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Enfermería en Desastres - Planificatión, Evaluación e Intervención (OTHERS - OTROS, 1985, 419 p.)

14. Planificación para casos de desastres y otros aspectos administrativos en situaciones masivas extremas

Lloyd A. Schlaeppi, M.H.A. y Michael J. Rogers, M.A.

La enfermera desempeña un papel significativo en los aspectos médicos en caso de desastre, así como en la selección apropiada y el tratamiento de pacientes mediante técnicas de procesamiento en situaciones con saldo masivo de víctimas (MASSCAL). Sin embargo, también ellas deben considerar la importancia de los aspectos administrativos en la preparación y manejo de tales situaciones. La administración eficiente, lo mismo que la asistencia, no se dan por si solas; por ello, es importante su análisis, su planificación y su práctica. Por ejemplo, sea cual sea la pericia de la enfermera y otros miembros del personal de salud en la selección y tratamiento de las víctimas de algún incidente con saldo masivo (MASSCAL), ello seria de poca ayuda para estas últimas si ninguno de los auxiliadores se percata del hecho por el que se han desquiciado las técnicas de notificación de alerta al personal.

Las necesidades administrativas para afrontar situaciones con saldo masivo de víctimas (MASSCAL) puede incorporarse en las "cinco P" de asistencia en desastres (Recuadro 14-1):

1. Planificar las medidas para casos de desastres (P1)
2 Publicar el plan(P2)
3 Reposicional materiales y suministros (P3)
4 Practicar el plan(P4)
5 Proceder a la evaluación de la práctica(P5)

Muchos de los aspectos del procesamiento de las situaciones con saldo masivo de víctimas surgen de la atención y tratamiento de innumerables heridos generados de forma simultánea (o en un lapso muy breve) en un campo de batalla. Por tal motivo, muchas de las técnicas de procesamiento y sugerencias administrativas señaladas en este capítulo han sido producto de acciones bélicas. De hecho; la necesidad de planificar (P1); de conservar a todos informados (p2); de contar con equipo apropiado y de saber la forma de obtenerlo y utilizarlo en una emergencia (P3; la necesidad de practicar en ensayos y simulacros (P4), y la necesidad, en fin, de evaluar después de la práctica (P5), son principios militares que evolucionaron desde épocas inmemoriales en el arte de la guerra. Las cinco P de la coordinación en desastres son consecuencia natural de tales principios y aún tienen validez.

RECUADRO 14-1 Las cinco Ps del manejo de desastres

Planeación del programa para casos de desastre (P1).

· Comprender los requerimientos de las situaciones MASSCAL (sigla en inglés).
· Considerar algunas suposiciones.
· Determinar el concepto de las operaciones.
· Enfocar la planeación como un esfuerzo multidisciplinario o de órdenes dirigidas.
· Organizar un centro de operaciones de emergencia.
· Considerar los factores comunitarios, regionales y ambientales (véanse también los capítulos 1 y 13).

Publicación del programa para casos de desastre (P2).

· Procurar que dicho programa conserve su sencillez.
· Crear un plan que se adapte a la mayoría de los hospitales.
· Desarrollar procedimientos e instrucciones para alertar y notificar al personal.
· Desarrollar anexos funcionales de carácter individual para el programa establecido.
· Distribuir al personal de acuerdo al plan, tanto en áreas internas como externas.

Colocación previa de suministros y materiales para MASSCAL (P3).

· Identificar los requisitos de suministros y equipo.
· Determinar la ubicación y seguridad de los lugares de almacenamiento.
· Preparar estuches independientes y fáciles de transportar para MASSCAL.
· Distribuir los estuches MASSCAL y crear requerimientos de inspección. Práctica del plan (P4).
· Instruir al personal para que conozca las estrategias empleadas en el manejo de desastres.
· Probar el plan en todos los niveles, de manera independiente.
· Ensayar el plan como si fuera una unidad dentro de un proceso formado por dos etapas.
· Programar un simulacro en el que participen las instalaciones de la comunidad o regionales.
· Probar el sistema de alerta y notificación.

Evaluación del desempeño en el simulacro de desastres y el MASSCAL real (Pr) (véase también el capítulo 12).

· Identificar y preparar las "evaluaciones" internas y externas antes de realizar el simulacro.
· Solicitar al personal clave que efectúe un interrogatorio y una evaluación, una vez que haya concluido el simulacro o el MASSCAL real.
· Requerir a los principales jefes de actividades que elaboren un reporte por escrito.
· Preparar un informe del simulacro y de las lecciones aprendidas de él, en el nivel de las instituciones en general.
· Iniciar acciones correctivas
· Supervisar, reevaluar, actualizar y cambiar el plan para casos de desastre según se requiera.

Además, en Estados Unidos y otras naciones se ha llamado al ejército, las reservas militares y a la Guardia Nacional para afrontar calamidades en el nivel nacional, al igual que otras con saldo masivo de víctimas, como sismos, inundaciones, incendios, fallas humanas, etc. Sea cual sea la fuente del saldo de las víctimas, una de las prioridades del personal que interviene en el auxilio médico en incidentes con saldo masivo de víctimas es saber la respuesta de los siguientes planteamientos.

