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La Salud Mental de los Refugiados (United Nations High Commissioner for Refugees (UNHCR) / Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) - WHO - OMS, 1997, 144 p.)

Sección 6. Medicina tradicional y curanderos tradicionales

Objetivos del aprendizaje

Después de estudiar esta sección, debes estar capacitado para:

1. Reconocer los diferentes tipos de prácticos de medicina tradicional con los que tal vez vayas a tener que trabajar.

2. Establecer relaciones de cooperación con los prácticos de medicina tradicional.

3. Seleccionar prácticos de medicina tradicional para que trabajen contigo.

4. Evitar a los «charlatanes» médicos y las prácticas tradicionales peligrosas.

5. Estimular el recurso al tratamiento tradicional de los enfermos mentales cuando sea beneficioso y desaconsejarlo cuando sea nocivo o peligroso.

Los refugiados y los desplazados vienen en general de zonas donde la mayoría de la gente sigue haciendo uso de la medicina tradicional y solo unos pocos tienen acceso a una atención médica científica. La mayor parte de los refugiados nunca han pasado un examen médico ni han tomado medicamentos modernos, por lo que suelen tener miedo a un tipo de tratamiento al que no están acostumbrados. Esas personas con frecuencia malinterpretan la atención médica occidental. Por ejemplo, si un niño, al que se ha vacunado demasiado tarde contra el sarampión, contrae la enfermedad y muere, pensarán que la muerte ha sido causada por la vacuna y en consecuencia se opondrán resueltamente a toda vacunación en lo sucesivo.

Mucha gente se siente mejor atendida con el tratamiento tradicional al que están habituados que con el que recibirían en un hospital. No obstante, aunque algunas enfermedades pueden ser tratadas por métodos tradicionales, otras solo puede curarlas la medicina científica. Ahora bien, no sería prudente luchar contra los curanderos, ya que la mayoría de la gente confía en ellos y los consulta. Lo mejor, en beneficio de esa misma gente, es cooperar con los curanderos y no enemistarse con ellos. Los curanderos te tendrán confianza si tú confías en ellos. Asimismo si te tienen confianza y tú cooperas con ellos, tus pacientes también confiarán más en tí y te aceptarán de mejor gana.


Los curanderos tradicionales pueden con frecuencia aliviar el sufrimiento físico y el mental

Si trabajas en estrecho contacto con los curanderos tradicionales, verás que pueden tratar muchos problemas y enfermedades. Pueden a menudo aliviar el sufrimiento físico o mental, pero no pueden resolver todos los problemas. A veces la medicina científica tiene eficacia en cosas en que ellos no la tienen. Colabora para hallar la mejor manera de ayudar a la gente.

Ten presente que en general los refugiados y las personas desplazadas regresarán algún día a su país. Entonces, ya no podrán beneficiarse más de la medicina científica y tendrán que seguir recurriendo a los curanderos tradicionales.

Diferentes tipos de prácticos de medicina tradicional

Se suelen distinguir seis tipos principales de curanderos tradicionales, sin contar a las parteras tradicionales que asisten al alumbramiento y dan consejos sobre la asistencia a la madre y al niño. A continuación se describen esos seis tipos, si bien algunos curanderos aplican métodos pertenecientes a más de una de las categorías que siguen.

· Algunos curanderos escuchan primero las quejas de la gente y luego les hacen preguntas sobre sus síntomas. A continuación les recetan un medicamento hecho de plantas u otras sustancias o les prescriben otras clases de tratamiento físico. Aunque estos curanderos no efectúan una exploración física, trabajan en forma similar a los médicos y puede ser útil colaborar con ellos.

