cerrar esta libroCrónicas de Desastres - Huracanes Georges y Mitch (Pan American Health Organization (PAHO) / Organización Panamericana de la Salud (OPS), 1999, 398 p.)
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Anexo 1: Situación de las enfermedades infecciosas de mayor riesgo epidemiológico en el período post-Mitch. Países de Centroamérica, 1998

Programa de Enfermedades Transmisibles, División de Prevención y Control de Enfermedades, OPS/OMS

INTRODUCCIÓN

Este informe está basado en la información recibida de los Ministerios de Salud Pública de Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador y Belice y presenta el comportamiento de las principales enfermedades infecciosas en el periodo que comprende las 9 semanas epidemiológicas de noviembre y diciembre de 1998.

Hemos incluido una tabla con el comportamiento de las principales enfermedades en el periodo de enero a octubre de 1998 con información recibida de los Ministerios de Salud para las 43 semanas epidemiológicas previas al paso del huracán. Esta información sirve para comparar la situación de dichas enfermedades con las 9 semanas (44 a 52) que abarcan el periodo post-Mitch en el pasado año 1998 (cuadros 1 y 2).

SITUACIÓN DE LAS ENFERMEDADES (1998)

Cólera

La situación más importante se presenta en Guatemala, país donde esta enfermedad se ha mantenido de forma endémica durante todo el año 1998. A partir del mes de mayo se observa un incremento semanal del número de notificaciones, alcanzando en octubre un total mensual del 1.174 casos. El promedio semanal fue de 59 casos en el período previo al huracán Mitch. En estos diez primeros meses se notificaron 2,530 casos y 37 fallecidos lo que representó una letalidad del 1,5%. En el resto del año (periodo post-Mitch) durante las 9 semanas (44 a 52) correspondientes a los meses de noviembre y diciembre se notificaron 2.849 casos con un promedio semanal de 317 casos y fallecieron 22 enfermos, con una letalidad del 0.8%. Todos los departamentos se vieron afectados por brotes epidémicos en estos 2 meses y en la mayoría de los brotes la fuente de infección estuvo focalizada en alimentos contaminados elaborados por vendedores ambulantes, aunque también se presentaron brotes en centros cerrados de alimentación colectiva.


Comportamiento mensual del cólera Guatemala, 1998

Según datos más recientes del Ministerio de Salud (División de Vigilancia), el total de casos alcanzó en 1998 una cifra de 5.970 (4.930 sospechosos y 1.040 confirmados) de los cuales fallecieron 57, una letalidad del 0,9%. La confirmación laboratorial de los casos se logró en un 17,2%. En las acciones de prevención y control el país implementó planes de contingencia locales en áreas con mayor riesgo, aumentando la vigilancia y control epidemiológico. La extensión de cobertura en las áreas de salud con brigadas operativas de salud y una mayor participación comunitaria se vio reflejada en el incremento de casos del periodo post-Mitch.

El cólera en Nicaragua ocupó el segundo lugar en importancia dentro de los países más afectados por Mitch. Durante todo el periodo enero-octubre 1998 (pre-Mitch) se notificaron casos en la mayoría de los departamentos alcanzando un total de 675 casos de cólera, con un promedio semanal de 16 enfermos. En el periodo post-Mitch se notificaron 678 casos, cifra semejante a la reportada en los diez meses anteriores, con promedio semanal de 75 casos. La confirmación bacteriológica en el período post-Mitch se logró en 256 casos (38%) del total de sospechosos. El número de fallecidos por esta causa fue de 24 en el período pre-Mitch y de 11 en el período post-Mitch con letalidad del 3,5% y 1,6% respectivamente. La fuente de infección más probable al igual que en Guatemala se presentó en alimentos y agua contaminados por malas prácticas sanitarias y en una alta frecuencia por alimentos ofertados por vendedores ambulantes.


Comportamiento mensual del cólera, Nicaragua, 1998

Las autoridades de salud consideran que en el periodo post-Mitch y como producto del sistema de vigilancia activa desarrollado en la población concentrada en albergues, se produjo un sobre registro de casos sospechosos.

La situación del cólera en el resto de los países mas afectados por el huracán no presentó cambios importantes en el periodo anterior y posterior a Mitch:

Honduras registró elevado número de notificaciones en los meses de enero y febrero de 1998 (297 casos), producto de brotes, pero a partir de abril y hasta el 30 de octubre no se notificaron casos de cólera en el país. En el periodo post-Mitch, solo 2 casos fueron notificados en los meses de noviembre/diciembre de 1998.


