Para poner en práctica un Sistema de Atención de Víctimas en Masa deberá seguirse un proceso bien definido, planificado y administrado conjuntamente por el organismo nacional de protección contra desastres y el coordinador sectorial de salud respectivo.
El Ministerio de Salud funcionará como un catalizador del proceso y asumirá la responsabilidad de presentar los objetivos y principios del sistema a las autoridades políticas del país. La fase 2 del proceso de implementación comenzará tan pronto como se decida:
- Incorporar esta estrategia de respuesta en la política nacional para casos de desastre,
- Apoyar el proceso propuesto de implementación
La sensibilización a todos los niveles y en todos los sectores es un componente imprescindible para la instauración exitosa del sistema. El Coordinador Nacional de protección contra desastres y el Coordinador Sectorial de Salud comparten la responsabilidad de la sensibilización, la que puede lograrse siguiendo los pasos indicados a continuación.
Una reunión de un día de funcionarios a nivel de decisión y directores (de los sectores público y privado) en la cual se enunciará la política nacional y se presentará el marco general del sistema. El objeto de esta consulta es fomentar el consenso y el compromiso general.
Se organizarán consultas verticales dentro de cada sector a efectos de presentar el Sistema de Atención de Víctimas en Masa y definir la función específica de cada sector dentro del mismo. El objetivo es obtener consenso de los diferentes sectores en lo referente a su función y las vinculaciones con los demás.
Mediante la consulta multisectorial se reúne al personal directivo de todos los sectores interesados con el objetivo de obtener consenso para el enfoque multisectorial y el compromiso con un programa de ejecución.
Se invitará a representantes de grupos comunitarios y de organizaciones no gubernamentales a la consulta nacional. La sensibilización general de la comunidad será simultánea al proceso de ejecución a través de los medios de comunicación y otros canales comunitarios. La comunidad participará íntegramente en el desarrollo del componente distrital del Plan de Atención de Víctimas en Masa.
Se capacitará aplicando un enfoque multisectorial. Se entrenará a un grupo de personas de los sectores pertinentes para dirigir operaciones en situaciones con demanda masiva a través de una serie de talleres y ejercicios. Cada una de las personas que reciban capacitación se encargará de adiestrar al personal de su sector. Cuando se produzca un siniestro con demanda masiva' las personas que integraron el grupo original dirigirán a sus respectivas brigadas.
Se organizará un simulacro de atención de demanda masiva tan pronto como se alcance un nivel básico de preparación, a efectos de fortalecer los vínculos entre los sectores y, con fines prácticos, para evaluar la puesta en marcha del sistema.
Se impartirán cursillos de manejo de crisis para los políticos y directores de alto nivel jerárquico.
La viabilidad del sistema dependerá de su grado de institucionalización. Cada país debe velar por la adopción de varias medidas básicas. Dado que en ciertos países los recursos podrían ser limitados, se recomienda adoptar un enfoque común dentro de la región.
Las estipulaciones de esta ley deberán incorporar la función definida de los directivos claves del Sistema de Atención de Víctimas en Masa (Anexo 1).
La responsabilidad de cada oficial en el manejo del sistema deberá ser parte de la descripción de su puesto, la cual también señalará los requisitos mínimos que exige el cumplimiento de esa función (Anexo 2).
Todos los médicos, enfermeras, oficiales de policía, oficiales de bomberos y otros socorristas deben recibir capacitación para la atención de víctimas en masa antes de su graduación o de su asignación laboral oficial. Todas las escuelas e instituciones de capacitación pertinentes deben incorporar en sus planes de estudios cursos sobre este manejo.
Deberán organizarse sesiones anuales de adiestramiento con simulacros a diversos niveles, con el objeto de perfeccionar los conocimientos y de que el personal esté siempre preparado. Los servicios de emergencia deben cumplir por lo menos los requisitos mínimos y estar en condiciones de funcionar según lo establecido a nivel regional.
Los establecimientos principales de atención de salud del distrito y los Departamentos hospitalarios de Urgencias deberán estar equipados con un número suficiente de botiquines que contengan equipo y suministros de emergencia para atender a un mínimo de 25 víctimas.
El sistema debe evaluarse anualmente mediante un simulacro como parte de la capacitación anual. Cada dos años, este ejercicio será un componente del simulacro nacional que se organice para poner a prueba el Plan Nacional de Emergencias.
Si se produjese un incidente que deje un elevado saldo de heridos durante el año, el simulacro anual será reemplazado por una sesión de rendición de cuentas y evaluación.
El Coordinador Nacional para casos de desastre, con el apoyo directo del Coordinador Sectorial de Salud, asume la responsabilidad general de la gestión del sistema. El Ministerio de Salud, a través del Coordinador Sectorial, deberá velar por que se logre la más alta calidad de la atención de salud.
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