· Otros curanderos buscan conocer la naturaleza de la, enfermedad y los medios para curarla mediante la meditación o entrando en trance para obtener los consejos de un dios o espíritu. Afirman que sus conocimientos les vienen de una divinidad. El remedio curativo puede ser cierta planta que se debe recoger en determinadas circunstancias, o también una ofrenda a un espíritu o un dios en particular, o una dieta especial. Con frecuencia, estos curanderos predicen cuál será el curso de la enfermedad y qué le sucederá al enfermo. Puede que no sea fácil trabajar con estos curanderos ya que no se ve qué lugar pueden ocupar en un equipo de salud moderno, pero puedes intentarlo. En todo caso, mantén con ellos buenas relaciones y no te opongas a que la gente los consulte.

· En algunas culturas la gente cree que cada persona tiene un número determinado de almas. Estas almas pueden salir del cuerpo y andar errantes, especialmente por la noche cuando la persona sueña. Si una de las almas se pierde y no acierta a encontrar el camino de regreso, entonces la persona se enferma. Una persona dotada de poderes especiales, llamada «chamán» en algunas culturas, procurará encontrar el alma y hacerla regresar al cuerpo del enfermo. Es frecuente que el chamán entre en trance, durando el ritual varias horas o días. Por lo común, el chamán practica en su propia casa o en la casa de la persona que ha acudido a él, pero a veces se le permite practicar en las salas del hospital. Esto puede ser conveniente ya que evita al paciente salir del hospital para consultar al chamán.

· Algunos curanderos usan la magia como medio de curación porque creen que las enfermedades tienen origen sobrenatural. Piensan que las enfermedades son provocadas por espíritus que han sido ofendidos y buscan venganza o por operaciones de magia negra efectuadas por otras personas. Hay gente que cree que con la magia negra se puede hacer que un espíritu entre en el cuerpo de una persona y cause en ella problemas físicos o mentales. Los curanderos que recurren a la magia hacen sus diagnósticos de maneras muy diferentes. Según la persona que acude a ellos y según la cultura, utilizan rituales muy diferentes para contrarrestar la magia negra. Algunos de los rituales pueden ser útiles para tratar el sufrimiento psicológico. Parece posible trabajar con estos curanderos, ya que pueden contribuir a la solución de muchos problemas psicológicos y tratar algunos trastornos mentales.

· Hay personas que cuando se sienten enfermas o mal en el cuerpo o en el alma consultan a adivinos. Los adivinos les dan consejos y les dicen cuánto tiempo tardarán en sentirse mejor. Esto muchas veces las ayuda a mantener viva la esperanza cuando la vida es dura con ellas, pero puede también empeorar la situación si se les dice que nunca se recuperarán. Los adivinos emplean diferentes medios para averiguar lo que está sucediendo o va a suceder y a veces, para conseguirlo, entran en trance.

Tal vez no te resulte fácil trabajar con los adivinos porque es difícil saber qué van a decir a la gente, pero en conjunto lo más probable es que no harán daño. La gente cree lo que quiere o necesita creer. Puedes intentar trabajar con ellos, aunque quizás te resulte frustrante. Nunca impidas a la gente que los consulte.

· Algunas parteras tradicionales y prácticos de medicina tradicional, tanto hombres como mujeres, están especializados en el masaje tradicional. Más que en los músculos, el masaje tradicional suele centrarse en las arterias, las venas, los nervios, las articulaciones y otras partes del cuerpo. Se aplica el masaje con los dedos y la palma de la mano, pero a veces también con los pies, y se aprieta fuerte. El masaje suele ser útil para aliviar el dolor y la tensión, pero sus efectos pueden ser pasajeros.

Los expertos en masaje pueden aliviar el dolor de cabeza o la jaqueca y en ocasiones el dolor corporal. Muchas personas se quejan de dolor en alguna parte del cuerpo aun cuando no se encuentre base orgánica alguna para el dolor. Sufren mentalmente, pero sienten el dolor en el cuerpo. A menudo se sienten mejor después de un masaje tradicional. (En la sección 1 se habla más detenidamente del dolor físico atribuible a dificultades sociales o emocionales.)