Comportamiento mensual del cólera, Honduras, 1998

El Salvador no reportó casos de cólera en el periodo pre-Mitch. En el periodo de noviembre a diciembre se notificaron 7 casos durante las 3 primeras semanas de noviembre. En todos los casos la fuente de infección estuvo probablemente relacionada con la ingestión de alimentos contaminados y en varios de ellos existió una estrecha relación con casos importados de Guatemala o personas del país que visitaron o estuvieron en contacto con casos de cólera en aquel país.


Comportamiento mensual del cólera, El Salvador, 1998

Belice notificó un total de 12 casos de cólera en el periodo enero-octubre 1998. De ellos, 11 se diagnosticaron en los meses de mayo, junio y julio relacionados con agua contaminada. Con posterioridad al Mitch, el país notificó 5 casos en la segunda semana de noviembre (semana 45) y un caso semanal en las semanas 47, 48 y 49 para un total de 8, de los cuales uno falleció. Estos casos correspondieron a la ocurrencia de un brote en la localidad de Saint Martin Village, Distrito del Cayo. Fue imputada como la fuente de infección al agua de consumo humano, contaminada con vibrión colérico.


Comportamiento mensual del cólera, Belice, 1998

Dengue

El dengue es endémico y periódicamente epidémico en los países de Centroamérica. Más recientemente se ha producido un incremento de casos de dengue hemorrágico en los países del área con la notificación de brotes severos. En 1997, se reportaron 3,083 casos de dengue hemorrágico de los cuales el 88% fueron notificados por Nicaragua, el 9% por El Salvador y el 1.6% por Honduras.

De enero al 30 de octubre de 1998, los países de Centroamérica notificaron a la OPS 38,755 casos de dengue y dengue hemorrágico. Honduras reportó el 47% de estos casos, con predominio del dengue tipo 3, y Nicaragua el 30% de los casos por diferentes serotipos.

Con posterioridad al huracán Mitch y en base a la información recibida de las 9 semanas epidemiológicas (noviembre y diciembre) se pudo observar que Honduras, con un promedio semanal de 423 casos de dengue clásico correspondiente a las 43 semanas epidemiológicas del periodo pre-Mitch, notificó un promedio de 399 casos semanales en el periodo post-Mitch. La notificación fue irregular en el período Mitch, registró un descenso en la semana 44, pero aumentó el promedio durante las semanas 45, 46, y 47 para después descender por debajo de lo esperado en las 6 últimas semanas de 1998. En cuanto al dengue hemorrágico. Honduras notificó 14 casos en el periodo pre-Mitch y cero casos en las 9 semanas post-Mitch.


Comportamiento mensual del dengue clásico Honduras, 1998

Nicaragua registró en 1998 un total de 18.168 casos de dengue clásico en el periodo pre-Mitch, con un promedio semanal de 272 casos. Una situación semejante a la observada en Honduras se presentó en el periodo post-Mitch en el cual se notificaron 1,746 casos con un promedio semanal de 194 casos, inferior al promedio registrado de enero a octubre de ese año. Se destaca también un incremento de casos concentrado en las tres primeras semanas de noviembre y que después desciende por debajo incluso del promedio semanal pre-Mitch. Situación similar se pudo observar con la notificación del dengue hemorrágico.


Comportamiento mensual del dengue clásico, Nicaragua, 1998

El Salvador notificó 1.393 casos de dengue clásico en el periodo pre-Mitch y un promedio semanal de 32 casos. Este promedio desciende a 14 en el periodo post-Mitch, observándose que nunca estuvo por encima de las cifras reportadas en el periodo pre-Mitch.


Comportamiento mensual del dengue clásico, El Salvador, 1998

Guatemala tampoco registró un incremento notable en el periodo post-Mitch. El promedio semanal de 99 casos fue muy semejante al promedio de 85 casos semanales del periodo pre-Mitch.

