* Fuente: Adaptado con permiso de Disaster Services Regulations and Procedures: Disaster Health Services, ARC 3050. Washington, DC, American National Red Cross, revised February 1976, p 33.
Richard D. Mickelson, B.S.
Un desastre importante puede desplazar a grandes segmentos de la población lejos de sus sitios de residencia y de trabajo normales. En situación obliga a los gobiernos locales a brindar alojamiento, comida, atención médica y otros servicios básicos durante un tiempo indefinido. Los recursos combinados del gobierno y el sector privado son esenciales para realizar satisfactoriamente dicha tarea.
En circunstancias óptimas, una vez establecidos los albergues, deberían ser coordinados por directores expertos. Las autoridades gubernamentales o la Cruz Roja, en una comunidad dada, quizá hayan asignado a un coordinador experto pero no existe seguridad de que pueda llegar a tal instalación en una situación de urgencia. La experiencia ha demostrado que en muchos casos las enfermeras tienen que asumir el liderazgo. Por tal razón, el objetivo de este capitulo es señalar algunas medidas para auxiliar a la enfermera en las siguientes tareas:
· comprender la organización de albergues masivos y algunas definiciones comunes
· entender cómo se determina la necesidad de un albergue
· saber la forma en que se situan y seleccionan los albergues
· identificar las funciones o actividades dentro de un refugio
· identificar las responsabilidades de un coordinador o director de albergue
· entender y resolver los problemas y posibles conflictos de la vida dentro de uno de ellos
· comprender las obligaciones de la enfermera dentro del refugio.
Es importante señalar desde el principio que el contenido de este capitulo se basa esencialmente en dos fuentes. La primera es la llamada Disaster Services Regulations and Procedures Series1 de la Cruz Roja Norteamericana y la segunda es el texto de la Federal Emergency Management Agency's How to Manage Congregate Lodging Facilities and Fallout Shelters.2 Todo lo relacionado con la capacitación y la experiencia en la organización y operación de los albergues señalados en dichos documentos fueron esenciales para preparar este capitulo.
Muchos países y ciudades han adoptado y publicado programas de operaciones en casos de urgencia. Estos programas por lo general definen la organización de los servicios de emergencia, en una jurisdicción dada y asignan responsabilidades a diversos departamentos y organizaciones. Además, muchas jurisdicciones han preparado planes específicos cuyo fin es volver expedita la respuesta local a un desastre en particular, por ejemplo, un terremoto. Un programa de emergencia consiste normalmente en un protocolo básico y varios anexos o secciones que señalan funciones especificas.
El proporcionar albergue a las víctimas de un desastre es un aspecto que se incluye en el anexo correspondiente a la atención masiva de la mayoría de los programas de emergencia. La atención masiva se define como "satisfacer las necesidades de las víctimas y trabajadores socorristas por medio del suministro de diversos materiales y servicios".3 Un albergue de atención masiva es "una instalación adecuada para brindar refugio temporal a grupos de víctimas de la catástrofe que no pueden continuar viviendo en unidades familiares independientes".4 Uno también a leído o escuchado hablar de otros términos como centro de evacuación, atención masiva o instalación para atención congregada pero todos son sinónimos de refugio masivo.
En muchas situaciones los refugios los establece y coordina u opera alguna autoridad junto con la Cruz Roja. Esta última, es una institución con normas aprobadas por diversos gobiernos para proporcionar auxilio a víctimas de desastres y a través de los años se ha convertido en una de las organizaciones de voluntarios más importantes cuando ocurre alguna calamidad. El programa contra desastres de la Cruz Roja que opera bajo las leyes locales y estatales ha sido autorizado una y otra vez por la legislación a través del tiempo. Estas mismas leyes y reglamentos, los decretos presidenciales y arreglos formales e informales han permitido la colaboración entre los gobiernos estatales y locales y departamentos apropiados de la Cruz Roja.
Los distritos escolares y la división local de la Cruz Roja frecuentemente celebran algunos acuerdos respecto al empleo de instalaciones como refugios masivos. Se han efectuado arreglos similares con iglesias para utilizar sus instalaciones, y con los gobiernos de la ciudad para emplear edificios como centros comunitarios, parques y zonas de recreo. La gran aceptación de tales acuerdos es comprensible, puesto que la Cruz Roja asume las responsabilidades económicas y de diverso tipo siempre que dichas instalaciones se utilizan como refugios masivos bajo su control. El acuerdo con la Cruz Roja correspondiente al sostenimiento de los refugios y centros de alimentación operados por otras organizaciones de voluntarios va de acuerdo con los planes predeterminados o acuerdos para un propósito especial. Por ejemplo una iglesia que tiene la instalación, el equipo y el personal adiestrado para establecer un albergue puede carecer únicamente de recursos financieros. En este caso la Cruz Roja podría aceptar las obligaciones económicas y establecer dicho refugio junto con la iglesia. Sin embargo, una de las normas básicas de la Cruz Roja es "que la responsabilidad administrativa y el control financiero son inseparables".3 Por tal razón, al asumir la responsabilidad del auxilio, la Cruz Roja exige que se destinen todos los fondos para las medidas de socorro, y se gasten de acuerdo con sus propias normas y reglamentos establecidos. Esa es la razón por la cual el sistema de registros y reportes de la Cruz Roja es de uso común dentro del área de atención masiva. Más aún, los cursos de capacitación de esta institución son muy populares, como: "Director de Albergue" y "Proporcionando los servicios de salud de la Cruz Roja para casos de desastre".
Pese a que esta organización tiene atribuciones claras en las maniobras de auxilio en desastres naturales y otras emergencias, la relación cambia en tiempos de guerra. "En situaciones provocadas por guerras, la Cruz Roja utilizará sus instalaciones y personal para apoyar y asistir en las operaciones de auxilio masivo y las actividades de emergencia, según lo establecido por la Organización Federal de Auxilio en Emergencias, en la magnitud que considere posible en tanto que realiza sus otras responsabilidades y tareas escenciales." 5 Sin embargo, en dicha situación, el control administrativo financiero queda en manos del gobierno federal (de Estados Unidos en el caso particular de esta publicación.)