Cómo establecer relaciones de cooperación con los prácticos de medicina tradicional

· Muestra a los curanderos tradicionales que los respetas. Los curanderos cuentan con el respeto de su propio pueblo. Si no los respetas, se sentirán ofendidos y no te podrás ganar su plena cooperación. Si la gente ve que respetas a sus curanderos, comprenderá que estás deseoso de adaptarte a su sociedad y esto te grangeará respeto y credibilidad.

No intentes demostrar que la medicina científica es mejor que la medicina tradicional. Lejos de competir una contra otra, la medicina tradicional y la científica se complementan. A veces una da mejores resultados que la otra y otras veces los resultados son muy parecidos, mientras que en ciertos casos puede ser útil hacer uso de las dos al mismo tiempo. Son numerosas las personas que se sienten mucho mejor si ven que no se descuida nada que pueda ayudar a su recuperación.

Probablemente no te será fácil convencer a los curanderos tradicionales y a los prácticos de la medicina científica de las ventajas de utilizar ambos tipos de medicina al mismo tiempo. Si expresan el temor de que la una repercuta negativamente sobre la otra, diles que es preferible intentarlo todo a tener miedo sin razones fundadas.

· No desacredites a los curanderos tradicionales. Muchos curanderos, en tu primer encuentro con ellos, te dirán que pueden tratar todo tipo de enfermedades, incluidas algunas que todavía no tienen cura. No discutas con ellos ni les digas que eso es imposible o que mienten. Los ofenderías y tal vez caerían en la tentación de arriesgarse para demostrar la eficacia de su tratamiento. Escúchalos. Si tú adoptas la aptitud adecuada dejarán de hablar así cuando te conozcan mejor.

· Sé humilde y tolerante. Si te has formado en la medicina científica, admite que hay cosas para las que es ineficaz. No puede curar todas las enfermedades. Los curanderos reconocerán más fácilmente sus limitaciones, sin temor a desprestigiarse, si tú admites primero que hay cosas y situaciones para las que no sirve la medicina moderna. Como ambos tipos de medicina tienen sus aspectos positivos, lo más aconsejable es cooperar.

· Conoce la diferencia entre los auténticos curanderos tradicionales y los charlatanes. Los «charlatanes», en el campo de la medicina, son personas sin escrúpulos que, incluso cuando tienen algunos conocimientos sobre la curación por métodos tradicionales, no son verdaderos curanderos tradicionales. Con frecuencia hacen cosas espectaculares, pero discutibles, para ganar fama y dinero. Pueden resultar muy perjudiciales para las personas que acuden a ellos y dan mala fama a la curandería tradicional. Procura trabajar con curanderos auténticos y no con charlatanes. Apoya a los curanderos genuinos y pon en guardia a las autoridades si hay charlatanes que están poniendo en peligro la salud de la gente.

Cómo seleccionar a los curanderos tradicionales con quienes colaborar

La frecuencia con que los médicos, enfermeras y misioneros se han opuesto a las prácticas curanderiles, explica sin duda que los refugiados te digan que entre ellos no hay curanderos. Lo hacen para protegerlos. También los curanderos tienen quizás miedo de hablar contigo. Tranquilízalos y explícales que tu deseo no es impedirles ejercer su profesión.

· Explica a los dirigentes de la comunidad y a la gente por qué quieres cooperar con los curanderos. Diles cuáles son tus intenciones y que tu deseo es ayudar a los curanderos a aprovechar sus conocimientos para tratar a la gente. Diles lo que piensas: que tanto la medicina tradicional como la científica son buenas y pueden llegar a un entendimiento.

· Pide reunirte con varios curanderos, no con solo uno, y expones tus planes y cómo querrías trabajar con ellos. Escucha lo que te digan. Hazles siempre ver que para tí su trabajo es importante y que los respetas.

