Los desastres naturales pueden convertirse en una pesada carga para los escasos recursos del sector de salud pública del país donde ocurren. Por lo general, la comunidad internacional responde generosamente a las solicitudes de asistencia recibidas de ese sector. No obstante, puede haber muchas dificultades y frustraciones al tratar de adaptar las necesidades del país en materia de suministros médicos a las posibilidades y limitaciones de los organismos de financiamiento. A menudo, las autoridades sanitarias presentan las necesidades de una manera que impide que se atiendan como es debido.
En base a la experiencia adquirida en la Región de las Américas en el último decenio, se tratará de abordar este problema y de formular algunas reglas empíricas para que las autoridades nacionales puedan hacer el mejor uso posible de los recursos internacionales a su disposición. Se espera con ello despertar también el interés de los lectores sobre el tema, que podrá ser expresado en comentarios y cartas dirigidas a la Redacción.
Presentación de solicitudes
Después de haber determinado la gravedad del desastre - ya sea un terremoto, una inundación, un huracán o una erupción volcánica - el ministerio de salud debe ocuparse inmediatamente de varios asuntos: prestar atención médica, formular y poner en práctica medidas de saneamiento, instituir o restablecer la vigilancia y la prevención de las enfermedades transmisibles, gestionar la adquisición de los suministros médicos de urgencia, acopiar datos, determinar las necesidades y enviar solicitudes de asistencia a otros países, cuando sea preciso. En este empeño, las autoridades nacionales deberán ocuparse de lo siguiente:
¿Quién debería enviar las solicitudes?
La confusión es el resultado inevitable del envío de solicitudes de asistencia a países u organismos extranjeros por parte de más de una dependencia gubernamental, por ejemplo, la Presidencia, la defensa civil, el ministerio de salud o la administración de seguridad social, especialmente cuando esas solicitudes se entregan a un mismo funcionario en el organismo de financiamiento. En consecuencia, los gobiernos deberían designar un solo órgano de transmisión, de preferencia el ministerio de salud, para encargarse de la aprobación y envío de todas las solicitudes de suministros médicos.
Un miembro del equipo médico de
emergencia inspecciona los suministros médicos preenvasado que la Oficina de
Emergencia del Ministerio del Interior de Chile (ONEMI) mantiene como reserva
para casos de desastre. La mayor parte de las donaciones internacionales sirven
para reemplazar los suministros médicos del país utilizados durante la
emergencia.
¿Qué debería solicitarse?
Algunas observaciones pueden ayudar a contestar la pregunta anterior:
· Es poco probable que en el momento del desastre haya escasez de todos los medicamentos esenciales en el país afectado. Partiendo de ello, los organismos donantes o de financiamiento esperarán recibir solicitudes de urgencia solo de artículos directamente relacionados con los efectos del tipo específico de desastre ocurrido. Las inundaciones, por ejemplo, no causan muchas lesiones graves, y los brotes de enfermedades transmisibles son poco comunes después de la mayoría de los desastres. Se sabe por experiencia, además, que aun después de grandes terremotos no se necesitan grandes cantidades de sangre ni de sus derivados. Esos hechos deben tenerse en cuenta en las solicitudes de asistencia puesto que los donantes tienen acceso a la información epidemiológica más reciente para casos de desastre.
· Es poco probable que los medicamentos genéricos excluidos de la lista de medicamentos esenciales preparada por la Organización Mundial de la Salud se conviertan en "esenciales" después de un desastre, ni es de esperarse que éste cause un aumento repentino en el uso de algunos de los medicamentos incluidos (antídotos, agentes quelantes, medicamentos cardiovasculares, hormonas, diuréticos, vitaminas, antihelmínticos, etc.). Por ende, la inclusión de grandes cantidades de esa clase de medicamentos en las solicitudes enviadas a los donantes internacionales puede ser difícil de justificar y puede tener un efecto contraproducente.