La necesidad de albergues masivos varia de acuerdo a la naturaleza y la magnitud del desastre. En situaciones normales los programas de emergencia solicitan su establecimiento y activación por parte de los gobiernos locales junto con la división de la Cruz Roja en la localidad. Por ejemplo, la llamada de alerta ante la inminencia de un huracán en la costa del Golfo de México daría como resultado la designación previa de varios albergues masivos establecidos como medidas precautorias. Los albergues de este tipo pueden establecerse mucho antes de que se manifiesten los peligros de un incendio, una inundación, una nevada y otro tipo de tragedias. El albergue puede permanecer abierto sólo unas cuantas horas si la amenaza disminuye o funcionar por un periodo prolongado si ha habido daños cuantiosos en el área. Siempre que el gobierno local recomiende o lleve a cabo la evacuación de un área en particular, se establecen albergues masivos. Si se les da la oportunidad la mayoría de las personas se responsabilizan de si mismas al arreglar su estancia con amigos o familiares o en instalaciones comerciales. Si al albergue designado llegan sólo dos o tres familias, puede brindárseles refugio individual en un motel u hotel, lo cual permitirá que se cierre el albergue. Recuerde que los albergues masivos constituyen medios de urgencia y temporales para atender a las personas; pero su operación es muy costosa. Tan pronto como se abre el albergue, se hacen planes para cerrarlo lo más rápido posible. Sin embargo, un refugio permanecerá abierto hasta que todas las familias albergadas en él vuelvan a sus propios hogares o se cuente con otros programas para ayudarlos.
Pese a que los albergues masivos son instalaciones temporales para atender personas y sin duda no son los medios más adecuados para vivir, con frecuencia son la única forma de atender a gran número de persona de forma rápida y eficaz; por tal razón, conviene planearlos con anticipación. La Cruz Roja recomienda formar un comité en la localidad que se encargue de los planes previos al desastre y la operación de albergues durante una calamidad o la amenaza de ella. Con anterioridad se prepara un programa de actividades por escrito que permite, cuando menos en parte, la selección de albergues satisfactorios. La planificación previa al desastre es un proceso importante en muchas comunidades y de trascendencia vital para aquellas que han sufrido grandes catástrofes.
En la mayoría de las comunidades la predesignación de los albergues masivos es una tarea que se realiza con la colaboración del gobierno local y la Cruz Roja. Los refugios son seleccionados con anterioridad para cada área de la comunidad, con destinaciones primarias y secundarias, de este modo se puede ampliar el número de refugios si así lo exige la situación.
Cuando se escoja un sitio adecuado para un albergue, en primer lugar deben determinarse los posibles peligros para la comunidad. Si hay la posibilidad de una inundación, no tendría sentido escoger los sitios para los refugios dentro de áreas propensas a sufrir tal catástrofe. De la misma forma, resulta conveniente que los albergues se localicen lo más cercanos posibles al área afectada. El tamaño de la edificación también es un aspecto importante. Los encargados de los programas contra desastres consideran que un albergue pequeño puede guarecer de 50 a 200 personas. En muchas comunidades gran parte de los albergues entran en esta categoría. El albergue que pueda acomodar de 200 a 500 personas se clasifica de tamaño medio; y por arriba de la última cifra, es un albergue grande. Presentamos algunas consideraciones adicionales:
· Espacio para dormitorio (3 a 4.5 m² por persona)
· Servicios para alimentos (cocinas para el número de víctimas albergadas y 2 500 calorías al día para cada persona).
· Agua (18 litros por persona al día para todos los usos).
· Instalaciones sanitarias (un baño para cada 40 personas).
· Áreas de almacenamiento que puedan asegurarse.
· Estancias separadas para grupos como: enfermos, ancianos y familias con niños de corta edad, así como espacios para oficinas.
· Área de recreo.
· Zona de estacionamiento.
Una construcción no puede ser rechazada solo porque no posea alguna o más de las características mencionadas. Muchas de las divisiones de la Cruz Roja conservan listas organizadas de características (incluyendo los planos de la distribución por pisos) de edificios escogidos como albergues. Una vez que se han localizado las estructuras idóneas, es un procedimiento normal entablar negociaciones para su uso y establecer técnicas para habilitarlos cuando sean necesarios.
Las funciones o actividades varían de acuerdo al tiempo que el albergue esté en operación y las funciones que la comunidad no puede continuar desempeñando "normalmente", debido a los daños ocasionados por el desastre. Algunas funciones importantes son comunes en todos los albergues.
Funciones Importantes Comunes
Servicio de alimentos
El alimento representa la seguridad y la sensación de que alguien se ocupa de la persona. Comer relaja la tensión y disipa la angustia. Si se cuenta con alimentos o puede arreglarse su distribución, las víctimas que llegan, por lo general pueden recibir una comida sencilla o un refrigerio. Cuando el albergue inicia sus operaciones, el servicio de alimentos quizá no esté en funcionamiento. También si se abre un albergue como medida precautoria, tal vez no sea conveniente poner en operación una cafetería (para proporcionar una sola comida). En estos casos normalmente se utilizan expendios de "comida rápida". Poco después de que se inician las funciones del albergue, el alimento suele prepararse allí mismo o se distribuye desde estaciones fijas. Se programa el horario de servicio y el personal experto prepara los alimentos, los cuales son inspeccionados por las autoridades sanitarias de la localidad. El objetivo es que el albergue cuente con un área para proporcionar alimentos o que afuera de éste exista una para que puedan utilizarla los ocupantes. Además, hasta donde sea posible, es importante satisfacer las necesidades especiales de alimentación de algunos grupos como lactantes, ancianos y enfermos.
Sitio para dormitorios
Los albergues se caracterizan por su falta de privacía y en ocasiones es necesaria la vida comunitaria por el número de personas que se encuentran en ellos. Para dormir se requiere más tiempo y espacio que para realizar otras actividades y por tal razón todos los arreglos para los dormitorios influirán en la organización física del espacio dentro de la instalación y la programación de otras actividades. A menudo el espacio para dormitorios se establece en los gimnasios de las escuelas o algunas estancias semejantes en edificios como centros de la comunidad. Si se cuenta con un solo espacio para dormitorios, se asignan las posiciones de tal forma que en un extremo del área estén los varones y en el otro las mujeres solas, y los grupos familiares en la zona intermedia. La posición recta es la que se recomienda para dormir. La idea es aumentar las distancias y disminuir el riesgo de infección aerógena. Si se cuenta con varias estancias, es posible separar a los grupos a la hora de dormir. Hay que tener consideraciones especiales con niños, ancianos y enfermos, pues necesitan más horas de sueño que el adulto promedio. Posiblemente, en un principio no se contará con un número suficiente de camas o de catres para todos los ocupantes. Si existe un número limitado de ellos, serán asignados a la estación de auxilio y a los ancianos. La mayoría de los ocupantes pueden estar más cómodos si se utilizan las esterillas de gimnasios, mantas, tapetes o el material de caja de cartón. Muchas víctimas, en especial las que han tenido ya experiencia en evacuaciones llevarán sus propias ropas de cama o bolsas de dormir.
