cerrar esta libroRadiación, Antes, Durante y Después de las Situaciones de Emergencia Radialógica (Pan American Health Organization (PAHO) / Organización Panamericana de la Salud (OPS), 1997, 23 p.)
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Planificación para las situaciones de emergencia radiológica

La planificación para las situaciones de emergencia radiológica presenta varias dificultades concretas para las autoridades locales. Cuando el tiempo y recursos son escasos, no siempre es fácil dedicar tiempo y esfuerzo a la planificación para accidentes que quizá nunca ocurran. Sin embargo, las situaciones de emergencia radiológica de gran envergadura son una posibilidad real, aunque remota, y sería apropiado para las autoridades locales contar con planes y procedimientos preparados para hacer frente a tal circunstancia. La planificación para las emergencias nucleares no es una tarea única sino que requiere de una serie de pasos durante cierto tiempo para consolidar un nivel razonable de preparación para incidentes futuros.

Sin embargo, antes de la preparación de cualquier plan, debe formarse un grupo interno de planificación, que incluya a expertos en administración y aspectos técnicos. La asignación de tareas a este grupo será generalmente de tiempo parcial. Los miembros del grupo pueden estudiar los problemas potenciales de las situaciones de emergencia radiológica, comunicarse con organizaciones nacionales e internacionales en el campo, como la OMS y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), establecer contacto con la gerencia de establecimientos de radiación locales y recopilar información sobre todos los aspectos de una respuesta a una situación de emergencia radiológica. De esta forma, el grupo no solo preparará planes apropiados para emergencias, sino que ayudará también a organizar la capacitación y los ejercicios y estará en condiciones de asesorar a los encargados de adoptar las decisiones en caso de una situación de emergencia radiológica.


Se deben identificar los riesgos que pueden ocasionar una situación de emergencia radioló.

El primer paso en la planificación para emergencias es determinar los riesgos que pueden producir situaciones de emergencia radiológica y los recursos disponibles para solucionarlos.

Las fuentes obvias de riesgo son las estaciones de energía nuclear locales, sitios donde se almacenan armas nucleares, vertederos de desechos nucleares y rutas para el transporte de materiales o desechos nucleares. Otras fuentes de riesgo son los establecimientos similares fuera de los límites de la región, que pueden, debido a los vientos predominantes u otra causa similar, representar una amenaza concreta. Entre los riesgos menos obvios cabe mencionar las instalaciones nucleares en fábricas, hospitales y universidades.

Los elementos a considerar son la envergadura del establecimiento, su proximidad a centros de población y la probabilidad de un accidente. Este último factor quizá sea sumamente subjetivo, pero dado que las autoridades poseen recursos limitados, deben destinar estos recursos a las zonas de más alto riesgo.

La respuesta a cualquier situación de emergencia radiológica involucrará a personas, equipos, artículos de consumo, instituciones y organizaciones. Deben identificarse, evaluarse y enumerarse todos los recursos que puedan ser de utilidad en una situación de emergencia radiológica, algunos de los cuales estarán bajo el control directo de las autoridades pero muchos otros dependerán de organizaciones como las universidades, otras autoridades locales, el gobierno y los organismos internacionales.

En casos en que personas clave o equipos críticos estén fuera del control de las autoridades, se debe tratar el tema y negociar de manera que en una emergencia pueda disponerse de estas personas y equipos tan pronto como sea posible.

Planificación

Tras considerar los peligros y riesgos pertinentes, pueden determinarse las circunstancias de emergencia más probables. Una vez definidas las circunstancias probables, pueden elaborarse estrategias básicas, sobre la base de las estructuras de organizaciones locales y los recursos disponibles. La elaboración de estrategias generalmente implica responder a preguntas básicas tales como:

· ¿Cómo se comunicará la alarma?

· ¿Cómo se recopilará la información sobre el incidente?

· ¿Cómo se evaluará la información?

· ¿Cuáles serán los criterios sobre los que se basarán las decisiones sobre las medidas correctivas?

· ¿Quién tomará estas decisiones?

· ¿Quién ejecutará las decisiones?

· ¿Cómo se comunicarán las decisiones a quienes tienen que ponerlas en práctica?

· ¿Dónde serán tratadas las víctimas?

· ¿Cómo se comunicará la información al público?

Las respuestas a estas preguntas deben reflejarse en el plan de emergencia. Dicho plan no debe ser más extenso de lo necesario, y debe ser explícito, comprensible y no contener ambigüedades. Hay argumentos sólidos a favor de los planes modulares que pueden operar en torno a una lista de temas, con inclusión o exclusión de elementos según la naturaleza de la emergencia. En los planes de emergencia se identificará a las personas por su título o cargo más que por el nombre.

