David B. Lehnhof
¿Cuál es la finalidad para los profesionales que deben atender dichas crisis diariamente de planear simulacros de desastres que generan gran número de víctimas? Tradicionalmente, el propósito ha sido identificar problemas, fallas y deficiencias del sistema.1 Sin embargo, la finalidad inicial pudiera ser la propia eventualidad, es decir, detectar algunas de las fallas que se busquen. Insistir en procedimientos negativos produce resultados negativos. Por el contrario, un ejercicio diseñado y efectuado bajo circunstancias positivas, producirá resultados positivos. Para asegurar que el ejercicio rinda buenos resultados, deben fijarse metas y objetivos específicos, en un marco positivo. Planteado en términos positivos la meta fundamental para representar una catástrofe es la enseñanza, y sus objetivos son:
· promover la confianza
· desarrollar las capacidades
· coordinar actividades
· coordinar participantes
Otro aspecto importante para que un simulacro tenga buenos resultados es seleccionar a un coordinador o jefe de comité. Sin embargo, nunca tome esta decisión basándose en el título o actividad de una persona. Las supervisoras de enfermería, los médicos o los administradores asistentes aunque estén calificados para las posiciones que desempeñan, no necesariamente constituyen los mejores coordinadores de los simulacros; en vez de ellos debe colocarse en la posición de control a personas con experiencia o preparación en el manejo de ejercicios. Si no se cuenta con ellas, habrá que escoger un grupo pequeño (2 a 4 personas) para que realice la planificación. Es necesario seleccionar a personas lo suficientemente ambiciosas que tengan arrojo y valor y que sean lo más diligentes posible para que trabajen todo lo necesario hacia la consecución de una meta satisfactoria
Una vez seleccionados los coordinadores, no permita que surja la actitud del "hermano mayor o el padre". La presión y la interferencia solamente servirán para frenar la creatividad y el desempeño de la labor. Es importante permitir al grupo llegar a su conclusión, aunque este enfoque no significa no prestar auxilio y orientación, las cuales se daran sólo si se les solicita. La programación de reuniones regulares complementarias o de evolución es un buen método para asegurar que se lleva un ritmo apropiado en el desarrollo de estas tareas sin interferencia alguna.
Un simulacro de desastre o ejercicio, a semejanza de cualquier proceso planeado, tiene fases características que incluyen: planificación y coordinación antes del hecho, práctica del simulacro y valoración de metas y objetivos.
Planificación
Los simulacros de desastres, al igual que de cualquier programa organizativo, deben diseñarse para complementar metas, finalidades, misiones, objetivos y estrategias de la organización.2 Al planificar un ejercicio con grupos innumerables de personas, habrá qué seguir los cuatro pasos básicos de la planificación:
1. Establecer la meta del ejercicio.
2. Determinar las necesidades actuales de la situación.
3. Precisar los factores que facilitan y los que entorpecen la consecución de la meta.
4. Crear un plan para alcanzar dicha meta.
La meta (aspecto básico cuya consecución es la razón del ejercicio o simulacro) en primer lugar debe definirse claramente para después seguir con sus objetivos o para alcanzarla. Los factores que facilitan o entorpecen la consecución de los objetivos deben comentarse y elegir las mejores alternativas. En este punto es posible escoger un plan de acción (Figura 12-1).
El formato anterior puede generar un plan de acción funcional y educativo que culmine en los buenos resultados del simulacro. Para alcanzar este fin es de suma importancia conocer la meta del simulacro.