· ¿En qué forma puedo obtener de manera rápida auxilio competente con equipo y abastos para los pacientes?
· ¿Cuál es el mejor método de selección de víctimas en el sitio de los hechos para así establecer "un orden de tratamiento" adecuado?
· ¿En qué forma es posible estabilizar a los pacientes y protegerlos de riesgos?
· ¿En qué forma podemos transportar mejor a estos damnificados?
· ¿En qué forma podemos manejar a los mirones, a los medios noticiosos y los parientes?
· ¿Qué auxilio podemos obtener del personal local para cumplir con la ley, los medios noticiosos y otras personas?
· ¿Cuál es la mejor forma de utilizar lo aprendido por la experiencia para aprovechar los aspectos positivos y llevar al mínimo los negativos y las deficiencias?

El capítulo presente brinda orientación a enfermeras, médicos y personal administrativo en torno a la planificación de desastres internos y otros aspectos administrativos de incidentes con saldo masivo de víctimas. El objetivo principal es preparar a las enfermeras y al resto del personal médico para atender y ocuparse de los aspectos administrativos del auxilio a víctimas, a sus seres queridos y parientes y al público en el sitio de la catástrofe y en la institución destinada al tratamiento. El capitulo 13 se ocupó de la planificación a nivel comunitario en las necesidades administrativas; también destinó páginas a los aspectos regionales, recursos comunitarios y necesidades de planes coordinados e integrados contra desastre para toda la comunidad en que se halla el hospital. No obstante, este capitulo se ocupa de todos estos aspectos a nivel individual (como el plan básico contra desastres de una institución, los requerimientos del estuche para incidentes con saldo masivo de víctimas y los métodos rápidos para la atención inmediata de los lesionados), que intervienen en los preparativos para que la institución afronte la atención del MASSCAL. Sea cual fuera el nivel, una consideración general precede a toda planificación contra desastre y para auxilio de gran número de víctimas la necesidad de estar bien preparado. Los desastres y situaciones con saldo masivo de damnificados ocurren rápidamente y muchas veces sin signos premonitorios. Las comunidades deben estar preparadas para afrontar su acaecimiento a cualquier hora del día.

Planificación de las medidas contra desastres (P1)

En la obra de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas hay un encuentro delicioso entre la protagonista y el gato de Cheshire que destaca vívidamente la necesidad de entender los requerimientos y las presuposiciones para la planificación. Alicia se pierde durante su viaje por el país mencionado hasta llegar ante el gato de Cheshire, quien le pregunta "¿A dónde vas por aquí?", y el gato le contesta: "Eso depende absolutamente de a dónde desees ir". Al confesar Alicia que no sabe a dónde quiere ir, el gato le contesta: "entonces importa muy poco el camino que tú tomes".

Conocimiento de las necesidades

Sin el conocimiento de las necesidades y de la planificación adecuada de los desastres o de incidentes con saldo masivo de víctimas, las enfermeras y las organizaciones de auxilio estarían tan desorientadas como Alicia. De ser así, el personal reaccionaria constantemente a situaciones como la que afrontó Alicia y nunca se hallarían en la postura proactiva que deben adoptar. Es importante que todas las instituciones que buscan conocer las condiciones básicas para auxiliar en un incidente con saldo masivo de víctimas presten atención a diversos factores, los cuales pueden resumirse en tres planteamientos.

1 ¿Qué tipo de desastres podría afrontar con mayor frecuencia una institución?
2. ¿Cuáles son las normas de la Comisión Mixta de Acreditación de Hospitales (JCAH) para planificación en desastres, y cuáles son las de los organismos estatales o de otro tipo a las que debemos supeditarnos?
3. ¿Cuáles son las capacidades y responsabilidades de la institución a la que pertenezco?

Toda definición de las normas de auxilio que se base en los tipos de desastre más comunes que debe atender una institución necesita, en primer lugar, tomar en consideración características metereológicas singulares (inundaciones, tornados o huracanes) que pueden asolar ciertas áreas geográficas. Por ejemplo, durante el huracán Frederic, los hospitales desde Mississippi hasta Florida en el Golfo de México, reunieron tempranamente a su personal, dieron de alta y evacuaron a algunos pacientes, colocaron al resto en pasillos y habitaciones protegidas y aumentaron sus depósitos y abastos en la medida de lo posible. A pesar de que el huracán avanzo a 130 millas por hora, tales acciones protegieron de todo daño a los pacientes y al personal médico.1 Hay que considerar también cualquier industria peligrosa potencialmente, que se encuentre en el área de pacientes de la institución (plantas químicas, fábricas de municiones). El desastre en la planta atómica de Isla de Three Miles Island en Pensylvania (al igualarse el huracán Frederic) destaco la necesidad de planes de evacuación de hospitales y de los planes contra desastres. Un factor que hay que tomar en consideración es la presencia cercana de grandes terminales de transporte, como aeropuertos y muelles, en que los accidentes puedan generar gran número de heridos. Por último, hay que conocer el lugar destinado a albergar pacientes, en que pueden reunirse grupos de personas. Por ejemplo en Estados Unidos, varios estadios grandes con cúpula se han derrumbado como consecuencia de toneladas de peso acumulado. Por fortuna ninguno tenía personas en su interior y ello no ocasionó accidentes con saldo masivo de heridos, aunque tal posibilidad persiste. Las condiciones de la JCAH para planificación en desastres son globales. Exige al hospital miembro que cuente con un plan estricto para la atención oportuna de las víctimas que se produzcan por desastres externos e internos; el hospital, entretanto, debe mostrar que ha llevado a la práctica tales planes en forma de "ensayos" y simulacros.2 De manera especifica, las condiciones de JCAH para planes contra desastres externos siguen estas pautas:2

· El plan debe ser "ensayado" (en simulacros) cuando menos dos veces al año
· Debe haber evidencias de ello y un esfuerzo concertado por coordinar el plan con las actividades de los servicios de emergencia locales (Véase el Capitulo 12).