· No trabajes con solo un curandero. Colabora siempre con varios. El riesgo de trabajar con uno solo es que este sea un charlatán interesado tan solo en adquirir influjo y fama. Incluso un curandero que sea auténtico puede ensoberbecerse y asumir riesgos innecesarios para ganar más prestigio. Por añadidura, es probable que a los demás curanderos les dé envidia e intenten poner mala fama entre la gente al curandero con el que has elegido colaborar.

Varios curanderos que trabajen juntos en grupo se vigilarán unos a otros y si uno de ellos intenta hacer cosas que perjudiquen la reputación del grupo los demás probablemente lo impedirán.

· Insiste siempre en que los curanderos cumplan su cometido con sentido de responsabilidad. Esto significa no solo que atiendan a las personas lo mejor posible, sino que den también a los demás, en especial a médicos y enfermeras, una buena imagen de la medicina tradicional y de sí mismos. Por esta razón no conviene que se arriesguen innecesariamente a tratar personas que estén enfermas muy graves o en peligro de la vida. Explica a los curanderos que, si es posible, envíen a los médicos los enfermos que estén muy graves. Diles que si una persona muere en el hospital la gente pensará que la muerte se debió a la enfermedad, mientras que, si la persona fue tratada por curanderos, los médicos podrían decir que estos fueron la causa de la muerte. Hazles entender que esto iría en desprestigio suyo.

Qué hacer en caso de «charlatanería» médica o prácticas tradicionales peligrosas

Si adviertes que un curandero hace cosas que pudieran resultar nocivas, averigua primero si se trata de prácticas tradicionales auténticas o son simplemente un método personal aplicado por un charlatán. Pregunta a otros curanderos qué piensan de esas prácticas. ¿Las utilizan ellos mismos? Si dicen que no, ¿por qué no las emplean? Pregúntales también si esas prácticas están muy extendidas entre otros curanderos. Así podrás apreciar si esas prácticas son simplemente obra de un charlatán o son procedimientos frecuentes en la curandería tradicional.

Charlatanes

Los curanderos tradicionales genuinos no defenderán ni apoyarán la charlatanería médica, en especial si les haces ver que esta va en detrimento del prestigio de los curanderos competentes y de la medicina tradicional. Decide con ellos qué se puede hacer para obligar a los charlatanes a poner fin a sus prácticas malas o peligrosas. Tal vez los buenos curanderos no sepan qué hacer, pero al menos comprenderán que si te opones a los charlatanes es para protegerlos a ellos y a la medicina tradicional.

Habla sobre este problema con las autoridades y otras personas influyentes del campamento. Tal vez te tropieces con que incluso ellas tengan reparos en adoptar las medidas oportunas, por más que comprendan que los charlatanes hacen cosas peligrosas que se deberían eliminar. Como los charlatanes suelen afirmar que tienen poderes mágicos, la gente les tiene miedo y no quiere enemistarse con ellos, no sea que quieran vengarse y le provoquen enfermedades o incluso la muerte.

Habla con los empleados de las organizaciones encargadas de proteger a los refugiados y a las poblaciones desplazadas (ACNUR o el Comité Internacional de la Cruz Roja, por ejemplo) para que hagan lo necesario si la salud de las personas está en peligro.

Prácticas tradicionales discutibles o peligrosas

Puede suceder que un tratamiento muy difundido entre los curanderos, y no solo entre los charlatanes, sea discutible o peligroso. Habla, si es posible, sobre ese tipo de tratamientos con agentes de salud experimentados o con los administradores del campamento. Ejemplos de tratamientos peligrosos son quemar o cortar la piel y abrigar con cobijas o ropa a los bebés que tienen calentura.

Otra cosa que se debe tener en cuenta a propósito de la medicina tradicional es lo que cuesta. Las personas que acuden a curanderos tal vez necesiten desesperadamente ayuda, para sí mismos o para algún miembro de su familia, y estén dispuestos a pagar lo que les pidan por obtenerla. Algunos curanderos, y especialmente los charlatanes, se aprovechan de la situación y piden grandes sumas de dinero por sus servicios. No aceptes trabajar con un curandero tradicional sin hacerte antes alguna idea de cuánto cobra a sus pacientes.

