Una historia que contar: el PAI
22 Friday July 2011 @ 03:38 PM CST
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Existe en Honduras una estructura que trabaja silenciosamente y que ha contribuido a la salud del pueblo hondureño de una forma singular y es importante contar la historia de tan benemérito Programa en la vida de todos nosotros. En el año 1974, la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone a los países la creación del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI). A partir de 1977, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) impulsa la implementación del PAI en los países de las Américas. El PAI en Honduras se crea en el año de 1979.
Este es un programa técnico normativo responsable de garantizar el acceso a los servicios de vacunación intramuros y extramuros, según el esquema nacional de vacunación y población objeto en forma permanente y gratuita; capaz de responder en forma efectiva y oportuna a la demanda de la población en materia de vacunación con calidad, equidad y solidaridad, a través de procesos técnicos normativos y administrativos con una amplia participación social. Está adscrito a la Secretaría de Salud.
Los inmunobiológicos que el Programa Ampliado de Inmunizaciones administra son:
BCG, Hepatitis B, Pentavalente, Polio, Triple viral (SRP), Triple bacteriana (DPT), Doble bacteriana (Td), Influenza (estacional), Influenza A H1N1, Rotavirus y Fiebre amarilla (viajeros)
¿Cuáles son los logros del PAI?
Se ha controlado, eliminado y erradicado de la faz de Honduras y Latinoamérica la poliomielitis en su estado salvaje, haciendo posible que miles de niños y niñas duerman tranquilos porque la presencia de tan terrible mal ya no existe en su estado virulento, haciendo la salvedad que esta enfermedad aún se da en estado salvaje en países de Asia y África, que se puede importar de viajeros que nos visitan; es por eso que ante cualquier aviso de enfermedad de parálisis flácida se corre para su diagnóstico y tratamiento. Se ha controlado y eliminado el sarampión y sus terribles secuelas de meningitis, el tétano neonatal que llevó tantos miles de niños a la tumba, provocándoles el tan famoso mal de los siete días, como también la rubeola congénita. Se controlan las otras enfermedades prevenibles por vacunación, haciendo posible que tanto niños, niñas, mujeres en edad fértil, personas de la tercera edad y grupos en riesgo obtengan estos beneficios que son permanentes, a veces solo a través de dos gotitas o una pequeña pinchadura de aguja, garantizando salud al beneficiario. Se ha vacunado el 95% de la población inmunodemandante del país. Para hacer posible que la vacuna se garantice en sus óptimas condiciones, existe dentro del programa lo que se denomina la Cadena de Frío, siendo este el proceso logístico de recepción, almacenamiento, conservación, manejo y distribución de inmunobiológicos, cuya finalidad es asegurar que se conserven dentro de los rangos de temperatura establecidos para que no pierdan su poder inmunológico. Es necesario enfatizar que Honduras ha tenido una de las mejores Cadenas de Frío de Latinoamérica. Actualmente el PAI cuenta con almacenes capaces de albergar hasta 10 millones de dosis en sus cuartos fríos, que están diseminados en el territorio nacional. Además, cada centro de salud del país cuenta con equipos de conservación de los biológicos, garantizando al usuario que la aplicación de estos darán una respuesta inmunológica dentro del organismo, y el Programa garantiza que aun las vacunas que se suministran en la Biosfera del Río Plátano, Tawaka Asagni, son de tal potencia como cuando salió de los laboratorios de producción, ya que cuenta con equipos de refrigeración por energía solar. El proceso de erradicación de enfermedades ha costado la vida a varios miembros del equipo de salud, algunos murieron calcinados al manipular refrigeradoras que utilizaban kerosene, otros en accidentes viales, muchos han sufrido quebraduras en sus miembros al caerse de bestias, o en barrancos al llevar los biológicos en termos que protegen a estos contra las inclemencias del tiempo en las comunidades postergadas y aisladas de Honduras.
Por eso, cuando un empleado de la Secretaría de Salud toque su puerta, ¡ábrala!, ellos le llevan salud a su familia.