Las condiciones para hacer un plan contra desastres internos son las siguientes:

· El plan debe cubrir todo lo referente a desastres internos, como incendios, explosiones, amenazas de bombazos y disturbios civiles
· El plan debe ser distribuido a todo el personal hospitalario y publicado en tableros en las estaciones de enfermería y en otras áreas
· El plan debe ser "ensayado" es decir llevado a la práctica a manera de simulacro cuando menos cada cuatro meses para cada "turno" (no menos de 12 "simulacros")

La Comisión Mixta de Acreditación de Hospitales exige todavía más que los simulacros externos e internos sean lo mas reales posibles; que participen médicos, enfermeras y personal administrativo; valiéndose de un sistema eficaz para notificar y asignar personal; y que se haya concluido con un comunicado escrito que señale la evaluación final de cada simulacro y las medidas correctivas recomendadas

Lo que importa, sin embargo, es que toda institución que intente conocer las necesidades que le imponga un desastre debe analizar sus capacidades y responsabilidades. El plan se basará en la capacidad de la institución, que puede variar desde primeros auxilios hasta el tratamiento más complejo de traumatismos por choque. Sin embargo, si no cuenta con fondos suficientes un hospital no puede prepararse de manera segura y real para afrontar cualquier tipo de desastres. Por esa causa, el proceso de planificación entraña algunas carencias y compensaciones. La institución también tiene la responsabilidad de informar a la comunidad (policía local, escuadrones de rescate y otras) de sus posibilidades y limitaciones en las medidas de auxilio en calamidades.

Consideración de supuestos

Cuando una persona tiene amplio conocimiento de las necesidades para la planificación contra desastres seria prudente formular supuestos que determinen la atención de incidentes con saldo masivo de víctimas. El Recuadro 14-2 ilustra algunos supuestos básicos que suelen aplicarse en la situaciones mencionadas o en otras catástrofes. Es importante que el operador las recuerde (al igual que supuestos válidos para el hospital en que trabaja la enfermera) durante el proceso de planificación3)

Definición del concepto de Operaciones

Es importante considerar algunos de los aspectos principales de la forma en que la institución intervendrá en situaciones de desastre. Entre los principales puntos por considerar están:

· ¿Cuál será la cadena de mando en la atención de desastres, esto es, quién dará las órdenes de poner en la práctica el plan?
· ¿Cuál será el grado de expansión del hospital durante la situación catastrófica?
· ¿Existen zonas adicionales y camas que puedan ser aprovechadas rápidamente para acomodar a un número adicional de heridos?
· ¿Qué técnicas de notificación y alerta se llevarán a la práctica para asegurar que el personal médico recibe inmediatamente el aviso de que ha ocurrido un desastre?
· ¿En qué forma podrá lograrse conservar los recursos del personal. Muchas instituciones automáticamente revierten las rondas de doce horas o retienen al personal del turno que está a punto de salir si el desastre se produce cerca de la hora de salida (a fin de contar con personal de manera continua durante todo el tiempo que dure la emergencia)?
· ¿Qué medidas de seguridad se emplearán y por parte de quién (para llevar al mínimo la presencia de personas y vehículos no autorizados en los sitios del desastre y de tratamiento?
· ¿Qué medidas de seguridad se tomarán para disminuir el peligro de desastres internos (como seria empleos de guardias de seguridad, insignias o gafetes para identificar a todos los empleados del personal, pases para visitantes, control de paquetes)?
· ¿En qué forma se evacuará al hospital en caso de un desastre interno o externo como sería el derrame de una sustancia química, un tornado o una inundación?
· ¿El concepto de operación para evacuación del hospital debe incluir seguridad de pacientes. transporte, memorandos de conocimientos MOUS (con la institución receptora y la comunidad para contar con personal, vehículos, alimentos y refugios adicionales?
· ¿En qué punto estará situado el Centro de Información Centralizado para el público y quién será el representante del hospital encargado de proporcionar las noticias?
· ¿En qué forma el personal recibirá preparación para desempeñar sus tareas asignadas?
· ¿En qué forma estará informado el personal respecto al sitio de los abastos preubicados y materiales para la atención del número masivo de víctimas.

RECUADRO 14 - 2 Suposiciones comunes respecto a MASSCAL o situaciones de desastre

1. Los desastres que originan MASSCALs ocurren con una mínima o mala advertencia.

2. El peligro de una calamidad con MASSCALs aumenta a medida que se concentra más la población.

3. Pueden presentarse algunos disturbios en las comunicaciones, las instalaciones o los medios de transporte. Por tanto, resultan necesarios los medios alternativos planeados con anterioridad, ya sea para la notificación o para el manejo de operaciones.

4. Las actividades normales de un hospital pueden verse afectadas tanto en una situación de desastre interna como en una externa.

5. Puede requerirse de un control de tránsito externo e interno, de seguridad interna y de un centro de información al público.

6. Los primeros heridos de un desastre externo que llegan a una institución hospitalaria, ingresan a ésta una hora después de ocurrida una tragedia real.

