Los días 19 y 20 de Septiembre de 1985, la ciudad de México se vió sacudida por dos sismos de magnitud de 8 y 6 grados de la Escala de Richter respectivamente, los cuales provocaron grandes pérdidas de tipo humano y material.
El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia DIF, instaló en algunas de sus dependencias albergues con el fin de brindar protección, alimento y medicinas a la población damnificada por el desastre.
Como complemento de esta ayuda se elaboró un programa de apoyo psicológico a esta población con la finalidad de prevenir y minimizar el impacto que la experiencia pudo tener en la salud mental de estas personas.
El modelo de intervención abarcó entre otras actividades, la expresión de la experiencia propia de la gente a través de sus relatos escritos, que ayudaron a la organización de las vivencias y la expresión de las emociones, y al mismo tiempo se obtuvo con ello información sobre posibles casos que requirieran de un apoyo psicológico más profundo.
Debido a la riqueza del material escrito que fue recopilado, se consideró importante hacer un análisis descriptivo que aportara conocimientos acerca de cómo la población vivió y asimiló esta experiencia y las diversas reacciones que tuvo ante la misma.
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