Servicios Médicos
Los servicios médicos tienen como tarea procurar que los enfermos y lesionados reciban atención esencial; planificar las medidas de protección de la salud, y brindar apoyo emocional. Son esenciales la supervisión médica y los programas de enfermería por 24 horas continuas para conservar los estándares y asegurar la calidad de la atención. Los servicios médicos y asistenciales deben tener la más alta prioridad en la distribución de recursos. Una vez más, las necesidades varían de acuerdo a la naturaleza y magnitud del desastre.
Los ocupantes del albergue normalmente acuden a sus propios médicos o a otro personal clínico ya de los hospitales u otras instalaciones de tratamiento dentro de la comunidad. Las enfermeras en los refugios pueden hacer referencia a otras organizaciones y hospitales. Si las autoridades médicas de la localidad deciden que el albergue debe atender a enfermos muy graves o lesionados habrá que establecer enfermerías y puestos de socorro temporales. Se ha sabido de casos en que todo el conglomerado de un asilo tuvo que ocupar un albergue. En estos casos, se da al personal de esa institución un área separada junto a la zona de servicios medicas en donde pueden atender a sus pacientes.
Servicios Familiares
A menudo las personas o las familias llegan al refugio porque necesitan algo más que un sitio temporal para comer o dormir. La Cruz Roja tiene la responsabilidad de satisfacer algunas necesidades de emergencia de cada familia o persona, individualmente después del desastre. El auxilio se presta para satisfacer necesidades comprobadas: para que los miembros de una familia vuelvan a vivir en unidad. Normalmente las personas que prestan ayuda no están presentes en el momento en que se abre el albergue; no obstante, tan pronto como se determina la necesidad se asignan trabajadores a cada caso y el trabajo comienza. Todo el auxilio de emergencia se suministra como una dádiva y no como un préstamo. Cada centro local de la Cruz Roja puede suministrar información relacionada con la capacitación necesaria para auxiliar en casos de emergencia.
Asesoramiento psicológico
Los servicios de orientación y consejo normalmente pueden ponerse a disposición de los ocupantes del refugio según sus necesidades. A menudo trabajan como voluntarios profesionistas como: psiquiatras, psicólogos, enfermeras, trabajadoras sociales, trabajadoras en salud mental, orientadores vocacionales y clérigos. Las víctimas con posibles alteraciones psiquiátricas pueden ser enviadas a otras instituciones para valoración u hospitalización si no se adaptan a la vida en el albergue. Este servicio tiene como finalidad aminorar las reacciones de angustia mental de quienes sufren las circunstancias y evitar que los problemas psicológicos de las personas alteradas afecten a otras e impidan su ajuste satisfactorio a la vida en el refugio.
Recreo y actividad de Religiosas
Una de las tareas más difíciles en la coordinación de un refugio es mantener ocupada a la gente. Son de enorme importancia las actividades planeadas dentro y fuera del refugio y deben iniciarse tan pronto sea posible. Algunas actividades especiales como; cuidar a los niños de corta edad y a los ancianos, ejercicios para estar físicamente en forma, enseñanza de técnicas de adiestramiento, artes y oficios, películas rentadas y actividades sociales ayudan a que el tiempo transcurra más rápido y mejoran el estado de ánimo, y reducen la ansiedad. Controlan la conducta indeseable y no productiva como el juego de azar, las riñas y la vagancia. Las actividades religiosas pueden ser establecidas en unos cuantos días. Si no se cuenta con servicios religiosos, cabe entablar pláticas con temas de gran contenido espiritual, cantos y períodos de meditación silenciosa. Sin embargo, hay que recordar que aunque se trata de que los ocupantes del albergue participen en estas actividades, no debe forzárseles a hacerlo. La participación debe ser voluntaria. Algunas personas prefieren estar solas.
Administración
Los procedimientos de administración sistemática, registros y reportes son de vital importancia para el funcionamiento adecuado de cualquier refugio, ayudan a llevar un control y un recuento de los ocupantes de las funciones y actividades de apoyo. Deben instituirse desde que comience a funcionar el albergue y continuar hasta que termine su operación.
Consideraciones de apoyo
Además de las principales funciones comunes de todos los albergues hay que mencionar algunos servicios de apoyo que van desde el suministro de agua hasta la descontaminación.
Agua
El agua normalmente no constituye un problema, pero junto con la atmósfera y el aire adecuados es el elemento requerido por los ocupantes. Por tal motivo, es importante determinar inmediatamente el volumen de agua de que dispondrá el refugio. Se necesita una cantidad mínima para evitar la deshidratación, y si es posible para combatir incendios, lavar la ropa, utilizar en las instalaciones sanitarias y la cocción de alimentos. Las autoridades sanitarias de la localidad tienen la responsabilidad de asegurar el suministro de agua potable.
Medidas sanitarias
Los refugios que se encuentran muy saturados requieren de medidas sanitarias estándares lo mas elevadas posible para evitar la diseminación de enfermedades y mantener la moral de sus ocupantes. Cuando se asignan tareas y responsabilidades hay que recordar que la población en general a menudo tiene pocos conocimientos de lo que son las medidas sanitarias. Una vez más estas instalaciones son responsabilidad de las autoridades locales.
Ventilación
La ventilación no representa un problema grave en muchos refugios, pero es de máxima importancia contar con aire puro. Se necesita saber el tipo de problemas que pueden surgir cuando se cierran puertas o ventanas durante el mal tiempo o cuando se cuenta con energía limitada para la circulación de aire, acondicionamiento o calefacción
Energía y luz
Se necesita controlar el empleo de la energía eléctrica, pues a veces es poca la que llega o está expuesta a sobrecargas o interrupciones intermitentes. Incluso cuando no existen estos problemas debe hacerse el esfuerzo por conservarla. Hay que recordar también que la ventilación tiene mayor prioridad que la iluminación y por ese motivo el primer uso que debe dársele a la energía eléctrica será poner en operación el sistema de ventilación.
Comunicaciones
No puede insistirse demasiado en la importancia de las comunicaciones, pues tanto la externa como la interna son vitales. La primera constituye un vinculo con el mundo exterior como una fuente de orientación y un factor esencial para el desempeño de las funciones diarias del refugio. La comunicación interna conserva a los ocupantes informados de todo lo último que ocurre en el exterior, y los aspectos de orientación básica como sus deberes, responsabilidades y las normas que rigen la vida dentro del albergue.
Seguridad
Es esencial conservar un comportamiento ordenado. La seguridad rutinaria y el mantenimiento del orden en las funciones son tareas desempeñadas por el personal del albergue; los aspectos de mayor urgencia son responsabilidad del personal local que vela por el cumplimiento de la ley.
