cerrar esta libroReducción de la Vulnerabilidad Familiar al VIH & SIDA y otras Enfermedades Infecciosas (IFRC - RCS, 2002, 40 p.)
Ver este documento(introduction...)
Ver este documentoPrefacio
Ver este documentoAbreviaturas/siglas
Ver este documentoContexto humanitario: antecedentes
Ver este documentoObjetivos del plan estratégico 2002-2005
Abrir este fichero y ver el contenido  Componentes del programa mundial 2002-2005
Abrir este fichero y ver el contenido  Implementación del programa mundial: acciones prioritarias para el año 2002, con proyecciones para el período 2003-2005
Ver este documentoImplementación del programa mundial: rol de las diferentes organizaciones de la Cruz Roja/Media Luna Roja
Ver este documentoSeguimiento y evaluación
Ver este documentoOrganizaciones asociadas
Ver este documentoNecesidad de recursos externos
Ver este documentoReferencias para mayor información
Ver este documentoLos Principios Fundamentales del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja

Implementación del programa mundial: rol de las diferentes organizaciones de la Cruz Roja/Media Luna Roja

“Mejorar la vida de las personas vulnerables movilizando el poder de la humanidad”, tal el desafío que se plantearon las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en la Asamblea General de la Federación Internacional de 1999, cuando adoptaron la Estrategia 2010. La salud y asistencia en la comunidad fue definida como una de las cuatro áreas esenciales con dos objetivos específicos:

· Proveer a las comunidades los medios para que puedan reducir su vulnerabilidad a las enfermedades y brindar asistencia a sus miembros.

· Prepararse para las crisis de salud pública y darles una respuesta.

El programa mundial para reducir la vulnerabilidad al VIH/SIDA y otras enfermedades infecciosas a nivel familiar se inscribe en este marco. La principal responsabilidad para su implementación recae en las Sociedades Nacionales, que adhirieron a una serie de acuerdos, por ejemplo el de Uagadugú y a otras declaraciones de conferencias regionales y a los resultados de los grupos de trabajo de la Asamblea General de 2001. Lo que se espera de ellas es que:

· logren un impacto significativo sobre la epidemia, a través del amplio enfoque descripto en esta publicación, lo que requerirá: tomar una decisión institucional al más alto nivel para fijarlo como una prioridad, establecer (o consolidar) un equipo a nivel de la sede que pueda asociar la respuesta al SIDA con un programa de salud más amplio, evitando un programa de SIDA “vertical”, que tendría un impacto limitado a largo plazo y desarrollar (o consolidar) un sistema de gestión de voluntarios que garantice un buen seguimiento y evaluación y que apoye las redes de voluntarios que implementan el programa;

· reconozcan la presencia del VIH y SIDA dentro de la Sociedad Nacional, desarrollen directrices sobre el VIH/SIDA en el lugar de trabajo y tomen todas las medidas posibles para asegurar la prevención, asistencia, tratamiento y apoyo al personal y a los voluntarios, al igual que a otras personas que viven con el VIH y SIDA;

· establezcan asociaciones locales e internacionales (incluyendo las redes de la Cruz Roja/Media Luna Roja y las redes de personas que viven con el VIH/SIDA) que son claves para una respuesta efectiva y realicen todos los esfuerzos por movilizar recursos dentro del país y

· emprendan una decidida acción para ejercer influencia, particularmente con respecto al acceso al tratamiento y la asistencia básica de las personas que viven con el VIH/SIDA y otras enfermedades infecciosas.

Las Sociedades Nacionales que prestan apoyo internacional a los programas de la Cruz Roja/Media Luna Roja destinados a reducir la vulnerabilidad al VIH/SIDA y otras enfermedades infecciosas a nivel de las familias, asumieron el compromiso y se les confió la responsabilidad de:

· renovar los esfuerzos por acrecentar el flujo de recursos hacia las áreas en donde puedan ser mejor aprovechados, buscando los medios de respaldar el compromiso de intensificar masivamente la respuesta de la Cruz Roja/Media Luna Roja a la pandemia de VIH/SIDA;

· brindar apoyo adecuado, oportuno y confiable, no solamente para las actividades de prestación de servicios, sino también para fortalecer la capacidad institucional necesaria para sostener y desarrollar estas actividades y

· coordinar todas las intervenciones, individuales y colectivas, a través de estrategias de cooperación transparentes y revisando periódicamente las prioridades de programación en su conjunto, lo que permitirá desarrollar programas de asociación plurianuales apropiados, realistas, predecibles, sostenibles y efectivos, y rendir cuentas de ellos.