Mas aún, el establecimiento de metas requiere de la valoración de las necesidades organizativas. Por ejemplo, si la organización se encargará de la selección de los pacientes en el campo de los hechos, entonces la necesidad será familiarizar al personal con los marbetes de selección y la metodología de esta situación o determinar la capacidad del personal o la institución respecto al número de pacientes y víctimas que puede recibir. Sin embargo, la valoración no debe basarse únicamente en la demostración de capacidades y habilidades. Suponga, por ejemplo, que se ha llevado al cabo la capacitación de las técnicas de selección en el escenario del desastre, la meta del simulacro es examinar la efectividad del adiestramiento y reforzar las lecciones aprendidas y no juzgar qué tan bien desempeña el personal la selección. La meta anterior puede lograrse al diseñar una situación en la cual muchos pacientes sean sometidos rápidamente a selección. A través de la situación se procesan a las personas o pequeños grupos del personal. La evaluación final se basa en qué tan bien aprendió el personal el programa de selección y no en cómo la realizaron los miembros del personal.
Figura 12-1 Formato para un Plan
de Acción
Preparación de las Participantes
La producción de un ejercicio adecuado depende del adiestramiento y la capacidad de los participantes. Sin la preparación eficaz tal ejercicio o simulacro está condenado al fracaso desde antes de llevarse a la práctica.
Los simulacros de desastres deben ser parte funcional de cualquier programa de adiestramiento de las organizaciones médicas de emergencia. Semanas antes del simulacro, hay que emprender las tareas de adiestramiento, hacia las metas de la organización. El simulacro se utilizará para reforzar o evaluar la eficacia del programa de capacitación. Si la meta de las organizaciones es que todos los miembros del personal estén perfectamente familiarizados con los métodos de selección o con la prioridad del tratamiento de las víctimas, el adiestramiento debe reflejar dicha meta Por todo ello, un ejercicio o simulacro para valorar la eficacia de este adiestramiento constituye una fracción natural del programa de capacitación.
Diseño del Escenario
Otro paso de la efectiva planificación es precisar el escenario que se requiere para el ejercicio. La finalidad del diseño es destacar la meta. Si ésta incluye reforzar la atención definitiva de las víctimas, no conviene que el escenario sea el de un choque de aeronaves en un área rural en la que se realizarán esfuerzos prolongados durante las fases de rescate y transportación. Seria más adecuado un espisodio de intoxicación por alimentos, en la iglesia local, en la que cabria esperar la llegada de grandes números de pacientes por su propio pie. El aspecto fundamental es que el escenario dé toda la impresión de realidad posible. Es mejor trabajar en un escenario de los desastres más comunes que con el de un cataclismo devastador, seria muy raro que ocurriera.
En muchas áreas, no resulta extraño que los simulacros amplios incluyan el escenario de algún hecho realmente cataclísmico, por ejemplo, un sismo masivo en el que se destruyó el 80% de toda la área. La experiencia muestra que los planes eficaces para lo que ocurrirá en esta situación son inútiles: nada sucede como se previo en el simulacro y éste se vuelve infructuoso. Más aún, dicho escenario poco real constituye una experiencia frustrante para los profesionistas en asistencia médica. Muchos de ellos afrontan regularmente desastres como choques de autobuses y de pequeños aeroplanos, incendios en edificios de departamentos, accidentes en los que participan vehículos y fugas de gas en edificios comerciales. Tiene mucho mas sentido practicar con escenarios en donde puedan surgir estos desastres.
El mismo principio es válido para todas las tragedias, sea cual sea su magnitud. Si el personal está perfectamente entrenado y puede manejar incidentes con 20 a 50 víctimas, será eficaz cuando surjan sucesos a mayor escala. Utilicen incidentes de menos cuantía como los mencionados o los tipos que diariamente señalan los medios de comunicación para diseñar los escenarios y así alcanzar sus objetivos y metas.
Fuentes de "víctimas"
Se cuenta con innumerables fuentes de las "víctimas" de incidentes con salvo masivo y solo hay que saber en dónde buscar. Los grupos de Boy Scout (niños exploradores) tienen buena voluntad para participar en algún proyecto de servicio al público y el personal de primeros auxilios y técnicos médicos de emergencias también suelen auxiliar, reuniendo así la suficiente experiencia en la atención de víctimas. La guardia nacional local y otras unidades de reserva constituyen una fuente más de participantes. Considere el organizador la intervención de algunos de los grupos de enfermería o médicos de la localidad, su participación además de servir como una experiencia y preparación doble para todos los colaboradores, constituye también una revelación para todos los profesionistas.
