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La Salud Mental de los Refugiados (United Nations High Commissioner for Refugees (UNHCR) / Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) - WHO - OMS, 1997, 144 p.)

Sección 7. Problemas de alcohol y de otras drogas

Objetivos del aprendizaje

Después de estudiar esta sección, debes estar capacitado para:

1. Explicar a miembros particularmente influyentes del grupo de refugiados y al personal de las actividades de socorro los riesgos del alcohol y de otras drogas para los refugiados.

2. Organizar a los refugiados para que tengan continuamente bajo vigilancia este tipo de problemas para prevenirlos o combatirlos.

3. Identificar a las personas que ya tienen problemas relacionados con el alcohol u otras drogas o que están muy expuestas a tenerlos.

4. Cuidar de que se preste la ayuda apropiada a estas personas. Esta ayuda han de prestarla, a ser posible, otros miembros de la comunidad de refugiados.

5. Establecer conexiones con los servicios de salud para enviarles las personas que hayan tomado cantidades peligrosas de alcohol o drogas o aquellas que presenten otras complicaciones que no se puedan tratar en el seno de la comunidad de refugiados.

Los problemas del alcohol y de otras drogas, frecuentes en numerosas sociedades, pueden mitigarse en una población cuando esta se convierte en refugiada, pero también pueden agravarse.

Son varias las razones que explican que aumente el riesgo de problemas de alcohol y otras drogas entre los refugiados. Una vez que estos, así como las autoridades, sepan por qué se dan esos riesgos, se podrá hacer mucho para evitarlos y para ayudar a las personas afectadas.

Por qué se producen problemas relacionados con el alcohol u otras drogas

Las personas que consumen alcohol u otras drogas se arriesgan a tener muchos problemas, en particular de salud, familiares y personales, siendo el riesgo tanto mayor cuanto más grande sea el consumo. Es posible que algunas de las personas que están a tu cuidado hayan tenido esos problemas antes de ser refugiados.

Personas que consumían mucho alcohol o drogas (grandes consumidores) antes de ser refugiados tal vez redujeron o interrumpieron luego el consumo a causa de la conmoción y el desconcierto de la huida, pero son las más expuestas a tener problemas aún mayores una vez que se hayan establecido en la nueva comunidad si nada se hace para evitar que tengan de nuevo alcohol y drogas al alcance de la mano. Además, en toda comunidad de refugiados hay un número elevado de nuevos consumidores potenciales que rápidamente podrían convertirse en grandes consumidores.

Algunos refugiados comienzan a consumir alcohol u otras drogas como un medio para no afrontar sus problemas reales, a otros les sobra tiempo sin nada útil en que emplearlo y habrá quienes piensen: «¿Qué me importa a mí el futuro o lo que me suceda a mí o a los demás?». Cuando las familias y la sociedad dejan de controlar el comportamiento de la gente por las vías normales, existe el riesgo de que los jóvenes en particular empiecen a tomar alcohol o drogas.

Para que aparezcan problemas de alcohol o drogas, es menester que se constituya un mercado entre los refugiados. Pronto se suministrarán drogas a estos si pueden pagarlas. Los proveedores (traficantes) de drogas pueden con bastante facilidad aprovecharse de ellos para sus propios fines, incluidas las actividades ilegales, y pagarles con alcohol u otras drogas, buscando la manera de suministrar a los refugiados sin que lo sepan las autoridades.

Los refugiados arriesgan mucho si consumen alcohol u otras drogas con regularidad, ya que estas sustancias, que pueden ser muy dañinas para la salud, lo serán más todavía si los consumidores viven en condiciones de pobreza. Cuando los refugiados gastan en drogas el poco dinero que tienen les hacen la vida aún más difícil a los demás. Los problemas sociales causados por las drogas afectan no sólo a la familia, sino también a toda la comunidad de refugiados.

Si los refugiados consumen alcohol u otras drogas con regularidad, apenas se esforzarán por mejorar sus condiciones de vida, lo cual afectará a todos los demás refugiados. Aunque sean pocos los que empiecen a beber en exceso o a tomar otras drogas, ello repercutirá negativamente en la confianza y la disciplina de la comunidad entera.