Para lograr el éxito del programa mundial, se debe garantizar a las Sociedades Nacionales el apoyo de los niveles internacionales del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. La Junta de Gobierno de la Federación Internacional (el Grupo de Trabajo sobre VIH/SIDA y la Comisión de Salud y Servicios a la Comunidad) deberá:

· dirigir, promover y supervisar el programa mundial para reducir la vulnerabilidad al VIH/SIDA y otras enfermedades infecciosas a nivel familiar, asegurando que el mismo siga siendo una prioridad de la Federación Internacional y que se movilicen y asignen los recursos correspondientes;

· desarrollar una política de la Federación Internacional que incorpore la prevención de la transmisión madre-hijo, el acceso a medicamentos indispensables para la vida de los pacientes y la reducción del estigma y la discriminación asociados al VIH y al SIDA;

· aprovechar cada oportunidad que se le presente a la Federación Internacional, en virtud de su estatuto de “organismo internacional”, para reforzar la promoción de los objetivos de su programa mundial y movilizar los recursos necesarios para el mismo y

· mantener entre las prioridades del programa de actividades de la Cruz Roja/Media Luna Roja la respuesta al VIH/SIDA y otras enfermedades infecciosas. Las Sociedades Nacionales reunidas en la Asamblea General de 2001 se comprometieron formalmente a “asegurar que todas las Sociedades Nacionales traduzcan sin demora esta declaración en medidas prácticas, teniendo debidamente en cuenta las necesidades especiales y las tradiciones y circunstancias particulares de sus países. La cuestión del VIH/SIDA volverá a plantearse para su discusión general en todas las reuniones de ámbito regional o mundial de la Federación Internacional desde el año 2002 en adelante, hasta que la epidemia haya sido vencida.”

Finalmente, la Secretaría y las delegaciones de la Federación Internacional deberán:

· facilitar el desarrollo de metodologías y herramientas que puedan adaptarse a cada país, con la ayuda de las Sociedades Nacionales interesadas;

· brindar, a través de los delegados de Salud y los coordinadores de VIH/SIDA regionales, el sólido apoyo indispensable para comprometerlos en la planificación de programas de desarrollo y movilización de recursos a largo plazo, necesarios para una respuesta efectiva al VIH/SIDA y otras enfermedades infecciosas;

· facilitar, a través del proceso de estrategias nacionales de cooperación (CAS) y de herramientas específicas de coordinación de donantes existentes, una respuesta no fragmentada al VIH/SIDA y otras enfermedades infecciosas;

· crear asociaciones y vínculos a nivel internacional que permitan una respuesta más integrada a nivel local y nacional;

· contribuir a “conectar” las partes interesadas de cada país con la ayuda internacional, a través de la participación en conferencias internacionales y de la introducción de medios innovadores de intercambio de conocimientos;

· documentar, sistematizar y promover las mejores prácticas;

· revisar y desarrollar directrices claras sobre el VIH/SIDA en el lugar de trabajo para todo el personal de la Secretaría y de las delegaciones y brindar orientación y apoyo a las Sociedades Nacionales que están desarrollando sus propias directrices sobre el VIH/SIDA en el lugar de trabajo y

· apoyar, coordinar y brindar herramientas de comunicación para las actividades de las Sociedades Nacionales destinadas a reducir el estigma asociado al VIH/SIDA, incluyendo una campaña que comenzará el 8 de mayo de 2002 y continuará hasta el 1º de diciembre, Día Mundial del SIDA.

a la sección anterior a la sección siguiente