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Los organismos que prestan asistencia humanitaria externa en casos de emergencias se clasifican en varias categorías: gobiernos extranjeros, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales. Las autoridades de los países afectados por desastres deben conocer los recursos, los canales de comunicación y las limitaciones de estos organismos. A continuación se citan algunos principios orientadores para obtener ayuda internacional.
· Los organismos pueden otorgar subvenciones de dinero en efectivo, donar suministros, prestar asistencia técnica, proveer alimentos o hacer préstamos. Algunos se especializan sólo en una de estas esferas, mientras que otros tienen un mandato más general. Es esencial conocer estos recursos para evitar solicitar dinero en efectivo a un organismo que sólo da ayuda en especie, o pedir suministros a un organismo que se especializa en cooperación técnica.
· Las organizaciones no gubernamentales varían considerablemente en sus enfoques de la asistencia humanitaria y en las contribuciones que pueden hacer en materia de salud. Los organismos más grandes y experimentados, y aquellos que ya trabajan en pos del desarrollo del país afectado tienen por lo general una mejor comprensión de la naturaleza de los problemas que se presentan. Los organismos sin un compromiso previo con el país en cuestión suelen tener un menor conocimiento de los problemas locales y a veces su percepción de las necesidades creadas por un desastre es errónea. Por lo tanto, estas organizaciones pueden producir un aumento de la presión sobre el gobierno local exigiendo apoyo operativo (por ejemplo, para transporte) que sería mejor confiar a otro organismo.
· Se debe conocer y mantener los canales de comunicación adecuados. Algunos organismos solo pueden aceptar solicitudes de ayuda de una fuente en particular situada en el país afectado, o distribuir la ayuda solamente a través de un organismo o un ministerio en especial. Por ejemplo, la OPS/OMS acepta solicitudes de ayuda de los ministerios de salud, mientras que la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja distribuye su ayuda exclusivamente por medio de sus miembros nacionales. Sin embargo, a pesar de estos canales preferenciales, el ministerio de salud, por intermedio de su coordinador para desastres, debe seguir siendo la máxima autoridad de salud pública en el país afectado, y debe estar informado y hacer el seguimiento del tipo y la cantidad de asistencia sanitaria llegada al país.
· Los organismos donantes posiblemente soliciten que el país afectado, o su propio representante, declare el estado de emergencia o que el gobierno presente una solicitud formal, para poder responder al pedido de ayuda. Una solicitud presentada a OCHA se considera una solicitud dirigida a todo el sistema de las Naciones Unidas.
· Los organismos donantes posiblemente pidan pruebas directas o concluyentes sobre la necesidad de ayuda, antes de efectuar gastos o proceder a la recaudación de fondos. Es cada vez más habitual que los donantes se informen mejor, por intermedio de sus expertos locales, de las ONG o por otros medios, de la validez de las necesidades, y es cada vez menos probable que acepten ciegamente la información oficial. Por ejemplo, culpar a un desastre natural de los problemas de desarrollo de largo alcance y solicitar fondos humanitarios de emergencia para solucionarlos, resulta perjudicial.
· Algunos gobiernos y organismos extranjeros comprometerán fondos para proyectos concretos en la primera etapa de una emergencia, aun antes de que se haya emprendido una evaluación minuciosa de las prioridades del sector salud. Por consiguiente, el sector salud debe preparar y presentar, lo más pronto posible, estimaciones preliminares de los costos de las necesidades de asistencia humanitaria de emergencia a corto plazo, antes de que los donantes comprometan todos sus fondos de emergencia. Estas estimaciones de las necesidades humanitarias inmediatas deben diferenciarse de los costos del desastre para el sector salud. La presentación a la comunidad donante del costo total o acumulado de los efectos sobre el sector sanitario (necesidades inmediatas, costo de reconstrucción e impacto económico indirecto) genera confusión, ya que muchos donantes humanitarios - por estatuto - deben abstenerse de actividades de desarrollo o de reconstrucción.
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