Un plan característico debe incluir:

· definiciones de su finalidad y alcance,

· la zona y las organizaciones a los que se aplica,

· las circunstancias que darán lugar a la ejecución de diversas respuestas,

· la identificación de las personas autorizadas a activar respuestas más amplias,

· procedimientos para poner en práctica el plan y movilizar los recursos necesarios,

· identificación de los individuos clave, sus deberes y responsabilidades,

· un calendario de las listas de medidas, que se entregarán a las personas idóneas,

· puesta en práctica de los protocolos,

· un sistema de revisión anual incluido y fechas para su introducción y reemplazo.


Los equipos especializados disponibles deben incluirse en el plan y someterse a acción periódica de mantenimiento

Los apéndices reemplazables deben incluir lo siguiente:

· Una lista de los recursos principales, con nombres y números telefónicos para establecer contactos.

Esta lista de recursos debe incluir normalmente personas, como expertos en radiación, seguridad nuclear, protección radiológica, salud ambiental, epidemiología, psicología de la ansiedad pública, comunicaciones y tratamiento de las lesiones por radiación, así como administradores, médicos, enfermeras y trabajadores de campo; el equipo para la detección de la radiación y la prueba de muestras contaminadas; sistemas telefónicos y radiofónicos; artículos de consumo, como yodo estable y productos alimenticios para emergencias; instituciones, como laboratorios y centros médicos con instalaciones apropiadas para tratamiento; y organizaciones, como el servicio contra incendios, defensa civil, autoridades de localidades vecinas, estaciones de radio locales, proveedores de artículos de consumo, universidades locales, organismos nacionales pertinentes y fuentes internacionales para asesoramiento como la OMS y el OIEA.

Las listas de medidas mencionadas en el plan deben detallar los pasos a tomar por los individuos clave y deben distribuirse a todo el personal idóneo.

Un plan para emergencias incluye generalmente subplanes para la medición de la radiación ambiental, la distribución de yodo estable la información pública, el tratamiento médico de las víctimas, el control de los alimentos y un esquema de un plan para recuperación a largo plazo.


Escala internacional para accidentes nucleares

Para una comunicación pronta de la importancia de la seguridad

Fuente: OIEA y Organismo de Energía Nuclear de la OCDE

La mayoría de los planes para situaciones de emergencia radiológica requerirán la compra de algunos equipos especializados y los recursos que permitan su implantación adecuada y eficaz. Los ejemplos característicos incluyen yodo estable, equipo para detección de radiación y locales y equipo para descontaminación. Los suministros, como el yodo estable, deben almacenarse adecuadamente, controlarse periódicamente y reemplazarse según proceda, mientras que el equipo se debe mantener, inspeccionar y evaluar regularmente para lograr que esté listo si surgiese la necesidad de usarlo.

Capacitación y ejercicios

Los individuos con funciones determinadas durante o después de una emergencia de radiación deben recibir capacitación sobre los efectos de la radiación y la manera de llevar a cabo estas funciones.

Los profesionales de la salud que puedan participar en una respuesta futura deben capacitarse en los efectos de la radiación y la contaminación por material radiactivo sobre la salud, y recibir lineamientos sobre el manejo adecuado de los problemas psicológicos asociados con una emergencia de radiación.

La OMS ha establecido una Red para la preparación y asistencia médica para situaciones de emergencia radiológica (REMPAN), que incluye tres centros colaboradores de la OMS en América, Oak Ridge, Tennessee (Estados Unidos), Rio de Janeiro (Brasil) y Buenos Aires (Argentina). Estos centros pueden suministrar asistencia médica internacional para países que carecen de estas capacidades, actuar como puntos de coordinación para asesoramiento, adiestramiento y atención médica de las lesiones por radiación, y ayudar a establecer los planes de respuesta a emergencias médicas para accidentes de gran envergadura.

Dado que los planes para emergencias no se evalúan por las actividades diarias, deben organizarse ensayos y ejercicios periódicos para evaluar los planes, las personas encargadas de la ejecución y la cooperación entre las organizaciones, parte vital de toda respuesta a una emergencia. Los ejercicios pueden ser reales, pero los ejercicios de mesa son también muy valiosos y menos costosos. Cada autoridad local debe realizar un ejercicio al menos cada tres años.

Los ejercicios brindan una oportunidad ideal para reunirse y cooperar con individuos y organizaciones que también participarán en la respuesta a las situaciones de emergencia radiológica, como los medios de comunicación locales, los servicios nacionales de protección contra la radiación y departamentos del gobierno.

Después de cada ejercicio, se debe realizar una sesión de información apropiada para evaluar el ejercicio en función de los errores cometidos, las lecciones aprendidas y todo cambio que pueda recomendarse para los planes, el equipo o el adiestramiento.

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