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ISSN 0251-4486
Iniciativa Panamericana para Mejorar la Administración de los Suministros de Socorro
En diciembre pasado, la Asamblea General de las Naciones Unidas tomó un paso decisivo para mejorar la asistencia humanitaria, adoptando por consenso la Resolución 46/182, que fortalece el papel de las Naciones Unidas en la coordinación de la asistencia humanitaria internacional.
Uno de los campos donde más se necesitará el apoyo especializado de la comunidad internacional es el de la administración de los suministros de socorro en el punto de entrada al país afectado por el desastre. Son muchos los casos en que se inunda de suministros inadecuados a países que ya están abrumados por la situación. De hecho, todos los expertos en desastres que hablan en conferencias tienen su propia colección de anécdotas, entre las que se encuentran el envío de mantas de lana a zonas tropicales, de zapatos izquierdos únicamente, de productos farmacéuticos y alimentos para bebés que pueden ser peligrosos o de equipo médico obsoleto.
Existen varias formas de reducir estos problemas al mínimo. En lo que atañe a los receptores, los países deberían ser más selectivos en lo que solicitan, aprendiendo a decir: "No, gracias" con diplomacia. En cuanto a los donantes, los países deberían informar mejor al público y realizar campañas de educación sobre lo que es útil y lo que no lo es. Bajo la égida de la OPS/OMS, ambos tipos de países deberían reunirse periódicamente para analizar con toda franqueza estos asuntos antes que se conviertan en problemas. Sin embargo, por más buena que sea la coordinación previa a los desastres, no eliminará la tendencia del público y los políticos a responder en forma impulsiva - y, por lo tanto, con demasiada frecuencia ineficaz - a los desastres repentinos. En consecuencia, la administración de los suministros donados para el socorro que van llegando, gran parte de los cuales no han sido solicitados y son de poca utilidad, continuará representando un desafío para muchos encargados de la administración del socorro en casos de desastre durante los años venideros.
El nuevo Proyecto SUMA hará más fácil el
desafío de administrar en el punto de entrada los suministros que se reciban en
casos de desastre. (Dibujo de A. Oyeleye/OPS)
Los encargados del socorro se enfrentan con dos problemas específicos al administrar los suministros para situaciones de emergencia que llegan a un país afectado por un desastre. En primer lugar, ¿cómo distinguen entre los suministros útiles que se necesitan con urgencia y los que simplemente están atascando el sistema? Los primeros requieren atención prioritaria y deben ser distribuidos de inmediato; los segundos no deberían competir por la atención y ocupar espacio. El segundo problema consiste en saber qué clase de suministros se han recibido. La información poco precisa, como hoy se recibieron "x" toneladas de suministros médicos, no ayuda a los encargados del socorro a tomar decisiones acertadas. Se necesita información técnica más precisa, que incluya categorías terapéuticas tales como antibióticos, analgésicos, vendas o vacunas. Con esta clase de información, si en una institución escasean cienos artículos muy necesarios, se podrá recurrir a otras instituciones que hayan recibido una mayor cantidad de esos productos.
Otro problema que dificulta aún más estas situaciones es que los farmacéuticos y otros profesionales calificados, que normalmente escasean, están demasiado ocupados respondiendo a otras necesidades de salud más urgentes como para realizar inventarios detallados o administrar los suministros médicos donados después de un desastre.
Por todas estas razones, el desafío que presenta la administración de los suministros de socorro en el punto de entrada ofrece una espléndida oportunidad para la cooperación entre países con posterioridad a los desastres, de conformidad con la Resolución 46/182 de la ONU.
El Proyecto SUMA
Con el apoyo financiero del gobierno de Holanda, la OPS/OMS pronto iniciará un nuevo proyecto para la administración de suministros, llamado Proyecto SUMA. En el merco de este proyecto se crearán equipos subregionales de personal de salud que estarán listos para entrar en acción en cualquier momento. Estos equipos estarán especialmente preparados para clasificar y administrar los suministros donados para el socorro, utilizando técnicas modernas de informática.
Supongamos que se acaba de producir un desastre en uno de los países participantes en el Proyecto SUMA. El equipo viaja al lugar donde se ha producido el desastre para proporcionar los siguientes servicios a los encargados del socorro:
· Preparar un inventario de los suministros que van llegando, entre ellos medicamentos, suministros médicos y quirúrgicos, y artículos tales como carpas, generadores y equipo de abastecimiento de agua y saneamiento. Cuando corresponda, se incluirá información sobre categorías terapéuticas (en el caso de los medicamentos) y usos.· Clasificar los suministros de socorro y colocar etiquetas autoadhesivas de colores, especialmente diseñadas, en los suministros que se necesiten con urgencia, a fin de distinguirlos y separarlos de los artículos que no tengan uso práctico por el momento. Cabe señalar que estos últimos a menudo representan mas del 50% de las donaciones.
· Identificar y etiquetar claramente los artículos que requieran una manipulación especial, como refrigeración, o que deban usarse rápidamente porque vencen o se echan a perder pronto.
· Incorporar todos estos datos in situ en computadoras portátiles y preparar informes detallados para las autoridades nacionales encargadas del socorro, para los consignatarios que reciban los envíos y para los donantes.
· Proporcionar a las autoridades listas diarias detalladas con información sobre el origen de los envíos, el consignatario, el tipo de producto, las categorías terapéuticas, etc.
Aunque los equipos de SUMA llegarán al lugar afectado y comenzarán a trabajar cuanto antes después del desastre, su función no consiste en proporcionar asistencia a largo plazo al país afectado. Como parte de su trabajo, los integrantes del equipo también capacitarán a sus colegas del país afectado a fin de que éstos puedan hacerse cargo de las operaciones en pocos días.
Además de la capacitación que reciban antes de las misiones, los equipos de SUMA contarán con lo siguiente:
· una base de datos fácil de usar, diseñada especialmente para este proyecto;
· computadoras de maletín, impresoras y fotocopiadoras;
· fuentes de energía eléctrica independientes;
· radios de mano para las comunicaciones in situ;
· acceso a telecomunicaciones por satélite;
· personal auxiliar.
Los países propensos a desastres comenzarán por designar a un coordinador del proyecto y seleccionarán a los voluntarios que integrarán el equipo. El coordinador nacional y los voluntarios se encargarán de la dirección y supervisión generales de las actividades del equipo en caso de que se produzcan desastres en su propio país.
La importancia del Proyecto SUMA y de los equipos no se limita a la contribución que realizarán a la administración de los suministros de socorro que se reciban después de los desastres.
SUMA representará una respuesta conjunta de los mismos países de América Latina y el Caribe para hacer frente a los problemas que ningún país en desarrollo está plenamente equipado para enfrentar por si solo, sin la solidaridad subregional y un sentido de vecindad.
Los suministros de socorro que se necesiten con
urgencia deben marcarse claramente a fin de que reciban
atención
prioritaria.
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