Prevención de incendios
El congestionamiento humano y la posible carencia de agua convierten al fuego en una gran amenaza contra la seguridad. Algunos refugios cuentan con capacidad para los servicios locales contra incendios, pero aún así hay que establecer vigias cada veinticuatro horas dentro del albergue.
Descontaminación
En caso de un accidente atómico o industrial de otro tipo en el que sea necesaria la evacuación, habrá que establecer unidades de descontaminación cerca del refugio o como parte de él. Las autoridades gubernamentales son las encargadas de designar los sitios para el refugio y la descontaminación y también de la capacitación y la asignación del personal de vigilancia. El proceso de planificación previa al desastre suele ser un esfuerzo coordinado entre las partes que intervienen, el gobierno, las autoridades médicas y la Cruz Roja. El personal del refugio por lo general no lleva a cabo el procedimiento de descontaminación. En los albergas de la Cruz Roja, el personal de servicios médicos complementa el sistema ya existente en la comunidad para proporcionar los cuidados de la salud. Para este fin, la Cruz Roja ha establecido algunos cursos de capacitación adicional para proporcionar atención en casos de contaminación radiológica. Consúltese el capítulo 7 en donde encontrará la información correspondiente a estos cursos.
El director de un albergue es el responsable de su organización y funcionamiento generales. Él tiene como tarea coordinar todas las funciones para que se ejecuten de manera ordenada y oportuna. Un buen director realiza simultáneamente el papel de administrador, supervisor y líder. Como administrador debe obtener cualquier tipo de suministros o especialidad médica no disponibles dentro del refugio. Obviamente una sola persona no puede encargarse de todo. Como supervisor debe delegar rápidamente autoridad a sus asistentes para que desempeñen algunas funciones operativas. Los ocupantes acuden a él en busca de su orientación y confianza, por tal motivo, los supervisores de las funciones necesitan la asistencia y coordinación de sus esfuerzos y para ello el director hace uso de sus cualidades de líder.
Las principales funciones como los servicios familiares, cuentan con un supervisor del más alto nivel que se encuentra en las oficinas situadas afuera del albergue.
Los supervisores de las funciones se reportan ante su homónimo general para todos los asuntos técnicos referentes a la forma más adecuada de llevar a la practica sus responsabilidades y de las decisiones normativas de las cuestiones técnicas. El director del albergue, como supervisor de las funciones, es un administrador que se ocupa de que los servicios sean suministrados de manera apropiada y oportuna a los ocupantes del refugio y no de decidir las políticas para dichos servicios. Sin embargo, este supervisor de las funciones está a las órdenes de el director, en lo concerniente a los asuntos administrativos. Esta comunicación incluye aspectos como horas, estadísticas, progreso de las tareas y problemas con otras funciones en el albergue que no se pueden resolver directamente con otros supervisores.
Si se ha escogido y entrenado con anticipación al personal de coordinación del albergue, normalmente un plan organizativo estará listo para comenzar a operar, por otra parte, si la enfermera apenas lo está organizando cuando se abre el albergue, tendrá que concentrarse en las necesidades más inmediatas. Después de iniciar labores es importante organizarlas.
Distribución de espacio
En circunstancias normales, el director del albergue colabora con los supervisores de las funciones disponibles en la formulación de un plan de distribución del terreno. No existe un solo modelo para la distribución del espacio El plan varia de acuerdo al tamaño y la forma del albergue, el número de ocupantes y el tiempo que permanecerá funcionando. Otra consideración es si en el albergue se concentrarán instalaciones como centro de alimentación fijo, una enfermería temporal o una unidad de descontaminación.
La oficina del director y de administración debe estar ubicada en un sitio céntrico y es conveniente que se les identifique con facilidad y a ella puedan llegar ocupantes, visitantes y personal de servicios. Normalmente cerca de la entrada principal se sitúa el cubículo de registro y la oficina de mensajería. Los servicios médicos deben ser accesibles para los ocupantes y ano así ofrecer privacía y tener tamaño adecuado para guardar allí todos los materiales necesarios. Los servicios familiares requieren de las mismas consideraciones. Si no se cuenta con estancias separadas para estas dos funciones, habrá que utilizar mamparas o canceles para separarlas.
El área de servicios de alimentos estará determinada por las instalaciones de la cafetería y el sitio donde se localicen. Cuando se utiliza un gimnasio u otra zona de gran tamaño para dormitorios habrá que separar dicha sección de las áreas de actividad por medio de una barrera o de un espacio físico intermedio. La disposición anterior tiene importancia especial si se utiliza los dormitorios por turno.
El espacio para actividades recreativas y religiosas debe asignarse con base en las actividades planeadas para las instalaciones disponibles, como: un auditorio o salones de clase, o para deportes al aire libre y áreas de juego. Las zonas de almacenamiento se escogerán de acuerdo a la disponibilidad de estancias o gabinetes que pueden cerrarse con llave y candado.
Si se pretende utilizar el refugio para una actividad centralizada como una estación fija de alimentación, puesto de socorros o enfermería temporal o una unidad de descontaminación, las autoridades deben prestar consideración especial al flujo y transito de personas que circularan por el albergue. Además, para conservar un "acceso controlado", habrá que separar algunas actividades de otras funciones e identificarlas con toda claridad.
Programación del personal
El director del albergue es responsable de que exista el número necesario de personal para operar el refugio y brindar los servicios según se vayan requiriendo. Dicha responsabilidad algunas veces es sólo indirecta para ciertas funciones, por ejemplo, los servicios médicos, dado que la programación de éstas se efectúa en consulta con el director.
Se necesitan en promedio unos 47 miembros del personal para que funcione un albergue día y noche con 200 ocupantes. (tabla 9-1). Estos últimos que por lo general pueden desempeñar 85% de los trabajos, son la fuente principal del personal. Un coordinador de voluntarios debe reclutar a personas para asignarlas a tareas específicas. En caso de que se necesite contratar personal, esta contratación debe ser coordinada por la oficina central, de la cual el director es responsable.
La oficina del director y la estación de enfermería deben trabajar las 24 horas. Se destinan horarios específicos para otras funciones, que se limitan a las horas diurnas y a las primeras horas de la noche.
En algunos países funcionan organizaciones de voluntarios que participan en las labores de auxilio en desastres; algunas de ellas están afiliadas a alguna religión, y su objetivo principal es brindar servicios más eficientes a las víctimas. Con frecuencia la Cruz Roja de la localidad es quien coordina los esfuerzos de tales organizaciones. También existen algunos clubes de radio aficionados que prestan voluntariamente sus servicios y también equipo de comunicación privado para que se emplee en los albergues.
Es importante considerar la posibilidad de establecer un consejo de orientación si se prevea que el albergue funcionará por largo tiempo. El consejo es un grupo pequeño de estructura informal integrado por ocupantes del refugio que constituyen una fuente de información y de opinión para el director.