La medicina tradicional y los enfermos mentales

Ciertos tipos de enfermedades mentales son muy evidentes. Quienes las padecen están agitados, o temerosos, o dicen tonterías u oyen voces que no existen. Otros ríen y cantan sin tino o duermen muy poco.

A veces la enfermedad mental es una depresión. Las personas deprimidas están muy tristes, piensan que no valen para nada, están desesperanzadas e incluso quieren quitarse la vida. Puede suceder que estos síntomas desaparezcan sin tratamiento al cabo de unos meses o que duren mucho más, con el riesgo de que la persona deprimida se suicide. Incluso tras largos períodos de recuperación pueden sobrevenir recaídas en la depresión. Este tema se expone más detenidamente en la sección 4, página 45.

Es dudoso que personas como estas (con psicosis, como la esquizofrenia, o depresión profunda) puedan ser curadas por los curanderos. No obstante, si estos son personas buenas que las tratan con amabilidad y humanidad no hay por qué preocuparse. Hay que dejar que intenten curarlas, pues, aun cuando no lo consigan, tal vez logren mitigar los síntomas o los sufrimientos. En fin de cuentas, algunas enfermedades mentales desaparecen sin tratamiento alguno. Puede ser que los curanderos influyan positivamente en la salud mental de una persona. Así y todo, lo mejor es tratar a la mayoría de los enfermos mentales con medicamentos, además de la terapia tradicional. Es más probable que se recuperen bien las personas tratadas por los métodos de ambas medicinas, la científica y la tradicional, que las que toman solo medicamentos. Ahora bien, comprueba cuidadosamente que el tratamiento tradicional sea aceptable y que no provoque sufrimientos ni terrores.

La mayoría de los curanderos reconocen que no pueden tratar a las personas con enfermedades mentales, pero algunos afirman que sí pueden. Sé cauteloso. Es muy probable que estos últimos curanderos sean personas bien intencionadas que creen sinceramente haber curado a pacientes que en realidad se han recuperado por sí mismos. Pero también podrían ser charlatanes que recurren a tratamientos peligrosos.

El tratamiento tradicional de los enfermos mentales

Tratamiento físico

El tratamiento físico suele consistir en hacer pasar al paciente por experiencias dolorosas o atemorizadoras: por ejemplo, darle palizas, hacerle quemaduras en diversas partes del cuerpo o forzarlo a beber cosas repulsivas. Otras veces lo aterrorizan haciéndole creer que se va a morir o lo van a matar.

La finalidad de este tipo de tratamiento tradicional es provocar un choque que supuestamente hará retornar a la persona a la realidad. Ahora bien, es posible que de hecho el paciente se ponga peor, o que parezca mejorar pero que la mejoría sea pasajera. El dolor agudo puede aminorar por breve tiempo el sufrimiento psicológico, pero no lo elimina. Los que aplican estos métodos exhiben la mejoría temporal como prueba de sus éxitos, pero luego los pacientes vuelven a su mal estado anterior.

Es importante recordar lo siguiente:

· Estos métodos no son un tratamiento, sino torturas infligidas a personas que están mentalmente enfermas.

· Estos métodos no curan a los enfermos mentales. Es probable que su estado empeore.

· Estos métodos son inmorales. Nadie tiene derecho a imponer sufrimientos innecesarios a personas indefensas.

· Denuncia estas prácticas ante las autoridades y las organizaciones responsables de los refugiados y personas desplazadas para que intervengan y acaben con ellas.

Métodos de curación mediante la magia

Las curaciones mágicas se efectúan mediante rituales que difieren según las culturas. En algunos lugares solo participan en los rituales el curandero y el enfermo mental, a veces acompañado de su familia. En otros lugares asiste una nutrida multitud.