Una sugerencia final, pero relevante seria utilizar personas jubiladas, ancianos o residentes de asilos. Ellos a menudo tienen voluntad para participar y la experiencia puede ser una oportunidad para escapar de su rutina, servirles como una forma de ejercicio y despertar un sentimiento de valía. En correspondencia los ancianos suelen aportar innumerables cosas. En primer lugar, a mundo son magníficos actores. Muchos han tenido enfermedades o accidentes, de tal forma que tienen la experiencia en dar un toque de realidad a sus problemas. Más aún, disfrutan ayudando y sentir que participan en proyectos comunitarios.
El principal aspecto de interés durante la planificación es proteger la salud y el bienestar de las "víctimas". Algunos pueden tener problemas médicos y de alguna manera tienen fragilidad corporal. Sin embargo, al explicarles todas las expectativas y después escuchar sus opiniones será más fácil definir los limites de lo aceptable y lo posible. Muchas personas indican sin demora, lo que pueden hacer y lo que no.
Consideraciones Ambientales
Otro aspecto del proceso de planificación es el que se refiere a las consideraciones ambientales. Es poco creíble el escenario de un incendio si el ejercicio se realiza bajo una lluvia torrencial o una tormenta de nieve. Simplemente no puede haber hielo en una carretera si la temperatura exterior es de 38°C el clima es un factor por considerar al planear el escenario. También hay que prestar consideración a los preparativos para luchar contra adversidades climatológicas. Hay que preparar a los participantes para que trabajen en las condiciones prevalecientes o sean víctimas en ellas. Tampoco deben planearse los ejercicios para días soleados y cálidos. Existe una gran probabilidad de que los desastres ocurran por la noche o en clima adverso, y no en días agradables. Para los simulacros en climas fríos o húmedos, habrá que dar protección a las víctimas.
Conviene recomendar a los voluntarios que lleven ropas gruesas cuando sea necesario, o utilicen ropa vieja, flojas y desechables. Hay que modificar la "puesta en escena" del ejercicio para que se adapte a las condiciones prevalentes (por ejemplo, quite el saco o americana hasta que el paciente esté en un área protegida si comienza a llover). Si el clima es inestable, se planeará en un escenario, en el que podría ocurrir un desastre en un clima adecuado o inadecuado como seria el choque un autobús.
Coordinación
La coordinación del ejercicio o simulacro es esencial para que éste resulte exitoso. Después de planear con cuidado y antes de desarrollarlo en la realidad, se debe llevar al cabo toda la coordinación. El grupo de planificación tendrá como objetivo hacer los arreglos y hacerse cargo de la responsabilidad global. Es necesario dividir las responsabilidades entre el director y las personas que coordinan el evento, por igual. Algunas de estas responsabilidades incluyen arreglos respecto al sitio, las responsabilidades legales, la caracterización, transportación y los efectos especiales.
Es necesario contar con un sitio idóneo para llevar a cabo el ejercicio particularmente si se maneja un escenario en las mismas instalaciones. Se escogerá el sitio que corresponda al escenario y se obtendrán los permisos para utilizarlo.
La responsabilidad legal también es un aspecto importante que debe considerarse en este momento. ¿Quién es responsable de los daños a la propiedad? Se requiere especificar quien es el responsable legal en un documento de aceptación, firmado entre el propietario o el gerente del sitio y los consejeros legales. La responsabilidad legal por la lesión de los participantes o las víctimas también es otro aspecto por considerar. El administrador del hospital o el municipio normalmente se encargan de los arreglos de este tipo de protección, a través de seguros. Es importante que todos los participantes firmen, aunque esta medida no brinda protección legal si se lleva ante un tribunal.
