El manejo de las situaciones de emergencia se puede dividir en tres fases:
Fase pre y posdesastre
· Fase 1, predesastre. Esta fase incluye tomar medidas para evitar o reducir el impacto, capacitar al personal y desarrollar, probar y actualizar los planes de operación que se van a activar en la fase 2. La duración de la fase 1 depende de la ocurrencia del próximo desastre: nadie sabe cuándo puede ocurrir.
· Fase 2, respuesta ante la emergencia. Esta fase empieza con el impacto, incluido el posible período de alerta. Durante el período de alerta se comprueba y mejora la preparación. En la fase de respuesta inmediata se deben tomar medidas para abordar las áreas identificadas como prioritarias. Por lo general, las medidas de control de salud ambiental de esta fase duran siete días y los más críticos son el período de prevención y los primeros tres días (de respuesta inmediata).
· Fase 3, rehabilitación. Esta fase implica recuperar en un corto plazo los niveles que tenían los servicios de salud ambiental antes del desastre, así como aplicar medidas de largo plazo para la reconstrucción (este último punto rebasa el alcance de este documento).
Durante la fase 1 y 2 se pueden identificar e implementar medidas de mitigación que consisten en la planificación preventiva y la preparación para los desastres. Las poblaciones afectadas deben participar, tanto como sea posible, en todas las fases para mitigar eficazmente la situación de emergencia.
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