El tratamiento por la magia adopta diferentes formas, como hacer ofrendas especiales a un espíritu que quiere vengarse de la persona enferma que lo ha ofendido, o expulsar mediante la magia negra a un espíritu maligno que ha tomado posesión de la persona. En algunas culturas se busca a un alma que se ha perdido.

Las creencias religiosas de algunos agentes de socorro les impiden aceptar prácticas mágicas que para ellos son hechicería y adoración de dioses falsos y en consecuencia se oponen a los métodos mágicos de curación. Estos, sin embargo, no suelen hacer daño y pueden incluso hacer bien. No hay, por lo tanto, razones médicas para oponerse a ellos.

Estos métodos de curación pueden ser especialmente beneficiosos cuando los curanderos piden al espíritu que se ha apoderado de la persona que hable. Se cree que el espíritu habla por la boca de la persona. A esta le daría en general demasiada vergüenza hablar abiertamente de cosas personales pero, como se piensa que es el espíritu y no ella quien habla, es más fácil que exprese lo que le pasa, con los efectos curativos consiguientes.

A veces las personas que dicen tener poderes mágicos rocían con agua «lustral» a los enfermos. El agua lustral se prepara recitando oraciones, mantras o fórmulas mágicas sobre un recipiente lleno de agua. Es frecuente que las personas tratadas con agua lustral afirmen que se sienten más relajadas y más a gusto y que su mente está más clara. Algunos dicen que sufren menos dolor después de este tratamiento. O también los curanderos soplan en la cabeza u otras partes del cuerpo del paciente mientras dicen oraciones o palabras mágicas. Esto puede ayudar a algunos a tranquilizarse y sentirse menos ansiosos.

Hay muchos otros métodos mágicos de curación que son médicamente aceptables a condición de que no vayan acompañados de prácticas violentas o dolorosas.

Consejos

Los curanderos son de ordinario personas de edad y prudencia que saben escuchar y hablar a la gente. Dan explicaciones o consejos valiosos y hacen observaciones útiles. Esto puede aligerar o eliminar los sentimientos de culpabilidad, las preocupaciones y otros sentimientos dolorosos, como los que se experimentan tras la muerte de un ser querido u otras desdichas.

A veces la gente se encuentra muy confusa y perpleja, como durante los conflictos familiares. Los curanderos pueden ayudar a comprender y superar esas situaciones. La confianza en los curanderos hace que sea más fácil hablarles confidencialmente y seguir sus consejos.

No dudes en facilitar que los curanderos aconsejen a las personas que necesitan entender con mayor claridad cuáles son sus problemas. Tal vez se pueda hacer que algunos curanderos, de ambos sexos a poder ser, y sin excluir a las parteras tradicionales, participen en grupos de apoyo. Que todos puedan hablar y escuchar. Di lo que tengas que decir, pero no te arrogues el papel de director ni intentes precipitar las cosas. La gente necesita tiempo para expresar sus verdaderos problemas.

Medicación

Los curanderos preparan remedios que pueden ser eficaces para aliviar dolencias como la cefalea, el mareo, la fatiga, la inapetencia, el dolor y muchas más. Esas dolencias pueden deberse a una enfermedad física, pero con frecuencia tienen un origen psicológico.

Algunos medicamentos muy activos contra enfermedades importantes se hacen de sustancias descubiertas en plantas que utilizaban los curanderos. Sirvan de ejemplo la quinina (contra el paludismo), el digital (para la insuficiencia cardíaca), la aspirina y la rauwolfia (para la hipertensión arterial y como calmantes y sedantes).

¿Hay remedios tradicionales para las enfermedades mentales señas? ¿Hay plantas que curen a las personas que oyen voces inexistentes o tienen delirios o dicen disparates? La respuesta es probablemente no.

Ciertas sustancias extraídas de plantas, como la mescalina, afectan a la mente y las personas sanas que las tomen pueden tener alucinaciones (oyen y ven cosas que no existen) y ponerse muy ansiosas. Estas sustancias son peligrosas y no deben emplearse para tratar a los enfermos mentales.

