cerrar esta libroDesastres Preparativos y Mitigación - Boletín No. 74 - Octubre, 1998 (Pan American Health Organization (PAHO) / Organización Panamericana de la Salud (OPS), 1998, 8 p.)
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Editorial - Seguridad hospitalaria: una responsabilidad colectiva

La prevención de daños causados por desastres en los hospitales y otras infraestructuras no es responsabilidad exclusiva de organismos técnicos de salud como la OPS/OMS. La dimensión del problema es tal que requiere atraer la atención y colaboración de las agencias financieras internacionales.

En la larga lista de daños y pérdidas que dejó el huracán Georges, especialmente en el sector de la salud, infraestructuras y agricultura, queremos destacar un punto especial. A su paso por la isla de St. Kitts, Georges provocó que se cayera el techo del hospital J.N. France y provocó la pérdida de 170 camas, todas las existentes. Esta es, al menos, la décima vez que este hospital sufre graves daños en sus 35 años de existencia. La estructura de todo el hospital era muy vulnerable a huracanes y terremotos, ¡sin contar que se encuentra ubicado en el camino de aterrizaje del aeropuerto de St. Kitts!


Fotografía: A. Waak, OPS/OMS

Para los pesimistas, éste u otros eventos llevarán a pensar que los desastres se repiten y que nada ha cambiado, a pesar de los esfuerzos y recursos invertidos. Pero afortunadamente, mucho se ha avanzado en América Latina y el Caribe en los últimos veinte años. En los años 70, sólo un grupo muy reducido de personas (normalmente pertenecientes a ONG) estaba capacitada en preparativos para desastres. Ahora casi todos los países tienen agencias oficiales para emergencias, con personal capacitado y capacidad de liderazgo sostenible. Hace dos décadas no había coordinación clara en la respuesta a los desastres; era común la duplicación de esfuerzos y se carecía de un enfoque estratégico en las áreas prioritarias. Hoy en día la coordinación ha mejorado, aunque siguen habiendo grandes diferencias de unos sectores a otros.

Sin embargo, prepararse mejor para un desastre es una cosa; prevenir o mitigar la pérdida de una instalación tan crítica como el hospital J.N. France en St. Kitts es otra totalmente diferente.

¿Por qué la mitigación de desastres?

La mitigación de los desastres naturales en la infraestructura de la salud es una tarea compleja, que requiere de la coordinación entre actores nacionales e internacionales y que afecta directamente a los planes de desarrollo de una comunidad o de un país.

Para el sector de la salud, la mitigación de desastres significa reducir la vulnerabilidad en las instalaciones de atención de salud y sistemas de abastecimiento de agua. Para lograrlo hay que desarrollar estudios de riesgo, aplicar medidas correctivas en instalaciones ya existentes y tomar en cuenta los resultados de estudios de vulnerabilidad cuando se planifican o diseñan nuevas obras. Esta tarea tiene varios objetivos:

· políticos, porque los gobiernos deben demostrar que los servicios públicos son eficientes y efectivos;

· sociales, al demostrar que se han tomado las medidas necesarias para asegurar que los hospitales continuarán funcionando y brindando servicios críticos cuando más se les necesita; y

· económicos, porque la infraestructura de salud de la Región debe ser efectiva en función de los costos.

Un reto para las agencias internacionales de financiamiento

La mitigación de los desastres requiere la participación de agencias internacionales de financiamiento como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Europeo de Desarrollo. A medida que crece la vulnerabilidad de la Región, también aumentan los riesgos naturales o causados por el hombre.

No podemos aplazar más la elaboración de una agenda conjunta para la mitigación de desastres en la infraestructura de salud. Es importante que los bancos y donantes internacionales financien actividades de rehabilitación y reconstrucción después de los desastres, pero deben simultáneamente incluir la mitigación de los desastres en sus proyectos, antes de que el desastre ocurra. El análisis de los riesgos, tanto en la construcción de nuevas instalaciones como en el reforzamiento o fortalecimiento de las existentes, debe ser un requerimiento mandatorio para la aprobación de préstamos. Asumir que existen regulaciones de construcción apropiadas y códigos de resistencia a los desastres en un país receptor es una excusa inaceptable, que ha provocado resultados como el del hospital de St. Kitts.

Las instituciones financieras deben además conectar la aprobación de un préstamo para mejorar la seguridad estructural y no estructural, con mejoras en los preparativos y respuesta a los desastres en instalaciones prioritarias de atención de salud.

Para evitar que la historia se repita, la OPS/OMS está invitando a agencias donantes y financieras a colaborar en este campo de la mitigación de desastres en la infraestructura de la salud en las Américas. Los gobiernos de la Región ya han expresado su interés y compromiso en este campo. En una reunión realizada en México en 1996, recomendaron que las agencias de la ONU e instituciones de financiamiento den preferencia a la construcción y proyectos de renovación en instalaciones de salud que hayan incluido estudios de riesgos y vulnerabilidad.


Fotografía: A. Waak, OPS/OMS

Ya no se puede seguir cerrando los ojos, bajo la excusa de la soberanía de un país receptor, frente a la inseguridad ante terremotos y huracanes de las infraestructuras que se financian. Estas agencias y, de hecho, toda la comunidad internacional, comparte la responsabilidad moral y social de la carga financiera, cuando instalaciones críticas como hospitales resultan inoperativos en el momento que más se les necesita (así ha sido ahora en el Caribe). Aún más grave es si los mismos hospitales se derrumban, causando la muerte de sus ocupantes, como sucedió en el hospital Juárez, durante el terremoto de 1985 en México. Los preparativos y la capacitación para desastres, áreas donde se han alcanzado importantes éxitos en la Región, se pueden convertir rápidamente en cascos vacíos, si la infraestructura básica y sus servicios no sobreviven el impacto de los desastres naturales.

Un paso en la dirección correcta...

Con la reciente creación de la Unidad para el Manejo de Desastres (UMD), el Banco Mundial ha incorporado los aspectos de prevención y mitigación de desastres en los proyectos que financian. El papel de la UMD es ayudar al Banco a proporcionar una respuesta más estratégica y rápida ante las situaciones de desastres y encauzar las iniciativas de prevención y mitigación dentro de sus actividades. Entre las actividades de la UMD se encuentran los Incentivos de Mercado para las Inversiones en Mitigación (IMIM); la revisión del portafolio de la asistencia y de su política de ayuda en situaciones de emergencia y desastres; y las actividades de entrenamiento en la prevención, mitigación y respuesta. Para más información contacte a Alicia Kreimer, fax (202) 522-3224;

email: akreimer@worldbank.org

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