Mecanismos para obtener material y equipo
El director es el encargado de establecer un sistema para controlar la compra y la distribución de materiales y equipo. El sistema puede ser centralizado o descentralizado y se basa en el tamaño del refugio y el tiempo calculado de su operación. La responsabilidad económica es de máxima importancia. En operaciones pequeñas pueden establecerse cuentas de crédito con los vendedores locales. La Cruz Roja utiliza una "órden de compra" para adquirir todos los suministros y el equipo; la cual también se emplea en los servicios familiares y médicos para cualquier auxilio individual que se preste a los ocupantes del albergue. En operaciones mayores se establece la adquisición central de los productos necesarios y e] director solicita la entrega de los artículos de esa fuente.
TABLA 9 - 1 Muestra del patrón de asignación personal en un Albergue para atención masiva
Función/Cargo |
Número |
Administración | |
Director |
1 |
Asistente del director |
2 |
Empleados de oficina* |
1 |
Seguridad* |
3 |
Mensajeros y Encargados de comunicación* |
3 |
Coordinador de voluntarios* |
1 |
Coordinador de transporte* |
1 |
Recepción/archivista* |
3 |
Servicios de salud y médicos | |
Medico (de servicio) |
1 |
Enfermera |
3 |
Auxiliar (primeros auxilios)* |
3 |
Personal de oficina* |
1 |
Servicios familiares | |
Supervisor |
1 |
Entrevistadores |
3 |
Servicios de alimentación | |
Cocinero |
1 |
Asistente de cocinero* |
3 |
Auxiliar de cocina* |
4 |
Mesero* |
3 |
Dormitorios | |
Supervisor* |
1 |
Recreación | |
Coordinador de actividades* |
3 |
Mantenimiento del edificio | |
Supervisor |
1 |
Conserje* |
2 |
Suministros | |
Encargado de almacén* |
1 |
Total |
47 |
Notas: La muestra está diseñada para un alberque con 200
ocupantes, que funcione día y noche. Las cifras son variables y no incluyen
actividades como las rondas nocturnas o de prevención contra incendios. Muchas
de las funciones o actividades obligan a la formación de "equipos" que laboran
medio tiempo. Tiempo | |
*Cubierto por lo ocupantes del albergue | |
Fuente: Adaptado con permiso de la Cruz, Roja
Norteamericana, |
Preparación de registros y comunicados
Los procedimientos administrativos sistemáticos son necesarios e importantes; pues permiten llevar un control y un recuento de los ocupantes y de los servicios de apoyo. El director tiene la responsabilidad directa en esta área. Los registros exactos son útiles para preparar los reportes requeridos y por ello es importante que en todos los servicios y actividades se lleven libros de entradas y salidas. La Cruz Roja utiliza formas estándar para registro y reportes. Sin embargo, si no se cuenta con tales formas, la información se registrará en una libreta de notas o de alguna otra forma.
Los registros (recuadros 9-1) deben contener información actualizada y precisa, como nombres y apellidos de la familia, edad, sexo, estado civil de los integrantes, número telefónicos y dirección previa al desastre, los miembros de la familia que no se encuentren dentro del albergue e información médica. Al abandonar el refugio, habrá que obtener el domicilio y el número telefónico del sitio en donde vivirá la (s) persona (s) después de desastre. La forma mencionada puede utilizarse para señalar la ubicación de un ocupante dentro del albergue y si la persona voluntariamente ha desempeñado tareas del personal.
Cada día el director debe enviar un reporte estadístico (recuadro 9-2) a las oficinas generales, de quien el recibe órdenes directas. Dicho reporte contiene el número de personas albergadas, el número de comidas servidas, el de personas que han recibido tratamiento médico y los problemas principales que han surgido. También incluye el número de miembros del personal que operan el refugio. El comunicado por lo general se transmite antes por teléfono y más tarde por correo o por medio de un mensajero.
Otros registros incluyen a veces las tarjetas de entrada y salida del personal, listas de equipo prestado o rentado y promesas de pago. Es posible que que las oficinas generales deseen recibir comunicados de las promesas de pago, de una forma programada.
Lista de funciones del director
Después de recibir la notificación oficial para abrir un albergue el director acude inmediatamente al edificio o instalación destinada para ese fin. El primer miembro del personal directivo que llegue al sitio se hacer cargo del refugio hasta que sea relevado por alguien más calificado. A continuación presentamos una lista de las funciones que debe desempeñar el director elaborada por la Cruz Roja:
· Establecer y mantener comunicación con las oficinas generales.
· Emprender medidas para la identificación del albergue y de su personal.
· Nombrar asistentes para delegar responsabilidades.
· Controlar la entrada y comenzar el registro.
· Distribuir el espacio y comenzar la organización.
· Establecer los servicios médicos de urgencia y la selección de los ocupantes que llegan.
· Establecer los procedimientos de seguridad, y normas contra incendios.
· Elaborar un inventario de los materiales disponibles y ordenar los necesarios, así como el equipo, a las oficinas generales.
· Hacer los arreglos para el cuidado de mascotas en caso necesario.
· Emprender medidas para hacer cumplir la ley y brindar protección contra incendios.
· Establecer los horarios de operación diaria.
· Poner en marcha todos los grupos funcionales y coordinar sus actividades.
· Reclutar personal adicional según se necesite.
· Establecer relaciones apropiadas dentro de la comunidad inmediata.
· Establecer los libros de registro de entradas y salidas, y los procedimientos para llevar estos registros.
Problemas Generales
La vida en un albergue masivo se ha descrito como insatisfactoria en el mejor de los casos. Los extraños con muy diferentes orígenes y estándares de vida se ven forzados a vivir unos con otros. La conducta social varía con cada familia. Muchas víctimas se perturban por los efectos del desastre, la alteración de sus patrones de vida y la incertidumbre del futuro. Otros se preocupan por la seguridad de sus familiares que no están con ellos y con quienes no pueden ponerse en contacto. Otros más pueden sufrir perturbaciones emocionales, psicológicas desde antes del desastre y pueden haberse agravado sus problemas. Todo ello es complicado por la naturaleza poco familiar y restrictiva de la vida en el albergue, la falta de privacidad y de sueño y los cambios en los hábitos de alimentación.
La mayoría de los ocupantes terminan por adaptarse adecuadamente a la vida en el albergue. Sin embargo, otros generan problemas y son exigentes. Por esa razón es escencial establecer normas y reglamentos básicos para la vida en común y procurar que se cumplan. El director debe tener control inmediato de lo que ocurre en sus dominios para evitar todo tipo de problemas. Junto con las medidas para imponer la ley, él debe controlar la conducta personal que genere alteración como: consumo de alcohol y otras drogas, el comportamiento sexual, peleas, juegos de azar, tabaquismo y el empleo inapropiado de los suministros y el equipo.