La adormidera y la coca son plantas muy eficaces contra el dolor agudo y el agotamiento, pero tampoco deben usarse para tratar las enfermedades mentales. Son peligrosas porque rápidamente provocan dependencia y es muy difícil dejar de seguir tomándolas.

Ten cuidado con los curanderos que digan que tienen plantas para tratar las enfermedades mentales. Las plantas que tienen una acción poderosa sobre la mente son peligrosas y pueden resultar más dañinas que beneficiosas. En ocasiones los curanderos utilizan cannabis (llamado también marijuana, hachís o ganja), pero no debe usarse como medicamento. Está legalmente prohibido en muchos países.

Si un curandero dice tener un remedio para las enfermedades mentales, pregúntale qué pasa cuando el paciente lo ha tomado. Pregunta qué otra cosa hace el curandero mientras la persona está bajo la influencia del fármaco. ¿Alguien ha muerto durante este tratamiento? No se pueden aceptar los tratamientos que pongan en peligro la vida de alguien o le hagan sufrir.

Los remedios tradicionales pueden ser útiles y dar buenos resultados, pero se ha de ser muy cauteloso con los remedios tradicionales de los que se diga que curan las enfermedades mentales. Probablemente son inútiles y tal vez peligrosos. Consulta a un médico con formación científica antes de acceder a que los curanderos empleen esos remedios. Si hay familias que insisten en utilizar tales remedios, propón que el tratamiento sea supervisado por un agente de salud calificado.

Métodos complementarios

Los prácticos de medicina tradicional pueden prestar servicios útiles en la atención de salud, en particular en la de salud mental. Reconoce y alaba sus habilidades, en cuanto sean inocuas y útiles, pero no creas que son competentes en todos los problemas de salud. Al igual que los médicos, no todo lo pueden. Pero sí pueden ayudar y curar a muchas personas que tienen problemas psicológicos o están en circunstancias dolorosas y complicadas.

Es menos probable que los curanderos tengan medios para tratar afecciones mentales severas, para las cuales en cambio los médicos tienen medicamentos eficaces.

Los métodos tradicionales y los científicos se complementan mutuamente. Si se emplean en combinación para tratar a los refugiados enfermos mentales, darán mejores resultados que si solo se emplea uno de ambos métodos.

Establece con los curanderos una relación basada en la estima, la confianza, el respeto y la comprensión recíprocas. Apóyalos en el ejercicio de su profesión y colabora lo más estrechamente posible con ellos. Pero no olvides que los charlatanes pueden hacer mucho mal, en especial a los que tienen trastornos mentales graves que no pueden defenderse. Los charlatanes no son auténticos curanderos y desacreditan la medicina tradicional.

Notas para los administradores de campamentos

No se deben considerar peligrosas las prácticas médicas tradicionales por el simple hecho de que puedan parecer extravagantes, insólitas o chocantes al forastero. Antes de sentenciar que una práctica tradicional es peligrosa, observa atentamente lo que hacen los curanderos y júzgalo desde dos puntos de vista: el médico y el ético (moral).

Vienen a continuación dos ejemplos de prácticas tradicionales: el primero se refiere a las quemaduras superficiales utilizadas como tratamiento y el segundo a la costumbre de abrigar con cobijas y ropa a los bebés que tienen mucha fiebre.

Ejemplo 1: Quemaduras superficiales

Algunos curanderos hacen pequeñas quemaduras superficiales en ciertas partes del cuerpo. A veces lo hacen acompañándolo de la acupuntura y lo llaman «moxibustión», pero otras veces no guarda ninguna relación con la medicina china.

Para determinar si este tipo de tratamiento es aceptable, considera lo siguiente:

· ¿Cuántas quemaduras se hacen, de qué tamaño y dónde? ¿Son superficiales o profundas? Unas pocas quemaduras superficiales en partes del cuerpo normalmente cubiertas por la ropa pueden ser aceptables, mientras que muchas heridas profundas por todo el cuerpo no lo son. Más son una tortura que un tratamiento.