También hay que hacer arreglos para contar con los artículos de caracterización. Se necesita reunirlos y prepararlos cuando menos una semana antes del simulacro. Las personas que han aceptado actuar como víctimas deben llegar preparadas para tal caracterización, usar ropas apropiadas, algo que pueda desecharse después del simulacro y saber el tipo de efectos que se utilizarán. Los niños exploradores a menudo se ponen nerviosos si no se les ha señalado con anticipación lo que se espera de ellos y por qué es necesario.
También hay que hacer arreglos para el transporte de ida y de regreso, del sitio del incidente. Un aspecto importante es el desplazamiento de las personas que intervienen en el ejercicio. Se pierde mucha coherencia si 35 niños exploradores deben acudir en bicicleta y regresar del escenario a su hogar con ropas desgarradas y con un maquillaje parecido al de noche de brujas.
El humo, el fuego y las explosiones pueden hacer que el simulacro sea excitante y real. Sin embargo, estos efectos especiales deben ser controlados por personal calificado y experto, si no se tienen estos cuidados los efectos inofensivos y bien intencionados pueden transformar el simulacro en una pesadilla. El humo puede ser eficaz, pero hay que tener enorme cuidado de no utilizarlo en exceso y procurar que no sea tóxico. También pueden simularse incendios y explosiones aunque pueden ser peligrosos. Seria interesante establecer contacto con alguna asociación de actores encargados de escenas peligrosas (dobles) para que colaboren en los efectos especiales. Si no existe una asociación de este tipo en la localidad, debe establecerse contacto con el departamento de bomberos o policía. La máxima prioridad es brindar seguridad a toda persona que intervenga y también a la comunidad en su totalidad.
Una lista puede ayudar a las personas responsables del simulacro para coordinarlo con mayor eficacia. Un ejemplo de ellas que puede adaptarse a las necesidades locales sería la hoja de trabajo del coordinador en desastre, que se muestra en el recuadro 12-1.
Realización del Simulacro
Es necesario hacer planes para la realización del simulacro, los cuales son indispensables para lograr buenos resultados. Una vez más, el elaborar una lista (consúltese el recuadro 12-1) puede ayudarlo para llevar el ejercicio eficazmente a la práctica. Los ejemplos siguientes destacan la utilidad de esta lista en la ejecución de los 5 aspectos del simulacro:
1. Sitio
· ¿Se ha seleccionado adecuadamente el sitio?
· ¿Se han cubierto todas las necesidades de equipo?
· ¿Se han cubierto todas las consideraciones de seguridad?
· ¿Se han considerado todos los factores de responsabilidad legal?
· ¿Se ha preparado el sitio apropiadamente para el simulacro?
2. Pacientes
· ¿Se han hecho los arreglos con los pacientes?
· ¿Se han preparado los enfermos?
· ¿Se ha dado orientación a los pacientes para el papel que deben desempeñar?
· ¿En el lugar de los hechos: se han marcado los sitios correspondientes a los pacientes?
3. Escenario
· ¿Se ha preparado el escenario?
· ¿Todos los pacientes entienden sus obligaciones?
· ¿Los socorristas entienden su participación?
4. Plan Operacional (Libreto)
· ¿Se cuenta con un plan de lo que se desea que ocurra? (No necesita ser un documento detalladísimo como el libreto de una obra teatral, pero si debe indicar lo que se supone que debe hacerse en el momento oportuno. Este paso debe coincidir con el programa de adiestramiento previo)
· ¿Todos los pacientes tienen lesiones apropiadas?
· ¿Qué lugar ocuparán en el sitio de los hechos?
· ¿Los efectos de caracterización corresponden con el escenario?
5. Efectos Especiales
· ¿Se necesitan efectos especiales para el escenario?
· ¿Se han hecho arreglos para la segura aplicación de tales efectos?
