Capitalinos reportan caos por lluvias
26 Tuesday March 2013 @ 08:03 AM CST
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Otra fotografía detalla como un árbol cae sobre un autobús urbano en el centro de Tegucigalpa. Otro lector captó un rayo mientras la lluvia provocaba desastres en la ciudad. En algunos sectores, como en colonia El Prado, cayó granizo. En los bulevares de la ciudad se generó un terrible congestionamiento y varios vehículos quedaron varados. En la colonia Tepeyac, las corrientes arrastraron algunos automotores. Horas de angustia por tormenta en Tegucigalpa
Nada les queda, solo el estremecedor relato de cómo sobrevivieron a la furia de los torrenciales. En apenas dos horas decenas de familias capitalinas sufrieron la dramática vulnerabilidad del Distrito Central. La lluvia que atacó inesperadamente no dejó pérdidas humanas, pero esos minutos de drama fueron suficientes para marcar de por vida a 39 familias capitalinas.Para unas personas fue un encuentro sorpresivo con las fisuras y debilidades del territorio capitalino. Al menos esa fue la tétrica situación plasmada en la colonia La Alameda, en el sector de radio América, donde la tormenta dejó atrapados en sus vehículos a dos conductores en una laguna temporal.Con un caudal que crecía vorazmente y sin oportunidad de respuesta, las personas tuvieron que subirse hasta el techo de los automóviles a la espera de que llegaran los cuerpos de socorro.
La respuesta de la Cruz Roja se convirtió en el delicado hilo para que los rescatados se aferraran a la vida y no cayeran en las garras de la muerte. En los mercados capitalinos, los vendedores debatían sus decisiones entre salvar sus productos o correr por sus vidas.Pero quince minutos de agresiva lluvia no permitieron que los mercaderes actuaran, pues el torrencial aguacero ya alcanzaba niveles altos y quedaron casi inmovilizados en sus locales. Al final, los clamores de misericordia de los mercaderes fueron oídos por la madre naturaleza y cesó con sus embates. En otros sectores, la intempestiva tormenta solo permitió a las personas rescatar a sus seres queridos, mientras observaban a lo lejos cómo sus enseres quedaban sumergidos en el agua, y junto a estos sus años de trabajo y sacrificio.Doña Gloria Araujo nunca olvidará cuando el reloj marcó las 4:00 PM, el momento en que la lluvia inició a azotar con inclemencia.Y más inolvidable será lo que pasó quince minutos después, cuando el agua salía a borbotones por su pequeño cuarto de madera en el sector de Los Jucos del barrio Morazán.“No tuve tiempo para rescatar mis cosas, se las llevó la lluvia. Ni mudarme hace unos meses a esta zona me salvó”, relató desgarrada la señora, mientras escurría el lodo de sus friolentas manos.

COMAYAGÜELA,Honduras Una inusual tormenta en plena Semana Mayor, generada, según la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), por nubes cumulonimbos, inundó nuevamente uno de los sectores más vulnerables de la capital: los mercados. Lo que comenzó como una leve brisa a las 3:00 de la tarde, 30 minutos después arreció, y se convirtió en un aguacero de grandes proporciones que hizo que estas plazas de venta colapsaran y provocaran el pánico entre los locatarios.Aunque no se tiene un recuento de los daños, decenas de puestos quedaron inundados y se perdió mercadería.Eterno problema Las inundaciones en esta álgida zona obedecen al eterno problema que tiene ver con el pésimo manejo y tratamiento de los desechos sólidos, donde diariamente se recogen no menos de cien toneladas de basura, a criterio de Dagoberto Padilla, encargado de las microempresas de barrido de la Alcaldía Municipal. La mayoría de los desperdicios que se recolectan son verduras, botellas plásticas, cartón, entre otros, los que van a dar directamente a la quebrada El Sapo a través de los tragantes de aguas lluvias.
Las autoridades edilicias señalan que en este problema tienen responsabilidad los vendedores y compradores, pues todos los desperdicios los lanzan a las calles.Uno de los puntos críticos que siempre se inunda en los mercados es a inmediaciones del Ministerio de Educación, además de la quinta y sexta avenidas.Ayer era notoria la desesperación de humildes vendedores que intentaron recuperar de la inundación hasta el último mango o ciruela.Y es que los más afectados han sido los vendedores o carretilleros que se instalan en las calles y avenidas del sector.