¿Qué hacer?

Ayuda a los refugiados a organizarse para evitar que surja una demanda de alcohol o drogas en su comunidad. Es también importante evitar que personas de fuera suministren drogas a los refugiados.

Cómo ayudar a la comunidad

Explica, si es preciso, a los dirigentes de la comunidad de refugiados los riesgos de que se empiece en el campamento a tomar alcohol u otras drogas. Ponlos en guardia ante la posibilidad de que personas de fuera intenten crear una demanda de esas sustancias.

Los dirigentes comunitarios deben comprender que los refugiados son un blanco fácil para los traficantes de drogas, en especial si no están bien organizados y tienen poca o ninguna esperanza de volver a tener una vida social normal.

Incita a los diligentes de la comunidad a estar al acecho de los problemas que puedan presentarse. Pregúntales si piensan que el consumo de alcohol u otras drogas ha empezado ya o está en auge. ¿Creen que estos problemas podrían presentarse pronto? En tal caso, convendría que pidieran la ayuda de individuos o grupos de refugiados para evitar los problemas antes de que comiencen. Sería útil que impulsaran a la comunidad entera a intervenir para prevenir el consumo de drogas y alcohol y que averiguaran si hay personas foráneas intentando crear un mercado y, si las hay, quiénes son y de dónde vienen. Luego, podrían decidir cuál es la mejor manera de pararles los pies.

Una vez que los refugiados y sus diligentes se hayan hecho conscientes del riesgo, sigue discutiendo con ellos cómo se podría persuadir a la gente para que no tome drogas. Haz conscientes a todos y a cada uno de lo dañino que es el tráfico de drogas. Convence a los refugiados de que deben ayudarse unos a otros para no comenzar a tomar drogas o no seguir tomándolas. Dificulta que personas forasteras puedan sacar ventaja de las condiciones en que viven los refugiados.

Para prevenir los problemas de drogas, se ha de hacer todo lo posible por mejorar y mantener altos el bienestar general y la moral de los refugiados. Todos los refugiados deben sentirse útiles y deseosos de hacer el máximo unos por otros y por la comunidad. Si tienen cosas útiles que hacer y abrigan alguna esperanza en el futuro, será menos probable que tomen drogas. Advierte a toda la comunidad que los refugiados que toman drogas tienen más problemas que las personas que se drogan viviendo en comunidades normales.

Recuerda

· Pon de relieve los posibles efectos del consumo de drogas en el conjunto de la comunidad.

· Ayuda a la comunidad a comprender los riesgos del alcohol y de otras drogas.

· Incita a la comunidad a mantenerse siempre vigilante ante la posible aparición de problemas de drogas.

· Haz que la comunidad de refugiados se comprometa de cuando en cuando públicamente a poner fin al consumo de alcohol y otras drogas, así como a su producción y comercio ilegales.

· Consigue la participación de la comunidad entera en actividades de grupo orientadas a la ayuda mútua, a la espera de que se encuentre una solución más permanente a sus problemas.

· Dispón lo necesario para que los refugiados discutan cómo se deberían organizar para evitar que se consuman alcohol y otras drogas en su comunidad.

· Procura siempre suscitar y mantener viva la esperanza entre los refugiados.

Ayuda a los refugiados a comprender que impidiendo los problemas asociados al consumo de alcohol y otras drogas se evitará un cúmulo de males. Ello los animará a organizarse para protegerse a sí mismos y a la comunidad entera contra estos problemas.

Cómo ayudar a los individuos

Algunos refugiados en particular necesitan una atención y ayuda especial.

· Pregunta quiénes consumen alcohol u otras drogas y tienen problemas por este motivo.

· Observa si se dan formas de comportamiento que sugieran que se consume alcohol o drogas. Observa también si hay otros signos o efectos del consumo de alcohol o drogas como enfermedades orgánicas, traumatismos, ebriedad, o comportamiento extraño.

· Averigua si hay refugiados que eran consumidores habituales de alcohol u otras drogas antes de ser refugiados. Estos corren un riesgo especial y es probable que cualquier demanda o mercado de drogas comience por ellos.