Rendimos honor a todos los miembros que conforman el PAI, a su directora, asistente, técnicos, secretarias, personal de conducción y aun los de limpieza y vigilancia, que aunando esfuerzos con todos los que se involucran en las campañas masivas de vacunación, le han dado a Honduras el orgullo de país que lucha con denodada energía en el combate de enfermedades terribles pero que son prevenibles por vacunación.
Este es un programa técnico normativo responsable de garantizar el acceso a los servicios de vacunación intramuros y extramuros, según el esquema nacional de vacunación y población objeto en forma permanente y gratuita; capaz de responder en forma efectiva y oportuna a la demanda de la población en materia de vacunación con calidad, equidad y solidaridad, a través de procesos técnicos normativos y administrativos con una amplia participación social. Está adscrito a la Secretaría de Salud.
Los inmunobiológicos que el Programa Ampliado de Inmunizaciones administra son:
BCG, Hepatitis B, Pentavalente, Polio, Triple viral (SRP), Triple bacteriana (DPT), Doble bacteriana (Td), Influenza (estacional), Influenza A H1N1, Rotavirus y Fiebre amarilla (viajeros)
¿Cuáles son los logros del PAI?
Se ha controlado, eliminado y erradicado de la faz de Honduras y Latinoamérica la poliomielitis en su estado salvaje, haciendo posible que miles de niños y niñas duerman tranquilos porque la presencia de tan terrible mal ya no existe en su estado virulento, haciendo la salvedad que esta enfermedad aún se da en estado salvaje en países de Asia y África, que se puede importar de viajeros que nos visitan; es por eso que ante cualquier aviso de enfermedad de parálisis flácida se corre para su diagnóstico y tratamiento. Se ha controlado y eliminado el sarampión y sus terribles secuelas de meningitis, el tétano neonatal que llevó tantos miles de niños a la tumba, provocándoles el tan famoso mal de los siete días, como también la rubeola congénita. Se controlan las otras enfermedades prevenibles por vacunación, haciendo posible que tanto niños, niñas, mujeres en edad fértil, personas de la tercera edad y grupos en riesgo obtengan estos beneficios que son permanentes, a veces solo a través de dos gotitas o una pequeña pinchadura de aguja, garantizando salud al beneficiario. Se ha vacunado el 95% de la población inmunodemandante del país. Para hacer posible que la vacuna se garantice en sus óptimas condiciones, existe dentro del programa lo que se denomina la Cadena de Frío, siendo este el proceso logístico de recepción, almacenamiento, conservación, manejo y distribución de inmunobiológicos, cuya finalidad es asegurar que se conserven dentro de los rangos de temperatura establecidos para que no pierdan su poder inmunológico. Es necesario enfatizar que Honduras ha tenido una de las mejores Cadenas de Frío de Latinoamérica. Actualmente el PAI cuenta con almacenes capaces de albergar hasta 10 millones de dosis en sus cuartos fríos, que están diseminados en el territorio nacional. Además, cada centro de salud del país cuenta con equipos de conservación de los biológicos, garantizando al usuario que la aplicación de estos darán una respuesta inmunológica dentro del organismo, y el Programa garantiza que aun las vacunas que se suministran en la Biosfera del Río Plátano, Tawaka Asagni, son de tal potencia como cuando salió de los laboratorios de producción, ya que cuenta con equipos de refrigeración por energía solar. El proceso de erradicación de enfermedades ha costado la vida a varios miembros del equipo de salud, algunos murieron calcinados al manipular refrigeradoras que utilizaban kerosene, otros en accidentes viales, muchos han sufrido quebraduras en sus miembros al caerse de bestias, o en barrancos al llevar los biológicos en termos que protegen a estos contra las inclemencias del tiempo en las comunidades postergadas y aisladas de Honduras.
Por eso, cuando un empleado de la Secretaría de Salud toque su puerta, ¡ábrala!, ellos le llevan salud a su familia.
Rendimos honor a todos los miembros que conforman el PAI, a su directora, asistente, técnicos, secretarias, personal de conducción y aun los de limpieza y vigilancia, que aunando esfuerzos con todos los que se involucran en las campañas masivas de vacunación, le han dado a Honduras el orgullo de país que lucha con denodada energía en el combate de enfermedades terribles pero que son prevenibles por vacunación.