Control
Los simulacros y ejercicios de desastres, como cualquier actividad, deben tener un comienzo. Un método popular es mandar una alerta fictisia través de un sistema de notificación estándar; no obstante, esta nitificación debe arreglarse anticipación para evitar que quien dé el aviso lo interprerte de manera equivocada. Las comunicaciones adecuadas son indispensables para controlar el simulacro. Si se realiza dentro de una edificación, cabe utilizar el sistema de notificación propio. Sea cual sea la forma en que comienza el ejercicio es importante que se haga de acuerdo al plan global. Los puntos específicos dependen del escenario y el sistema, pero es conveniente planearlos lo mejor posible para obtener buenos resultados. Una ilustración del efecto que tiene el comienzo de un ejercicio en el control del mismo se describe en el ejemplo hipotético siguiente: se ha planeado un simulacro para ejercitar la capacidad de selección del departamento de urgencias. En el escenario se requiere de múltiples pacientes con diversas lesiones producidas en un pleito de pandillas callejeras. El ejercicio podría comenzar con las víctimas, los oficiales de policía y los socorristas, que irrumpen por las puertas del frente, sin previo aviso. Esta representación podría ser excitante, sin embargo, quizá no produzca el efecto deseado para mejorar el programa de preparación.
Un procedimiento más práctico sería reunir a las víctimas, la policía y los socorrista como a una cuadra del sitio de los hechos. Los tripulantes de la ambulancia comienzan el ejercicio cuando son llamados por radio, con una descripción del número y equipo de lesionados que llevan al hospital. De este modo, se pone en marcha la alerta para el personal de que ocurrió un accidente parecido a un desastre y que es necesario emprender medidas para afrontarlo. En este momento el personal puede proceder a la ejecución del programa contra desastres, correspondiente a la situación. Este comienzo puede hacer que el ejercicio sea más fructífero que el antes mencionado.
Terminación
También es importante planear la terminación del ejercicio. No se debe permitir que se desmonte un escenario hasta que el problema ya no exista. Hay que establecer un límite temporal general que corresponda a las finalidades del ejercicio. El problema necesita un libreto más detallado y mayor tiempo para completar la práctica.
Otro error frecuente es permitir a las personas que han desempeñado sus papeles en el ejercicio, vaguen erráticamente. Estas personas interrumpen el progreso del simulacro desalientan a los otros participantes que no han intervenido todavía. Es importante establecer un área especial a la cual puedan dirigirse tales personas cuando su intervención haya terminado.
La prueba de todo el sistema, desde la alerta inicial solicitando ayuda, hasta la asignación de pacientes de cirugía en el pabellón, por lo general culmina en fracaso. Se aprende más respecto a la capacidad del sistema al ejercitar las diversas partes o grupos y no todo al mismo tiempo. En sistema más complejos, este enfoque general no solamente genera un propio desastre, sino también sentimientos y actitudes negativas hacia el concepto del simulacro. Por tal motivo, habrá que establecer un limite para la prueba y señalar un punto discernible de terminación, ya sea que se haya alcanzado o no el limite temporal.
Por ejemplo, si la finalidad del simulacro es ejercitar al departamento de urgencias en la selección, habrá que buscar el momento en que el paciente haya sido sometido a selección y comience la fase terapéutica. En este punto, el ejercicio debe terminar. La meta es valorar la preparación en selección y no el propio tratamiento; no tiene utilidad alguna seguir con el ejercicio. Hay que valorar únicamente lo que se ha fijado como meta u objetivo.
Cancelación
Nunca es tarde para cancelar el ejercicio. Disculparse por las circunstancias que obligaron a tal situación siempre es preferible a continuar con un programa que fracasará y no alcanzará la experiencia buscada. Hay que cancelar el ejercicio tan pronto como sea posible para evitar molestias a las demás personas. Si los participantes piensan que perdieron el tiempo tratando de terminar un simulacro no productivo, perderán el sentido de la colaboración positiva necesario para futuros ejercicios. Todo mundo puede sentirse insatisfecho por los compromisos cronológicos hechos para un simulacro cancelado; no obstante, la honestidad y la explicación de porqué no pueden alcanzarse las metas le hará ganar respeto cuando el proyecto se complete adecuadamente en fecha posterior.