Entre las medidas que deben estar a la orden del día, tenemos los primeros auxilios psicológicos para personas que sufren reacciones más duraderas y graves al estrés. No es posible que en el albergue se siga un programa total de salud mental, no obstante el tratamiento eficaz (Información y dirección), la simpatía, interacción amigable con los demás y el ocupar a las personas en algo útil puede servir de mucho para estabilizar la situación.
Quizá el problema más común sea el de las mascotas que acompañan a sus propietarios al albergue. Por consideraciones a la salud y la seguridad no debe permitirse que compartan el mismo espacio que las personas (excepto los perros lazarillos para ciegos y sordos). El cuidado de las mascotas puede arreglarse con alguna sociedad humanitaria, de rescate de animales y con veterinarios. Muchas personas consideran a sus mascotas como parte de la familia y no aceptan estar lejos de ellas. Por tal motivo, si el espacio lo permite, habrá que delimitar otras áreas o incluso construir un lugar para las mascotas. Muchos ocupantes del albergue pueden conservarlas en los vehículos que utilizan para la evacuación. Es una práctica común que un miembro de la familia permanezca en el vehículo por motivos de seguridad, ya que suele contener las posesiones personales de la familia.
RECUADRO 9 - 1 Registro en un Albergue
American Red Cross | |||
Apellido de la Familia |
Problemas médicos | ||
Nombres |
Edad |
· Muerte |
Enviado a la enfermera |
Varón | |||
Mujer (incluya el nombre de soltera) | |||
Hijos que se encuentran en el hogar | |||
Miembros de la familia que no están en el alberque (se desconoce
su localización) |
ARCHIVO MAESTRO DEL. ALBERGUE
Fuente: Reimpreso con
permiso de la Cruz Roja Norteamericana.
REGISTRO EN EL ALBERGUE ESTABLECIDO EN CASOS DE DESASTRE
Ubicación del Alberque | |
Número telefónico |
Fecha de llegada |
Dirección y teléfono antes del desastre |
Yo Autorizo (no autorizo)_ la revelación de la información anterior correspondiente a mis datos personales o estado general
Firma______________________________________________________________________
Fecha de salida del albergue______________________
Hora de
salida del albergue_______________________
Dirección y número telefónico después del
desastre |
FORMA DE LA CRUZ ROJA
NORTAMERICANA 5972 (5-79)
RECUADRO 9 - 2 Comunicado de Actividades de Atención en el Albergue
Cruz Roja REPORTE DE ACTIVIDADES EN LA ATENCIÓN MASIVA DURANTE DESASTRE Prepare dos copias conserve una y envíe el original al encargado
de la atención
masiva Asistencia médica Suministros: Personal asistencial: |
Nombre y cargo de |
Firma de las la persona a cargo personas a cargo |
Fuente: Reimpreso con permiso de la Cruz Roja Norteamericana
Problemas de Normatividad
El director del albergue no es un legislador, sin embargo, no seria raro que surgieran algunos problemas relacionados con las normas establecidas. Por ello, no puede destacarse lo suficiente la importancia del adiestramiento formal. Incluso en tales situaciones, si existe alguna duda el director debe siempre solicitar a las oficinas generales que envíe un supervisor (algún departamento oficial, la Cruz Roja u otra organización de voluntarios). Las normas son variables. Por ejemplo, en un albergue operado por el gobierno, se considera al director como "una extensión del gobierno local".2 Por otro lado la Cruz Roja "no acepta donativos económicos en un albergue".3 Las personas que desean hacer una contribución deben enviarla por medio de un cheque a las oficinas locales de la Cruz Roja. Es importante recordar siempre que usted como enfermera puede solicitar orientación, dirección y control.
Conflictos potenciales
Ya sea de forma consciente o inconsciente, toda opinión que se da y decisión que se toma, se basa en creencias, actitudes y valores. Existen lugares en donde se reúnen todo tipo de personas. ¿Por qué el albergue debe ser diferente? Las creencias y prácticas religiosas y culturales son variables. Para un mundo que ya se encuentra en total confusión la vida en un albergue agrega un toque de extrañeza y congestión, además de un futuro incierto. Todo el personal administrativo debe adoptar una actitud imparcial y acrítica. Los posibles conflictos pueden disiparse por medio del entendimiento básico de los valores y su esclarecimiento y la actitud de escuchar con interés al interlocutor.
La operación adecuada de un albergue incluye el mantener la buena salud de sus ocupantes y por tal motivo, la enfermera se convierte en un miembro integral del personal administrativo y de trabajo. Ella debe participar en el proceso de toma de decisiones desde que el refugio comience sus operaciones. Todas las actividades de los servicios médicos y asistenciales deben coordinarse con los de las autoridades sanitarias locales y la comunidad médica. Dichas actividades pueden dividirse en fases de valoración, planificación, ejecución y evaluación final.
Valoración
La naturaleza y magnitud del desastre son los factores que determinan las actividades de los servicios médicos y asistenciales, las cuales varían de acuerdo a los peligros reales o posibles para la salud, el número de heridos y enfermos, la gravedad de las lesiones y enfermedades, el número de damnificados sin hogar, la edad de los habitantes del refugio y los servicios médicos y asistenciales disponibles. Por ejemplo, un desastre que ha destruido o neutralizado los recursos médicos y de salud en la comunidad, puede generar necesidades muy diferentes de otro que no los haya afectado. Teniendo en consideración lo anterior, la distribución de espacio se define dentro del albergue, los suministros adecuados deben estar con la mayor rapidez posible. Sus cantidades deben bastar para la operación inicial del albergue hasta que puedan obtenerse mas. El Apéndice 9-A incluye las listas de los componentes de un estuche muestra para refugios. Es necesario recordar los objetivos de los servicios asistenciales y médicos en el albergue:
· brindar apoyo emocional
· proteger la salud
· evitar enfermedades
· ofrecer un medio temporal de atención a las víctimas hasta que la familia reanude sus patrones de vida normales
Planificación
Durante el proceso de planificación, los participantes deben de preveer algunos de los problemas más comunes que surgen en los albergues.
· presencia de enfermos crónicos que dependen del uso continuo de medicamentos especializados, y que llegan al albergue sin sus medicinas o con cantidades muy pequeñas
· incidencia normal de enfermedades, incluyendo algunas crónicas como: diabetes y cardiopatías
· la diseminación de enfermedades contagiosas por personas que las llevan al albergue o que surgen después de ponerlo en funcionamiento
· reacciones emocionales y físicas al estrés.