· ¿Qué sustancias ponen los curanderos en las quemaduras? Si ponen tierra, estiércol u otra sustancia sucia, causará infección y tal vez incluso la muerte por tétanos. Esto no se puede aceptar, incluso sobre quemaduras superficiales.

· ¿Acepta el paciente libremente el tratamiento? En algunas sociedades, a la gente no le importa tener cicatrices. En otras sociedades, se ven las cicatrices con malos ojos. Por este motivo las quemaduras en la cara, el cuello o las manos probablemente no están bien y conviene desaconsejarlas.

Si llegas a la conclusión de que un tratamiento no es aceptable, debes tener razones de peso. Explica estas razones a los curanderos. Insiste en la necesidad de que protejan su reputación y de que nunca hagan algo que pueda darles mala fama.

Ejemplo 2: Fiebre elevada y riesgo de convulsiones

Cuando un bebé tiene mucha fiebre existe el riesgo de que tenga convulsiones. Las convulsiones muy fuertes o muy repetidas pueden dañar seriamente el cerebro. A la primera convulsión, o mejor todavía tan pronto como la temperatura del bebé suba de 39°C, es indispensable refrescarle el cuerpo rápidamente. Se puede para ello bañar al bebé en agua fría y luego colocarlo desnudo en un lugar fresco o donde corra bien el aire. Los médicos dicen a los padres que hagan esto porque saben que las convulsiones pueden producir serios daños en el cerebro. Sin embargo, es frecuente que por tradición se haga lo contrario: abrigar al bebé cubriéndolo con ropa o cobijas. Esta peligrosa tradición es muy difícil de desarraigar.

Di a los curanderos que el bebé puede morir de la enfermedad causante de la calentura independientemente de que se le abrigue o no y de que la fiebre se mantenga alta o se la haga bajar. Pregunta a los curanderos si han advertido que los bebés con mucha calentura tienen con frecuencia convulsiones. Te dirán que sí. Pregúntales cómo explican ellos este fenómeno y diles luego cómo lo explicas tú: por el efecto de la temperatura en el cerebro del bebé. Estas convulsiones no se producen cuando los niños son ya mayores porque su cerebro es más fuerte. Pregúntales si han advertido que muchos de los niños que tuvieron convulsiones fuertes cuando eran bebés son normales después, pero otros muchos no lo son: no son vivaces o inteligentes o todavía tienen ataques.

Pregunta a los curanderos qué explicación dan ellos de esto. Diles luego cómo lo explicas tú: la causa es que el cerebro del bebé resultó dañado durante las convulsiones. Esta es la razón de que debamos evitar que los bebés tengan convulsiones cuando tienen mucha fiebre.

Recuerda

· La gente no cambia de costumbres o creencias de la noche a la mañana.

· No critiques a la gente por las tradiciones que tiene. Las siguen porque creen que son buenas para sus hijos, no porque sean estúpidos o testarudos.

· Es más probable que las personas sigan tus consejos si confían en tí. Por eso es tan importante establecer buenas relaciones con ellas.

· No te sorprenda que la gente confíe más en sus curanderos que en tí. Aunque los curanderos están equivocados cuando aconsejan que se abrigue a un bebé que tiene mucha fiebre y tú aciertas al aconsejar lo contrario, es más probable que las familias confíen en los curanderos que en tí. Por eso es tan necesario que pongas a los curanderos de tu lado.

· No te opongas abiertamente a los curanderos, aunque pidan a la gente que haga cosas que tú sabes son nocivas. Mantente sosegado y cortés. Habla con ellos, escucha sus razones y explícales por qué los médicos tienen una opinión diferente.

· Los curanderos confiarán en tí si tú confías en ellos y respetarán tu opinión si se sienten respetados por tí. Si logras convencerlos de que lo que tu propones está bien, recomendarán a las familias que sigan tus consejos.

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