Efectos para caracterización
El tipo y la cantidad de efectos para caracterización, necesarios para el simulacro dependen del tipo, la magnitud y las necesidades del escenario. Si el objetivo es probar la valoración rápida de las lesiones de los pacientes, se necesitan efectos muy sencillos. El propio paciente puede simular dolor y las heridas pueden pintarse con marcadores de acuarela. Esta técnica es sencilla y eficaz para la capacitación de valoración rápida.
Conforme cambia el escenario, también la necesidad de efectos más complejos. Si la meta es el tratamiento de urgencia de algunas lesiones, se requiere de efectos con heridas de aspecto real. Los efectos constituyen un verdadero arte que puede ser dominado a través de la preparación y paciencia.
Las universidades locales y otras organizaciones por lo general imparten clases con vestuario y maquillaje teatral y constituye una forma adecuada para adquirir conocimientos en este campo. Los mismos principios básicos se aplican para que las personas se vean mejor, peores o lesionadas. En la biblioteca local se cuenta con libros de maquillaje y diseño. Algunas tienen también material de referencia para el maquillaje y los efectos para un desastre.
Gran parte del material en estuches comerciales, como los producidos por Simulaids Inc, incluyen instrucciones para el uso y la realización de heridas "simuladas" y son agradables, aunque caros. Dichos estuches suelen estar anunciados en algunas revistas de gran circulación para el personal de técnicos médicos de urgencia. Después de adquirir pericia con el empleo de algunos de los estuches, la persona pueden recurrir a cualquier distribuidora de material para teatro. El recuadro 12-2 incluye una lista del material necesario para integrar un estuche adecuado de efectos con un costo aproximado de 150 dólares.
Recuadro 12-1 Lista para la Coordinación del Simulacro
Coordinador |
Fecha |
Sitio |
Organización | ||||||||||||
Dave |
May 22 |
U de Utah |
HE 595 | ||||||||||||
Metas y Objetivos |
Escenario | ||||||||||||||
|
Escenario |
Sitio |
Responsabilidad Legal |
Pacientes |
Suministros |
Transportación |
Efectos especiales |
Guión |
Comienzó |
Terminación |
Cancelación |
Equipo nt |
Efectos para Caracterización |
Árbritros |
Comunicación |
Planificación |
Tom |
Tom |
Bob |
Jill |
Bob |
Tom |
Tom |
Bob |
Bob |
Jill |
Jill |
Tom |
Jill | ||
Fecha completada |
Mar |
Mar |
Mar |
Mar |
Mar |
May |
Mar |
Mar |
Mar |
Mar |
Abr |
Abr |
Mar | ||
Coordinación |
Tom |
Jill |
Bob |
Jill |
Bob |
Tom |
Tom |
Bob |
Bob |
Jill |
Jill |
Tom |
Jill | ||
Fecha establecida |
15 |
15 |
15 |
11 |
15 | ||||||||||
Ejecución |
Tom |
Tom |
Jill |
Bob |
Jill |
Bob |
Tom |
Tom |
Bob |
Bob |
Dave |
Jill |
Jill |
Tom |
Jill |
Fecha escogida |
May |
May |
May |
May |
May |
May |
May |
May |
May |
May |
May |
May |
May |
May |
May |
Valoración |
Dave |
Dave |
Dave | ||||||||||||
Fecha completada |
May |
May |
May |
22 | |||||||||||
Comentarios: |
RECUADRO 12 - 2 Lista de material para efectos y caracterización
2 tubos o latas de base blanca para maquillaje |
Arbitro
Los árbitros o jueces valoran la eficacia del ejercicio y la participación adecuada del personal en el simulacro, es decir: sus actos, sus reacciones y el tratamiento que administran. En algunas ocasiones, conviene contar con un árbitro, que obviamente no califique directamente el ejercicio. El puede actuar como alguno de los pacientes, un rescatista o simplemente un mirón inocente. El propósito del árbitro es contar con otra opinión y valorar la eficacia del hecho para alcanzar los objetivos de la preparación previa y no espiar a los participantes. Para evitar que esta critica se convierta en reproche, establezca protocolo para calificar el estándar de participación. Dicho estándar debe incluir las metas deseadas y los objetivos del simulacro de acuerdo al escenario general. También él debe señalar las características o habilidades que se esperan encontrar en los participantes.