Son esenciales la supervisión médica y los planes para atención de enfermería permanente, es decir, las 24 horas. Es necesario que esté presente cuando menos una enfermera titulada en cada periodo de guardia, y que se le designe como enfermera a cargo. El número y tipo del resto del personal asistencial dependerá del tamaño del refugio, el número y gravedad de enfermos y lesionados y las condiciones especiales de salud entre los ocupantes. En situaciones con un número reducido de personas sin problemas de salud, suelen hacerse arreglos para tener una cobertura telefónica. También deben precisarse las técnicas para atender a los enfermos heridos o muy graves. ¿A qué hospital o puesto de socorros debe recurrir? ¿Quién se encargará de la transportación? ¿Cuales son las líneas de comunicación existentes?
RECUADRO 9 - 3 Registro de
pacientes durante desastre
Deben hacerse arreglos para la requisición o compra de los suministros y en ellos hay que incluir planes para permitir su almacenamiento de forma segura. A veces se necesita improvisar algún equipo, prestarlo o rentarlo. Las cantidades de equipo material necesario se basan en la valoración inicial de la situación.
Algunos reportes deben elaborarse diariamente, como el número total de enfermos y lesionados. Se llevan registros individuales de todos los ocupantes que reciben atención (recuadro 9-3). Los pacientes que son enviados o transferidos a otras instituciones médicas o de salud deben llevar consigo su documentación.
Ejecución
Tan pronto comience a funcionar el albergue, se inicia la selección de los ocupantes que van llegando. Es necesario alertar al personal médico respecto a problemas que requieren atención inmediata, aislamiento o transportación a otras instituciones asistenciales.
La enfermera debe de hacer las visitas médicas regulares como parte del programa diario y establecer un sistema para vigilar los problemas de salud y médicos de los ocupantes. También debe laborar en forma muy directa con el director y otros supervisores para mantener los servicios medicas regulares y cumplir con los más altos estándares sanitarios. Las responsabilidades de la enfermera a cargo al parecer nunca terminan. El Apéndice 9-B incluye una lista de la Cruz Roja, como muestra.
Evaluación final
El proceso de evaluación es constante y se lleva a cabo durante toda la operación. Es necesario revisar su evolución por medio de interacciones diarias, conferencias una a una y reuniones rutinarias del personal. También se reunirá la valoración final de los reportes narrativos que por lo general se les piden a todos los supervisores a partir de las primeras entrevistas, según convenga. La "lección aprendida" constituye una base para mejorar la eficacia de las operaciones futuras.
1. Disaster Services Regulations and Procedures Series, ARC 3000-3099. Washington DC, American Red Cross, Revised May 1980.
2. How to Manage Congregate Lodging Facilities and Fallout Shelters. Federal Emergency Management Agency, 1981-728-877, p. 81.
3. Disaster Services Regulations and Procedures: Administrative Regulations, ARC 30003. Washington, DC, American Red Cross. Revised January 1984, pp. 4,10.
4. Disaster Services Regulations and Procedures: Shelter Management: A Guide for Trainers, ARC 3074. Washington, DC, American Red Cross, August 1976, p. 3.
5. Statement of Understanding Between the Federal Emergency Management Agency and the American National Red Cross, ARC 2267. Washington, DC, American Red Cross. Revised August 1983, paragraph L.
6. National Voluntary Organizations Active in Disaster, Washington DC, American Red Cross. Revised April 1982.
A Handbook for Local Governments, CPGI-6. Federal Emergency Management Agency, 1981. California Eartquake Response Plan (Draft). Sacramento, Calif, State of California Office of Emergency Services, July 1983.
Church Response to U.S. Disaster. New Windson, Md, Church World Services Domestic Disaster Office, July 1978.
Country of San Diego Emergency Plan. San Diego, Unified San Diego Country Emergency Service Organization, August 1983.
Guide for the Development of a Mass Care/Shelter Annex/Support Plan. Sacramento, Calif. State of California Office of Emergency Services, March 1979.
Nuclear Power Plant Emergency Response Plan. San Diego, Unified San Diego Country Emergency Service Organization, December 1980.
Los siguientes materiales comprenden el botiquín de primeros auxilios para albergues. Estos artículos deben reunirse y empacarse previamente en cajas de cartón o recipientes de fácil distribución y uso, marcadas con toda claridad ÚSESE SÓLO EN UNA EMERGENCIA. Es importante que cada año se elabore un inventario de verificación y se repongan los objetos deteriorados.
Cantidad |
Equipo y materiales |
2 |
delantal/"overol" (de papel) |
5 |
bolsas de papel manila o iguales |
5 |
bolsas grandes de plástico para basura |
4 paquetes |
bolsas chicas de plástico con jareta |
2 |
bacienetas "en riñón" |
1 |
bacín de plástico para lavar manos |
2 |
pilas para lamparilla de mano |
1 |
lamparilla de mano |
6 |
cojines absorbentes para cama, desechables |
1 |
cómodos de plástico |
2 |
mantas para niños |
1 juego |
de biberones (desechables) |
12 |
biberones (con mamilas y tapas) |
1 |
cepillo para biberones |
2 |
velas |
1 |
abrelatas (con destapador) |
25 |
vasos desechables (para bebidas calientes y
frías) |
3 paquetes |
pañales desechables (1) pequeños; (1) grandes; (1)
medianos |
1 |
agarraderas para cocina |
1 |
botellón o bolsa para agua caliente |
2 paquetes |
pañuelos desechables |
2 paquetes |
de cerillos, recipiente o libro |
25 |
periódicos doblados (opcional) |
4 |
termómetros (universal con libreta de
anotaciones) |
1 |
jarra de agua |
1 |
pala (opcional) |
12 |
alfileres de seguridad grandes |
1 lata |
polvo limpiador (ajax o igual) |
12 |
toallas sanitarias (paquete individual) |
1 par |
tijeras de punta roma |
1 rollo |
cinta para cubrir (de 1 pulgada de ancho) |
4 |
termómetros (universales con cubierta desechable) |
2 rollos |
papel sanitario |
1 rollo |
toallas desechables |
1 |
pinzas |
1 |
estetoscopio |
1 |
esfigmomanómetro |
Material del botiquín para primeros
auxilios | |
2 |
vendas elásticas de 7.5 cm de ancho |
2 |
vendas de 5 cm kling |
1 |
vendas de 7.5 cm kling |
2 |
vendas elásticas de reserva |
2 |
vendas triangulares |
100 |
"benditas" (curitas) o iguales |
10 |