Algunos refugiados necesitan ayuda especial para luchar contra el alcohol

Personas que eran grandes consumidores o consumidores con problemas

Los refugiados suelen saber si alguien de su comunidad toma drogas en forma perjudicial. Si ahora no hay problemas graves, pregunta a los diligentes de la comunidad u otras personas influyentes si conocen a alguien que, antes de ser refugiado, tuviera problemas por consumir alcohol o drogas o tomara drogas cada día.

Estas personas corren un peligro especial si se ponen a su alcance alcohol u otras drogas. Aun cuando no estén consumiendo drogas en la actualidad, se debe procurar que participen en actividades o reuniones comunitarias. Esto les ayudará a sentirse miembros apreciados del grupo. Es importante darles la oportunidad de hacer cosas, incluso pequeñas, en beneficio de todos los refugiados. Ahora que es refugiado, se debe ayudar al antiguo consumidor de drogas a sentirse más valorado que cuando las tomaba.

Consumidores actuales

· La comunidad sabe por lo común quién está tomando alcohol o drogas, bien sea porque ven que lo hace o porque presenta signos de tomar esas substancias. Todas las drogas causan problemas similares, pero cada una de ellas ejerce efectos específicos sobre los consumidores.

· Las drogas consumidas pueden ser diferentes según las zonas. La mayoría de la gente sabe cuáles son las drogas que más se toman en su zona respectiva. Aprende a reconocer qué características presentan la privación y la dependencia de las drogas más frecuentes en tu zona. Puedes saber cuál es la droga causante de dependencia por sus efectos y por los síntomas de abstinencia.

· Algunos consumidores toman alcohol u otra droga todos los días porque no pueden prescindir de ello. Estas personas son «dependientes». Tienen de ordinario muchos problemas: perjudican su propia salud, descuidan a sus familias y se convierten en una carga para estas y para la comunidad de refugiados.

Las personas dependientes de una droga necesitan tomarla con regularidad. Si no la tienen, o si les quitan el acceso a ella, sufren angustia y síntomas de privación (una mezcla de síntomas físicos y mentales). Se sienten mejor en cuanto toman de nuevo su droga.

· Algunas drogas son más causantes de dependencia que otras. Las diferentes drogas causan tipos diferentes de síntomas de privación. A veces estos síntomas parecen ser mentales: fuerte deseo de la droga, irritabilidad e incapacidad de concentrarse. La cocaína y el cannabis causan este tipo de síntomas. La heroína y el alcohol producen síntomas de privación físicos. La privación de heroína produce dolores por todo el cuerpo, dificultad para dormir, moqueo, lagrimeo y, a veces, diarrea. La persona que deja de tomar alcohol duerme mal, está irritable e inquieta, se siente enferma y a veces tiene temblores. En los casos peores, puede suceder que no esté plenamente consciente, se sienta aterrorizada, vea cosas imaginarias e incluso tenga ataques semejantes a los que causa la epilepsia. Suprimir de repente el alcohol a una persona dependiente de él puede ser peligroso y hasta causarle la muerte.

· Incluso las personas que no son dependientes de las drogas pueden tener problemas relacionados con ellas, como problemas de salud, una nutrición deficiente, problemas familiares, accidentes, peleas y otros problemas sociales. En un campamento de refugiados, el consumo de drogas puede causar problemas más rápidamente que en la vida normal.

· Cuando las drogas que se consumen son ilegales, surgen además problemas específicos: su distribución y venta van contra la ley y sus proveedores son delincuentes, lo que acarrea problemas especiales a la comunidad de refugiados. Puede suceder que también se considere delincuentes a los consumidores de drogas ilegales, con los riesgos adicionales consiguientes.

· Un riesgo de las drogas son la sobredosis (una dosis peligrosamente grande) y una mala reacción a una droga. Hay personas que tienen reacciones inhabituales a las drogas, pero esto no es frecuente. La sobredosis se produce principalmente con el alcohol y medicamentos como los barbitúricos y los tranquilizantes. La sobredosis puede llevar al coma e incluso a la muerte.

