¡Emergencia por lluvias! en la zona sur de Honduras
17 Monday October 2011 @ 11:01 AM CST
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TEGUCIGALPA.- El gobierno de la República decretó ayer emergencia en la zona sur del país, específicamente en Valle y Choluteca, a raíz de los desastres por lluvias que se están presentando en esos sectores.
Actualmente, ambos departamentos están bajo alerta roja, debido al paso de la depresión tropical número 12 que atraviesa a Honduras.
El anuncio fue realizado por el Presidente Porfirio Lobo Sosa en una cadena de radio y televisión que efectuó en las instalaciones de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), a eso de las 2:00 de la tarde de ayer.
En algunas zonas de Choluteca los pobladores con esfuerzo salen de sus comunidades, porque el agua por poco los arrastra.
Desde las 9:00 de la mañana el mandatario estuvo reunido con varios de sus funcionarios en su residencia de El Chimbo, y después de decidir las acciones a ejecutar, se trasladó a Copeco para informar las medidas a ejecutar.
Dijo que todo el gobierno está dispuesto a contribuir en las acciones de ayuda para palear la situación que viven los sureños que han resultado afectados con el temporal.
El mandatario se reunió alrededor de una hora con sus funcionarios. Allí les encomendó las tareas a ejecutar en los sectores que han reportado problemas.
El mandatario realizó un Consejo de Ministros de última hora. Tanto él y sus ministros se informaron con detalle de los daños a través de .
En su declaratoria de emergencia dijo: “Quiero informar al pueblo hondureño que a partir de este momento -ayer- se emite una declaratoria de emergencia en la zona sur del país”.
El decreto servirá para que el gobierno, a través del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) pueda usar fondos asignados por la Secretaría de Finanzas para ayudar a los damnificados.
“El fin primordial de las acciones que se están llevando a cabo es salvaguardar la vida y la integridad física de los hondureños y suplirles sus necesidades básicas”, expresó el mandatario.
EL RECUENTO
Los niños y jóvenes buscaban salir a tierra segura.
Hasta en horas de la tarde de ayer, las autoridades de Copeco reportaban 13 muertos, 31,000 damnificados, tres puentes dañados y uno destruido completamente, 7,057 personas albergadas, 10,012 evacuados, 2,058 viviendas dañadas y 50 casas destruidas.
El Presidente Lobo Sosa manifestó su preocupación porque los cuerpos de socorro atiendan a la ciudadanía en general.
“Este es el momento de trabajar de manera coordinada para no diluir esfuerzos, razón por la cual Copeco coordinará sus operaciones oficiales de atención a la emergencia con los alcaldes municipales de los lugares”, indicó.
En Valle las calles están inundadas. Las personas se arriesgan con tal de salir de las zonas y encontrar un lugar donde albergarse.
También llamó al pueblo hondureño que haga uso de la solidaridad para apoyar a los que han resultado perjudicados.
“Compatriotas en estos momentos en la zona sur de nuestro país, nuestros hermanos y hermanas viven momentos muy difíciles debido a las fuertes lluvias que han azotado esa región, por esa razón mi primer llamado es a la solidaridad para con los que en estos momentos están sufriendo”.
El mandatario y otros de sus funcionarios sobrevolarán -si el clima lo permite- los sectores del país que han resultado afectados con las lluvias, anunciaron ayer los voceros de Casa de Gobierno.
AYUDA
Aunque les resulte pesado caminar en medio del agua, algunos como pueden salen cargados de sacos de maíz para tener una “comidita” de reserva.
Muchas son las comunidades que han solicitado ayuda tanto en víveres como de rescate. Sin embargo, no han recibido nada -entre otras razones- por el clima que arrecia en la zona.
Para el caso, en las horas de la tarde de ayer los pobladores de las comunidades de Los Llanitos y Los Mangles en Choluteca denunciaban que no habían recibido ayuda logística, puesto que se encontraban atrapados en sus viviendas y estaban a punto de ser arrastrados por las aguas.
Asimismo, el 90 por ciento del municipio de Marcovia presentaba daños, pero hasta en horas de la tarde de ayer no había recibido ningún tipo de ayuda.