La situación del dengue y dengue hemorrágico según lo informado por los países más afectados por el huracán Mitch en el periodo del 1 de noviembre al 31 de diciembre nos hace concluir que en base a las semanas epidemiológicas del sistema de notificación de cada país, el dengue no tuvo un comportamiento anormal tras el paso del huracán si lo comparamos con la situación que venía observándose en los meses del año 1998 que precedieron a Mitch. Es lógico pensar que la afectación del huracán a las unidades de salud haya tenido su repercusión en la baja notificación de las primeras semanas por una reducción brusca de las unidades notificantes, si bien es cierto que es precisamente en estas semanas cuando se reportaron algunos incrementos, posiblemente debido a la información generada en los albergues donde se concentró una importante parte de la población.


Comportamiento mensual del dengue clásico, Guatemala, 1998

Malaria

La situación de la malaria reportada por los 5 países mayormente afectados por el Huracán Mitch se presentó sin grandes cambios durante el período enero-octubre/98 (pre-Mitch) en 4 países de la subregión (Belice, El Salvador, Guatemala y Honduras). Solamente en Nicaragua las cifras de casos notificados semanalmente a partir del 1 de noviembre alcanzó un promedio de 868 casos, muy superior al promedio de 54 casos que se presentó en los diez primeros meses del año 98.

Algo semejante a lo ya descrito con el comportamiento del dengue, se observó también en el caso de la malaria en lo referente a un incremento marcado de casos en las primeras 4 semanas post-Mitch (mes de noviembre), para después disminuir en las últimas semanas del mes de diciembre. En el informe anterior que sobre las enfermedades infecciosas post-Mitch hicimos al cierre de la semana 47 (28 de noviembre), señalábamos que en el caso de la malaria era de esperar, en los meses de diciembre 1998 y enero de 1999, un incremento de la enfermedad como resultado del aumento de la población del mosquito anopheles, debido sobre todo al deterioro de las condiciones sanitarias de estos países y una disminución de las actividades de prevención y control de la enfermedad por parte de los programas. Sabemos también que las inundaciones provocadas por el paso del huracán y sus vientos producen un barrido de la población de mosquitos y de sus criaderos que hace descender bruscamente la población del vector influyendo decididamente en la transmisión de la enfermedad. Las cifras notificadas por los Ministerios de Salud en las 5 últimas semanas del año 1998 en las que el sistema de información semanal se había parcialmente recuperado, señalan que no se produjo un aumento de casos, lo cual puede ser explicado también por una subnotificación como producto de la afectación a los servicios y al sistema de vigilancia epidemiológica en particular. Sin embargo, es lógico pensar que a partir de enero de 1999 deba reforzarse la vigilancia y acciones de control, pues se dan las mejores condiciones para el incremento de la población de mosquitos, y por ende para el aumento de la transmisión y la enfermedad en todos los países afectados por el huracán Mitch.


Comportamiento mensual de la malaria, Nicaragua, 1998


Comportamiento mensual de la malaria, El Salvador, 1998


Comportamiento mensual de la malaria, Guatemala, 1998


Comportamiento mensual de la malaria, Honduras, 1998

Leptospirosis

En el período pre-Mitch ninguno de los países mayormente afectados por el huracán habían notificado casos de leptospirosis. En 4 de ellos (Honduras, El Salvador, Guatemala, Belice), la situación se mantuvo sin notificación de casos después del paso del huracán. Solamente en Nicaragua la leptospirosis se comportó de forma epidémica convirtiéndose en el problema epidemiológico de mayor importancia para el país tras el paso del huracán Mitch.

En Nicaragua la leptospirosis ha sido reconocida como problema de salud pública desde la epidemia de octubre de 1995 en la que se notificaron cerca de 2000 casos y más de 50 fallecidos. Posteriormente no se habían reportado otros brotes hasta el mes de noviembre de 1998 en que se informaron los primeros casos y fallecidos en el Silais de Chinandega. En el periodo post-Mitch la epidemia acumuló 868 casos con promedio semanal de 79 casos, acumulados en las 6 semanas que siguieron a Mitch. Del total de los casos hubo confirmación en 106, de los cuales 55 fueron de Chinandega, 38 de Esteli, 6 de León, 2 de Madriz y los 5 restantes en otras 5 regiones.