7. La planeación y la realización de simulacros para situaciones MASSCAL preparan a 1a institución para responder mejor a un incidente real

La planificación como un esfuerzo multidisciplinario con base normativa

Una institución pocas veces tiene un plan eficaz contra desastres, sin el apoyo de la coordinación o el alto mando. A lo largo de este libro, se ha destacado el concepto del "personal médico" como criterio para planificar acciones contra desastres. Cuanto más intervenga cada disciplina en la planificación dentro de una organización mejor resultara el plan. Tal enfoque para la planificación obliga a contar con un plan central que destaque el concepto principal de operaciones y cadena de mando, es decir un plan que defina la política institucional para responder a situaciones MASSCAL. El plan debe ser un documento breve y de fácil lectura que pueda orientar a todos los empleados nuevos. Los servicios, departamentos u otros niveles deben crear planes secundarios para cubrir los aspectos operacionales en sus respectivas actividades contra desastres. Estos planes secundarios deben ser más detallados que el central, pero sin perder la claridad. Los mejores planes secundarios parecen estar escritos en un estilo directo y sencillo, casi como recetas de cocina. Se utilizan allí listas de revisión y recordatorio, que se ocupan punto por punto (función) de lo que es necesario a nivel departamental de servicio o de actividad para asegurar que la unidad actúa de manera ordenada y eficaz en una catástrofe.

Organización de un Centro de Operaciones de Emergencia

El Centro de Operaciones de Emergencia (EOC, por sus siglas en inglés), del hospital debe establecerse y ponerse en marcha junto con el Plan Contra Desastres.

Su función es actuar como elemento de mando y control.4 El personal del EOC es designado a discreción del hospital pero puede incluir a la directora del servicio de enfermería, al director de los servicios médicos de emergencia, al administrador hospitalario (asistente) y al director de información pública.

El EOC debe tener un mando médico unificado al que acceda constantemente información y que esté actualizado por medios electrónicos y mensajeros personales. Las actividades características de tal centro comprenden:

· conservar la información respecto de inventarios críticos de abastos
· conservar el censo de camas, o "contabilidad" de pacientes, y el número de camas disponibles
· conservar el libro de entradas y salidas del quirófano (en horas y tipo de operación)
· conservar información sobre la capacidad médica (pérdidas o ganancias de la capacidad de especialidades por personal o equipo
· preparación de la información al público y noticias a los medios informativos
· forma de relacionarse y atender a periodistas y representantes de otros medios de comunicación

Publicación del plan contra desastres (P2)

Sencillez del Plan

Según una anécdota, Napoleón tenía como ayudante a un simplón (a veces llamado su idiota) cuya única tarea era ser la primera persona que recibía todas las ordenes militares antes de ser enviadas por la cadena de mando. Si él no entendía una orden, ésta no se propagaba; inclusive se le modificaba o redactaba en otra forma hasta que el tonto pudiera entenderla.

Hay mucho por decir de la utilidad de que el plan contra desastres sea redactado de manera sencilla. Un plan de mil páginas que se ocupe de todas las circunstancias concebibles seguramente no será leído y redundará en perjuicio del hospital. Una de las condiciones de la buena planificación es asegurar que el plan sea inteligible, general y práctico. Los encargados de las auditorías hospitalarias rápidamente detectan cuando un plan es viable, o si es simplemente decorativo, es decir, que está hecho para despertar la mejor impresión en el momento oportuno.

Creación del Plan del Hospital

La enfermera lectora ha llegado al punto, en el proceso de planificación, en que conoce sus necesidades, tiene una idea adecuada de las suposiciones y entiende el concepto en que estarán las operaciones y el valor de la sencillez. ¿Qué factor queda por considerar antes de plasmar por escrito el plan? Un aspecto que merece consideración es acercarse a otros hospitales semejantes y pedir copias de sus planes contra desastres. Muchos de ellos tienen la mejor disposición para compartirlos y de hecho se sienten orgullosos de sus esfuerzos en este sentido. Sin duda los planes de hospitales de tamaño y sitio semejantes deben estimular el análisis y la reflexión, despertar ideas nuevas y ampliar el horizonte para el proceso de planificación. (Véase también el Capitulo 4.)

Formas de crear técnicas de notificación

Uno de los planes secundarios del plan central debe comprender las técnicas con que cuenta la institución para alertar y avisar al personal. La razón para que este plan secundario esté inmediatamente después del central, es la necesidad de revisar y actualizar constantemente en los directorios de alertamiento y notificación. Números telefónicos, personal y direcciones cambian incluso en el entorno laboral más estable. Es necesario cotejar a nivel departamental, de servicio o actividad cuando menos cada tres meses, los directorios de alertamiento y notificación para asegurar que son exactos.