benditas tipo mariposa grandes y pequeñas |
20 |
abatelenguas (envueltas individualmente) torundas de
algodón |
3 |
apósitos grandes protectores |
100 |
apósitos estériles (10 cm x 10 cm) |
100 |
torundas con alcohol |
1 caja |
aplicadores con punto de algodón o iguales |
1 rollo |
cinta de 5 cm de ancho no alergénico |
1 rollo |
cinta de 2.5 cm antialergénico |
50 |
toallas (tipo Wash-&-Dri o iguales) |
50 |
toallas (humedecidas en jabón antiséptico) |
4 |
bolsas de hielo desechables-compresas helados |
20 |
cojincillos para los ojos |
1 |
jabón líquido |
4 |
compresas calientes |
Medicamentos | |
1 frasco |
antiácido (Mylanta) |
1 frasco |
colirio o solución salina normal |
1 paquete |
tabletas antiácidas (Mylanta) |
1 paquete |
bicarbonato de sodio |
1 tubo |
pomada antibacteriana (Neosporin) |
1 frasco |
alcohol al 70% 240 ml. |
1 frasco |
aspirina con 100 tabletas de 25 mg. |
1 caja |
almidón de maíz |
2 frascos |
caolinpectina (Kaopectate) |
8 cubos |
azúcar (u ocho paquetes) |
1 frasco |
enjuaga bucal |
1 frasco |
aceite de clavo |
1 tubo |
vaselina |
1 frasco |
pediculocida |
4 botes |
Seven-up |
1 frasco |
acetaminofen tabletas de 325 mg. |
500 ml. |
solución salina normal (disolver una cucharadita cafetera de sal
de mesa en 500 ml. de agua) |
1 frasco |
de tilenol liquido (para niños) |
1 frasco |
aspirinas para niños |
1 caja |
sal de mesa |
1 frasco |
vinagre de mesa |
2 |
cepillos de dientes finos (escarmenador) |
25 |
vasos desechables para medicamentos |
Artículos para el área Administrativa | |
25 |
Libros de registro (entradas y salidas) para usar en desastres(NP-
1836) |
25 |
Libros de registro de pacientes para enfermería (NPW
821) |
25 |
Memorándumes para enfermería (forma 1475) |
50 |
Hojas de registro para paciente (forma 2077) |
25 |
Formas para información confidencial (forma 5854) |
2 |
Protocolos médicos y de enfermería-Capítulo de los Condados
Imperiales/San Diego |
1 |
Normas y Procedimientos de Servicios de Salud (ARC
3050) |
1 |
Anexo 5 (Médico asistencial del Plan de Emergencia del Condado de
San Diego) |
1 |
Estuche audiovisual ARC (S3-23) |
1 |
Un paquete de formas con dorso de papel carbón
integrado(320600) |
1 |
tablillas con sujetador y acojinamiento
milimétrico. |
1 caja |
presillas para papel |
1 caja |
bandas (ligas) de hule |
1 |
engrapador con grapas |
1 rollo |
cinta adhesiva transparente |
12 |
carpetas con franja |
6 |
plumas, bolígrafos y lápices |
1 |
lista del contenido de los materiales y botiquín |
1 |
recubierta interior adherible del estuche
(teléfono) |
1Fuente San Diego/lmperial Counties Chapter, American National Red Cross.
N. del T.: El tipo, número e identidad de los materiales y suministros pueden modificarse, con arreglo a los planes locales y las disposiciones de la comunidad.
- Procurar que todas las personas que solicitan auxilio, sean
entendidas con amabilidad, comprensión y actitud tranquilizadora; se les
administren rápidamente los tratamientos, y las instrucciones se entiendan
perfectamente para continuar la terapéutica.
- Disponer con el médico las
revisiones iniciales y diarias de los pacientes.
- Establecer prioridades en
la asistencia de enfermería y planear la supervisión médica.
- Planear con el
director del albergue la comunicación para casos de emergencia y
transportación.
- Planear la transferencia apropiada de pacientes a
instalaciones de asistencia regular según sea necesario.
- Planear la
separación de personas de familias en quienes se sospecha alguna enfermedad
contagiosa.
- Planear y obtener los suministros necesarios en colaboración
con el director.
- Planear la delimitación de una zona de primeros auxilios y
asignar personal a la misma.
- Valorar constantemente las posibles
necesidades asistenciales y médicas y organizar horarios de asistencia
continua.
- Revisar los protocolos médicos y de enfermería de la Cruz Roja,
de tratamientos especiales y necesidades generales con el médico a cargo del
albergue, los medicas visitadores y el personal asistencial.
- Identificar
las necesidades y procurar el almacenamiento e inventariado seguros de
medicamentos, equipos médicos (jeringas y agujas) y hojas de registro.
-
Asignar a enfermeras y al personal de otros servicios médicos a tareas
apropiadas y sobre la marcha, efectuar la supervisión y adiestamiento.
-
Supervisar la preparación y distribución de las fórmulas para bebés; consultar
con el supervisor de servicios de alimentos respecto a dietas modificadas por
razones de salud o religiosas.
- Recomendar al director las medidas
apropiadas para cuidar a embarazadas, lactantes y niños de corta edad, ancianos,
enfermos crónicos y personas en quienes se sospeche una enfermedad
contagiosa.
- Comentar los aspectos sociales, médicos y de enfermería de
problemas familiares con el departamento de servicios para familias, según
conviene.
- Planear con el director la inspección inicial y periódica del
albergue que incluya la inspección sanitaria, de acuerdo a las normas de la
salud pública de la localidad.
- Suministrar personal de enfermería y medios
cuando el departamento de salud pública inicie la vacunación de los ocupantes
del albergue.
- Mantener informado al director y a la supervisora o directora
de enfermería de las situaciones médicas, asistenciales y de salud, actividades,
necesidades y planes.
- Planear con el director la coordinación de la
participación de organizaciones que atiendan a las víctimas en el albergue (por
ejemplo, salud pública y mental, recursos humanos y asociaciones
religiosas).
- Recomendar y apoyar el plan para contar con recursos
apropiados que satisfagan las necesidades inherentes de la practica adecuada de
la salud mental
- Planear la identificación apropiada de la Cruz Roja, del
personal de los servicios médicos y la instalación.
- Reportarse al final de
cada periodo de trabajo a la enfermera de relevo y hacerlo regularmente con el
encargado de los servicios de salud en el desastre o alguna persona designada
por las oficinas generales.
- Llevar un libro de entradas y salidas
correspondiente a las actividades de los servicios medicas y asistenciales
durante el desastre.
Fuente: Adaptado bajo la autorización de Disaster Services Regulation and Procedures: Disaster Healt Services, ARC 3050. Washington D.C., American national Red Cross, revised February 1976, 33.
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