Comportamiento mensual de la leptospirosis, Nicaragua, 1998

El total de fallecidos fue 7, correspondiendo 3 al Silais Chinandega y 4 a Esteli. La letalidad para el total de casos reportados fue de 0.8%. Es de destacar que si bien es cierto que fue Nicaragua el único país afectado por la leptospirosis, la experiencia adquirida por el país con la epidemia de 1995 permitió implementar precozmente una vigilancia activa de los casos, con acciones de control que permitieron enfrentar con éxito y disminuir al mínimo las consecuencias que hubiera tenido para el país un problema epidemiológico de este tipo en condiciones de desastre natural. Sin embargo, es difícil aceptar que en otros países donde los roedores y otros reservorios constituyen un riesgo potencial de infección, dada su alta población, la enfermedad haya permanecido sin notificación durante todo el año 1998.

Un hecho que puede explicar el comportamiento de la enfermedad en los otros países y que quedó totalmente evidenciado tras el paso del huracán, fue la debilidad del sistema de vigilancia para detectar, investigar y confirmar casos de leptospirosis, así como el deficiente conocimiento y manejo de la enfermedad en sus aspectos clínico/epidemiológicos, a lo que se suma una red de laboratorio que tampoco está preparada para hacer frente al diagnóstico en los casos con alta sospecha.

CONSIDERACIONES EPIDEMIOLÓGICAS

El huracán Mitch azotó Centroamérica en noviembre de 1998, causando miles de muertes y destruyendo una buena proporción de la infraestructura física de sus países. Se estima que el 30% de todos los servicios de salud en la subregión fueron dañados. Se sabe que los desastres naturales se asocian con aumentos en la incidencia de enfermedades infecciosas, especialmente aquellas transmitidas por el agua y los alimentos. Además, a causa de las fuertes lluvias, inundaciones y efectos del viento, se esperan cambios en la población de animales salvajes, tanto vertebrados como invertebrados. Todos esos factores - destrucción de hogares, hacinamiento temporal, contaminación de fuentes de alimento y agua, migración humana y animal - contribuyen al aumento del riesgo de transmisión de agentes patógenos que causan diarrea, infecciones respiratorias, leptospirosis, malaria y dengue.

Después del paso del huracán Mitch, los países de Centroamérica se han vuelto extremadamente vulnerables a la aparición de brotes de enfermedades infecciosas, como el cólera, la malaria, el dengue y la leptospirosis, además de otras enfermedades transmisibles por el agua, constituyendo un riesgo significativo para los pueblos de Centroamérica. La interrupción de la infraestructura de los servicios de salud ha contribuido al aumento de riesgo de las epidemias.

Cólera

El cólera muestra un patrón de carácter endémico en Centroamérica a partir del año 1991 en que se reportan casos en Belice y Guatemala. Durante los años 1992-1994 el cólera se disemina por otros países de la subregión reportándose brotes importantes en la mayoría de los mismos de tal forma que aproximadamente el 15 al 20% de los fallecimientos por esta causa se reportan en los países de la subregión, siendo Guatemala, Nicaragua y Honduras los de mayor afectación en los últimos años.

Al analizar el año 1998 observamos que durante el período pre-Mitch la situación epidemiológica más importante en los países centroamericanos afectados por el huracán lo constituyó un importante incremento en la notificación de casos de cólera durante todo el año en Guatemala y una situación semejante pero más moderada en Nicaragua. En ambos países se apreció un aumento de la notificación en el mes de octubre, aun dentro del período previo al paso del huracán. Con posterioridad al Mitch se produce un incremento de los casos informados en ambos países pero sobre todo en Guatemala. En Honduras se registraron incrementos de las notificaciones en los meses de enero y febrero, pero a partir de abril y hasta octubre no hubo notificación de casos y solo 2 en el periodo post-Mitch. En Belice y en el Salvador se produjeron pequeños brotes relacionados con casos importados que fueron posteriormente controlados. La fuente infectaste más probable en los tres últimos países han sido los alimentos contaminados, pero no se puede descartar el papel del agua de consumo humano asociada a los alimentos como vehículo de riesgo para la transmisión de la enfermedad.

En relación al control del cólera se pudo observar que las condiciones que favorecen su propagación y permanencia están ligadas a factores medio ambientales (sanitarias) y culturales adversos, las cuales no pueden ser modificadas en el corto plazo en virtud de que dependen de cambios estructurales importantes, donde juegan un importante rol la provisión de agua potable, higiene familiar y doméstica, disposición de excretas y adecuada higiene y manipulación de alimentos. Por esta razón gran parte de las medidas orientadas para el control han estado dirigidas a la vigilancia epidemiológica y acción rápida para evitar la extensión de brotes, acompañadas de un eficaz funcionamiento en los servicios de atención de los pacientes para evitar muertes por la enfermedad y una mayor educación/participación comunitaria en el marco de una adecuada comunicación social.