Pese a que ayer no llovió, el nivel del agua se mantenía en algunas áreas de Valle, según esta fotografía tomada en la casa de la familia Gallegos, en El Cubulero.
A lo que el mandatario refirió que “ante la petición de algunas personas que solicitan apoyo aéreo para movilizar la ayuda necesaria, lamentamos no poder hacerlo hasta que las condiciones climatológicas lo permitan. La ayuda humanitaria continuará llegando por tierra”.
Se indicó por parte de las autoridades de las Fuerzas Armadas que aunque han enviado helicópteros para que se trasladen a las zonas afectadas no lo han logrado debido a que la lluvia no lo permite. (NJA).
REACCIONES |
Hay que tener precaución y estar atento a las ayudas |
Lisandro Rosales (Copeco): “Tenemos 13 muertes. Es doloroso estar dando este tipo de noticias. Le pedimos a la población que tome toda la precaución y que estén atentos para recibir ayuda”. |
FF AA a disposición en todo el país |
Marlon Pascua, (ministro de Defensa): “Todos los elementos de las Fuerzas Armadas tienen las instrucciones de ponerse a disposición inmediata para dar auxilio a las personas que lo necesiten, tanto en la zona sur como en todo el país”. |
Médicos y medicinas en los albergues |
Arturo Bendaña, (ministro de Salud): “Ya se han girado instrucciones para que se fortalezcan los sitios de albergue con médicos, enfermeras y medicamentos para atender a los damnificados con los problemas de las vías respiratorias y gastrointestinales”. |
Lluvias golpean con fuerza a Valle
EL CUBULERO, Valle.- La calamidad se empecinó nuevamente con decenas de pobladores en el departamento de Valle. Centenares de familias abandonaron sus viviendas, huyendo de las embestidas de agua, que desbordaron de las riberas de los ríos Goascorán y Nacaome.
Uno de los habitantes de El Cubulero señala cómo quedó anegada toda la comunidad.
Tal es el caso de Marta Lidia García, una mujer de origen muy humilde quien junto a su marido y dos hijos, uno de un año y la otra de tres, tuvieron que salir corriendo de su vivienda, construida de bahareque, pues el río Goascorán se había embravecido y desbordado en su cauce normal, inundando su casa por completo, ubicada en la comunidad de El Cubulero, en el municipio de Alianza.
La mujer no podía ocultar su preocupación, mientras sostenía a su pequeño hijo en brazos, pues aparte de que la casa se le había inundado completamente, no tenía leche para su pequeño bebé, a la espera de un milagro en el albergue.
En El Cubulero, hasta ayer en horas de la tarde, se contabilizaba unas 90 familias evacuadas, e igual número de casas inundadas y dañadas por las interminables lluvias, que han caído sin cesar en ese sector, según el alcalde de Alianza, Jorge Alvarenga.
Desde el lunes anterior, cuando comenzaron las lluvias, familias completas de este sector del país miraban con temor y asombro cómo poco a poco sus casas iban llenándose de agua, hasta que decidieron abandonarlas e irse a refugiar a un improvisado albergue, en forma de galera.
La mayoría de las personas damnificadas sufrieron daños materiales, pues sus electrodomésticos, camas, artículos de cocina y ropa terminaron empapados, dañados o por completo inutilizables.
En Agua Fría las personas albergadas esperan alimentarse después de un día de no comer.
Algunas personas, tratando de salvar sus enseres domésticos, subieron los artículos a los techos para que no se los llevaran las corrientes que invadían y recorrían el interior de las viviendas.
Las 90 familias evacuadas, conformadas por ancianos, parejas de adultos y muchos niños, tuvieron que ser albergadas en una especie de galera, evitando que alguna persona perdiera la vida ahogada o arrastrada por la corriente fluvial.
Orbelina García, otra de las afectadas ayer, solo se quejaba, pues su familia compuesta de siete personas (seis hijos) había perdido todo tras la inundación de un pequeña vivienda alquilada.
Las familias de albergados rogaban al unísono que dejara de llover, pues actualmente subsisten de las raciones de comida, víveres y agua potable entregados por parte de la alcaldía municipal, así como varios diputados de ese departamento.
