con la FAO) de las Hojas de Datos Técnicos sobre Plaguicidas (de las que hay unas 94), que son resúmenes de la información evaluado de los plaguicidas usados en las actividades relacionadas con la salud humana;

- la revisión periódica de la Clasificación Recomendada de los Plaguicidas por Riesgo y las Guías para la Clasificación de la OMS;

- la contribución del componente toxicológico para la revisión periódica, con la División de Higiene del Medio de la OMS, de las Directrices para la Calidad del Agua Potable, de la OMS, y

- la contribución del componente toxicológico para la revisión periódica, con la OMS (EURO), de las Directrices para la Calidad del Aire de la OMS.

· Metodología la evaluación de riesgos. El objetivo de este componente es la elaboración, ensayo, validación y armonización de métodos toxicológicos y ecotoxicológicos, experimentales, clínicos y epidemiológicos para evaluar los riesgos químicos. Incluye las monografías publicadas de la serie Criterios de Salud Ambiental (de las que están disponibles unas 16), además de un número similar de documentos de orientación. También se han publicado los resultados de tres estudios en colaboración.

· Prevención y tratamiento de intoxicaciones. El contenido de este componente se basa en una encuesta llevada a cabo en 1985 que produjo la lista siguiente de los ámbitos que requirieron colaboración internacional:

- el establecimiento de normas para el control de productos tóxicos;

- la validación y la disponibilidad de los antídotos usados en el tratamiento de intoxicaciones;

- la armonización de la información necesaria para el diagnóstico y tratamiento de intoxicaciones, incluida la información de casos y la elaboración del sistema de información computadorizado compatible;

- la elaboración de programas de vigilancia de tóxicos y prevención de tóxicos, así como los estudios epidemiológicos correspondientes;

- el establecimiento de un mecanismo para intercambiar experiencias sobre la función que desempeñan los centros de toxicología en la respuesta a los accidentes graves de intoxicación química, y

- la formación y capacitación de los recursos humanos necesarios para el control de tóxicos.

Los resultados de este componente del programa son: las normas para las instalaciones de control de intoxicaciones; los manuales para la prevención y el tratamiento de primeros auxilios de las intoxicaciones y de las técnicas toxicológicas analíticas básicas; las monografías de las sustancias tóxicas comunes (hay unas 60 monografías de información sobre tóxicos en existencia), los antídotos y otras sustancias y técnicas usadas en el tratamiento de los pacientes intoxicados (se han publicado y están en preparación cerca de una docena de monografías), el soporte lógico de la información de tóxicos (IPCS/INTOX) para la gestión de información en las instalaciones de control de tóxicos; y los sistemas para la recopilación sistemática de datos armonizados sobre los casos de intoxicación y la vigilancia de tóxicos, así como para la difusión de información sobre el control de tóxicos.

· Respuesta médica a las emergencias químicas. Su finalidad es proveer al sector de la salud la orientación y los medios para colaborar con los servicios de urgencia en respuesta a los accidentes ocasionados por productos químicos, incluido su seguimiento. La OCDE, el Programa de Industria y Medio Ambiente del PLUMA, la OMS (ECEH) y el IPCS publicaron conjuntamente en enero de 1994, un documento de orientación sobre la función del sector de la salud en los accidentes graves ocasionados por sustancias químicas. Consta de tres documentos: (1) Principios rectores para los responsables de las decisiones y las políticas; (2) Guía técnica para los profesionales de la salud y otros que participan en cuestiones de salud y accidentes químicos, y (3) Lista de verificación de asuntos para los funcionarios responsables de los ministerios de salud, medio ambiente y otros. Se están organizando talleres regionales y nacionales basados en el documento de orientación. Se está preparando más orientación para el seguimiento de los accidentes químicos.