Es necesario insistir sobre el hecho de que Centroamérica debe considerarse como un grupo de países íntimamente relacionados por razones geográficas, culturales, comerciales y sociales, lo que hace que un fenómeno epidemiológico que haga aparición en uno de ellos se convierte en un riesgo potencial para los demás. La situación que han presentado Guatemala y Nicaragua con el cólera, debe servir de alerta a los países vecinos en los cuales pueden ocurrir brotes de la enfermedad, en fechas no lejanas, en razón del deterioro de condiciones sanitarias.

Dengue

El dengue es endémico y periódicamente epidémico en los países de Centroamérica. Aunque hasta la fecha no se ha verificado la ocurrencia de epidemias explosivas de dengue hemorrágico en Centroamérica, se han reportado varios brotes importantes. De los 3.083 casos de dengue hemorrágico notificados hasta 1997, el 88% correspondieron a Nicaragua, el 9% a El Salvador y el 1,6% a Honduras. En 1995 se registraron casi 70.000 casos de dengue y dengue hemorrágico en Centroamérica, lo que representa la incidencia más alta del dengue en los años 80 y 90.

Hasta el 30 de octubre de 1998, los países de Centroamérica habían informado a la OPS 38.755 casos de dengue y dengue hemorrágico. El 77% de los casos fueron notificados por Honduras (47%) y Nicaragua (30%) quienes presentaron también las tasas más altas por 100.000 habitantes; el dengue-3 fue el principal responsable por los brotes de dengue en Honduras. Hasta la fecha la incidencia del dengue y dengue hemorrágico en 1998 es aproximadamente la mitad de la registrada en 1995. La mayoría de los casos de dengue hemorrágico siguen siendo notificados por Nicaragua, aunque se observó un ascenso moderado en Honduras.

A pesar de los esfuerzos de los países de Centroamérica en fortalecer los sistemas de vigilancia de la enfermedad y la adopción de las medidas de control epidémico, durante el año pasado la situación de la enfermedad se deterioró previamente a la ocurrencia del huracán Mitch. Un análisis epidemiológico de la situación reveló que en ningún año previo hubo tantos casos de dengue hemorrágico en un período tan corto en la Región y que la evolución de la enfermedad fue similar a la crisis observada hace 30 años en la región asiática. Como resultado de este análisis se opinó que eran necesarias operaciones de emergencia para combatir la epidemia en Nicaragua, Honduras y El Salvador y acciones preventivas que impidieran la diseminación a otros territorios en la Región.

Con la ocurrencia del huracán Mitch aparece una combinación de factores sociales, ambientales y económicos, los cuales favorecen la proliferación del vector y la diseminación de la enfermedad. Entre esos factores se encuantran, principalmente, la destrucción de los servicios de salud, el desplazamiento de trabajadores de salud comunitarios y la interrupción de las actividades comunitarias en educación y salud. El análisis del deterioro epidemiológico señalado previo al desastre, unido a los factores añadidos por el paso del huracán, hacen pensar que la disminución de casos notificados por algunos países en el período post-Mitch esté relacionada con la situación ocurrida tras el paso del huracán. La actual situación de los países centroamericanos nos lleva también a pensar que debemos esperar un aumento de los casos en el año 1999 y que evaluada la situación dentro del contexto de los programas existentes para el control del Aedes aegypti los esfuerzos futuros deberían estar encaminados a:

1. Continuar trabajando para mejorar la vigilancia epidemiológica con un criterio de estratificación de las áreas de riesgo con el objetivo de detectar precozmente la aparición de brotes e implementar con mayor rapidez medidas de control.

2. Dar una mayor prioridad, dentro de los planes nacionales, a los aspectos relativos a la capacitación del personal, la comunicación social y la educación sanitaria. Eso determinará una mayor participación comunitaria, que actualmente, cuando existe, es mínima y transitoria.

3. Evaluar periódicamente el estado de la implementación/ejecución del Plan Continental y de los planes estratégicos de acción elaborados para el control del dengue en el próximo trienio.