Las aptitudes de quienes actúan como árbitros constituyen otro factor que requiere una consideración cuidadosa. Las personas elegidos deben contar con sólidos conocimientos en el campo o el área de capacitación que valorarán. Seleccionar
árbitros sin experiencia para calificar las actuaciones y el rendimiento en el ejercicio de campo no es beneficioso. De este modo, no se obtendrá la valoración buscada. Más aún, la selección adecuada de los jueces constituye un factor crucial para extender la experiencia del aprendizaje en el simulacro. Una vez más, no se escogerá al mejor árbitro con base en sus títulos Los médicos y supervisores, aunque estén calificados para valorar la experiencia clínica, normalmente no son muy buenos para efectuar valoraciones de un ejercicio de campo. Para realizar tal evaluación conviene contar con personas de la localidad con conocimientos específicos en el área de capacitación. Los árbitros con estos conocimientos y con un estándar de ejecución apropiado, realizarán una valoración adecuada del ejercicio y los participantes.
Valoración Final
Para analizar adecuadamente la eficacia del simulacro, hay que comenzar con la revisión de las metas y los objetivos planeados2 éste será el patrón contra el cual se valorará la eficacia del ejercicio. El único factor realmente importante es si se alcanzaron los objetivos y las metas, o no. No esperes quedar satisfecho con todos los aspectos del ejercicio. Hay que recordar que los simulacros están diseñados para formar parte de un programa de capacitación y entrenamiento total, por tanto constituye un proceso de enseñanza para todos los que intervinieron en el.
Cuando se elabore el formato critico, hay que recordar de nuevo que el simulacro es sólo parte del programa de capacitación y la critica debe ser considerada como una parte de dicho programa. Hay que tratar de aislar los factores que impidieron cumplir los objetivos y eliminar la personalidad de la revisión Evite actitudes recriminatorias. Se diseñará el formato de critica de tal manera que destaque los problemas y los factores negativos como trastornos del ejercicio y no como fallas individuales. Tales problemas son simplemente aspectos en los cuales se necesita reforzar o trabajar con mayor ahínco en el programa de entrenamiento. Con igual entusiasno, hay que elaborar una lista y demostrar los factores positivos que permitieron que se alcanzaran los objetivos.
Es necesario que el operador sea honesto en tal formato. Estará preparado para comentar todos los factores que impidieron la consecución de los objetivos. Las fallas en la planificación o la ejecución deben estar disponibles para someterse a critica, así como todos los aspectos, relacionados con el desempeño de los participantes en el ejercicio. Un método para diseñar la critica es seguir el plan general utilizado en el desarrollo del propio simulacro. Tal enfoque permite contar con una fórmula paso a paso para el proceso de revisión y también con un método ordenado para obtener una "retroalimentación" de los participantes.
Por último, durante la critica, la discusión debe hacer que surjan las soluciones probables para los problemas identificados.3 Conforme se identifican estos, también se desarrollan sus soluciones factibles. El procedimiento anterior evita que la critica se torne una sesión recriminatoria y conserve su carácter de experiencia de aprendizaje.