COSTA DE LOS AMATES
Igualmente, en el sector de la Costa de los Amates, el temor por las prolongadas lluvias no cesaba y seguían sin parar, llegando al extremo que muchas personas decidieron pasarse al otro lado del río Goascorán en lancha, pues presumían que las corrientes de agua podrían llegar a ese sector fronterizo con El Salvador.
El alcalde de Alianza, Jorge Alvarenga (camisa blanca) y el diputado Tomás Zambrano (chumpa azul), supervisan la zona de la Costa de los Amates.
Pobladores de las aldeas La Sonora, El Conchal, La Ceiba, Playa Grande y Muruhaca, tuvieron que salir de esa zona, ganadera y pesquera, por temor a que el cauce del río Goascorán siga creciendo e inundando más casas.
Reymundo Guevara, uno de los tantos productores de las zonas afectadas por las lluvias, expresó que por lo menos unas 75 manzanas de tierra se llevó el afluente río Goascorán, en lo que va de este invierno.
Las fuerzas vivas y personas damnificadas de este sector, suplicaban a las autoridades del gobierno para que realicen obras de mitigación, como ser el dragado del río Goascorán y así evitar el martirio de las inundaciones que se originan todos los años.
Según el diputado por el departamento de Valle, Tomás Zambrano, las lluvias aumentaron constantemente desde el viernes anterior, provocando más inundaciones y consecuentemente evacuaciones de la gente que reside en varias aldeas y comunidades apegadas a las orillas de los ríos.
NACAOME
El municipio de Nacaome y sus aldeas también se vieron seriamente afectados, pues solo en la aldea de Playa Grande unas 200 viviendas fueron inundadas.
El río Nacaome estaba en su nivel máximo, inundando a las comunidades de Playa Grande, Agua Fría y el sector de La Montaña.
En ese sentido, similar número de familias tuvieron que ser evacuadas por los cuerpos de socorro.
Las personas albergadas en el instituto Emma Romero de Callejas, de la comunidad vecina de Agua Fría, solo esperaban poder regresar a sus viviendas, mientras hacían una larga fila, frente a una gran olla llena arroz, para obtener un plato de alimento, que ellos mismos habían cocinado.
En las diferentes localidades, en donde fueron instalados los albergues, cuando se entregaba la comida y suministros, sin mucha dificultad se podía observar que el alimento era insuficiente para tanta gente.
Según la presidenta del patronato de Playa Grande, María Santiago Martínez, quien también resultó evacuada, explicó que varias personas tuvieron que salir en lanchas, pues el nivel de agua llegó tan alto que muchas personas temieron morir ahogadas, como a las 3:00 de la madrugada del sábado.
La mayoría de estas personas solo se quejaban de haber perdido cultivos de
camarones y concentrado para el ganado. Este domingo, a las cuatro de la tarde las corrientes de agua cubrían gran parte de la calle principal que conduce a ese sector del país.
LA MONTAÑA
En La Chimilada, sector de La Montaña, las vacas buscaron lugares altos, pues los pastos están inundados.
Otro de los sectores que fue sumamente afectado, es el lugar conocido como La Montaña, siempre en Nacaome. Para el caso en la comunidad de La Chimilada, se tuvo que instalar un improvisado albergue en la escuela 12 de Octubre, donde hasta ayer en horas del mediodía seguían unas 26 familias refugiadas y protegiéndose de las crecidas del río Nacaome.
Santos Hernández, una de las personas que las corrientes del río le inundó la vivienda, hecha de bejucos, ayer sumamente decepcionado regresaba junto a sus demás familiares a ver los daños.
Según reportes de los miembros de la Cruz Roja, en ese sector del país, por lo menos unas 50 viviendas fueron inundadas.
Otras aldeas dañadas son El Chilcal, Santa Erlinda, El Pedreguerito. Asimismo se reportaron casas inundadas en El Espino y otros barrios bajos del municipio de Nacaome, por lo que se habilitaron cuatro albergues.
De acuerdo con los primeros reportes recabados por los cuerpos de socorro del sector, por lo menos unas 800 personas fueron damnificadas.
Asimismo, en esta área productiva de melones y otros cultivos agrícolas, ayer en horas de la tarde todavía se podía ver infinidad de parcelas completamente llenas de agua. En la mayoría de las zonas recorridas, los niveles de agua habían sobrepasado los ocho metros de altura.