Editorial
Las personas que trabajan en el campo de salud han observado que los países en desarrollo reciben una cantidad creciente de toda clase de equipos médicos donados por países desarrollados. Este equipo es a veces nuevo, pero con mucha más frecuencia representa el equipo excedente o fuera de producción que necesita ser reemplazado por una tecnología actualizada
No hay duda que, en muchos casos, estos excedentes son de buena calidad y están en condiciones de uso satisfactorias; es decir, que cumplen con ciertos requisitos básicos como: estar diseñados para la corriente eléctrica del país destinatario, incluir manuales técnicos de funcionamiento y mantenimiento, incluir un número básico de piezas de repuesto, tener representantes de la marca del equipo en el país para que puedan brindarle mantenimiento especializado o que exista personal entrenado localmente para su mango correcto
Pero, desafortunadamente, una buena parte del equipo donado no llena estas condiciones, que podemos denominar "ideales", sino que se sitúa en una amplia gama de calidad que va desde este equipo ideal hasta el equipo inservible cuyo costo de transporte, almacenamiento y probablemente amontonamiento en un "cementerio" de chatarra en algún patio o almacén de un hospital, es varias voces más alto que el valor inicial del mismo.
Existen varios actores en la cadena de donaciones, pero generalmente pueden ser agrupados como donantes directos o intermediarios. Los donantes "directos" producen el equipo y con frecuencia donan equipo nuevo directamente a organismos de servicio en un país, como es el caso de ambulancias enviadas a hospitales, la Cruz Roja o entidades similares. Otro ejemplo de un donante directo es de un hospital en renovación que hace donaciones de equipo usado a hospitales en el país receptor.
Los donantes "intermediarios" forman un grupo mucho más grande. Generalmente son organismos no gubernamentales o voluntarios que recuperan equipo descartado por los hospitales. En algunos casos, el organismo reacondiciona el equipo; en otros casos es enviado tal y como está al receptor. Existen también instituciones nacionales que hacen contactos directos en países donantes para solicitar equipo.
La relación en la cadena de donaciones puede ser compleja, y se necesitan herramientas para mejorar la condición en que las donaciones son hechas y recibidas. Mientras que algunos países han establecido criterios para asegurar una mejor calidad en sus donativos, muy pocos países receptores tienen sus propias normas para establecer que van a aceptar. La norma general para los beneficiados es "a caballo regalado no se le mira el diente".
¿Cómo se pueden aplicar las normas al proceso de donación?
La Organización Mundial de la Salud está proponiendo guías para las donaciones de equipo médico, en base a las mejores acciones desarrolladas por ciertos países donantes. Están establecidas en 4 principios básicos:
· donaciones de equipo de salud deben beneficiar al recipiente de la mejor manera posible;· una donación debe hacerse respetando totalmente los deseos de las autoridades del país receptor y estar en conformidad con las políticas gubernamentales existentes y los arreglos administrativos;
· no deben existir normas dobles en cuanto a la calidad del equipo, es decir, si la calidad de un producto no es aceptable para el país donante, tampoco debe ser para donarlo;
· debe haber comunicación efectiva entre el donante y el receptor. Las donaciones deben basarse en necesidades claramente expresadas y no deben ser enviadas sin anuncio previo.
Los principios expresan a primera vista una norma de respeto mutuo entre donantes y receptores; sin embargo, en la práctica se producen problemas y contradicciones que dificultan la comunicación efectiva que se pretendía conseguir.
La Organización Panamericana de la Salud e InterAction, una coalición de organismos voluntarios privados, organizaron un taller para discutir el tema de las donaciones de equipo y para brindar algunas sugerencias para mejorar las normas propuestas por la OMS. A este taller asistieron más de veinte organizaciones no gubernamentales activas en la donación de equipo, además de representantes de países receptores de América Latina y el Caribe. Surgieron una serie de inquietudes importantes para mejorar el proceso de donaciones.
¿Es realmente deseable seguir esas guías?
En muchos casos, los donantes y receptores interpretan que seguir al pie de la letra unas guías crea muchas limitaciones. A veces los gobiernos que no tienen regulaciones las toman tan literalmente que terminan complicando y retrasando el proceso burocrático de envío y recepción, y la donación pierde oportunidad y necesidad. Si esto ocurre, los donantes pueden perder el interés de la donación a esos países.
Generalmente las guías reflejan una situación ideal que muchas veces está alejada de la realidad de una donación diaria y los contactos que se van edificando entre personas durante años y que a la postre son los que permiten el mejoramiento de las prácticas de donación. El conflicto surja entre la "institucionalización" de la donación y el establecimiento de las mejores prácticas basadas en el contacto y trabajo diarios.
Existen soluciones apropiadas al objetivo común de mejorar las donaciones y lograr que los receptores se beneficien realmente de esta labor desinteresada. Un término mejor que "guías" debería ser acuñado para que un documento, a todas luces necesario, sea un instrumento de consulta para donantes y receptores, donde ambos puedan encontrar reflejadas las "mejores prácticas" para mejorar las donaciones.
Si bien deben existir controles de calidad que beneficien tanto a donantes como a receptores, una excesiva centralización o inflexibilidad podría traer consecuencias adversas a la donación. Las guías como tales pueden crear, a pesar de la buena intención con que están hechas, este sentimiento de centralización y peso burocrático.
El diálogo iniciado en el taller y la discusión (que la OPS ha propuesto continuar por Internet) sobre la donación de equipos, será esencial para lograr soluciones factibles, buscan consenso y crear un clima de entendimiento para la mejora de las donaciones. Todavía muchos temas deben ser discutidos; por ejemplo, la calidad y tipo de información a ser producida sobre la donación, el concepto de "tecnología adecuada", "normas de calidad", el uso o reuso de equipos abandonados, canales oficiales de contactos, centralización o no de las donaciones, preparación de guías nacionales para recepción de donaciones, etc.
El solo hecho de haber iniciado el contacto entre actores implicados en la donación de equipos, es un mérito que puede atribuirse a la OMS por haber iniciado las "guías". A partir de ahora queda todo por hacerse para lograr acuerdos que beneficien a todos.
Las guías sirven de ayuda, pero las
relaciones de trabajo diarias también pueden mejorar las prácticas de las
donaciones. Fotografía:
OPS/OMS
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