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Evaluación del impacto socioe-conómico de los desastres en el sector salud
La OPS y la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe (CEPAL) organizaron en julio, en Quito, Ecuador, un taller para revisar la metodología de evaluación del impacto socioeconómico de los desastres en el sector salud. La metodología ha sido propuesta por CEPAL en su Manual para la evaluación del impacto socioeconómico y ambiental de los desastres, que se pondrá a disposición de las instituciones y profesionales de los países de las Américas.
Los resultados de este taller permitieron incorporar las prioridades que han definido los países en salud y agua/saneamiento, incorporando específicamente aspectos relacionados con salud ambiental, acciones de salud preventiva y como se ven afectadas las funciones esenciales de salud.
CEPAL, conjuntamente con el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales en América Central (CEPREDENAC), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y la OPS, está organizando un taller de seguimiento en Centroamérica sobre el uso de la metodología.
Este manual esta disponible en su versión preliminar en el sitio www.eclac.org/mexico (buscar en la sección de publicaciones y documentos.
Conclusiones de la Conferencia Hemisférica sobre Reducción de Riesgos
En diciembre del año pasado, más de 400 personas se reunieron en la Conferencia Hemisférica sobre Reducción de Riesgos en San José, Costa Rica. La reunión fue en seguimiento a la tercera Cumbre de las Américas celebrada en abril de 2001, donde mandatarios de países del hemisferio occidental adoptaron el compromiso de reducir la vulnerabilidad de los países a los desastres naturales (véa el boletín 85 para obtener más información sobre el tema).
Uno de los temas innovadores de la Conferencia Hemisférica fue la organización de grupos de trabajo por sector (seguridad de alimentos/agricultura, educación, salud y servicios vitales). Estos grupos, a su vez, organizaron sus discusiones alrededor de una serie de temas horizontales (finanzas, sociedad civil, tecnología de la información y manejo del uso de tierras). Como resultado, surgieron discusiones que abarcaron diferentes disciplinas y sectores y que trataron prácticamente todos los aspectos de la reducción del riesgo a los desastres. La conclusión principal fue que el manejo del riesgo, y en particular la reducción del riesgo, ha evolucionado de ser simplemente un tema a ser una estrategia - una estrategia que no puede ser la responsabilidad exclusiva de las instituciones de manejo de desastres, sino que debe ser adoptada como prioridad por la sociedad en general.
La Oficina de los Estados Unidos de Asistencia al Exterior en Casos de Desastre, organizador principal de la Conferencia Hemisférica, se ha dedicado a la ambiciosa tarea de preprarar las conclusiones de esta reunión tan importante. La versión en español ya ha sido publicada en la página web www.ofdalac.org/conferencia. La versión en inglés estará lista en diciembre (consulte la página web). Además de estas versiones en formato electrónico, OFDA publicará una versión impresa a principios de 2003.
Belice: El Ministerio de Salud completa reparaciones de daños causados por el huracán Iris
Ceremonias de inauguración en varias poblaciones del sur de Belice marcaron la finalización de un ambicioso proyecto, concebido inmediatamente después del paso del huracán Iris en octubre de 2001. Iris, una poderosa tormenta de categoría IV, sembró destrucción en el sur de Belice. Después de la tormenta, el Ministerio de Salud envió equipos de emergencia para brindar servicios esenciales de salud y para realizar evaluaciones rápidas de necesidades. Como resultado, la Oficina Humanitaria de la Unión Europea (ECHO), el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID) y la Oficina de los Estados Unidos de Asistencia al Exterior en Casos de Desastre (OFDA/AID) financiaron un proyecto de salud de emergencia. A través de este proyecto se instalaron tanques de agua en escuelas primarias de más de 20 poblados en el sur de Belice. En temporadas normales, servirán las necesidades de los estudiantes. Por otro lado, brindarán una fuente segura de agua potable durante desastres. También se construyeron 56 letrinas en las escuelas, y diez centros de salud que fueron dañados durante el huracán, fueron rehabilitados. Además se completó la construcción de cuatro centros generadores de cloro, diseñados para brindar una fuente barata y confiable de cloro para tratar el agua potable. Para la gente del sur de Belice que fue severamente afectada por el huracán Iris, estas obras significan un elemento esencial en la restauración del acceso a los servicios de salud pública, y en muchos casos representan una mejora en la calidad de las instalaciones que existían antes del huracán. |
Hospital Bloom - El sismo de 1986, una vivencia que deja lecciones
En octubre de 1986, un terremoto de 7.5 grados sacudió El Salvador, causando más de 1,000 muertos, miles de heridos y damnificados, y millones de dólares en pérdidas económicas. El Hospital Benjamín Bloom fue afectado severamente, sufriendo el colapso parcial de su infraestructura, provocando daño estructural leve en la torre de 12 pisos del hospital y la destrucción de las instalaciones de tres pisos de la consulta externa. Esto ocasionó la evacuación total de sus instalaciones y la atención en carpas.
Debido a esos daños, se implementaron medidas de mitigación mediante el reforzamiento de la torre del hospital, incorporando muros estructurales a lo largo del perímetro del edificio. También se trabajó en la recuperación de las instalaciones que colapsaron, construyéndose nuevas instalaciones. Este proceso tomó algunos años por lo que tuvieron que habilitarse instalaciones provisionales para garantizar la atención de los pacientes. El traslado a las nuevas instalaciones se produjo en el año 1993.
Figura
Los servicios de salud se
brindaron en carpas después del terremoto de 1986.
Luego del traslado, el hospital trabajó mucho en su preparación para situaciones de emergencia, reorganizando su comité hospitalario y llegando a definir su manual de emergencias, la conformación de brigadas y la realización de simulacros de evacuación y atención masiva de víctimas por terremoto.
Instalaciones temporales,
1987-1993.
Los sismos de enero y febrero de 2001 afectaron de manera significativa la red de establecimientos de salud en El Salvador, pero, el Hospital Bloom no sufrió ningún daño que comprometiera su seguridad. En el sismo de enero se evacuaron pacientes y personal de la torre siguiendo su plan de emergencia. Las actividades fueron reestablecidas 15 días más tarde. En el sismo de febrero el hospital se evacuó según sus planes, reestableciéndose el servicio a las pocas horas, dada la seguridad manifiesta de las instalaciones de no sufrir daño alguno. Esta es una vivencia muy valiosa, pues se reconoce la efectividad de las medidas de mitigación y la preparación del hospital, lo cual conduce a una respuesta efectiva en situaciones de emergencia.
Vista actual del Hospital Benjamín
Bloom.
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