Como ayudar a las personas que reconocen tener un problema de drogas

En ocasiones se logra motivar a los consumidores de drogas a que se ayuden a sí mismos o acepten la ayuda de otros, con el resultado de que decidan no sólo dejar de tomar drogas, sino también vivir una vida más llena y enriquecedora. Ya el reconocimiento de que tienen un problema de drogas representa para los consumidores una buena oportunidad de resolverlo. Trabaja pacientemente con esas personas para ayudarlas a dominar sus problemas de drogas, dejar de consumirlas y modificar todo el comportamiento asociado con ese consumo. Esto puede resultar más fácil en un campamento de refugiados que en la vida normal ya que, al estar con otros refugiados, el consumidor de drogas está menos aislado.

· Averigua quiénes entre los refugiados están dispuestos a ayudar a los consumidores de drogas. Organiza un grupo de esas personas y reúnelas.

Explícales los riesgos del abuso de las drogas y discute con ellas cómo podrían ayudar a los consumidores a dominar su problema.

· Explícales que es muy importante hablar a los consumidores de drogas en forma amistosa. Sugiere que cada miembro del grupo se ocupe de hablar con un consumidor como parte del esfuerzo de la comunidad por controlar el problema. Diles que no den órdenes. Conviene que averigüen qué piensan los consumidores acerca de su problema y si es probable que vayan a poder controlarlo. Cada uno debe conversar diariamente durante una semana con el consumidor de drogas al que esté ayudando. Organiza después otra reunión de todo el grupo en la que cada uno cuente a los demás sus experiencias y las dificultades que ha encontrado y discutan todos la manera de superarlas.

· Pide al grupo de ayuda que discuta por qué muchos consumidores de drogas no consiguen resolver su problema. Explica que pueden ser muchas las razones de ese fracaso: no quieren cambiar porque no están interesados en ningún otro aspecto de la vida; están acostumbrados a ese modo de vivir; no se sienten parte de la sociedad o de su familia; tuvieron síntomas desagradables una vez que estuvieron cierto tiempo sin drogarse.

· Pregunta a los miembros del grupo de ayuda qué pueden hacer ellos para vencer esos obstáculos.

· Propónles que sigan viéndose durante las semanas siguientes con las personas a las que estén ayudando.

Es posible dejar de tomar drogas, y de hecho muchos lo hacen, en especial cuando otras personas tienen interés en ayudarlos. Los miembros del grupo de ayuda, con solo reunirse periódicamente con los consumidores de drogas, pueden ayudarlos a cambiar. También puede ayudarlos a cambiar el que la comunidad muestre interés por ellos. Los que viven en una comunidad de refugiados tienen la oportunidad de interesarse vivamente por los demás y sentirse solidarios.

El miedo a los síntomas de privación hace que muchos no quieran dejar de drogarse. La mayoría de los que consumen alguna droga pueden, si están decididos a ello, dejar de tomarla sin sustituirla por ninguna otra droga. En ocasiones suprimir de repente una droga puede causar serios síntomas que obliguen a recetar algún medicamento. Privarse de alcohol o de drogas no pone en peligro la vida salvo en el caso de muy pocas personas que son sumamente dependientes de esas sustancias.

Los miembros del grupo de ayuda deben saber cuándo se necesita asistencia especial, por ejemplo, cuando no se pueda encontrar a un médico en un caso de urgencia o surja algún problema particular. Ellos, tanto como tú, deben estar preparados para hacer frente a situaciones así.

Conviene establecer conexiones con los servicios de salud para las veces en que sea preciso enviar a un especialista las personas con complicaciones graves. Cuando los médicos o enfermeras visiten a los refugiados, discute con ellos la posibilidad de establecer este tipo de conexiones.

Problemas que puede provocar el consumo de alcohol u otras drogas

Embriaguez

Una persona ebria puede ponerse violenta y agresiva. Ciertas personas están siempre agresivas después de tomar alcohol, pero de ordinario pueden controlar su comportamiento agresivo si saben que los demás no lo aceptarán. Cuando una persona ebria se pone violenta en público lo mejor es hacer que se retire o persuadir a los demás para que se vayan. Nunca te enfrentes a alguien que esté borracho y agresivo ni intentes sujetarlo, no sea que se vuelva contra tí y te ataque. Suele ser preferible darle la razón e intentar sacarlo de la situación que esté dando lugar a su reacción violenta.

