cerrar esta libroDesastres Preparativos y Mitigación - Boletín No. 06 - Enero, 1981 (Pan American Health Organization (PAHO) / Organización Panamericana de la Salud (OPS), 1981, 8 p.)
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Mitos y realidad: Las enfermedades transmisibles a raíz de desastres naturales


Figura

Es preciso evacuar inmediatamente los cadáveres para evitar epidemias.

REALIDAD: A menos que las víctimas fallezcan de una enfermedad muy contagiosa y las personas que manipulan los cadáveres recientes hagan caso omiso de las precauciones sanitarias básicas, el riesgo que representan los cadáveres es insignificante. Debe concederse alta prioridad a una evacuación aceptable de éstos por razones sociales pero no sanitarias.

Para prevenir epidemias de cólera y fiebre tifoidea, los funcionarios de sanidad deben proceder con carácter prioritario a la inmunización en masa a raíz de catástrofes.

REALIDAD: Las epidemias de cólera y de fiebre tifoidea raramente se producen como consecuencia de desastres. Debe favorecerse la inmunización de grupos determinados, por ejemplo niños de menos de dos años de edad, que hayan de vivir en campamentos durante más de 30 días. Sin embargo, la inmunización primaria con las vacunas disponibles requiere de dos a tres inyecciones a intervalos de 2-4 semanas y confiere solo una protección parcial que dura unos pocos meses. Además, las campañas en masa de vacunación en la fase de socorro acaparan gran parte de la limitada mano de obra disponible, así como de los medios de comunicación y transporte. En consecuencia, no están justificadas las campañas de vacunación en masa improvisadas.

Dibujo cortesía Radio Times Hulton Picture Library

La población de zonas rurales desprovistas de instalaciones adecuadas para tratamiento del agua es el grupo más expuesto a las epidemias de transmisión hídrica.

REALIDAD: Los grupos más vulnerables a las enfermedades de transmisión hídrica son las poblaciones que emigran a zonas superpobladas y el personal de socorro forastero que no ha adquirido inmunidad a las enfermedades endémicas de la zona afectada. El principal riesgo para las poblaciones rurales proviene más a menudo del dislocamiento de los programas normales de salud pública causado por el desastre o por la dedicación de los socorros a atenciones innecesarias.

Cuando sobreviene un desastre, conviene que en la zona afectada se formen reservas de suero intravenoso, en previsión de epidemias de enfermedades diarreicas.

REALIDAD: No se sabe de ninguna epidemia de enfermedades diarreicas que haya sido causada por desastres. Sin embargo, se han observado aumentos de la incidencia en los asentamientos provisionales y en otras zonas de concentración demográfica donde las medidas sanitarias son inadecuadas. Debidamente empleada, la terapéutica de rehidratación oral constituye un medio mucho más económico de tratar la diarrea que los sueros intravenosos. El 90% de todos los casos, sea cual fuere su etiología, pueden ser atendidos eficazmente (con una tasa de mortalidad de menos del 1%) por personal no médico que haya recibido un mínimo de adiestramiento. La OPS tiene en Trinidad (CAREC), Barbados y Perú reservas de sales de rehidratación oral para situaciones de emergencia.

Programas de preparación para casos de desastre

En este número, iniciamos la publicación en el Boletín de breves descripciones de la estructura establecida en los países miembros como preparación para casos de desastre. En cada número se examinará la estructura de uno o dos países.

Barbados

En Barbados, la organización central de asistencia en situaciones, de emergencia es responsable directamente ante el Primer Ministro. la organización consta de una junta de coordinación, un comité ejecutivo y secretaría. A los ministerios y departamentos del gobierno se les han asignado, para casos de emergencia, funciones que entrañan una ampliación de sus responsabilidades ordinarias. El sistema nacional de comunicaciones depende de la policía, que funciona a base de estaciones distribuidas en los 15 distritos del país. Puede obtenerse más información dirigiéndose a Chairman, CERO, Prime Minister's Office, Government Headquarters, Bridgetown, Barbados.

Chile

La Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) es responsable ante el Ministro y está encargada del plan ejecutivo general en casos de emergencia, así como de la organización de centros de emergencia regionales. Una vez que se haya establecido el plan definitivo, ONEMI asumirá la dirección y coordinación de las operaciones y de toda la ayuda nacional e internacional que se necesite. En caso de que el desastre afecte a más de una región, la ONEMI designará un jefe de zona que dirija las operaciones de socorro. El programa está concebido para utilizar las estructuras ya existentes, en vez de crear otras nuevas, con objeto de aprovechar al máximo los limitados recursos. Puede obtenerse más información dirigiéndose a Plan Nacional de Emergencia (ONEMI), Ministerio del Interior, Beaucheff No. 1637, Santiago, Chile.

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