· Formación de recursos humanos y capacitación. Se dirige al fortalecimiento de la capacidad y los medios de los países para controlar los riesgos químicos mediante la capacitación y la educación de grupos destinatarios específicos. Se han preparado módulos de capacitación y diversos materiales de orientación para promover la comprensión de los riesgos químicos, los usos de los datos de las pruebas toxicológicas, la evaluación de riesgos y el uso seguro de los productos químicos en una variedad de condiciones, el uso particularmente seguro de los plaguicidas, la prevención de intoxicaciones y su tratamiento, y la epidemiología ambiental. Existe un manual de Asuntos de Seguridad Química que proporciona orientación para la manipulación y el desecho seguro de sustancias químicas en los laboratorios; se está preparando un curso de capacitación sobre el uso del programa IPCS/INTOX, además de normas para fortalecer los programas de seguridad de las sustancias químicas naturales. El IPCS ha organizado o copatrocinado unos 50 cursos de capacitación para los países en desarrollo, principalmente con el fin de aumentar la conciencia de los funcionarios encargados de las decisiones de alto nivel en cuestiones de seguridad de las sustancias químicas o de adiestrar instructores y profesionales cuidadosamente seleccionados en la comprensión de la naturaleza de los riesgos químicos, el uso de los datos de las pruebas toxicológicas y ecotoxicológicas, la pertinencia de la evaluación de riesgos en el proceso decisorio, el uso seguro de plaguicidas, la prevención y el tratamiento de intoxicaciones, el uso del programa IPCS/INTOX, y la epidemiología.

Como resultado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), la función y el alcance del IPCS han continuado evolucionando (ver la sección 2.3).

2.2 Programa de seguridad de las sustancias químicas de la AMRO/OPS

En enero de 1984, el Consejo Ejecutivo de la OMS aprobó una resolución que promovía la participación activa de los países en desarrollo en el IPCS. Una de las solicitudes de la resolución era la participación cada vez más activa en el Programa de todas las Oficinas Regionales de la OMS con miras a fortalecer la cooperación técnica con los Estados Miembros en el campo de la seguridad de las sustancias químicas.

La XXX Reunión del Consejo Ejecutivo, celebrada en septiembre de 1984, aprobó la resolución XIV sobre el IPCS. La resolución instaba a los Gobiernos Miembros a participar en las actividades del Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas y a apoyar las políticas y las estrategias a ser adoptadas en la Región. También solicitó del Director que adoptara medidas para evaluar el estado de la seguridad química y el marco de referencia para las propuestas de un Programa Regional a Mediano Plazo.

El estudio de evaluación se llevó a cabo en 1985 y sus resultados indicaron que "había razones para presumir la existencia de pruebas de varios problemas de salud relacionados con la exposición a sustancias químicas mediante sus concentraciones en los ambientes naturales y ocupacionales". Se publicó un resumen extenso de los datos y la información obtenidos en un informe titulado Programa Regional de Seguridad de las Sustancias Químicas. En este informe también se esbozó un conjunto detallado de estrategias y actividades específicas del Programa a Mediano Plazo (PMP) para el período 1986-1989. El contenido del informe fue apoyado por la XXII Conferencia Sanitaria Panamericana.

Basándose en las estrategias y actividades programáticas establecidas en el PMP, la AMRO/OPS ejecutó varios planes anuales de trabajo. Originalmente se previa que un comité interdepartamental planificara y supervisara la ejecución del programa. Sin embargo, la falta de una estructura orgánica definitiva y el presupuesto afín le restó eficacia a este plan. El programa fue ejecutado principalmente por el Centro Panamericano de Ecología Humana y Salud (ECO) con el Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente (CEPIS) y la Oficina de la OPS en Washington, D.C., que llevaron a cabo partes más pequeñas del Programa Regional del IPCS. En todas las actividades, el personal nacional de la AMRO/OPS brindó un apoyo administrativo y técnico sustancial.

El ECO mantuvo en gran medida los contactos de trabajo (participación en las reuniones, examen de documentos, etc.) con el IPCS Mundial. El personal del ECO también participó en muchas de las reuniones y cursos de capacitación auspiciados en la Región por el IPCS Mundial.