Malaria

En el pasado, un número de factores han sido asociados con la transmisión de la malaria en Honduras, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, incluidas entre otras la escasez de vivienda, condiciones de medio ambiente pobres, niveles educativos bajos, migración, inaccesibilidad al diagnóstico y facilidades de tratamiento, servicios epidemiológicos débiles, presupuesto limitado y numerosos sitios de crecimiento del vector. Plasmodium vivax es la causa principal de la malaria en Centroamérica. En 1997 un total de 145,598 casos causados por este parásito fueron notificados en Honduras (65.122), Nicaragua (41.014), Guatemala (31.150), Belice (3.883) y El Salvador (2.448). En comparación hubo sólo 3.530 casos de Plasmodium falciparum en los cinco países, con un rango de 2 casos en El Salvador a 1807 casos en Nicaragua.

Como resultado del huracán Mitch la situación endémica de malaria en estos países se ha deteriorado por la destrucción de la infraestructura y la pérdida de equipos e insumos, desplazamiento de gran número de personas, condiciones precarias de vivienda y la presencia de nuevos sitios de criaderos de vectores. Esta situación, al igual que en el caso del dengue, puede explicar entre otras causas la baja notificación de casos que se registra en la mayoría de los países con excepción de Nicaragua en el período post-Mitch.

En estas condiciones, las recomendaciones a los países estuvieron dirigidas a enfatizar la necesidad de:

1. Fortalecer las capacidades nacionales para emprender medidas de control de emergencia: administración masiva de medicamentos, tratamiento masivo de febriles y fumigación en casos especiales.

2. Trabajar en la fase de reconstrucción de servicios de: diagnóstico, tratamiento, vigilancia epidemiológica, apoyo a actividades de educación, información y comunicación social, así como al manejo de los casos y del ambiente. Tal como se hizo notar en el caso del dengue y después del barrido que producen en el vector y sus criaderos las inundaciones y vientos que acompañaron a Mitch, debemos considerar que están presentes todas las condiciones para un aumento de los casos de malaria en el primer semestre de 1999.

Leptospirosis

Leptospirosis es una zoonosis de distribución mundial con roedores salvajes y domésticos como reservorios. La infección humana típicamente resulta de la exposición a orina infectada de animal ya sea por contacto directo o exposición indirecta a través del agua. Excepto Nicaragua, donde la leptospirosis ha sido notificada de forma epidémica en 1995, en el resto de Centroamérica los casos notificados han sido muy pocos. La leptospirosis ha sido reconocida como un problema de salud pública importante en Nicaragua desde la epidemia en 1995. La magnitud real del impacto en la morbilidad y mortalidad en Centroamérica no se conoce completamente debido a su débil registro, informes tardíos, limitaciones en la capacidad de la red de comunicaciones y la cobertura precaria de los servicios de laboratorio y respuesta limitada a los brotes.

Con la ocurrencia del huracán Mitch una combinación de diferentes factores (sociales, ambientales, epidemiológicos) han favorecido la transmisión y diseminación de la enfermedad. En razón de la situación creada y la capacidad limitada que tienen los países para enfrentar futuros brotes hemos considerado recomendar a los países encaminar sus esfuerzos a:

1. Entrenamiento en el diagnóstico y manejo de casos:

· Entrenamiento del personal de salud en la vigilancia, diagnóstico de diferentes presentaciones clínicas de la enfermedad y tratamiento de los casos.

· Diseminación de lineamientos en prevención y control.

2. Investigación de brotes y control realizado de una manera completa en el tiempo adecuado:

· Establecimiento de un sistema de vigilancia centinela activo.
· Revisión de los lineamientos de procedimientos.
· Entrenar trabajadores de salud y voluntarios para la respuesta inmediata a brotes.

3. Desarrollar la capacidad de diagnóstico de laboratorio:

· Implementación de la prueba de aglutinación en laboratorios seleccionados.
· Implementación de técnicas rápidas en áreas de alto riesgo.
· Laboratorio nacional de referencia para cepas aisladas y control de calidad, etc.

4. Reforzamiento de programas de educación e información en salud:

· Grupos de trabajos para periodistas, comentadores sociales, líderes comunitarios, etc., dirigidos a promover un mejor entendimiento de la enfermedad y su prevención y control.