Todo el trabajo de planificación debe manifestarse en el momento de establecer las comunicaciones posteriormente al desastre fingido. Conviene reunir a los participantes, los arbitros y los observadores y agradecerles su participación, pues el simulacro no hubiera podido llevarse a cabo sin ellos. Hay que iniciar una discusión controlada de las metas y objetivos y también exponer abiertamente los obstáculos que impidieron que se alcanzaran. Los comentarios recibidos de los participantes y las soluciones concebidas previamente deben combinarse para establecer nuevas metas y objetivos en el programa de capacitación, pero esta acción debe ser conjunta. Los participantes no sólo se sentirán mejor respecto a las soluciones en las que han tenido participación; sino que tendrán una mayor voluntad para Llevar a la práctica los cambios deseados cuando sean parte del proceso. Una vez que se han analizado los problemas, es momento para destacar los objetivos que se alcanzaron. Hay que considerar a tales factores como una forma de reforzar el espíritu y los sentimientos de los participantes, relacionados con sus tareas en este simulacro y los futuros.
La critica entonces debe estar rodeada por una revisión de los nuevos objetivos y metas para el escenario escogido y los futuros simulacros. Un método para realizar lo anterior es dividir a los participantes en grupos pequeños con sus respectivos árbitros y observadores. Hay que pedirles que efectúen una revisión breve del simulacro con en fin de definir lo que ocurrió, la forma en que podría mejorarse todo el ejercicio y cómo implementar los nuevos objetivos en futuras ocasiones. Los participantes se sentirán más cómodos y francos en sus comunicaciones dentro de un grupo pequeño perfectamente controlado y aportarán más sugerencias que un grupo grande. Después de un momento, determinado con anterioridad, se integrará a todo el grupo para compartir nuevas ideas o sugerencias obtenidas de las pequeñas discusiones.
Después de unos días de reposo y recuperación, hay que reunir al grupo de planificación original para una valoración detenida y profunda del ejercicio. El énfasis principal de estas valoraciones será diseñar un plan de recapacitación e iniciar la planeación de simulacros posteriores. La evaluación final debe incluir la revisión del programa de entrenamiento y adiestramiento, el simulacro, los problemas identificados durante él y las soluciones derivadas de las criticas. Después se analizarán y combinarán en un nuevo programa de adiestramiento' las descripciones detalladas de dichas soluciones.
Cuando se sigue una metodología probada, los simulacros pueden ser productivos, educativos y eficaces. Al llevar a la práctica los métodos de planificación, organización, dirección, control y evaluación, los ejercicios pueden adaptarse a las necesidades de todos los tipos de programas de capacitación. Las diferentes situaciones, escenarios y mejores efectos o más reales, no sólo se ajustaban a muchos tipos de entrenamientos sino que también mejorarán con la práctica y experiencia. Cuando se preparan adecuadamente los "ejercicios" con saldo masivo de víctimas constituyen, mejoran y generan un programa adjunto de complemento deseable Una serie de pequeños simulacros diseñados para valorar áreas especificas prepara el camino para un simulacro grande que abarque todo el sistema y realmente funcione, del cual se obtengan los mismos beneficios que de los ejercicios a pequeña escala.
En conclusión, hay que recordar que el propósito de cualquier simulacro o "ejercicio" es mejorar el programa de capacitación o ser parte del entrenamiento de los sistemas médicos de urgencia. La finalidad no es eliminar partes o personas o cumplir con requisitos de certificación: sino desarrollar un sistema.
1. Butman AM: Responding to the Mass Casualty Incident. A Guide for EMS Personnel. Westport, Conn, Educational Direction Inc, 1982.
2. Smith WE: Impact: Planning is Problem Solving, syllabus. Ogden, Utah, Health Sciences Administration and Education, School of Allied Health Sciences, Weber State College, 1983.
3. Schottke DE: "Organizing disaster drills". Presented at Disasters, Problems and Solutions in their Management, a course sponsored by the Florida chapter of the American College of Emergency Physicians, Kissimmee, Fla, January 25-27, 1982.
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