Sobredosis

La sobredosis puede hacer que se pierda el conocimiento. Vigila atentamente a las personas que estén inconscientes para evitar otros daños. Observa en particular su respiración. Los pacientes que se han desmayado después de tomar alcohol tienen a menudo niveles bajos de glucosa en la sangre, lo cual puede causar lesiones cerebrales que permanecerán incluso después de que el alcohol haya desaparecido del organismo. A una persona inconsciente no se le debe dar nada para que lo tome por la boca; un agente capacitado de salud le inyectará glucosa si la necesita.

Abstinencia

Los síntomas que experimentan las personas cuando dejan de tomar alcohol o drogas pueden aliviarse de diversas maneras. Algunas veces pueden ser necesarios medicamentos. El diazepam y fármacos similares pueden ayudar a prevenir los peligrosos efectos de la privación en las personas muy dependientes del alcohol. Esos medicamentos deben administrarse solo por breve tiempo y se debe ir reduciendo la dosis gradualmente.

Puede haber veces en que las personas que dejan de tomar alcohol no estén plenamente conscientes, tengan ataques, estén confusas o vean cosas que no existen. En tales casos se pueden administrar por breve tiempo medicamentos como el diazepam, con reducción gradual de las dosis.

No se debe dejar solas a las personas que se hallen en estado de privación del alcohol u otras drogas. Debe acompañarlas alguien que las conozca bien y sea capaz de comunicar con ellas y estimularlas para que se mantengan conscientes. El entorno también debe ser estimulante, con buena luz, por ejemplo. Si empeora mucho el estado de una persona que está en privación de alcohol, se le puede dar una pequeña cantidad de alcohol, especialmente si no se dispone de medicamentos.

Es también conveniente que los miembros del grupo de ayuda hablen a las familias de los que toman alcohol o drogas. Es importante alabar y felicitar a los que reducen o suprimen el consumo de drogas. La familia, los amigos y los miembros del grupo deben mostrar su satisfacción y darles ánimos.

Los miembros del grupo de ayuda pueden indicar a los consumidores de drogas otras cosas que estos podrían hacer para ganarse el respeto de todos. Reúne a los miembros del grupo y a los que han dejado de drogarse para comentar lo mucho que otras personas de la comunidad valoran el cambio. Unos y otros pueden proyectar juntos cosas que los antiguos consumidores de drogas podrían hacer y que serían bien vistas por la comunidad. Pueden discutir la manera de evitar toda recaída en las drogas.

Los antiguos consumidores de drogas pueden idear modos de interrumpir el suministro de alcohol y drogas a los refugiados. Así prestarán un servicio a la comunidad entera y reforzarán los lazos de lealtad mutua, aunando sus esfuerzos para protegerse contra toda manipulación por parte de los traficantes.

El grupo de ayuda debe mantenerse en contacto frecuente con los ex consumidores para ayudarlos a mantener el nuevo rumbo que han elegido. Así les será más fácil llegar hasta los consumidores actuales.

Los miembros del grupo de ayuda deben animar a los ex consumidores de drogas a que hablen con los consumidores actuales y les ayuden a dejar de drogarse. Explica a los miembros del grupo que es necesario un contacto frecuente y prolongado para estar seguros de que los ex consumidores no volverán a drogarse.

Una manera de ayudar a los que han dejado de tomar alcohol o drogas es encontrarles algo útil que hacer o incitarlos a que ellos lo busquen, por ejemplo, ayudar a otros consumidores a dejar de drogarse o cortar el suministro de drogas a los refugiados.

Todos deben dar muestras de lo mucho que aprecian los esfuerzos del grupo de ayuda. Ahora bien, no se debe olvidar que el éxito depende sobremanera de los esfuerzos organizados y constantes de la comunidad de refugiados para impedir la repetición de los problemas de drogas en el futuro.

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