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18 Friday April 2025 @ 03:36 PM CST

Lluvias golpearían al agro peor que huracán Mitch

TEGUCIGALPA, HONDURAS
El panorama para el sector agrícola no es nada halagüeño.

Al menos eso es lo que se puede interpretar de estudios realizados por expertos y académicos de la Escuela Agrícola Zamorano. "Para Honduras y el resto de Centroamérica puede ser un año tan desastroso como el del huracán Mitch y la producción agrícola resultará seriamente afectada", dijo Carlos Gauggel, profesor adjunto de Zamorano. Según datos de la Estación Climatológica de Zamorano, que contiene registros desde 1942, el año pasado se registraron 784 milímetros de lluvias y en lo que va de 2010 ya ha llovido más de 782 milímetros.

"Y los meses de invierno más severos (octubre, noviembre) no han llegado", afirmó Gauggel, quien tiene 27 años de estudiar catástrofes producidas por intensas temporadas ciclónicas. Eso significa que con las próximas lluvias se sobrepasará la cantidad de lluvia registrada durante el año anterior, lo que tendrá un impacto negativo en la producción agrícola nacional. Además hay que considerar que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha pronosticado 18 ciclones tropicales, de los cuales 10 serán huracanes.

Este pronóstico coincide con el del Centro de Huracanes de Miami, el Centro de Pronósticos de la Oficina del Reino Unido y el Centro de Pronóstico Europeo, dice el informe de Zamorano.

En síntesis, la probabilidad de que hayan pérdidas incalculables en el sector agrícola es bastante alta.

De hecho las autoridades de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) reportan desde ya pérdidas de cultivos en la zona norte del país producto de los recientes aguaceros.

"Se han perdido unas 400 manzanas de cultivos de plátano, banano, caña y granos básicos y esperamos que no aumenten", comentó Jacobo Regalado, ministro de la SAG.

Lo peor está por venir

La pérdida de cultivos por las lluvias no es la única amenaza que enfrenta el sector productivo nacional.

El informe de Zamorano advierte que también "podría haber efectos en diferentes niveles como tener rendimientos bajos de producción, baja disponibilidad de alimentos y elevación de los precios y disminución en la captación de ingresos por parte del Estado".

"Este 2010 se está convirtiendo en un año muy húmedo y atípico y una muestra de ello es que meses como abril (que no suele llover) este año se registró 200 milímetros y en el pasado 2009 tan solo cinco milímetros de precipitación. Esta diferencia refleja la magnitud del problema que se nos avecina", dijo Gloria Arévalo, director del Laboratorio de Suelos de Zamorano.

Y el efecto se hará sentir a nivel centroamericano, es decir que el problema no es exclusivo de Honduras.

El informe de Zamorano advierte que en el XXXI Foro del Clima de América Central que se llevó a cabo el pasado 19 y 20 de julio en San Salvador, se señala que para el trimestre agosto-octubre, en la mayor parte del territorio centroamericano, caerán lluvias en el rango arriba de lo normal.

Con estas lluvias se prevé que los efectos en el suelo sean más drásticos que lo normal.

"En un año normal se pierden unos seis centímetros de suelo. Si los aguaceros continúan, como se predice, este año podríamos perder hasta 35 centímetros de suelo. En otras palabras, severa pérdida de la calidad del suelo y sus nutrientes, que por ende, conlleva a daños en la producción e inundaciones", finalizó Gauggel.

Alcaldía de Danlí anuncia que construirá 80 casas

DANLÍ, HONDURAS
La esperanza ha vuelto a la vida de decenas de familias que lo perdieron todo en la fatídica noche del pasado miércoles. El alcalde José Antonio Urrutia anunció ayer que 80 familias damnificadas por las inundaciones estrenarán viviendas en un lugar seguro y cómodo. Las soluciones habitaciones estarán lista para Navidad.

Urrutia dijo que la alcaldía definitivamente no está planeando ni va a permitir que las personas que vivían en los cauces y en las riberas de quebradas y riachuelos vuelvan a instalarse en esos lugares de riesgo, sino que serán trasladadas a una colonia de casas prefabricadas.

Las ochenta viviendas serán donadas por la fundación "Se pudo" de la Iglesia Católica y se construirán en un terreno que comprará la alcaldía de Danlí.

Las autoridades buscan actualmente un terreno de varias manzanas que esté inmediato a la ciudad y que no esté bajo riesgo de inundaciones o deslaves.

El alcalde recordó que hasta ahora se han identificado 121 viviendas inhabitables en unas nueve colonias y barrios de Danlí, pero aclaró que momentáneamente la solución se ofrecerá únicamente para 80 familias, así que las restantes 40 aún no se sabe cómo serán auxiliadas en materia de vivienda. Los beneficiarios deberán llenar varios requisitos. El primero es que se elegirá primero a las familias más numerosas.

También se tomará en cuenta que los adjudicatarios no tengan vivienda en otros lugares y que se hayan encontrado en la zona del desastre cuando se produjo la inundación.

Que cumplen sus promesas

El alcalde Urrutia se mostró satisfecho por la ayuda recibida hasta ahora, pero dijo que nunca será suficiente, porque solo los daños a las viviendas y la infraestructura alcanzan cifras millonarias.

Hasta ahora se han recibido ocho toneladas de alimentos entregadas por el PMA, paquetes para higienización entregados por organizaciones no gubernamentales y un furgón con víveres y paquetes para el aseo y la higiene que mandó el despacho de la Primera Dama, Rosa de Lobo.

El alcalde también agradeció la visita del ministro de Soptravi, Miguel Pastor, que el sábado estuvo en la ciudad evaluando el impacto de las riadas en los puentes, cajas puentes, vados y otras estructuras.

"Ojalá que de verdad nos ayuden porque nada ganamos con que nos vengan a ver si no nos van a dar respuesta", dijo el alcalde.

Noche tranquila en Danlí

Finalmente, después de tres noches de sobresalto, casi un millar de personas albergadas en iglesias y escuelas de la ciudad de Danlí pudieron dormir un poco. El sábado, amanecer domingo, hubo una noche sin lluvias y no se presentó el peligro de nuevas inundaciones.

El jueves, el viernes y el sábado llegaron nuevos grupos de refugiados por las nuevas crecientes, pero al amanecer del domingo ya no. También lograron dormir un poco los socorristas y voluntarios, que después de unas ochenta horas sin parar, finalmente encontraron ayer algún tiempo para dormitar y reponer las energías antes de reiniciar tareas en los albergues.

Mientras tanto, en las zonas devastadas también estaba volviendo la calma y los damnificados que no fueron a los albergues seguían secando al sol los asientos, las colchonetas, los electrodomésticos, la ropa fangosa y las pocas cosas que lograron rescatar de las aguas embravecidas del río Hato.

Juan José Hernández, del Comité de Emergencia Municipal, confirmó ayer que la situación fue completamente tranquila la noche del sábado y dijo que ojalá de ahora en adelante sigan las condiciones favorables para completar las tareas de limpieza y reconstrucción.

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