· Producir material que proporcione información y educación en la prevención y control de la enfermedad.

· Usar todas las formas de medios masivos de comunicación en la difusión de información.

Cuadro 1
Situación de las enfermedades transmisibles en Centroamérica, 1998 (casos notificados)


Periodo pre-Mitch

Países

Ene

Feb

Mar

Abr

May

Jun

Jul

Ago

Sep

Oct

Sub total

Prom. sem.

Honduras














Cólera

95

197

2

0

0

0

0

0

0

0

294

7


Dengue clásico

501

443

483

426

805

1.748

5.513

3.705

2.506

2.038

18.168

423


Dengue hemor.

0

0

0

0

0

0

5

4

3

2

14

0


Leptospirosis

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Malaria

20.482

2.232

2.792

1.484

2.490

2.622

5.108

3.732

2.951

2.650

28.109

654

Nicaragua














Cólera

284

39

36

0

2

107

18

11

37

141

675

16


Dengue clásico

875

956

377

237

389

835

2.272

1.556

2.036

2.184

11.717

272


Dengue hemor.

61

16

20

10

16

23

52

87

79

39

403

9


Leptospirosis

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Malaria

167

174

140

105

125

101

390

400

371

363

2.336

54

El Salvador














Cólera

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Dengue clásico

63

56

129

41

127

185

206

212

204

170

1.393

32


Dengue hemor.

0

0

0

1

0

1

7

4

5

0

18

0


Leptospirosis

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Malaria

73

47

67

31

38

33

37

36

72

101

535

12

Guatemala














Cólera

29

16

32

85

164

385

200

82

363

1.174

2.530

59


Dengue clásico

141

174

310

172

316

321

584

540

461

641

3.660

85


Dengue hemor.

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Leptospirosis

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Malaria

2.326

3.313

3.708

3.654

5.976

4.540

8.295

0.019

7.581

12.261

60.673

1.411

Belice














Cólera

1

0

0

0

1

7

3

0

0

0

12

0


Dengue clásico

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Dengue hemor.

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Leptospirosis

0

0

0

0

0

0

0

0

1

0

1

0


Malaria

149

142

120

103

167

138

169

104

259

250

1.601

37

Cuadro 2
Situación de las enfermedades transmisibles en Centroamérica
Periodo post-huracán Mitch (semanas 44-52, 1998)

Países

Sem. 44

Sem. 45

Sem. 46

Sem. 47

Sem. 48

Sem. 49

Sem. 50

Sem. 51

Sem. 52

Total

Promedio

Honduras













Cólera

0

1

1

0

0

0

0

0

0

2

0,2


Dengue clásico

254

690

700

566

393

462

199

160

167

3.591

399


Dengue hemor.

0

0

0

0

0

5

4

3

2

14

0


Leptospirosis

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Malaria

623

936

995

941

763

855

555

448

650

6.766

752

Nicaragua













Cólera

82

161

89

55

79

90

73

13

36

678

75


Dengue clásico

267

511

367

250

153

94

0

60

44

1.746

194


Dengue hemor.

0

1

5

7

0

0

0

3

7

23

2,5


Leptospirosis*

0

75

225

240

137

31

0

0

0

708

79


Malaria

569

976

1.051

1.112

1.016

861

849

746

633

7.813

868

El Salvador













Cólera

4

1

2

0

0

0

0

0

0

7

0,7


Dengue clásico

32

28

18

20

9

10

5

5

3

130

14


Dengue hemor.

0

0

1

0

1

7

4

5

0

18

0


Leptospirosis

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Malaria

23

31

24

51

42

47

57

29

30

334

37

Guatemala













Cólera**

395

530

456

566

343

193

101

171

94

2.849

317


Dengue clásico

84

163

148

153

99

114

56

35

40

892

99


Dengue hemor.

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Leptospirosis

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Malaria

1.641

2.261

3.130

2.157

1.200

751

708

820

1.081

13.749

1.528

Belice













Cólera

0

5

0

1

1

1

0

0

0

8

0,8


Dengue clásico

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Dengue hemor.

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0


Leptospirosis

1

0

0

0

0

0

0

0

0

1

0,1


Malaria

29

23

0

0

46

20

53

21

52

244

27


* En el periodo fallecen 7 casos: letalidad 0,9%

** En el periodo fallecen 22 casos letalidad 0,8%

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