Las técnicas de alertamiento y aviso del personal durante horas laborales y después de este lapso, deben definir los planes y responsabilidades del hospital. El plan como mínimo debe cubrir los siguientes aspectos:

· instrucciones de autentificación para el miembro del personal que recibe la alerta inicial de un desastre, para luego transmitirla al hospital
· la importancia de registrar el nombre y el número telefónico del informante
· la importancia de investigar en mayor detalle los aspectos, el sitio, la forma y el momento en que ocurra el desastre
· la importancia de recabar la mayor información posible en torno al número y naturaleza de las víctimas
· la importancia de verificar la información telefónica inicial por medio de llamadas de corroboración a la fuente de información (La mayor parte de las falsas alarmas telefónicas suelen ser hechas a instituciones poco expertas; es la que se refiere a las bombas.)
· la importancia de trasmitir rápidamente la información a la persona autorizada para activar los métodos de alerta y el plan de desastre
· la importancia de avisar rápidamente al personal clave por medio de directorios

Es muy recomendable utilizar directorios telefónicos idóneos para alertar al personal clave, en especial durante las horas laborales. Muchas instituciones utilizan tales directorios, y el formato más difundido es el del directorio "en cascada" (Fig. 14-1). La ventaja del alertamiento en cascada es que, utilizándolo de manera adecuada, permite la transmisión rápida de información a un gran numero de personas. En el ejemplo, Jones inicia el proceso de alertamiento llamando a Slever y McKnight, quienes a su vez alertan a dos personas más. Se ha llamado este proceso efecto en cascada porque cada persona nueva inicia otras cadenas de información.


FIGURA 14-1 Muestra de un rol para llamadas de alerta (formato en cascada)

Para asegurar que un directorio funciona adecuadamente, deben seguirse tres normas básicas:

1. Es necesario no romper la cadena. Si es imposible comunicarse con una persona que debe recibir la alerta, el informante debe establecer contacto con la siguiente persona en jerarquía. Él le señalará el nombre de la persona a la que no pudo avisar para pasar esta información a toda la cadena y que, por último, vuelva al punto de origen. Por ejemplo, Slever, que no pudo hacer contacto con Rover, llama a Armstrong y le transmite el mensaje de alerta, y también se le avisa a Armstrong que transmita la información de que no se pudo avisar a Rover (véase la Figura 14-1).
2. El punto de origen completa el proceso de alertamiento. Una vez terminado el proceso, la persona de la cual partió el mensaje de alerta debe ser la última con quien las demás hagan contacto. Por ejemplo, Jones inicia el proceso de aterramiento al entrar en contacto con Slever y McKnight. Al terminar el proceso Jones debe recibir llamadas de Armstrong, Rodney, Duffel y Riley, quienes le indicarán que se ha llevado a buen término el proceso. Jones también debe recibir información de la última persona en cada cadena con, respecto a cualquiera de los miembros que no pudo ser avisado (véase Fig. 141)
3. La práctica frecuente conduce a la perfección. Los directorios de alertamiento deben estar al corriente y cada miembro conservar una copia de él, en su hogar para asegurar una respuesta inmediata.

Planes secundarios funcionales e individuales

Una de las ventajas de un plan centralizado contra desastres, con planes secundarios individuales y funcionales al nivel de cada departamento, servicio o actividad es la participación de toda la organización en el proceso de planificación. En la misma forma que la coordinación al nivel de alto mando debe intervenir en el plan central, también cada jefe de departamento, servicio y actividad debe involucrarse con sus anexos respectivos del plan central. Estos planes secundarios deben cubrir aspectos de organización y funcionamiento de la operación en cualquier tipo de desastre externo o interno.

El número de planes secundarios o (subplanes) varía de una institución a otra, y depende en parte de la organización del hospital. Sin embargo, el mínimo común es separar en anexos los de áreas funcionales de mando, administración, servicios profesionales, enfermería, radiología, patología, farmacia, abastos y servicios, administración y servicio de alimentación del hospital. De manera similar los subplanes se estructuran era diversos formatos pues no hay una sola forma estandarizada para estructurarlos.

A pesar de todo lo dicho una prueba adecuada para saber si el subplan de enfermería es satisfactorio, es plantearse la pregunta siguiente: ¿el anexo detalla y contesta planteamientos como el quién, qué, cuándo, dónde, por qué y cómo de las actividades de enfermería?

Dotación de Personal para el Plan Central y los Subplanes

El personal perteneciente a los subplanes individuales debe provenir de los departamentos, servicios o niveles de actividad que intervengan en las maniobras de auxilio. Obviamente, existe ya gran interdependencia entre dichos elementos en la vida diaria, pero esta situación se intensifica y ahonda en grado sumo durante un desastre. En suma, los subplanes deben ampliar y mejorar el aspecto básico del plan central.

Es importante también la coordinación del plan contra desastres con oficinas comunitarias externas como otros hospitales dentro del grupo humano, autoridades encargadas de cumplir la ley, departamentos de bomberos y autoridades de la defensa civil. Es necesario solicitar a todas estas organizaciones comentarios y sugerencias. Tal intento de coordinación por lo común genera excelentes resultados, ya que la coordinación externa del plan propicia el diálogo entre la institución médica y otras organizaciones e instituciones comunitarias con las cuales habrá que colaborar en un desastre. Aún más, la revisión mutua de los planes incrementa las posibilidad de detectar y corregir cualquier deficiencia. El resultado final será el mejoramiento de los planes y subplanes.

Preubicar abastos y materiales (P3)

La naturaleza misma de un incidente con saldo masivo de víctimas o una catástrofe perturba las tareas administrativas y logísticas diarias. El número de pacientes y la intensidad de su tratamiento obliga a ampliar el apoyo logístico y, por tal razón, es necesario abreviar o condensar algunas técnicas administrativas (como sería el procesamiento de registros y de historias clínicas al igual que la auditoría en torno al número de miembros del personal o de propiedades). En estos casos se advierte que conviene prestar consideración cuidadosa a la identificación del tipo y volúmenes de abastos, formas y equipo necesarios, así como éstos y saber si pueden preubicarse y el sitio para tal maniobra. La institución debe asegurar la disponibilidad inmediata de abastos y equipo básico y adecuado así como de materiales médicos y apoyo esenciales.