· No todos los productos farmacéuticos son igualmente importantes. Las listas muy largas preparadas sin ningún orden de prioridad pueden confundir a los donantes. Como resultado, el funcionario encargado de atender las solicitudes en el organismo correspondiente puede demorar el envío de medicamentos o emplear los recursos y fondos existentes para atender otras solicitudes cuyo propósito entienda mejor.
· Las autoridades nacionales deberían preparar una lista completa de todos los suministros médicos necesarios, pero no solicitarlos todos al mismo tiempo de todos los posibles donantes porque ello solo ocasiona confusión y malos entendidos. Debe indicarse a los donantes qué productos se solicitan y de qué agencia. Si las autoridades nacionales no proporcionan esa información en el momento de presentar la solicitud, habrá demoras y extensas consultas entre los distintos organismos antes de que tomen sus respectivas decisiones.
¿Qué tan urgente es la obtención de los productos farmacéuticos?
· Son muy pocos los productos farmacéuticos que se requieren para uso inmediato. Los productos solicitados sirven por lo general para restituir las existencias empleadas durante la urgencia inicial, prestar atención primaria a las poblaciones desplazadas o prevenir problemas secundarios como la malaria. Los donantes saben - o deberían saber - que en la mayoría de los casos los medicamentos solicitados llegan después de haber pasado la fase aguda de la urgencia médica.
· La mayoría de los organismos tardan varias semanas y aun meses en obtener y analizar la información relativa a las necesidades, tramitar las solicitudes y adquirir y enviar los suministros. Muy pocos pueden entregarlos en un lapso, por ejemplo, de 24 horas. Será preciso identificar estos últimos con antelación y enviar allá las solicitudes de artículos necesitados con urgencia. No se puede esperar la entrega inmediata de suministros por parte de organismos que no presten ese servicio, pues ello solo dará lugar a malentendidos.
· El transporte aéreo es costoso y el envío innecesario de suministros médicos por ese conducto quizá sea la forma más común de desperdiciar recursos escasos. Los ministerios de salud pueden ahorrar mucho (u obtener mayores cantidades de medicamentos donados por el mismo valor nominal) al solicitar o aceptar otro medio de transporte para una parte del envío. Conviene señalar que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) tiene un reglamento especial que permite a las aerolíneas afiliadas suministrar transporte gratuito para envíos de urgencia siempre y cuando se disponga de espacio.
¿Qué cantidad debe solicitarse?
Este es el asunto más problemático. Es frecuente que los países afectados necesiten toda la ayuda económica que puedan obtener en forma de suministros médicos y productos farmacéuticos. Los organismos donantes deben ser orientadores, utilizando ciertos criterios para cuantificar/evaluar las solicitudes como son los siguientes: número de tabletas o inyecciones por persona afectada; número de días de tratamiento por persona y por clase, por ejemplo, antibióticos; número de tratamientos completos por 100 personas en cada clase, por ejemplo, antibióticos; costo promedio por persona de los medicamentos solicitados.
El último indicador reviste particular importancia. Por ejemplo, una solicitud de medicamentos en la que se especifique un costo promedio de EUA$12 por persona afectada por una inundación es normal y puede considerarse "legítimo". Sin embargo, cuando los organismos de financiamiento comparan esa solicitud destinada a atender las necesidades de la población afectada solo por 2 o 3 meses con el gasto promedio anual de un ministerio de salud (unos EUA$ 10-15 per cápita por concepto de medicamentos), surgen dudas sobre la legitimidad de su "urgencia".
¿Cuándo se debe hacer una solicitud?
Entre más pronto mejor. Los organismos de financiamiento son presionados por su junta directiva a actuar con celeridad después de un desastre y, en consecuencia, esperan recibir las solicitudes de suministros médicos a la mayor brevedad posible. Los gobiernos afectados deben dar gran prioridad a la determinación de las necesidades y al envío de solicitudes apropiadas antes de que haya transcurrido mucho tiempo. En el pasado, aunque las solicitudes fueron preparadas en forma debida (especificando la cantidad y el orden de prioridad) algunas fueron rechazadas por no haberse presentado oportunamente.
![]() |
![]() |