Casi hemos llegado al final del primer año del Decenio Internacional para la Reducción de Desastres Naturales. Se ha establecido una secretaría en Ginebra y se nombró un director. Según la Oficina del Coordinador de las Naciones Unidas para Socorro en Casos de Desastre, 71 países cuentan con comités nacionales que trabajan para hacer que sus objetivos nacionales se tengan en cuenta en las actividades del Decenio. Gran parte del año pasado fue dedicado a la planificación, y la OMS, como principal dependencia de la ONU encargada de los aspectos sanitarios de los desastres, ha creado el marco de cumplimiento de su papel de preparación y respuesta.
Las consecuencias para la salud de los desastres van mucho más allá de lo que revelan los indicadores convencionales sobre muertes y lesiones, y más allá de las repercusiones iniciales mismas. Cuando se perturban los servicios de agua y saneamiento, por ejemplo, o gran número de personas quedan sin hogar los riesgos a largo plazo pueden abarcar toda una gama de enfermedades, como desnutrición, enfermedades transmisibles y desórdenes mentales. A continuación se examinan algunas de las actividades de preparación que la OMS, y en las Américas la OPS, planifican para atender el reto del este Decenio.
· Promoción del Decenio Internacional para la Reducción de Desastres Naturales. El DIRDN ofrece muchas posibilidades para estimular el interés público. En muchos casos, las iniciativas del pasado que se encaminaban a despertar el interés público mejoraron el nivel de preparación para desastres. La OMS y la OPS usarán el Día Mundial de la Salud del año próximo - cuyo tema es la preparación para desastres - para hacer que esa tendencia persista, concitando respaldo de amplia base con fines de preparación y respuesta. Otras actividades de promoción fueron planificadas y se están desarrollando.· Refuerzo de los recursos humanos. Este aspecto se refiere a los trabajadores de salud y a las comunidades mismas. Una manera importante y duradera de reforzar los recursos humanos en cualquier región es incluir principios clave de preparación para emergencias en los programas de las instituciones que preparan y capacitan personal de salud. Según un estudio de los programas de posgrado en salud pública de universidades de América Latina y el Caribe, el 55% de los institutos encuestados ofrecían capacitación de salud para casos de desastres. En muchas partes del mundo es difícil obtener acceso a literatura científica y técnica sobre preparación y respuesta frente a desastres. Por este motivo se ha creado un centro regional de documentación en Costa Rica para servir a Centroamérica. zona geográfica cuya cultura, idioma y necesidades específicas de preparación frente a desastres son homogéneas. Tanto la OMS como la OPS trabajan para ampliar esta importante red de información en los próximos años.
· Inclusión de la preparación en otros programas de salud de la OMS. Los preparativos de salud en casos de desastre solo pueden aplicarse con realismo y en forma sostenida si se incluyen en los programas que se están ejecutando. El reto, para la OMS y la OPS, es incorporar los preparativos de salud para emergencias en la planificación de los programas de salud a nivel nacional. La Organización ya ha recurrido a su red mundial de 5.000 expertos sanitarios para aprovechar sus conocimientos en salud ambiental, vigilancia epidemiológica, inmunización en emergencias y otros ámbitos conexos con los preparativos de desastres.
· Cómo mejorar la colaboración intersectorial e interinstitucional. Ningún sector u organismo puede promover y poner en marcha programas eficaces de preparativos para desastres sin mejorar sus conexiones con otros sectores y organismos aliados. Los Centros Colaboradores de la OMS cumplen un papel importante a los efectos de reforzar esas vinculaciones. Actualmente, cinco Centros, en tres continentes, constituyen el principio de una red excelente. La OMS trabajará durante el Decenio en la identificación e integración, especialmente en los países en desarrollo, de nuevos Centros Colaboradores, que puedan respaldar eficazmente actividades nacionales e internacionales.
· Realización de investigaciones. La investigación referente a los efectos para la salud de los desastres, en general, y los estudios de casos de desastres específicos, brindan lecciones valiosas a otros países que se ven amenazados por riesgos naturales semejantes y pueden experimentar la misma suerte en el futuro. En América Latina y el Caribe, expertos del sector salud han preparado informes sobre varios huracanes en el Caribe, la erupción volcánica ocurrida en Colombia y el terremoto que afectó a México. Otros países han recalcado la importancia de dar a conocer información de ese tipo a los países vecinos de toda la región.
El Decenio Internacional para la Reducción de Desastres Naturales brinda la oportunidad de orientar el interés público hacia el tema de la reducción de los desastres naturales y de ese modo avanzar hacia la meta de la OPS y la OMS de salvar vidas y mejorar las condiciones de vida de toda la población.
La catástrofes no avisan, estemos
preparados es el tema del Día Mundial de la Salud de 1991. Se han programado
muchas actividades para despertar el interés y el respaldo público en materia de
preparación frente a desastres.
Foto: Carlos
Gaggero/OPS
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