Ubicación, Seguridad y Rotación de Abastos en los Depósitos

Es importante elaborar listas de identificación de los abastos y equipo necesario, las cantidades requeridas y las ubicaciones en que están almacenados y conservados. El equipo y los abastos que pueden estar empacados e incorporados en estuches o cajas deben quedar preubicados, por lo que es necesario brindar servicios de mantenimiento en la medida de lo posible en el sitio previsto de trabajo. Los artículos y su ubicación deben ser identificados en el plan o en los subplanes junto con las necesidades de mantenimiento e inventario. Las listas de empacado deben integrarse y conservarse con los estuches o cajas en el área de almacenamiento, y establecer procedimientos para asegurar que cada determinado tiempo se hagan revisiones e inventarios periódicos y se deje constancia escrita. El estuche debe tener una etiqueta visible. Procedimientos de Emergencia/únicamente MASSCAL. Los abastos y el equipo preubicados se utilizarán sólo en apoyo de verdaderas técnicas de emergencia, y no como un método cómodo y temporal para reabastecimiento rutinario. Sin embargo, el subplan debe definir la identidad del material que debe rotarse para asegurar la integridad de los productos y sus fechas de caducidad.

Documentos y Registros

Además de la preubicación de los abastos y el equipo médico puede ahorrarse tiempo y mejorarse la eficiencia si se emplean registros clínicos preensamblados y ubicados en formas afines y documentos para efectos de contabilidad de pacientes y personal. Para acelerar y abreviar los registros y las técnicas de documentación médicas, habrá que considerar la creación de un registro médico abreviado y preensamblado para desastres. También hay que tomar en consideración el empleo de paquetes preensamblados y preubicados de tipo MASSCAL que contengan las historias clínicas y otras formas administativas almacenadas en un baúl o en un gabinete bajo.

La figura 14-2 indica los materiales recomendados y necesarios en los sitios de selección y tratamiento mayores. Una copia del plan de desastre y el subplan correspondiente deben ser colocados en un protector de documentos o cubierta marbetada en la tapa interior de la caja o baúl. Es importante contar con un número suficiente de paquetes MASSCAL para cada paciente a fin de cubrir el número previsto máximo de víctimas por recibir o tratar. Conviene colocar un numero seriado a cada paquete, el cual convertiría en número el de registro y contabilidad de cada víctima Conviene registrar dicho número en el exterior del paquete y en cada articulo que contenga. Es importante reservar y destinar para incidentes con saldo masivo de víctimas una libreta con los números de registro. Una gran bolsa de papel servirá como receptáculo de cada paquete prenumerado y como sitio para guardar los efectos y ropas personales de cada víctima.


FIGURA 14-2 Contenido de un estuche para MASSCAL

En el paquete también conviene incluir la pulsera de identificación del paciente; hay que marcar allí el número de registro y destacarla con algún color vivo. La identificación por color facilita la diferenciación entre pacientes ya admitidos y "contados", así como los que son hospitalizados durante el desastre. En algunos casos, es imposible colocar la pulsera por limitaciones de tiempo, la naturaleza de la lesión, por el hecho de no contar con ella o porque simplemente se perdió. En tales casos el operador escribirá el número de registro con un marcador quirúrgico directamente en la frente o en una área o zona en que pueda advertirse fácilmente (el marcador quirúrgico es el dispositivo más indicado, ya que todo lo que con él se escribe puede leerse fácilmente sin importar el color de la piel). Sin embargo, la pulsera o una tarjeta médica de emergencia nunca se colocará en la camilla, pues al ser quitado el paciente de ella se pierde su vínculo de identificación. Aún más, si se usa otra vez la camilla teniendo colocada la pulsera o la tarjeta del anterior paciente, puede identificarse de manera errónea a la siguiente víctima.

En el sobre de registro en desastres debe colocarse un fólder o cartapacio estándar de papel manila prenumerado, o bien cualquier otro registro médico adecuado. El cartapacio de papel manila sencillo tiene la ventaja adicional de que se puede imprimir directamente en su parte frontal la copia al carbón de la forma de admisión; así se mejora la contabilidad y puede haber cotejo entre el paciente y su historia clínica en el caso de haberse separado ambos.

La forma de admisión hospitalaria estándar a veces se usa en situaciones de desastre para impedir duplicación de esfuerzos. Si se utiliza, habrá que registrar en ella el mínimo de información requerida de la víctima para beneficio de encargados de la selección en las admisiones.

