América Latina y el Caribe son zonas muy expuestas a los desastres naturales: terremotos, huracanes, erupciones volcánicas, inundaciones y sequías causan a menudo un considerable número de muertos y heridos, la desorganización de los servicios e ingentes pérdidas económicas, menoscabando el desarrollo de los países de la región.
Es común adoptar una actitud pasiva frente a los desastres, debido en parte a la idea tradicional de que los mismos son originados por fuerzas incontrolables y, por lo tanto, inevitables. Sin embargo, los desastres no son producto del azar, sino la manifestación de un fenómeno natural o provocado por el hombre. Pero esta misma acción humana que a veces puede provocar un desastre, es también capaz de reducir o evitar sus efectos destructivos. El mejor modo de evitar o reducir daños y pérdidas humanas y materiales es prevenir y atenuar el impacto de los desastres, y responder de manera eficaz a las situaciones de emergencia.
La prevención y mitigación de riesgos es el objetivo fundamental del Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales proclamado por las Naciones Unidas.
La Organización Panamericana de la Salud publica este manual, que servirá de guía para la planificación en situaciones de emergencia a las empresas administradoras de sistemas de agua potable y alcantarillado, como parte de su contribución a los propósitos del Decenio.
Carlyle Guerra de
Macedo
Director
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