Con el transcurso de los años, muchos organismos multilaterales, bilaterales y gubernamentales proveyeron apoyo financiero significativo al Programa Regional de Seguridad de las Sustancias Químicas.

Además, en años recientes se trabajó más intensamente para coordinar mejor la programación de los planes de trabajo semestrales y anuales de las diversas entidades de la AMRO/OPS (país, ECO, CEPIS y Oficina de Washington). Este cambio ha demostrado ser eficaz en el sentido de que se está logrando un método regional más integral de control de los productos químicos en el medio ambiente.

El Programa Regional de Seguridad de las Sustancias Químicas hasta la fecha se ha concentrado en las siguientes esferas:

· formulación de planes nacionales en zonas prioritarias de la seguridad química;
· generación e intercambio de información;
· mano de obra, y
· desarrollo institucional.

En el transcurso de los años, el Programa ha logrado considerables contribuciones en cada una de estas zonas. A título ilustrativo, en el Anexo I se resumen los resultados del programa en 1994.

2.3 Conferencia de las naciones unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo (CNUMAD)

Después de la Conferencia de Estocolmo, celebrada en 1972, se inició un gran número de políticas, programas y proyectos tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, con los años, fue aumentando la conciencia de que no basta con controlar el deterioro ambiental a nivel local y regional y que la salud de nuestro planeta todavía estaba en peligro. La Comisión Bruntland recomendó firmemente que el desarrollo económico y social fuera sostenible. Encargada de examinar los avances logrados desde la Conferencia de Estocolmo, en 1992 se celebró en Río de Janeiro la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD), que apoyó con entusiasmo el concepto del desarrollo sostenible.

Los preparativos para la CNUMAD tardaron varios años. La mayoría de los países de la Región participaron activamente tanto en las reuniones preparatorias como en la Conferencia misma. La Conferencia proporcionó un foro donde una multiplicidad de grupos diversos, intereses y grupos de países expresaran sus opiniones e inquietudes con respecto a la preservación de nuestro ambiente. Un resultado de la Conferencia es el Programa 21, formulado y tratado inicialmente durante las reuniones preparatorias. El Programa 21 aborda los problemas acuciantes del momento presente y también tiene por finalidad preparar al mundo para hacer frente a los desafíos ambientales del próximo siglo. Refleja un consenso mundial y un compromiso político al más alto nivel sobre la cooperación en materia de desarrollo y medio ambiente. Se prevé el establecimiento de estrategias, planes, políticas y procesos nacionales para lograr las metas y los objetivos planteados en los diversos capítulos del documento.

El capítulo 19 es particularmente pertinente al IPCS, en el sentido de que la Conferencia:

i) adoptó una estrategia internacional para la gestión ecológicamente racional de las sustancias químicas, que consta de seis áreas programáticas prioritarias:

· expansión y aceleración de la evaluación internacional de los riesgos de los productos químicos;

· armonización de la clasificación y el etiquetado de los productos químicos,

· intercambio de información sobre productos químicos tóxicos y el riesgo que entrañan los productos químicos;

· organización de programas de reducción de riesgos;

· fomento de la capacidad y los medios nacionales para la ordenación de los productos químicos, y

· prevención del tráfico internacional ilícito de productos tóxicos y peligrosos.

ii) solicitó que se reforzara al IPCS como el núcleo de la coordinación informada y una mayor cooperación en las actividades internacionales de seguridad química (ver la sección 3,2 (i)); y,

iii) solicitó el establecimiento de un mecanismo intergubernamental para la evaluación de los riesgos que entrañan los productos químicos y su gestión (ver la sección 3,2 (ii)).

La Conferencia instó a que se aceleraran los trabajos en curso, e indicó que había que conceder más importancia a las actividades del programa en el ámbito de la reducción y gestión de riesgos.

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