Conviene que el operador elabore tres copias de las formas de admisión. El original permanece en el paquete de desastre y éste con el paciente. Las dos copias se distribuyen de tal forma que una quede en el área de selección o tratamiento y la otra para un mensajero que la lleve a la oficina principal de admisión o al centro operacional de emergencias

El resto del contenido del paquete de registro dependerá de la decisión del personal combinado del hospital; sin embargo conviene que no haya profusión innecesaria de hojas y papeles. Las formas pueden preubicarse en el área de tratamiento de selección. Los tipos de forma que conviene considerar para inclusión y uso son:

· una hoja abreviada para documentación de la asistencia (muchas de las instituciones federales emplean una forma estandarizada que permite incluir órdenes de los médicos, notas de enfermeras y de evolución, la hoja con rayado milimétrico para temperatura, presión, y frecuencia cardiaca y el resumen para "alta").
· formas para ordenes de medicamentos y prescriptos por el médico
· forma de laboratorio para química sanguínea, estudios hematológicos, orina, y otros
· formas para transfusión
· formas de consentimiento con conocimiento
· formas de solicitud de estudios radiográficos
· formas de inventario para documentar las pertenencias, dinero, y ropas del paciente

También hay que incluir en el paquete para uso en la zona de tratamiento un sobre de plástico con la hoja clínica del paciente, sobre la cual debe ir impreso el número de registro correspondiente a la atención en el desastre. Para facilitar estos procesos, también hay que incluir "paquetes" en el arcón de personas fallecidas, o bien estuches que pueden preensamblarse y conservarse en el depósito de cadáveres. Otros materiales recomendados incluyen los empleados para labores administrativas como formas adicionales en blanco, plumas, lápices y marcadores quirúrgicos. Conviene preubicados dentro de los estuches o arcones MASSCAL o a un lado de éstos.

El hecho de contar durante una emergencia con los estuches o cajas MASSCAL perfectamente construidos y preubicados ahorra tiempo para los procesos administrativos y mejora la "contabilidad" en la atención a las víctimas.

Practica del plan (P4)

Los preparativos contra desastres no necesariamente son "ramificaciones" de un plan perfectamente diseñado y elaborado. El plan no es garantía de que la respuesta se haga de manera ordenada y eficaz ante todos los aspectos del desastre. Es importante que personal competente y fiable del hospital conozca, entienda y coordine dicho plan. Una vez ocurrido el desastre, no hay tiempo para aprender nuevos procedimientos o llevar a la práctica series de maniobras no probadas con anterioridad.

La clave para la planificación eficaz contra desastres es considerar este proceso como un ciclo de hechos dinámico y continuo3 es decir: análisis de discusión, a su vez seguido de "prueba", después análisis de problemas, comentario de los métodos para mejorarlos, revisión del plan documentado, práctica y "prueba" del plan revisado, y así sucesivamente (Fig. 14-3). El ciclo de hechos debe continuar de tal forma que observe el mismo ritmo que los cambios de personal, necesidades de procedimientos, automatización y otros progresos tecnológicos.

Simulacros del gran Plan versus Planes en Pequeña Escala

El plan global hospitalario contra desastres es una estructura multidisciplinaria y compleja de acciones y esferas de influencia separadas, concurrentes en ciertos renglones. El plan central debe ser sancionado con simulacros o desastres reales de tal magnitud, que convierta todos los procedimientos rutinarios ineficaces. Dicho "ensayo" es necesario y útil según las necesidades de la Comisión Mixta de Acreditación de Hospitales (aunque puede interrumpir la atención médica y la asistencia cotidiana.5 Los simulacros prematuros que abarque todo el hospital también pueden insidir en el espíritu de servicio y en la confianza, ocasionan conflictos innecesarios. Es posible que no se logre buen éxito con el plan global, por lo que convendrá no probarlo hasta que se haya corroborado la eficacia de las partes interdependientes (subplanes). El personal debe estar familiarizado con sus tareas e intervenciones individuales y con la de personas de las que dependen o tienen interrelación con sus actividades. Para satisfacer mejor esta necesidad, pueden efectuarse simulacros o ensayos de manera informal y después formal, realizados de manera interna en el departamento. Los simulacros y ensayos deben programarse para todos los grupos de trabajo.


FIGURA 14-3 La planeación de un desastre vista como un ciclo dinámico

En la misma medida en que hay interrelación directa en las actividades de miembros individuales del personal también la hay en las actividades de las secciones y departamentos del hospital. La siguientes fase son los simulacros y ensayos interdepartamentales, para culminar así en un ensayo que abarque todo el hospital. Tales simulacros de ensayos identifican redundancias y eficiencias en áreas de responsabilidad, amplían las perspectivas del personal e infunden confianza en el seno de la instalación.

El objetivo de la planificación contra desastres es permitir al hospital que afronte una calamidad en gran escala que genera víctimas sin alerta previa o con pocos avisos; empero, muchas instituciones conceden demasiada importancia a los simulacros no anunciados a gran escala. Es importante "probar" la capacidad de todo el hospital para alertamiento y respuesta rápida a un desastre; no obstante, tal requerimiento suele satisfacerse mediante llamadas a menor escala y alertas telefónicas, para detectar así las deficiencias en las cadenas de notificación, los esquemas de trabajo y el equipo de comunicaciones.

Los simulacros o ensayos programados o previstos suelen despertar gran interés, así como participación vertical y horizontal del personal, al mismo tiempo que sirve de entrenamiento. Sin embargo, se necesita informar al personal que una de las fases previstas es la revisión del plan, y que son ellos los encargados de su práctica. La participación comunitaria también es deseable y conviene inculcarla en los ensayos y simulacros a mayor escala.

Estimación final y crítica

El ciclo dinámico y continuo de hechos (véase la figura 14-3) exige identificar las áreas problemáticas, y el análisis ulterior de las soluciones propuestas y revisiones al plan contra desastre; por tal motivo sea cual fuere la escala o magnitud del simulacro de ensayo, éste debe abarcar formas de estimación y critica. La creación de listas de verificación, cuestionarios y otras formas para análisis es indispensable para tales tareas. En la medida de lo posible, también hay que incluir comparación con estándares establecidos y el empleo de la evaluación externa. Entre las personas que pueden hacer una estimación externa de gran calidad están bomberos, policía y personal de enfermería y administrativo de otros hospitales en la zona.

Todo ensayo o simulacro debe ir seguido de una sesión de critica formal que se ocupe de la adecuación del plan, sus puntos fuertes y débiles, y las enseñanzas obtenidas. Nunca deberá permitirse que la sesión se torne conflictiva a causa de recriminaciones, sino más bien concentrarse en hechos, acciones y formas de mejorar el esquema de auxilio. Es importante valorar lo ocurrido, las razones y factores causales cuando ha transcurrido poco tiempo desde el ensayo, y todo está fresco en la mente de los participantes y puede recordarse con toda exactitud.

Prácticas para ahorrar recursos

La práctica del plan (P4) no debe malgastar innecesariamente el tiempo precioso y los recursos del personal (Recuadro 14-3). Una forma adecuada de llevarla a cabo es utilizar videocintas magnéticas hechas localmente. Éstas no deberán durar más de 15 minutos, y pueden basarse ya sea de manera secuencial o departamental. La cinta puede correr continuamente en el restaurante o cafetería a lo largo del día o a las horas de comidas. Asimismo, estas películas pueden servir para proporcionar educación interna, o bien, pueden ser proyectadas en salas de espera y en sitios de trabajo especiales.

Evaluación de ejecución

En el capitulo 12 se proporciona una guía detallada para estimaciones de ejecución. Por lo general, las evaluaciones deben ser realizadas antes de completar cualquier ejercicio. El cuestionario que suele exigirse debe ser conducido por personal clave en la terminación del ejercicio o del MASSCAL real. Por lo demás, los jefes de actividades designados deben entregar reportes escritos una vez concluido el ejercicio o el desastre. Tales reportes escritos una vez concluido el ejercicio o el desastre deben servir como base para la elaboración de un informe a nivel de institución. Los motivos principales para la creación de reportes son los siguientes:

· Sirven para la formación de una base de documentación formal de los ejercicios de simulacro y los acontecimientos reales de MASSCAL.
· Permiten la revisión, reevaluación y actualización, al igual que cambios en el plan y subplanes de desastre según se les requiera.
· Sirven como los mejores medios posibles para identificar las acciones correctivas donde sea necesario.
· Permiten que se evalúen las dimensiones de toda la operación o acontecimiento.

RECUADRO 14-3 Prácticas para ahorrar recursos en los planes contra desastres

· Sesiones de exhibición en el comedor
· Sesiones de exhibición en el sitio detrabajo y área de espera escogidos
· Sesiones para enseñanza interna
· Posibilidad de disponer de la video cinta (cintas video magnética) de la biblioteca para ser vista en el hogar o dentro de un departamento de trabajo

Sesiones obligatorias de actualización
Ejercicios prácticos en el hogar y pruebas programadas según el tiempo de cada persona
Cuestionario sobre preparativos contra desastres
Recordatorios trimestrales de preparativos contra desastres
Adiestramiento antes de contratación laboral

Resumen

Por lo general, se considera a la planeación como una de las partes más importantes de la administración. La planeación para desastres, pues, por su misma definición, adopta una trascendencia aún mayor. Es un imperativo que la enfermería moderna no puede dejar de considerar.

Un enfoque multidisciplinario, con amplia participación y una conducción adecuada, puede contribuir en mucho a lograr una planeación eficiente contra desastres, debe ser dinámica, y nunca deberá considerarse al plan escrito como definitivamente terminado. La consideración de un marco referencial para un desastre simple, como las cinco p, contribuye a lograr concentrarse en el ciclo continuo de acontecimientos necesario para asegurar la efectividad de los esfuerzos de preparación contra desastres. Una respuesta ordenada, bien planeada y correctamente ensayada a cualquier situación de desastre constituye un logro al alcance de cualquier comunidad, además de que casi no trastorna la actividad cotidiana de las instalaciones. No es necesario siempre utilizar recursos valiosos. Lograr esa meta puede resultar profesionalmente alentador y puede enriquecer en gran medida los servicios de las instalaciones para con la comunidad.

Referencias

1. Richards G. Focus on hospital preparedness When bad winds blow. Trastee, November 1979.

2. Accreditation Manual for Hospitals/85. Chicago, Joint Commission on Accreditation of Hospital, 1984.

3. Lansty GY. Disaster Planning for the worst. Healt Serv Manager, May 1982, pp. 1-3.

Katz IB, Pascarelli EF Planning and developing a community hospital disaster program. Emerg Med Serv, September/October 1978, p. 70.

5. Williams DJ Major disasters Disaster planning in hospitals. Br J Hosp Med, October 1979, pp. 308-317.

Lecturas recomendadas

Cowley RA (ed) Mass Casualties A lessons Learned Approach Accidentes, Civil Unrest Natural Disaster, Terrorism. Proceedings of the First International Assembly on Emergency Medical Services, Washington, DC, US Dept of Transportation, 1982.

Keller El A realistic approach to disaster planning. Hosp Med Staff, May 1977, pp. 18-23. Schultz R, Johnson AC Management of Hospitals. New York, McGraw-Hill Book Co., 1976. Seaver DJ Coping with internal disaster is a hospital priority. Hospitals, July 16, 1977, pp. 167-172.

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